Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vampire Lover por licherni

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

bueno, aqui estoy con un nuevo capitulo, ya tiendo haber tardado tanto pero he empezado a la uni y nos matan a trabajos u.u espero que os guste 


kisses

 

Capítulo 7: Culpable

 

Harry despertó desorientado, estaba en su ataúd en la habitación que compartía con Draco pero no sentía al rubio en la habitación, quitó la tapa de un empujón y se levantó preocupadísimo pensando que finalmente había herido a su amigo. Una mano lo detuvo con firmeza por el pecho y olió la sangre a su alrededor, Orión le entregó una botella llena del líquido sintético inventado por Snape. Preocupado quiso preguntar por Draco pero la mirada de su creador no admitía réplica, por lo que tomó la botella y bebió con avidez de ella. Orión sonrió algo más tranquilo una vez terminado el contenido de la botella y acarició la cabeza de su hijo inmortal.

-¿Dónde está Draco?

-Está abajo, está todo bien, no te preocupes.

-¿Seguro? Yo sólo recuerdo que entró en la habitación, que la sed empezaba a apoderarse de mí y luego el pulso de la sangre en su cuello, haberme acercado a él ir a morderlo y nada más, ¿no hice nada, verdad?

-Llegué a tiempo para detenerte, él está preocupado por ti, pero tenemos que hablar.

-¿Sobre qué?

-Durante la fiesta Draco llamó la atención de muchos, sobre todo del rey de Irlanda, el numerito de la sangre no lo convenció y tampoco a unos pocos, es imprescindible que no te separes de Draco y a ser posible que establezcas el lazo con él.

-Pero Orión...

-Lo sé, pero confío en ti, confiamos los dos en ti, yo y Draco, sabemos que cuando llegue el momento serás capaz de controlarte.

-Yo no estoy seguro de eso- respondió en un suspiro.

-Dentro de tres semanas nos iremos a Roma, el rey de Italia nos ha invitado como gesto de buena fe y con la intención de negociar nuestra alianza.

-¿Draco vendrá con nosotros?

-Él y Snape, he estado hablando con él sobre poner en comercio la sangre sintética y vendrá para hacerle una demostración a Máximo. Tú y Draco apenas seréis necesarios, pero querría teneros cerca, aunque estéis haciendo turismo.

-Está bien, ¿y los estudios?

-Ambos estáis adelantados al resto de alumnos así que no tendréis problemas.

-Bien, ¿puede venir Draco? Quiero hablar con él.

-Por supuesto, no te preocupes todo está bien.

-Gracias padre- suspiró agradecido. Al rato llegó Draco a la habitación, sonrió aliviado y lo abrazó con fuerza.- ¿Draco?

-Estaba tan asustado, no sabía qué te pasaba, no lo entendía, y de repente caíste inconsciente al suelo. Lo siento, lo siento tanto, no quería que sufrieras, estaba preocupado y me dolía que no confiaras en mí.

-Ya está, Draco, todo pasó, no habrá una próxima vez, estarás bien.

-¿Que estaré bien? Lo que me importa eres tú, ¡idiota! En vez de pedirme una piruleta te fuiste a la habitación, me mandaste con Orión sin ninguna explicación en vez de hacer lo lógico, saciar la sed.

-Había que mantener las apariencias, creo que eso puedes entenderlo.

-Sí, eso lo entiendo pero podías haberme preguntado dónde estaban las piruletas o haberme pedido que te acompañara, habríamos quedado mejor haciendo que pensaran que íbamos para que te alimentara un poco.

-No lo había pensado.

-Todavía no estás acostumbrado a ser de la nobleza, los Potter perdisteis esa costumbre. En Roma dejaremos claro que nos pertenecemos y que nadie tiene derecho sobre el otro salvo nosotros. Somos los herederos de las mayores potencias mundiales, lo dejaste claro con tu discurso, vuelve a dejarlo claro ante tu raza.

-Adoro el orgullo Malfoy- sonrió el vampiro.- Roma se verá reducida a nada con nuestro esplendor.

-Por supuesto, mi príncipe.

 

Los pegasos aterrizaron limpiamente en el enorme jardín de la mansión, un elfo doméstico abrió la puerta del carruaje y se apartó para que los viajeros salieran. Orión fue el primero, seguido de Severus, ambos elegantemente trajeados, los siguieron Harry y Draco de la mano, Sirius y Remus y el resto del clan. Isabelle Laffayette los esperaba en la entrada junto con un hombre de largo pelo caoba y ojos aceituna y un joven mortal con rasgos parecidos, los mismos ojos pero pelo castaño oscuro.

-Bienvenidos a Roma- saludó el vampiro con una sonrisa cordial. Orión se adelantó con la misma sonrisa, ambos estiraron los brazos para tomarse de los antebrazos y juntar sus frentes ligeramente.

-Ése es el saludo oficial entre iguales, es una forma de demostrar que se viene en términos amistosos- explicó Harry a Draco en voz baja.

-Eric me lo explicó pero no estaba seguro de cuándo se podía usar.

-Aquí tienes una ocasión, Roma e Inglaterra llevan mucho tiempo siendo amigos y aliados, esta visita es puro formalismo, por eso no somos necesarios.

-Harry Potter- llamó el vampiro italiano.

-Máximo Spartano- sonrió el joven acercándose y repitiendo el saludo.- Es un placer conocerte por fin, Orión me ha hablado mucho de ti y de vuestras aventuras.

-El placer es sólo mío, eres una leyenda inmortal, chico- sus ojos ámbar se fijaron en el rubio a su lado.- Draco Malfoy, otra leyenda a punto de ser inmortal.

-Majestad- sonrió el joven inclinando la cabeza ligeramente, en cambio el vampiro lo tomó del antebrazo y juntó sus frentes.- No creo estar a la altura.

-Lo estás, pronto serás uno más, mejor empezar ya con buen pie, he sido muy amigo de tu familia durante años es para mí un placer infinito poder conocer al último de los tuyos.

-Me siento excesivamente alagado.

-No tienes por qué, siento mucho tu pérdida, no me estaba permitido enviarte un presente como pésame, pero de verdad lo siento, aunque me alegro de que alguien fiel a la familia te cuidara- comentó mirando al pocionista.- Severus Snape, ¿cierto?

-Un placer conocerlo, Majestad.

-Hermosa adquisición Orión, y muy bien dotado mentalmente.

-Gracias Máximo, pero todavía falta hacerlo oficial, hasta que él no quiera no lo obligaré a nada.

-Siempre tan caballeroso, espero que tu descendiente heredara eso también- comentó mirando a Sirius y Remus.

-Lo he heredado, no se preocupe Majestad.

-¿Seguro? ¿Moony, tú qué dices?

-Lo ha hecho, aunque también el lado más rebelde de los Potter- sonrió el ex-licántropo.

-Me alegra mucho tener tantas buenas noticias hoy, Isabelle son tal y como me dijiste, un par de chicos muy hermosos y bien educados, tengo tantas ganas de verlos a los dos en acción, deben de ser un equipo buenísimo en la lucha.

-Yo también lo he pensado, es un placer volver a veros- sonrió la mujer.

-Permitidme presentaros a mi hijo, el será mi heredero, tiene la misma edad que los tuyos Orión. Adriano, saluda por favor a nuestros invitados.

-Es un placer teneros aquí, espero que podamos ser amigos durante muchos años- habló inclinando ligeramente la cabeza, sonrió al volver a levantarla.

-Te dará problemas- avisó en un ligerísimo susurro Isabelle al último de los Malfoy.

-Lo he supuesto, no le quita el ojo de encima.

-Buen instinto.

-Lo que no sé es qué pretende, si ser suyo o quedarse conmigo.

-Orión lo sabrá, os tendrá localizados en todo momento por si se le ocurriera hacer algo, pero de ser yo atacaría durante el día.

-Yo también, el sol es muy buen aliado cuando se trata de enemigos vampiros.

-Así es, vigila tus espaldas y las suyas, tal vez deberíais empezar a pensaros en terminar con el lazo, ya no podría hacer nada en vuestra contra.

-Los elfos os indicarán vuestras habitaciones- ambos dejaron la conversación al oír a su anfitrión, el mago apretó un poco más la mano de su vampiro y sonrió dulcemente.

-Muchas gracias

 

Los habían puesto en habitaciones separadas, la de Draco y Severus quedaban algo más apartadas de las de los vampiros ya que eran las únicas con camas en vez de ataúdes. Siendo esto cierto Draco no pudo achacarlo más que a la mala suerte, pero no se quedaba tranquilo, Adriano miraba demasiado a Harry y empezaba a pensar que no era de forma amistosa ni parecida, el hijo de Máximo odiaba a su vampiro y el Malfoy no sabía por qué. Además de eso él tenía sus propios problemas con Potter, sobre todo con su sentido de la culpabilidad por lo sucedido la noche de Halloween. Llevaba tiempo sin acercarse demasiado a él, siempre lo trataba como si fuera del más delicado cristal y no paraba de pedirle perdón por aquello. Para el día del viaje a Roma Draco estaba más que arto de todo aquello y apenas dirigía la palabra a Harry, pero seguía estando preocupado por lo que pudiera pasar, porque ante todo, Harry Potter era suyo y de nadie más. Dispuesto a intentar arreglar las cosas se acercó a la habitación del moreno nada más estar instalado en la suya.

-¿Harry?

-Pasa, ¿qué quieres Draco?- preguntó algo frío al verlo entrar.

-No me hables así, por favor.

-Es como llevas tratándome durante las tres semanas que hay desde la fiesta hasta aquí- respondió a la defensiva.

-Harry, escúchame- el vampiro cerró la boca y esperó, Draco se sentó en sus piernas y le pasó los brazos por el cuello para abrazarlo.- Estaba enfadado, lo reconozco, y lo estaba porque no dejas de pedirme perdón y de sentirte culpable de algo que no fue del todo tu culpa.

-Claro que lo fue.

-No, Harry, no lo fue, el instinto es más fuerte que la mente cuando la necesidad del cuerpo es extrema, no puedes controlarlo, hasta los más antiguos tienen problemas de vez en cuando, y tú aguantas muy bien cuando estoy a tu lado, lo cual ya es mucho.

-Pero...

-No puedes replicarme, sabes que tengo razón, sabes que no fue tu culpa, sabes que yo también tuve la culpa por no hacerte caso.

-Fallé en protegerte, no de otros sino de mí mismo, quiero mantenerte a salvo, te lo prometí y sin embargo del primero que te tengo que alejar para eso es de mí.

-No mientras sigas teniendo piruletas a mano- sonrió sacando una.- Tú cuidas de mí y yo cuido de ti, ese es el verdadero lazo, Harry, no la sangre.

-Gracias- cogió la piruleta y se la metió en la boca.- Prométeme que te quedarás a mi lado durante todo el viaje.

-Todo cuanto pueda, mañana iremos a ver los monumentos, tu y yo, y nos colaremos en el Vaticano.

-Te llevaré a cenar pizza y un helado de postre, y pasaremos también por la zona mágica, tengo ganas de verla.

-Te encantará, y nos haremos un retrato, como el que nos hicimos mis padres y yo cuando vinimos, y en la vuelta lo colgaremos en nuestro cuarto.

-Mejor dos, uno sólo nuestro y el otro de toda la familia, el nuestro lo colgaremos en el cuarto y el de la familia en el salón.

-Me gusta la idea- ambos sonrieron y juntaron sus frentes, pero Harry se apartó enseguida poniéndose serio.- ¿Qué pasa? ¿Me quito?

-No- lo agarró por la cintura para retenerlo.- No es eso, calla y estate quieto un segundo- Malfoy sólo obedeció. Al rato Harry se relajó un poco.

-¿Qué ha pasado?

-Problemas, Adriano y Máximo discutían, parece que Adriano ha decepcionado a su padre en algo, no estoy seguro sobre qué.

-Te odia, y no sé porqué.

-Lo he notado, pero no creo que se atreva a hacer nada en nuestra contra.

-No estoy del todo seguro de eso, por si acaso mantente en guardia, yo te cuidaré durante el día.

-Gracias, mi día.

 

Harry cumplió lo prometido y llevó a cenar a Draco a los mejores restaurantes de la cuidad, con algunos trucos consiguieron hacer una visita al Vaticano y ver todas las obras allí expuestas y se hicieron los dos retratos que querían una noche que Orión consiguió tener libre. Máximo había preparado un baile aquella noche para animar un poco más las veladas y celebrar que la alianza con el clan amigo seguía en pie, así que Harry y Draco se arreglaban para bajar. Los elfos domésticos habían llevado la cena a Draco y Severus para que pudieran estar tranquilos durante el baile y no tuvieran hambre, aún así se les pusieron algunos aperitivos también para Adriano y algún que otro compañero mortal de los asistentes.

 

Durante el baile Draco notó que el hijo de su anfitrión los miraba demasiado a menudo, sobre todo a Harry, y no de buenas maneras. Con disimulo se acercó a su vampiro y se mantuvo cuanto más cerca mejor, aunque hubo un momento en el que acabó bailando con Adriano.

-Me gustaría que dejaras de matar con la mirada a mi vampiro- le comentó suavemente el rubio.

-¿Por qué estás con él?

-Porque le quiero.

-¿Desde antes o después de  convertirse en lo que es?

-Desde antes.

-Entonces no lo quieres a él, sino a lo que era él antes de eso.

-Harry sigue siendo el mismo.

-No lo es, ninguno lo es.

-La transformación no cambia a la gente, los vampiros siguen siendo como eran antes de ser convertidos.

-No es cierto, no ocurrió así- su mirada se fijó en una vampira que tendría más o menos la misma edad que ellos y que bailaba con Harry en ese momento.- Ella ya no era ella después de aquello, y quiso mucho más de lo que jamás había querido.

-Ella debía ser así desde siempre, pero te lo ocultó, así que no te acerques a mi Harry o pagarás las consecuencias- la canción terminó y se alejó de él.

 

La noche había sido larga y todos se retiraron a dormir una hora antes del amanecer, Draco despertó sobresaltado en su habitación, miró el reloj que marcaba el medio día, para entonces los vampiros debían estar ya profundamente dormidos y por ello tenía un mal presentimiento. Salió al pasillo casi a oscuras por la falta de ventanas y se dirigió tan rápido como podía a la habitación de Harry, su temor aumento al ver la puerta entreabierta. Entró y vio a Adriano con una estaca de plata en las manos a punto de clavarla en el indefenso cuerpo de su mejor amigo, la reacción fue instantánea.

-¡NO!- corrió hasta él y en el intento de apartarlo la estaca se clavó en su costado.- ¡¡¡¡¡¡¡¡AH!!!!!!!!- Harry despertó en ese preciso momento y lo sujetó para que no cayera, Orión y Máximo aparecieron en la puerta junto con Severus e Isabelle.

-¡Draco!

-¿Adriano, qué has hecho?

-Se puso en medio, él no tenía que salir herido, sólo tenía que ser Potter- respondió en estado de shock.

-Draco, respóndeme, por favor, respóndeme- rogó desesperado Harry con el rubio en brazos.

-¿Ha...rry... estás... bien?

-Yo sí pero tú no, no te vayas Draco, sigue conmigo ¿Orión, qué hago?- preguntó desesperado.

-Dale tu sangre, se recuperará, pero tiene que ser ya, está perdiendo demasiada.

-¿Sangre?- entonces vio el líquido rojo caer por la herida manchando el pantalón del pijama del último Malfoy.- Sangre...

-Harry, despierta, tienes que hacerlo ya.

-Salid, ¡salid todos!

-Pero...

-¡QUE SALGAIS!- los presentes obedecieron y Harry se quedó a solas con Draco.- Draco, por favor, dime algo, por favor.

-Ha...rry, yo... confío... en... ti.

-Está bien, te va a doler, aguanta un poco- el rubio asintió y cerró los ojos.- ¡No! Ábrelos, por favor, mírame, no dejes de mantener los ojos abiertos.

-Vale.

-A la de tres, ¿eh? Venga, uno, dos y ¡tres!- tiró de la estaca hasta sacarla.

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AH!!!!!!!!!!!!!

-Lo sé, aguanta, por favor- se mordió la muñeca para abrirse una herida y se la puso en la boca.- Bebe, te sentirás mejor- el rubio empezó a chupar la sangre poco a poco hasta que en un momento determinado paró y cerró los ojos.- ¡No! ¡Draco bebe! ¡Por favor! No me dejes solo, no te vayas, quédate conmigo por favor, eres lo mejor que me ha pasado, no puedes dejarme aquí, por favor, abre los ojos, ¡mírame!- el ex-Slytherin abrió los ojos de par en par y mordió la herida para que se reabriera.- Eso es, sigue bebiendo, quédate conmigo- finalmente de la herida no quedaba rastro salvo la sangre a medio coagular y Draco se separó de la muñeca.- ¿Mejor?

-Mucho mejor- sonrió con la boca roja de sangre y los ojos chispeantes de magia.- Lo has hecho, te has controlado.

-Sí- respondió ido el moreno, su atención se había centrado en los labios de su humano, tan deseables, tan suaves... no hubo tiempo entre el desear probarlos y cumplirlo. El beso fue correspondido ardientemente pero apenas duró unos momentos, el rubio se separó enseguida.- Espera, esto tenemos que hablarlo y tengo algo que hacer- rozó los labios del vampiro con los suyos y se incorporó

 

Con la magia flotando a su alrededor se dirigió a la puerta y la abrió de par en par, en el pasillo esperaban todos para obtener una respuesta sobre lo ocurrido. Orión lo miró orgulloso y pasó un brazo por los hombros de Severus alegremente que le sonrió aliviado. Isabelle lo miraba con precaución intentado saber que iba a hacer, Máximo tenía una expresión parecida pero en sus ojos se veía el alivio, mientras que su hijo estaba aterrorizado.

-Tú- lo señaló.- Te dije que no te acercaras a él, te dije que sufrirías las consecuencias, no tienes perdón ni excusa, voy a matarte.

-Draco, no- pidió Harry.

-Ha intentado matarte, casi me mata, es lo único que merece.

-¿Piénsalo, qué pasará con la alianza?

-Por favor, no lo matéis- intervino Máximo.

-Máximo, es el cambio- suspiró Orión.

-Pero no ha muerto ninguno de los dos.

-Sabes que eso no significa nada, ha atentado contra la vida de mi clan, Draco elige, tu única elección es seguir o no con la alianza.

-Malfoy, por favor, no lo hagas- pidió al rubio.

-¿Harry? ¿Qué hacemos?- preguntó tomando la mano del vampiro.

-Que se encargue su padre de castigarlo, así mantendremos la alianza y estarás más protegido, tu y Snape lo estaréis.

-Está bien, coge tu ataúd, vienes a mi habitación, ¿o hay alguna otra con ataúd y cama?- medio exigió mirando a Máximo.

-Haré cuanto pueda, Adriano, vuelve a tu cuarto y no salgas hasta que te llame.

-Está bien, estaremos en mi habitación hasta entonces- ambos inclinaron levemente la cabeza y se metieron en la habitación del rubio.

 

Draco aseguró todas las cortinas para que no pasara ni un resquicio de luz y luego dejó pasar a Harry, el rubio se cambió de ropa y se metieron a la cama. El vampiro lo abrazó protector acunándolo, le acarició el pelo con cariño sin atreverse a decir nada, un suspiro del rubio lo hizo mirarlo preocupado.

-¿Estás bien?

-Sí, sólo pensaba, ya tenemos la mitad del lazo.

-Sí, ahora viene la parte más difícil.

-Lo sé, pero lo conseguiremos, estoy orgulloso de ti.

-Gracias, pero tengo miedo de hacerlo.

-Confío en ti, todo saldrá bien.

-¿Cuándo quieres hacerlo?

-Cuanto antes sería mejor, pero lo dejaré a tu elección, cuando te sientas preparado yo estaré para ti.

-Gracias Draco- lo apretó un poco más en el abrazó y lo besó en la cabeza.- Gracias por no dejarme aquí. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).