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Something Simple por Yumiko yumi

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Notas del fanfic:

buenooooooooooo aki vuelvo!!! xD

como el mismo titulo dice, es una fic simple, obvia y poco original. pero me a gustado imaginarme la escena, y puesto ke nunca abia intentado acer nada con esta pareja, e escrito una cosilla corta.

que ya lo sabes, es para ti, amaia, por acer que estos 3 dias fuesen aun mejores. por gritarle tanto a yuki y por coger la baqueta, y claro! por esos chibis raros que dibujamos en el autobus xD mil gracias!

y nada mas, decir solo que por fin los he visto, y que ha sido lo mejor que me a pasado nunca (no cuento nada porke si me pongo a contar, me emociono y no acabo xD)

 

 

Notas del capitulo:

espero que os guste ^^

 

Sentía que la cabeza le iba a reventar. El termómetro marcaba unas décimas más de lo habitual, tenía fiebre. Había intentado comer algo hacía unos minutos, pero su estómago le negaba cualquier relación con la comida. Estaba recostado en la cama, tapado con el edredón color granate a juego de las sábanas y las almohadas. En dos días tenían que dar un concierto, y en esa situación sólo se le ocurría una cosa. Sacó su mano de debajo del edredón y extendió el brazo, hasta llegar a la mesilla. Cogió el móvil y marcó un número que se sabía de memoria:

-¿Diga?

Era su voz. Al instante se sintió un poco mejor.

-Yuki... Soy Kamijo. ¿Podrías venir a mi casa? Es importante.

-¿Ha pasado algo?

-Luego te cuento, tú sólo ven.

Y sin esperar respuesta, colgó el teléfono. Temía encontrarse con un "no" rotundo, más aún teniendo en cuenta que eran la 01:30 de la madrugada.

Se volvió a hacer un ovillo entre las mantas. Aquel dolor de cabeza le estaba matando, no podía ni pensar con claridad. La verdad es que había sido cabezota y egoísta con Yuki. Dudaba mucho que fuese a ir, sólo había actuado guiado por la necesidad de tener a alguien cerca. Se sentía muy solo, y ¿quién mejor que Yuki para hacerle compañía? Se sentía un total estúpido por pensar en él de tal modo. Estaba claro que al batería le interesaban otras cosas muy diferentes.

Y así, sin dejar de maldecir sus sentimientos, empezó a cerrar los ojos y a quedarse dormido.

20 minutos más tarde, sonó el timbre de la casa. Kamijo se levantó perezosamente, justo cuando estaba quedándose dormido alguien tenía que llamar a su puerta...

Pero lo que vio al abrir la puerta lo dejó sin palabras. Era Yuki, vestido sólo con unos vaqueros y una camiseta negra, completamente mojado y jadeando.

-¿Yuki? ¿Por qué estás tan mojado?

El batería le lanzó una mirada de odio.

-¿En qué mundo vives que ni siquiera te has dado cuenta de que fuera está lloviendo a mares? No me lo digas, ya se te ha olvidado que me has llamado pidiéndome ayuda urgentemente...

El rubio tragó saliva. Abrió la puerta indicándole que pasase.

-No se me ha olvidado. Es sólo que no esperaba que vinieses...- dijo mirando al suelo, avergonzado de sí mismo.

-Pues ya ves, aquí estoy. ¿Qué es eso tan importante que tenías que decirme?

-Creo que he enfermado. Me duele mucho la cabeza, y no consigo comer. Fuiste el primero en el que pensé en llamar. Siento haberte molestado.

Yuki le miró a los ojos. No se movía, ninguno de los dos se movía.

-¿Eso es todo?

-Sí... me siento realmente mal.

Kamijo escuchó cómo el castaño suspiraba.

-De acuerdo, no te preocupes. Déjame algo con lo que secarme y ropa, por favor. Después te prepararé algo para comer y saldré a por unas medicinas. ¿Te parece bien?

El cantante solamente asintió. Fue al baño a por un par de toallas limpias y luego a su cuarto, a por algo de ropa para dejarle. Mientras lo hacía, no podía evitar sonreír. El hombre más importante para él no lo había dejado de lado, se estaba comportando con amabilidad incluso ante un capricho como aquel. Ambos sabían que Kamijo era mayorcito para cuidar de sí mismo, pero de todas formas, él había pedido ayuda y el otro le había correspondido.

Le dio las toallas y se sentó en el sofá del salón, apoyando la cabeza hacia atrás, respirando hondo, rogando por que el dolor disminuyese.

Yuki se sentó a su lado 5 minutos más tarde, ya seco y con los pantalones oscuros y la camisa del cantante puestos.

-A ver, ahora dime, ¿qué te duele exactamente?- preguntó mientras se sentaba.

-La cabeza y el estómago.

-¿Tienes fiebre?- dijo, pero antes de dejar que el enfermo contestase, ya tenía su mejilla puesta en la frente del otro, y con su mano derecha le agarraba la cabeza para que la bajase a la altura de su cara, al igual que hace una madre con su hijo.

Kamijo se sonrojó ante tal contacto. Esos segundos le parecieron minutos, ¡horas!

Justo antes de apartar la mejilla, Yuki susurró un suave "sí que tienes fiebre...", pero Kamijo pasó sus brazos sobre los hombros y enterró su rostro en el pecho del castaño. Este puso sus manos en su espalda, y correspondió al abrazo, eventualmente acariciándole el pelo despeinado.

-¿Te encuentras mal?- preguntó Yuki momentos después.

-Ahora no- contestó Kamijo, sin soltarse del abrazo.

Yuki sonrió. Era extraño ver como su compañero de grupo y amigo cambiaba tanto estando en el escenario y en su vida cotidiana. Decidió dejarle así, él también disfrutaba estando así, se sentía feliz.

-Kamijo, debería prepararte algo o comprar alguna medicina.

-No quiero, déjame quedarme así, por favor. Me siento mejor de lo que me sentiría tomando cualquier pastilla.

Sonrió al escuchar tal comentario.

-De acuerdo, pero por lo menos vete a tu cama para que no cojas frío. Me quedaré allí contigo, lo prometo.

Kamijo se levantó sin muchas ganas, y fue hasta su habitación arrastrando los pies, mientras Yuki le seguía. Una vez allí se tumbó en la cama y se tapó hasta el pecho.

-Bien, he cumplido mi parte. Ahora te toca a ti- dijo dando palmaditas contra la almohada que tenía a su lado.

El castaño soltó una dulce carcajada y se sentó a su lado, dejando que este le rodease la cintura con los brazos y se acomodase en sus piernas.

-¿Piensas quedarte así toda la noche?- preguntó con una tierna sonrisa.

-Sintiéndolo mucho por ti, sí- dijo el más mayor algo mas animado ante la idea de tenerle cerca toda la noche.

-Bien, entonces déjame ponerme más cómodo.

Le hizo a un lado y se tumbó en la cama de lado. Esta vez fue Yuki quien abrazó a Kamijo y lo atrajo hacia él, recuperando la postura en la que habían estado en el sofá, pero tumbados. Arropó al cantante con la mano que le quedaba libre, con miedo a que enfermase más. Lo vio mirarle fijamente a los ojos, y entonces le preguntó algo que llevaba unos minutos rondando por su cabeza.

-Kamijo...

-Dime- le animó acurrucándose más contra él buscando calor.

-¿No crees que esto es un poco raro?

-¿El qué?

-Pues, no se... Estar aquí, así...

Kamijo le miró a los ojos fijamente.

-¿A ti te molesta, te incomoda?

-No.

-Entonces... ¿qué problema hay?- dijo sonriente volviendo a su posición.

Nadie dijo nada. Yuki pensaba. Minutos de silencio. Kamijo volvió a mirarle, y sin pensárselo dos veces, acercó sus labios a los del castaño y le besó. Fue un leve roce, casi inexistente, tierno.

-¿Lo ves? Es simple- dijo antes de abrazarlo más fuerte y cerrar los ojos para quedarse dormido.

Notó cómo dos brazos lo agarraban con más fuerza y la calidez del pecho de Yuki. Puso toda su concentración en los latidos de su corazón, primero acelerados, pero que se iban calmando lentamente. Y antes de dormirse, creyó escuchar a su querido compañero susurrando:

-Sí que es simple.

 

 

Notas finales:

reviews, porfavor. sabeis ke me animan muchisimo a escribir mas!


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