CONFUSION.
Lyzerg decide ir a la casa de Hao, aquel espectáculo que había contemplado a la distancia lo había dejado muy preocupado. Arthur tenía razón en decir que algo le preocupaba. Fue cuando Lyzerg llego ante la puerta y toco.
Una mucama le abrió.
_ Ah, joven Lyzerg-dijo- Seguramente las botellas cayendo del segundo piso lo hicieron ponerse nervioso.
_ ¿Podría decirme que ha pasado aquí?- pregunta Lyzerg.
_ Esto… el Lord Asakura tuvo una crisis nerviosa- dijo la mujer.
Lyzerg la mira con la duda pintada en el rostro. ¿Crisis nerviosa?- se pregunta.
_ Si, nosotros también nos asustamos, pero el señor Hem dice que desde que el Lord es muy niño es normal que se den esta clase de crisis. Y en estos momentos esta escribiendo una carta a sus padres.
_ ¿Se encuentra bien el Lord?- pregunta Lyzerg.
_ El señor Hem nos aseguro que dormía, y que no había riesgos de que lanzara otra botella por la ventana- dijo la mucama.
Lyzerg mira arriba, si Hao esta durmiendo, de nada le sirve estar allí.
_ Muchas gracias.- dice Lyzerg. Volviendo sobre sus pasos.
_ Es un placer servirle- dijo la mujer cerrando la puerta.
Lyzerg llega a su cabaña y abre la puerta, mirando a la ventana del segundo piso, preguntándose que le habría pasado a Hao. Pero sabe que nada ganara en eso, así que decide entrar en la casa. Y se va a la sala de música, tocando la misma canción que toco para Hao apenas la noche pasada.
La música es una manera de que el alma se exprese, que los sentimientos se manifiesten en el mundo real y tangible. Lyzerg toca el piano, perdiendo la noción del tiempo, interpretando aquella melodía para Hao aunque el no estaba allí.
Lyzerg no sabia porque lo hacia, no tenia idea de porque Hao le importaba tanto, porque se colaba tanto en sus pensamientos, y mucho menos porque cada vez que pensaba en el, le dolía la cabeza como si se hubiese dado un fuerte golpe contra un poste.
Todo lo que sabia era que le preocupaba Hao, y algo muy dentro de él, le decía que no compartiera sus preocupaciones con nadie. Que fuera muy celoso con sus sentimientos hacia Hao.
Los cuales aun no lograban definirse.
Me agrada su compañía. Es algo más allá de una simple amistad. Ni siquiera con Arthur y Ginebra llegue a sentir esta necesidad de dependencia, de siempre estar a su lado, de consolarlo si esta triste. De desear saber sus sentimientos y preocupaciones cuando él se esfuerza tanto en ocultarlas. No tengo idea de que esta pasándome, estoy tan confundido, me duele mucho la cabeza.
Lyzerg piensa todo esto mientras toca el piano. Desea tanto tener una respuesta.
Quiere saber que es lo que le sucede, porque le importa tanto Hao. Pero no es capaz de recordar nada, fue cuando una frase llego a su cabeza, una frase con la voz de Hao, acompañada de un dolor de cabeza proveniente del mismo infierno:
¿Para que esconder lo mas hermoso que haya visto?
_ Aghhhhh- dice Lyzerg llevándose las manos a la cabeza.
Mientras su cuerpo tiembla.
¿Qué demonios ha sido eso?- se pregunto.
Aquella frase había surgido de la nada, y Dios sabía porque, su rostro estaba sonrojado.
Mientras se levantaba del suelo, pues se había caído mientras aquella frase aparecía súbitamente en su mente.
Lyzerg se estaba sentado de nuevo en el banco que estaba ante el piano. Cuando tocaban a la puerta de su cabaña.
Fue a abrir. Y cuando la abrió se trataba de un perfecto desconocido. No lo recordaba, pero le parecía familiar…
_ ¿Es usted Hem?- dijo Lyzerg mientras veía a su muy inesperado visitante.
_ Si- dijo Hem.
_ ¿Le gustaría pasar?- pregunta Lyzerg, confuso por el motivo que pueda tener este hombre para visitarlo.
_ No, necesito que venga conmigo. Necesito que hable con Hao- dijo Hem.
_ ¿Le sucedió algo?- pregunto Lyzerg, mientras cerraba la puerta de su cabaña.
_ Ya lo vera cuando lleguemos- dijo aquel hombre.
Lyzerg lo siguió hasta que los dos entraron en la casa. Y subieron las escaleras, Lyzerg nunca había subido aquellas escaleras. Hem lo guio por los pasillos superiores, todas las cortinas estaban corridas.
Lyzerg lo seguía mientras miraba con curiosidad aquel lugar, asimilando todo lo que estaba viendo., porque sentía cierta curiosidad.
Fue cuando llegaron ante una habitación, la puerta estaba cerrada, pero Hem la abrió lo que indicaba que no le habían puesto el cerrojo, Hao estaba hecho un ovillo en la cama, su rostro cubierto como siempre por su abundante cabello marrón oscuro, que a la luz del sol resplandecía con destellos dorados. Era obvio que lloraba, sus hombros se sacudían.
Lyzerg lo mira, mientras aquel dolor de cabeza se vuelve a manifestar, pero Lyzerg hace lo posible por ignorarlo.
_ De nuevo esta llorando- dice.
Hem mira a Lyzerg con curiosidad.
_ ¿Acaso lo has visto llorar?- le pregunta.
_ Anoche- le dijo Lyzerg- Estaba sentado bajo un árbol. Estaba silencioso, pero cuando lo abrace, las lágrimas mojaban mi ropa.
_ Hao siempre ha sido una persona fuerte- dijo Hem mirándolo- Particularmente jamás le había visto llorando.
Lyzerg lo mira con la misma curiosidad que hace momentos Hem expreso.
_ ¿Desde cuando lo conoce?- le pregunta.
_ Desde hace muchos años- dijo Hem.
_ No sabe que hacer en esta situación ¿verdad?- dice Lyzerg.
_ Si lo supiera, no habría ido a buscarlo- dice Hem, pasando por alto la pregunta.
Lyzerg casi no lo oye, porque esta acercándose a Hao. Lentamente. Se sienta en el borde de la cama, y el cuerpo de Hao se tensa.
_ Tranquilo Hao- le dice Lyzerg.- Soy yo.
Aquella actitud que tiene Hao, como si estuviera a la defensiva, como si fuesen a lastimarlo… todo aquello era muy nuevo para Lyzerg.
_ ¿Lyzerg?- murmura Hao con la voz quebradiza. Sus ojos ven borroso por las lágrimas, su garganta le arde. Y tiene un dolor de cabeza infernal, así como unas ganas de devolver el estomago, el mundo le gira aun estando acostado y mas cuando intenta incorporarse.
_ Si, soy yo- responde Lyzerg.
Le preocupa como suena su voz.
_ El mundo me gira- dice Hao, que no intenta levantarse. Tiene ganas de vomitar.
_ Te dije que te seria una resaca infernal- dijo Hem.
Hao apenas y es consciente de Hem, pero cuando habla con ese tono de voz, consigue que Hao se percate de su presencia.
_ No grites maldición que la cabeza me estalla- dijo Hao.
Lyzerg sonrió.
Hao se incorporo, tenia que ir a vomitar, el mundo le giro al máximo si aquello era posible.
Lyzerg reacciono a tiempo atrapando el peso de Hao.
_ Voy a vomitar- advirtió Hao.
Lyzerg lo ayudo a levantarse y fueron al baño que estaba en la habitación. El mundo de Hao giraba por completo y dependía de Lyzerg para mantenerse en pie. Cuando llegaron al baño. Había un tobo vacio, Lyzerg ayudo a Hao a arrodillarse, y le aparto el cabello de la cara, para evitar que se ensuciara.
Hem los siguió, las arcadas eran realmente desagradables.
Lyzerg se sintió muy satisfecho con su decisión de no beber ni una gota de alcohol en toda su vida. (Aquello parecía una peli del exorcista jejejeje)
Cuando Hao dejo de vomitar, Lyzerg le dio una toalla, para que se limpiara.
El olor a vomito era penetrante en todo el lugar, para Hem y Hao era incluso mas penetrante de lo que era para Lyzerg.
_ Si no salgo de aquí vomitare otra vez- dice Hao.
Después de enjuagarse la boca, y secarse de nuevo el rostro, Hem y Lyzerg deciden llevarlo a la sala de música.
Cuando los deja en la sala de música, sale a buscar a unas mucamas.
_ El lord ha vomitado- les dice- Necesito que limpien el baño.
Las dos mujeres asienten y al cabo de un rato suben las escaleras con los instrumentos de la limpieza, Lyzerg quiere hacer muchas preguntas, pero todas ellas mueren al llegar a sus labios, Hao realmente parece sentirse mal.
_ ¿Quieres que toque para ti?
Hao asiente sin atreverse a abrir los ojos, se siente mucho mejor en la compañía de Lyzerg. Pero realmente debió tomarse cada maldita botella que había en la casa, si llegaba a abrir los ojos vería todo verde o alguna burrada parecida. Había tenido los ojos cerrados todo este rato.
Lyzerg estaba sentado ante el piano y comenzó a tocar, Hao se recostó en el sofá, escuchándolo. Aquella música sanaba y acariciaba su maltrecho espíritu.
Cuando Hem regreso, vio que Hao tenia una expresión de paz, realmente lo compadecía, debía tener una resaca de los mil infiernos.
Se sentó junto a él. Había hecho bien en ir a buscar a Lyzerg. El chico tenia talento, eso no podía negarlo, aquel día en que había tocado para ellos en su llegada, Hem estaba interesado en llegar y no le había puesto cuidado, pero ahora… un talento como el de este chico era impresionante. Parecía que estuviera haciendo lo mismo desde hacia siglos, era tal su perfección. Hem había escuchado a muchos músicos tocar el piano, entre ellos músicos de mucho talento y vampiros que lo habían estudiado durante años, pero la música de este chico tenia algo especial, algo que los demás no tenían o no estaban siquiera cerca de descubrir.
Ya entiendo lo que quería decir Hao con lo de talento- pensó Hem
La sola palabra talento no alcanzaba para describir lo mágico de aquella música, era una música que no conocía las perversiones. Que no se había repetido a si misma durante años y años. Aquella música provenía de la juventud y la alegría de Lyzerg.
Cuando termino la canción, Lyzerg se volvió a ver a su publico.
_ Estuvo increíble.- dijo Hem- Mis mas sinceras disculpas. Tenias razón Hao.
_Suelo tenerla- dijo el interpelado con una sonrisa sarcástica.
Lyzerg rio.
Esa sonrisa, era muy característica de él.
_ Gracias Lyzerg- dijo Hao. Lyzerg miro aquellos ojos marrones, queriendo saber mas. Cuando sus miradas se encontraron Lyzerg pudo detectar dos intensas emociones: Una profunda tristeza, y una gran culpabilidad.
Lyzerg siente un vacio en su pecho allí mismo, esas emociones, hacen que la tristeza que el mismo sufrió, quede como algo sin importancia.
No estaba seguro de que hacer con aquella clase de tristeza.
_ Creo que debería irme- dijo Lyzerg.- Espero que te recuperes.
_ Gracias- dijo Hao, intentando sonreír, pero Lyzerg ya sabia que esa sonrisa era falsa.
Después de hacer una ligera reverencia, abandono la sala.
_ Necesito saber Hem.- dijo Hao seriamente, una vez Lyzerg salió de la habitación.
_ De acuerdo- dijo Hem.
Lamento ser quien te de las malas noticias, colega.
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