¿Aburrido?
Prólogo.
Aburrido.
Esas ocho letras lo resumían todo. Twilight town era A-B-U-R-R-I-D-O. Aburrido. Penosamente aburrido. Y lo podía escribir en mayúsculas. ABURRIDO.
Y no le quedaba ninguna duda de que si sus padres le habían enviado a esa ciudad, era para atormentarle o para castigarle por algo que había hecho. Sin siquiera saber el motivo, claro. Pero algo malo habría hecho. La escusa de “te enviamos con tu hermano” no funcionaba con él.
Su nombre era Roxas. Era rubio y tenía los ojos azules. Vivía en una gran ciudad con sus padres, Kairi y Riku, pero ahora a éstos les había dado por mandarlo a una ciudad con nombre de película de vampiros para “visitar a su queridísimo y añorado hermano Sora”. ¡Menuda escusa barata!
Se había recorrido las calles de la ciudad corriendo, caminando, buscando algo para hacer… pero no lo había conseguido. Se aburría, y mucho. Y no lograba encontrar algo que pudiese distraer a su hiperactivo carácter. ¡Un segundo! ¿Desde cuando tenía hiperactivo carácter? Ah, desde que vivía con Sora, su hermano mayor.
Él tenía dieciséis y su hermano diecinueve, así que hacía un año se había ido de casa para vivir su vida, y le iba bastante bien. No tenía pareja, pero trabajaba bien y tenía un buen sueldo y un buen piso. Y ahora quería pasar unos días con su “hermanito querido”. Pero el mayor se pasaba el día trabajando y Roxas se aburría como el que más.
Había descubierto que había una escuela en esa ciudad, y que esa era la razón por la que no encontraba compañía para divertirse, pero faltaba poco para que para ellos también llegasen las vacaciones. Mientras tanto, estaban de exámenes finales y no salían ni por la tarde.
Por todo eso, ahora Roxas se encontraba yendo en patineta sólo y por unas calles que ya se le hacían un poco familiares después de tantas veces. Los crepúsculos se hacían inacabables y se acababa aburriendo y durmiendo a la sombra de un árbol. Pero ese día fue diferente.
Sin darse cuenta había subido hasta la plaza de la estación. Se conformó y se sentó en el muro con el que podía ver toda la ciudad. Veía con ojos aburridos como el tren pasaba por muchos lugares y desaparecía en la distancia. Veía como algunos estudiantes que habían terminado las clases de la mañana corrían para llegar a su casa a estudiar.
Le llamaron la atención dos chicos que no tenían la menor intención de volver a casa y gritaban y jugaban por toda la plaza mientras una chica les seguía con una especie de bate en la mano, arrastrándoles hasta sus casas.
También se fijó en una rubia que entraba en su casa, una gran mansión. Parecía como si viviese sola. ¿Era acaso rica? La chica llevaba una libreta de dibujo bajo el brazo. Seguramente le gustaría dibujar. ¿Lo haría bien?
Un sentimiento le hizo girar su vista hasta el campanario. Y allí lo vio. Un chico estaba arriba de todo. No lo distinguía muy bien, pero sentía que quería conocerle. Se levantó y vio como el chico también le observaba.
Le saludó con la mano y vio como el otro correspondía alegremente y con energía, pero cuando iba a gritarle algo, el chico se levantó y desapareció de escena.
Continuará??