-ya me voy nos vemos mañana por la mañana cuida de Sora – termine de cambiarme y Salí de la habitación con algo de sigilo.
Soy Naruto Uzumaki esposo de un guapo azabache de nombre Sasuke vivimos en un modesto apartamento en las afueras de la ciudad con nuestro hermoso hijo Sora yo soy el que trae el dinero a casa de una manera que no me da mucho orgullo. Soy bailarín en el bar “ vongole” del centro pero no soy como el resto solo gano mi sueldo y las propinas nada de pagos extras por acostarme con alguien mi corazón y mi cuerpo solo le pertenecen a mi ojinegro.
-ay ya llego nuestro bailarín estrella – una chica de ojos verdes y cabellos rosas de nombre Sakura es la encargada de vigilar que cumplamos con nuestras rutinas a las horas correspondientes, pero al parecer yo le caigo mal pues siempre se empeñaba en molestarme y cuando Sasuke viene a verme le coqueteaba sin ninguna vergüenza.
-déjame Sakura- le dedique una mirada de odio y subí a cambiarme.
-ola chicos- en ese bar también cuento con 3 amigos: Sai, Gaara y Lee quien no es muy bien parecido pero algunas clientas dicen que es bueno con lo que hace y nunca me atreveré a cuestionarlo.
-ola Naruto, mira estos vestuarios llegaron hoy- Gaara extendió la mano dándome una bolsa de plástico- los usaremos en el show dentro de ½ hora.
-esta bien- saque de la bolsa unos pantalones blancos y una camisa negra con adornos plateados.
-me siento como cantante pop- Sai se miro en el espejo.
-jajá pues eso seremos esta noche cantantes pop – Lee nos miro un momento y empezó a cantar- chico gay, chico gay tu vida quiero ser por favor quédate-
-guapo, tierno, por que no volteas a verme – Gaara le siguió el juego
-yo ya no niego mis sentimientos creciendo – Sai no se podía quedar atrás.
Sonreí ante la escena y comencé a seguirles el juego- quiero seguir creyendo, soñando. Y cada que te veo…
-grito mas!!- dijeron los tres a coro.
-y van a gritar mas si no se apuran a terminar de cambiarse- una chica de ojos verdes y cabello castaño apareció en la habitación.
-eso se escucho muy feo Namida-san- Lee puso cara de perrito y se acerco a ella.
-conmigo no funciona cejotas anden apúrense- salió de la habitación cerrando la puerta tras de si- 10 minutos chicos!-
Ella era la encargada de las finanzas del bar y la persona de mayor confianza para la dueña del lugar, suele gritarnos constantemente pero sabemos que no lo hace en mala onda como la víbora de Sakura quien debería ser la que este aquí pero disfruta mas coqueteando con algún cliente abajo.
-pues ya escucharon chicos apresurémonos- Gaara se puso un chaleco blanco y se fue admirar en el espejo.
-mira Gaara ay nuevos accesorios -Sai empezó a sacar sombreros, cinturones pulseras y collares de un cajón.
Les deje de prestar atención y me cambie en silencio.
-listo chicos nos vamos ¡- exclame cuando termine de cambiarme.
Las tres miradas se clavaron sobre mí.
-que pasa ¿?- me mire en el espejo inocentemente.
-como que, que pasa ¿?, que no quieres propinas ¿?- Sai empezó a buscar algo entre las cosas que había sacado hace rato.-miren que les parece este sombrero ¿?-
-naaaa se ve muy barbie (N.A jajá XD chiste local)- Lee lo arrojo al suelo y saco una cadena delgada.
-que…que vas hacer ¿?-
-tranquilo Naruto se que eres un hombre casado- atoro un lado de la cadena con el collar que me había regalado Sasuke en mi cumpleaños llevándola por todo mi pecho hasta mi entrepierna- separa las piernas –
-que ¡! ¿?- Gaara y Sai también se sorprendieron.
-vamos hazlo- su mirada no reflejaba ninguna clase de perversión así que obedecí paso la cadena y la atoro en mi cinturón.
-ay k sexy te ves Naruto- la voz de Nami-san me sorprendió.
-ya ven! Yo se lo que hago- Lee me dedico una sonrisa y salió seguido por los demás.
-te vas a quedar ahí ¿?, anda baja- Nami me tomo de la mano y me saco de la habitación- recuerda que la víbora de Sakura vigila tus movimientos y no perderá oportunidad para hundirte.
Todo el bar estaba a oscuras solo 4 luces iluminaban el escenario, en cuanto subimos los gritos de hombres y mujeres se hicieron presentes.
La música empezó a sonar tenuemente era momento de empezar el show y tenia que hacerlo bien por que los gastos de la casa y la colegiatura de mi hijo no se pagaban solas.
Mientras bailaba en aquel escenario dejaba de ser Naruto esposo de Sasuke y padre de Sora, solo era un bailarín más que exhibía su cuerpo ante el público.