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Buenos días por danyleo

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Notas del fanfic:

Hay un personaje que lo inventé, más bien fue proyectado y le dará un toquecito de humor. No me asesinen.

 

Prácticamente es parecido a un fic de la categoría de Saint Seiya, que hizo mi súper friend AvengerWalker, y lleva el mismo título.

 

Notas del capitulo:

Mmm... Me encantaría que Inagaki sensei trabajara para mí y poder plagiarle sus personajes. Así lo chantajearía para que me cediera la serie y le aumentaría unos cien capítulos más, la reharía y pondría yaoi en cada capítulo.

 

Sakuraba bajó del auto. Le indicó al chofer que llegaría por su cuenta a casa, así que no pondría un horario. Llevaba consigo la mochila con sus cosas y un bento para su koi. El día anterior le había prometido llevar un pequeño aperitivo extra para el desayuno. Shin accedió extrañamente, pues en cuestiones alimenticias era muy estricto.

 

Tocó el timbre y observó la enorme instalación. Tenía un estilo inglés, pero con ciertos toques modernos. Simplemente demostraba el poderío de la familia Seijuurou.

 

--¿Si? ¿Quién es y a quién busca?-Se escuchó por el telefonillo.

 

--Buen día, me llamo Sakuraba y vengo a buscar a Shin Seijuurou, soy compañero de su clase.

 

--Pase por favor...--Las rejas se abrieron.

 

Entró admirando el largo camino hasta la entrada. Había árboles de todo tipo, aunque en su mayoría eran cerezos. A lo lejos se veía un campo de golf, una cancha de tenis, piscina, una hermosa terraza y varios columpios largos.

 

Llegó a la puerta y ésta se abrió, dejando ver a una chica del servicio.

 

--Sea bienvenido, joven Sakuraba.

 

--Buenos días, perdón por la hora pero vengo para entrenar con Shin.

 

--En un momento estará con usted.

 

La chica salió directo a las escaleras, para subir a llamar al linebacker. Sin embargo, alguien venía bajando.

 

--¿A dónde vas con tanta prisa, Lena?

 

--Buenos días señorita. Voy a llamar a su hermano porque lo busca el joven Sakuraba, un compañero de la escuela y dice que viene a entrenar.

 

--¿Sakuraba? No subas, yo atenderé... Tráeme algo de café por favor.

 

--En un momento.

 

La chica volvió a bajar y la otra fue directo a donde estaba el rubio esperando. Iba en pijama pero eso no importaba demasiado, ya que no iba con mala presentación.

 

Era la hermana menor de Shin. Hikari Nakhraj Seijuurou, 15 años, primer año de Instituto. Estudiaba en un colegio en Noruega, pero acababa de ser transferida por un programa de intercambio, así que estaría en Oujou por unos meses. Tenía el cabello largo, negro con tonos azulados igual que su aniki, aunque su piel era bastante clara y tenía ojos verdes.

 

--Hola Sakuraba.

 

--¡Ah! Hola...--El rubio no tenía idea de quien era-Disculpa... ¿Está Shin?

 

--Mi hermano es una roca en este momento-Su café llegó-Si gustas pasar a verlo a su habitación, no hay problema... Él no se molestará si sabe que es su novio quien lo busca en sábado temprano.

 

--¡¿Eh?!-Se le salió el alma del cuerpo--¿Po-por qué dices que soy su novio?

 

--Es sencillo-Sus ojos brillaron de manera extraña-Vienes a las siete de la mañana, en sábado, bien arreglado a pesar de que entrenarán, hueles delicioso aunque tu perfume no es muy varonil y traes un bento además de ropa limpia en una mochila... Y te sonrojaste cuando dije lo del novio, por lo tanto asumo que tú estás muy enamorado de mi nii-san y él te corresponde porque a pesar de no decirlo, siempre ha guardado una foto tuya en su recámara y suspira.

 

--Y... Y tú... ¿Cómo sabes todo eso?

 

--Soy mujer... Es únicamente intuición femenina y me la paso revisando sus cosas cada que estoy en casa-Sonrió-Me encantaría que me dijeras la verdad... ¿Ustedes son novios?

 

--Bueno...--Parecía un tomatito-Yo... Si... Somos novios.

 

--¿Y cuánto llevan?-La curiosidad de la chica era admirable-Supongo que ya lo hicieron...

 

--¡¿Eh?! Bueno... Nosotros...

 

--Ven, subamos. Te llevaré a su habitación y mientras platicamos. Por cierto, mucho gusto, soy Hikari, pero me puedes llamar Kana.

 

--Un placer Kana... ¿Es tu segundo nombre?

 

--No, tomé Ka de Hikari y Na de Nakhraj que es el segundo... Es un poco complicado de pronunciar, por eso el cambio.

 

Subieron las escaleras y el rubio se vio obligado a preguntar.

 

--¿Shin es tu hermano mayor?

 

--Si, tengo 2 años menos que él. Mira, hacia allá, está la habitación de nuestros padres... Aún duermen ya que fueron a un evento con el embajador. Ellos pasan tiempo con nosotros los fines de semana pero dejamos que descansen cuanto puedan. Aquí, en estas paredes-Iban en un pasillo-Hay trofeos de ambos. La izquierda es mía y la derecha de Shin. Yo llevo cuarenta trofeos de primer lugar en gimnasia, tenis, rugby femenil, judo, karate, kendo, ortografía, caligrafía y mi preciado título de practicante oficial de ceremonia del té.

 

--Eso es impresionante...--El apenas tenía reconocimiento de cursos de verano en primaria.

 

--Si, las medallas están abajo, casi llevo setenta. Aunque Shin va un poco más adelante... Mira-Se acercaron al mostrador-Tiene cincuenta y ocho trofeos en primaria, todos de primer lugar en judo, kendo, rugby, Kick Boxing y atletismo. Posee más de cien medallas, desde el preescolar hasta la secundaria. Los de Instituto están en la sala de estar de mis padres, sobre todo ahora que tiene el de MVP del año. Mamá se volvió loca cuando lo vio y papá casi llora al ver que su pequeño primogénito era reconocido por todo el distrito, él no es el hijo más extrovertido. Cada vez que algún amigo viene, no dudan en mostrarle todo esto.

 

--Shin es un gran atleta.

 

--Antes tenía un nutriólogo, un entrenador personal, un equipo de cinco doctores y especialistas que lo ayudaban con sus entrenamientos, pero con eso mis padres le asignaron el triple de personal y todo lo que quisiera. Ah... Mi hermano es tan genial... Todas mis amigas están enamoradas de él, pero yo prefiero saber que tiene sexo con un chico tan lindo como tú... Además eres famoso...

 

La niña lo decía como sin nada, así que el receptor no se preocupó demasiado. Ella parecía ser buena persona.

 

--Yo sé que esto es privado pero me encantaría que me dijeras si ya lo hiciste con mi hermano...

 

--¿Hacer qué?

 

Llegaron a la puerta de la recámara.

 

--Quiero saber si ustedes ya tuvieron intimidad y más te vale decir la verdad o patearé tu redondo, bien formado y apartado trasero... Recuerda que soy cinta negra, cuarto grado de kendo, grado cinco en caligrafía y practicante oficial de la ceremonia del té-Dijo muy orgullosa de sí misma.

 

--No creo que sea correcto que te mencione esto pero... Si, ya tuvimos intimidad...

 

--¿Y qué tal estuvo?-La curiosidad era insaciable-Tengo derecho a saber... Es lo último que te pregunto y después podrás ver a mi hermano...

 

--Estuvo bien, bastante bien... Todas las veces que lo hicimos, aunque el ascensor es muy frío y el cuarto de mantenimiento del hospital es pequeño y te golpeas con los trapeadores...--Sakuraba comenzó a divagar.

 

--Mmm... Ese hermano mío es una máquina en todos los sentidos... Bueno, puedes pasar.

 

El chico sonrió tímido, todo sonrojado y entró a la habitación.

 

Era un lugar algo simple en comparación con la casa en sí. Las paredes eran blancas, con unas líneas azules cruzadas en alusión al Instituto. Tenía un estilo minimalista, con un cuadro mediano adornando cada pared, un gran ventanal con cortinas azules cerradas. Un pequeño buró al lado de la cama con una lámpara y un enorme televisor en lado contrario a la cama [Aunque Shin no lo usa, ya saben por qué, pero sus padres insisten en que esté ahí] y la enorme cama de sábanas azules con almohadas blancas.

 

Ahí estaba Shin, boca abajo, vestido sólo con un bóxer negro. [No sé porque todo seme moreno y súper varonil es vestido con bóxer negro. Creo que son sexys de negro más que de blanco] Su respiración era acompasada y estaba de espaldas al rubio.

 

Entró con miedo, tratando de no hacer ruido. Dejó su mochila sobre una silla y el bento sobre el buró.

 

--Shin...--Lo tocó en el brazo--¿Shin?

 

La chica tuvo razón, el pelinegro era una roca.

 

--Shin... Despierta... Vamos...

 

No quería distraerse viendo el excelente cuerpo de su novio, pero era imposible. Su espalda se veía tan, tan, tan genial y ese trasero tan firme y sus piernas que... ¡Ah! Se estaba excitando muy rápido... Su rostro dormido era para poder masturbarse durante un mes, tres veces al día.

 

--¡Rayos!-Se susurró a sí mismo, ya era demasiado tarde para fingir que no se excitó-Dioses, Shin, levántate...

 

--Mmm...--El linebacker se movió un poco.

 

--Shin, levanta que ya es tarde, son casi las siete...

 

Un pitido lo asustó. El despertador automático del chico comenzó a sonar. Sakuraba creyó que despertaría con eso, sin embargo, el otro se limitó a alcanzarlo con una mano y romperlo sin piedad. No se levantó, pero comenzaba a despertar.

 

--¿Shin?

 

--Hikari... Largo de mi cuarto...

 

--Soy Sakuraba...

 

--¿Saku?-Se dio la vuelta para encararlo--¿Qué haces aquí?

 

--Buenos días... Es sábado, debemos entrenar y tú me dijiste que vinieras.

 

--Cierto... Buenos días. Lamento que estés aquí ahora... Pero todavía no es mi hora de levantarme en sábado. Mejor acuéstate aquí conmigo-Le señaló el lugar vacío.

 

Sakuraba se mostró indeciso. Shin parecía estar medio dormido.

 

--Acuéstate conmigo, Sakuraba...

 

--Ya voy-Se sentó cerca de Shin. El otro abrió los ojos.

 

--Dije que te acostaras conmigo.

 

--Pero... ¿Por qué?

 

--Estoy duro.

 

Así era Shin. Directo y morboso. Todos lo veían como alguien simple, gris, sin chiste, sin talento más que para el deporte. Con Sakuraba era muy distinto.

 

--Shin... Debemos entrenar...

 

--El entrenador viene hasta las 7:45... Tengo suficiente para que me ayudes.

 

--No voy a hacerlo... Estamos en tu casa, tu hermana debe estar espiándonos afuera y tus padres podrían oírnos.

 

--Mis padres están en su habitación, a 50 metros de aquí, mi habitación está insonorizada, mi hermana puede estar espiándonos pero no dirá nada... Es una viciosa del amor entre chicos y cada que puede me pregunta acerca de nuestro noviazgo y toma fotos de sus amigos y escribe historias y ha publicado pequeñas novelas en Noruega.

 

--Tienes una familia peculiar.

 

--Soy feliz. Ven aquí y sóbamela antes de que duela mucho.

 

--Eres un pervertido.

 

--Por eso te gusté ¿No? Vamos... Quiero tenerte ahora y sabes que no puedes resistirlo-Lo jaló de ambos brazos y el receptor quedó recostado sobre él.

 

Sakuraba pudo sentir la dureza entre sus nalgas.

 

Una muy emocionada Kana los grababa desde varios ángulos. Bendito fuera ese equipo de cámaras que arregló y colocó en el cuarto de su hermano. Un plato con fruta y una jarra de café la acompañaban en su estudio.

 

--Dioses... Las chicas se morirán con esto.

 

 

--Te amo, Saku.

 

--Shin... Yo también te amo...

 

Lo besó de manera dulce. Acarició sus muslos y su trasero por encima de la ropa. El linebacker no dejaría que su novio escapara tan fácil y no es que el receptor quisiera escapar.

 

--Shin... Esto...

 

--Dije que voy a tenerte y tú no resistirías... Así que cállate.

 

Siguió besándolo y le quitó la ropa, dejando ver su torneado cuerpo. Siempre le gustó esa espalda tan delgada y sexy que poseía el rubio y le fascinaba aún más cuando se arqueaba de placer.

 

Se logró girar, quedando encima de su novio. Le dio un húmedo beso y bajó por su cuello hasta sus pezones. Los chupó tanto que el número 18 supo que al día siguiente le arderían mucho. Una mano se situó sobre su miembro y la otra en su trasero.

 

--Shin...

 

--Pequeña puta...--Le dijo el pelinegro. No era algo ofensivo, ya que eso estimulaba mucho al número 18.

 

--Quiero chupártela... Shin, quiero que me des tu enorme polla...

 

El rubio bajó por el abdomen de su novio hasta toparse con el bóxer que ya no ocultaba nada. Lo bajó delicadamente y saboreó el suculento manjar que le presentaban.

 

Lo tomó con ambas mano y lo palpó hasta quedar satisfecho. Después se relamió los labios frente a su novio y le dio una lamida justo en la punta.

 

--Aaaahhhh... Sakuraba...

 

Siguió tentando a su novio, hasta que sintió unos peculiares espasmos.

 

--No tan pronto...

 

Se levantó y puso su trasero para frotarlo contra el pene del otro. Ambos comenzaron a gemir descontrolados. Shin sabía que su novio era tentador cuando se lo proponía. Se siguió moviendo y tocándose a sí mismo, casi eyacula, pero la mano atenta de Shin lo evitó.

 

--Gracias.

 

--Paga.

 

Sabía a qué se refería, entonces lo besó y chupó un par de sus dedos para después llevarlos a su entrada y lubricarse. El número 40 observaba excitado.

 

Kana se quedó con la taza de café a medio camino. Capturó cuanta imagen pudo del rostro del rubio y la escena en un modo erótico, no pornográfico [Aunque lo era]. Eso era oro puro, su mamá iba a gritar hasta quedarse afónica.

 

Ya no podía más, necesitaba a su novio dentro. Se sentó sobre ese palo y gozó cada eterno segundo hasta que quedaron unidos por completo. Sakuraba no pudo esperar y comenzó a moverse de manera salvaje, queriendo que su novio entrara lo más profundo posible. Shin logró sostener sus caderas y ayudarlo a moverse.

 

Entre tantas embestidas, el rubio rozó su próstata y una descarga de placer llegó a su cuerpo, logrando que con un par de roces más, eyaculara copiosamente en la mano del linebacker.

 

El moreno no resistió la estrechez del rubio y se corrió dentro, gimiendo en voz alta. El receptor se desplomó encima del pelinegro y lo besó.

 

--Eres tan genial...

 

--Es porque tú me enciendes demasiado...

 

Se entretuvieron unos segundos besándose y hablando de banalidades hasta que el receptor se dio cuenta de la hora.

 

--Oye, faltan 10 minutos para que llegue el entrenador y no estamos listos.

 

--Tomemos una ducha y pidamos el desayuno-Se levantó así desnudo, regalando una visión perfecta a su novio y las cámaras de su hermana.

 

--Pero... Te traje un bento...--Susurró el rubio, sentado en la cama.

 

--Ven conmigo...

 

La ducha no fue una ducha, era sólo el pretexto de Shin para tomar al rubio. Salieron y el pelinegro comió como niño pequeño las salchichas en forma de pulpo y el huevo frito con tocino más la ensalada que le llevó el otro.

 

Tuvieron el día para entrenar y Sakuraba pudo conocer a los papás del pelinegro. Eran buenas personas aunque la mamá parecía un poco extraña, ya que no dejaba de verlos y sonreír cómplice con su hija.

 

El rubio salió feliz de esa casa. En un día hizo muchas cosas agradables y todo gracias a decir un simple: Buenos días.

 

Notas finales:

Mhmp... no fue lo que esperaba de mi fic. Mucho rodeo, poco lemon, final ¡¿WTF?! Pero me conformo con saber que alguien gastó su tiempo para leerme. Quiero hacer otro acerca de ellos, pero sin lemon, con humor y una canción. Saku y Shin cantando "Midnight Sunshine" [Q por cierto, es un inserto en la serie] y ahí andarán Wakana y Ootawara, cantando y bailando en patinaje artístico sobre hielo. Si mis ideas brotan, lo tendré en una semana. Como sea, gracias por comentar.

 

<<Ira, orgullo, envidia, gula... Lleva usted cuatro de los siete pecados capitales en veinte segundos. ¿Registran ustedes los récords? ¿Hay Olimpiadas Católicas?>>-Gregory House.

 

           *~*~*~*~*~ Luna Yoichi *~*~*~*~*~*

*~*~*~ Miembro del Club de Fans del Hard Yaoi ~*~*~*

 


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