COLORBLIND
Sasuke pov.
La enfermedad es incurable, amor.
No llores, por favor.
Estoy listo…Estoy…Bien.
La áspera sabana del hospital es algo impensable comparado con la suavidad de tu piel al abrazarme suavemente para no “lastimarme más…”
-Estoy bien...-
Lloras como nunca te había visto hacerlo, gritas, pataleas y te comportas como un chiquillo de 7 años a pesar de que ya eres mayor de edad…
La enfermera corre a traer ayuda.
Tú, en cambio, corres a la orilla de mi cama y tomas mi mano. Tus dedos se deslizan entre los míos.
Están calientes…Los míos no.
-Sasuke, Sasuke…-Besas el dorso de mi mano y lo empapas de tus lagrimas.
Sorbes la nariz sin importarte que nos hayan dicho que es de “mala educación”…
“¿Estoy daltónico?”
-Te…ves c-como un ángel…-
Te corroes en un mar de lágrimas. Niegas con la cabeza y dices entre sollozos “Esto no…por favor”
“¿Qué no querías oírme hablar…?”
-No sufras…-Te ordeno y tú incrédula mirada llena de lágrimas se cruza con la mía…
El momento no duro:
Comenzaste a llorar de nuevo.
Quiero beberme tus lagrimas ¿Sabes…?
Inyéctamelas.
Inyéctamelas en lugar de este espeso y horrible suero que fuerza a mi sangre a aceptarlo.
Limpio con mi pulgar tus lágrimas y me lo lleve a boca.
Me miras intrigado, intentando inútilmente tratar de calmar tu respiración.
“Ya estas dentro de mi…”
Estoy, como todos, cubierto de piel…No dejo entrar a nadie… Pero tú…Te lo mereces…
Siento que algo destroza el tejido que recubre mi corazón…Esté golpetea con mas fuerza y violencia a cada segundo que estoy impresionado de que no haya brotado ya de mi pecho…
Si esto pasa, ten por seguro que es tuyo…Para siempre…
Como siempre lo ha sido aunque tú no lo sepas…
Te manchara de rojo, Te dejara horrorizado mi idea…
Pero yo estaré en paz sabiendo que tú lo tienes…
Como siempre lo has tenido pero sin darte cuenta…
Oigo un incesante pitido taladrar mis sentidos…
Y todo parece indicar que mi mente ha presionado el botón de “cámara lenta” a todo lo que esta ocurriendo a mí alrededor.
Tú cara cambia.
Veo todas las contracciones faciales que realizas al poner una mueca pura de horror.
“Esto es mas que bello…”
Gritas pidiendo ayuda, histérico.
Veo como das vueltas en la pequeña habitación ansiosamente aunque solo han pasado apenas unos segundos.
La habitación se llena de gente y el miedo que se respira es tan denso que casi puedo cortarlo.
“No pasa nada, amor…” Te envió las únicas fuerzas que me quedan.
Veo todo lo que ocurre frente a mis ojos, ahora también, en “off”
Los labios de mi hermano articulan:
“Por favor, ¡Maldita sea!... ¡Hagan algo!...Ayúdenlo”
Las enfermeras y los doctores tratan inútilmente de tranquilizarte.
Ese estúpido e insoportable pitido no deja de sonar y me sorprende que mi corazón siga en su sitio.
Tu te comportas de nuevo como un niño asustado.
El pitido disminuye.
“Estoy…Bien”
Levanto débilmente una mano y, si… tú la tomas entre las tuyas, te aferras con fuerza a ella.
-Itachi, TE AMO -
Cierro los ojos lo suficientemente tarde para ver tu cara de sorpresa-llanto-dolor-angustia al oírlo.
Y dejo caer mi brazo sin fuerzas.
Pues con esas 3 palabras te dejo todo…
“Estoy listo…Estoy listo…Estoy…BIEN…”
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Nunca pensé que reaccionarias tan mal ante mi muerte.
Pero yo de verdad que me siento terriblemente triste por no haberte dicho todo lo que significabas para mí hasta que estuve en mi lecho de muerte.
No hay un nosotros ¿verdad?
Nunca lo hubo…
Creo que estoy… bien.
♥ FIN ♥