Capitulo 1.
Es el destino.
Cansado de todo, caminaba bajo una lluvia primaveral. Sus amigos lo traicionaron, su familia también, ¿qué podía hacer si ya no confiaba en ellos? ¿Si lo único que quería era que se arrepintiesen? Que conocieran un poco del dolor que él estaba sintiendo.
Todo en su relación parecía bien, la palabra clave, parecía. Era gracioso, al final él, quien más se sacrificó, había acabado con el corazón roto, y odiando a las personas que no lo ayudaron y que no estuvieron ahí cuando lo necesitó.
Más lágrimas cayeron, siendo el inicio de muchas más, sin móvil y sin dinero solo con una gran desazón y una tristeza sin igual.
Llegó hasta un parque infantil abandonado, apoyándose en uno de los columpios, dejo que la lluvia lo mojara, que resbalara.
-¿No deberías estar en casita, niñito?
Miró opacamente hacia la chica que le había hablado, morena con el pelo rizado, un poco más baja que él, de unos 169cm, de unos ojos verdes lago, iba vestida de una manera que haría que la gente le repudiara, unos pantalones de cuero apretados a sus esbeltas piernas, unas botas altas estilo heavy, una camiseta de tirantes pagada que no dejaba mucho a la imaginación, y unos brazos delgados plagaros de pulseras de pinchos. A pesar de su aspecto intimidante, respondió como se sentía, frio e insensible, aunque su corazón se estuviera rompiendo.
-¿No deberías de estar en una esquina?
-Quizás, quien sabe-respondió la chica con un amago de sonrisa antes de volver a ponerse seria y mirar fijamente sus ojos, mientras se sentaba al lado suya en el columpio.- Así que te abandonaron… como un pequeño cachorro bajo la lluvia.
-¿Qué te hace pensar eso?-casi le ladró.
-Tus ojos-respondió mientras clavaba su mirada en los ojos del contrario- Unos ojos que gritan dolor, rabia y desesperanza…-miro hacia la lluvia que caía- esa mirada es que la he visto tan a menudo.
-¿En donde la has visto?- pregunto con verdadera curiosidad. Su mirada le taladro antes de contestar.
-En mi reflejo, cada noche, cada día, y en mi gemelo.
Después se dispuso a contarle su historia. Ella era junto con su gemelo, la menor de los cinco hermanos, al ser ellos hijos de distinta madre, siempre les trataron diferente, pero no lo tomaron en ese momento en cuenta sino que fue cuando su madre murió que entendieron la realidad. Desde ese instante sus hermanos les hicieron la vida imposible, gritos, desplantes, pero lo peor era que su padre ni siquiera se molestaba ya que nunca estaba en casa.
-…creo que eso no fue lo peor sino que mi hermano se había enamorado de un chico, David, que había conocido en una fiesta, todo iba bien, él quería a mi hermano, o al menos es lo que creí en ese instante, hasta que un día mi hermano y yo volvimos antes de lo esperado en casa y nos encontramos a David chupándosela a mi hermano mayor, Alexander, gritamos y les insultamos. Los gritos atrajeron a mi padre y al resto de los hermanos, María y Antonio. David se puso al lado de Alexander y les explicaron que David era un prostituto que había contratado Alexander, que la relación de David y mi gemelo era simplemente una burla, para que se diera cuenta que tiene que ser más cuidadoso con quien se relaciona, el resto de mi familia estuvo de acuerdo y mi hermano salió corriendo sin poder soportar mas ese dolor… si algo jamás podre olvidar son sus ojos antes de salir, una copia exacta de cómo se sentía.
Había estado callado durante todo el relato, no pudo evitar notar las semejanzas entre ellos dos y el. Puede que hubiera perdido todo en un segundo, pero eso no significaba que no pudiera ganar algo, una amiga quizás…
-Daniel, mi nombre es Daniel.
La chica que había estado perdida en sus pensamientos, lo miro con el maquillaje corriendo por su cara debido a la lluvia, y sonrió, no una sonrisa falsa o carente de sentimientos, sino una sonrisa cálida y hermosa.
-Encantada Daniel, yo soy Lilian
Con una hermosa sonrisa dijo estas palabras, mientras dejaban que la lluvia los bañara y corriera por su cuerpo. Los minutos pasaron en eterno silencio notando como poco a poco la lluvia se extinguía al igual que la tristeza se atenuaba un poco y lentamente en Daniel.
-Vamos-dijo Lilian una vez que la lluvia hubo terminado, extendiendo su mano hacia él.
-¿A dónde?
-A un lugar donde podamos olvidar-dijo mientras lo arrastraba de su mano hacia la salida del parque.
-¿A quién buscas?-pregunto al ver como se ponía de puntillas intentando encontrar a alguien, tomando como respuesta el silencio mientras volvía con más ahínco a su búsqueda. Pasaron unos minutos más hasta que encontró a quien buscaba, por la sonrisa de su cara.
-Vamos-se vio arrastrado entre un montón de gente hasta la acera contraria donde una figura vestida de negro se imponía.-¡¡¡¡Pequeñajooo!!!!
La figura se dio la vuelta dando lugar a un chico un poco más alto que él, de unos 175, moreno con el pelo hasta los hombros con rizos definidos y grandes, unos ojos idénticos a los de Lilian. Vestía de una manera muy parecida a la de su hermana, botas heavy, pantalones de cuero y una camiseta de tirantes con el logo de Slipknot.
-Daniel te presento a Stephan, mi gemelo.
Era sorprendente como su vida había cambiado solo en unos minutos, quizás no se pudiera evitar, seguramente solo fuera cosa del destino.