Desde que me traslade del colegio Suna a Konoha, me he dado cuenta que me gustan los hombres, más que las mujeres y sobre todo me he fijado en mi compañero de trabajo, Gai de 30 años, con un perfecto cuerpo por que es el sensei de deporte, mide 1,84 y pesa como unos 76 kilos, tiene tanto el cabello negro como los ojos, y aunque en ocasiones es muy raro, es una persona que no hay que subestimar.
Antes de contarles más les voy a decir como soy yo, mi nombre es Baki, soy el sensei de historia, tengo 33 años, mido 1,80 y peso 75 kilos, tengo el cabello castaño oscuro y los ojos negros, soy bien parecido y nunca pensé que a mi edad me gustan los hombres.
Continuando con mi historia, desde que llegue a Konoha, él ha sido un gran amigo, y le he ayudado a conquistar algunas mujeres, ya que con la forma de vestir y peinarse no le ayuda mucho.
Nos llevamos tan bien que un día que nos encontrábamos en su casa viendo el televisor me di cuenta que había este domingo 4 de junio era la final de fútbol nacional y lo más importante mi cumpleaños número 34.
Así que decidí apostarle al más débil estadísticamente y claro que Gai escogió al más fuerte, y sabiendo que él no creería que yo le fuera al débil.
- Estas bromeando verdad Baki.- dijo como no creyéndome.
- Claro que no Gai.- respondí riéndome.
- Está bien y el que pierda la apuesta le va a mamar el miembro al ganador por 5 minutos.- dijo tranquilamente.
Pero en el momento que escuche esa propuesta de sus labios carnosos, se me endureció el paquete y gracias a Kami-sama traía puesto unos pantalones algo anchos con los que no se me notaria.
- Acepto la apuesta.- dije serio pero por dentro esta más que feliz.
- Bueno, que te parece si nos vemos en la azotea del edificio donde vives.
- Bueno, ahí te veo el domingo al acabar el partido amigo.- dije decidiéndome de él.
El domingo al mediodía fue el juego, y para cuando estaba a punto de acabarse el partido, equipo con menor posibilidades de ganar anota y le gana al con mayor posibilidad y al favorita para ganar el torneo. Y eso significaba que Gai me la chuparía, pero sin fantasear mucho pensé que no iba aceptar y de seguro iba preferir darme otra cosa en cambio.
Sin embargo rápidamente me vestí con un short y una playera sin mangas, y subí calmadamente, hasta llegar a la azotea y él ya estaba con un jeans ajustado y una camisa con los 2 primeros botones desabrochados luciendo tan bien formado en pecho, y su apetecible olor a hombre, y sobre todo por que había llevado algo diferente a su habitual vestimenta.
- No vas a cumplir, ¿Verdad?- dije cuando ya estaba enfrente de él.
- No quiero hacerlo pero porque sé que eso nada más quedara como una experiencia entre amigos.-dijo algo nervioso y agrego.- Bueno, hagámoslo rápido que quiero terminar esto ya.
Se hincó y bajó mi short y mi bóxer de un solo jalon, y mi miembro estaba apenas endureciéndose, de un solo golpe la introdujo en su boca haciéndome gemir, y empezó a chupar rápido mi pene, esta fue creciendo en su boca de Gai lo hacía con mayor rapidez y fuerza como queriendo terminar rápido, pero se la sacó.
- No puedo más, ahorita volvemos a comenzar.- dijo nerviosamente a lo que me sorprendió por que él no es de los que se rinden tan rápidamente.
- Toma tú tiempo.- dije tranquilo ya que estaba feliz.
- Baki tú me la hubieras chupado.
- Claro.
- No te importaría, así me ayudarías a agarrar confianza.- dijo con una pequeña sonrisa.
- ¿Cómo Gai?- pregunté inocentemente.
- Chapándomela.
Y en eso él se levantó, se bajo su jeans quedando en un bikini rojo que en verdad me dejo muy sorprendido y nervioso, ya que le bajé su ropa interior y su miembro era hermoso, lo tomé con mis manos y pensé como lo haría, pero con mi lengua lo lamí desde la punta y hasta sus testículos, lo miré y sonrió y acarició mi cabeza.
Ya sin la experiencia de mamada a un hombre, con cuidado me lo introduje en mi boca lentamente y empecé a succionarlo de una manera muy lenta mientras mi lengua jugueteaba adentro y Gai sólo gemía, me lo tragaba todo lentamente y su cabeza traspasaba mi campanilla, y me quedaba con su pene adentro.
Luego iniciaba un vaivén más fuerte, y él cuál, como si estuviera penetrando un buen hoyito enloqueció de placer, hasta que finalmente y justo cuando su caliente virilidad nuevamente llegaba a mi garganta explotó inundando mi boca de semen y cuando termino me sacó su pene de mi boca.
- Gracias es la mejor mamada que me han dado.
Por mi parte, me levantó e inesperadamente me besó, yo no quise desaprovechar y le correspondí parecía que tenía años de no besar a alguien (era mi primer beso con un hombre), vaya manera de hacerlo, nuestras lenguas saboreaban su semen y se entrelazaban en besos apasionados de tornillo.
De repente él se volvió hincar y de sólo bocado se devoró mi miembro disfrutando más que hace un rato, yo en cambio al sentir sus labios deslizarse desde la cabeza hasta donde termina mi tronco me puso a mil y me corrí enseguida, me bajé hasta el suelo y nos volvimos a besar.
Luego él me desnudó y yo boca abajo abierto de piernas y él encima de mi metido en ellas, nos seguíamos besándonos, el sentir su pene embistiendo al mío me llenaba de placer, de pronto él buscó la manera de metérmela y lo consiguió, y me la metió de golpe y porrazo completa, yo sentí dolor, pero estaba muy dilatado, que enseguida se volvió placer.
Además ese vaivén y Gai diciéndome, así eres mío, te lo voy a meter una y otra vez, y finalmente se vino, y el sentir ese líquido caliente en mi ano fue placentero, descansamos abrazado tranquilamente en la azotea de mi edificio.
- Feliz cumpleaños Baki.- me dijo sonriendo y abrazándome más fuerte.
- Te acordaste.- solo puede decir por que mire a Kakashi (un compañero del colegio) que se iba bajando la escalera de la azotea, nos vio, sólo me quedaba averiguarlo. - Gai creo que nos vio Kakaski.
- No importa, él tiene una relación con Iruka.
- ¿Qué con el tierno y amable Iruka?.- dije muy sorprendido.
- Si, pero eso no importa ahora. Sabes Baki me gusta mucho.
- Y tú a mi.- dije tímidamente.
- ¿Quieres ser mi pareja?
Y desde ese momento nos convertimos en pareja, sin importar el que dirán, por que nos amamos y le puedo decir que fue él mejor cumpleaños de mi vida.
