Era un despertar muy duro para Touya Kinomoto, ya que el día anterior había practicado en el equipo de fútbol.
-Mmmm.....-
-¡DESPIERTA HERMANO!- gritó Sakura
-¡AYAYAYAYAYAY!- Touya cayéndose de la cama
-Vaya, parece que los monstruos decidieron despertarse temprano hoy-
-¡Te he dicho mil veces que no me digas monstruo!-
-Pues yo no soy ningún mentiroso, así que yo solo digo la verdad. Por eso, eres un monstruo, quieras o no-
-Ayyy hermano. Por cierto, el desayuno ya lo preparé hoy, y papá preparó los almuerzos. No olvides de la excursión que tendré hoy, que no vuelvo hasta el domingo, y de papá, que se va de viaje para estudiar algunas excavaciones.-
-Lo sé, ni creas que tengo memoria de monstruo como tú.-
-¡AY TOUYA!-
Ese era un hermoso despertar para Touya. El amaba a su hermana, y adoraba la forma en que ella se enojaba, en la manera de que fruncía sus cejitas....pero Sakura lamentablemente ya no era tan niña como antes. De todas formas, ella seguiría siendo su hermanita menor.
Lo que sí sucedía, era de que se pasaría las vacaciones cuidando su casa, por que los demás deberían salir, y él se sentía mucho más a gusto en su cuarto, contemplando el paisaje por su ventana. Era un lindo paisaje, pues daba al jardín de su casa (N/A: Le inventé un jardín, já), y ahí crecían hermosos los distintos arboles, y fraganciosas flores. En fin, si que daba gusto poder contemplarlo.
Pero no estaría solo. Estaría acompañado de Yukito Tsukishiro.
Últimamente, ese pequeño de ojos color dorado hacía que el se estremezca. Pero aún no podía adivinar de que se trataba ese sentimiento tan raro, pero a la vez hermoso y deleitante.
Solo hacía falta tomar su desayuno, limpiar la casa y esperar a su mejor amigo....sí, solo eso, su mejor amigo.
Al pensar en eso, sacudía su cabeza. No podía pensar en Yuki como otra cosa, más que la persona que más lo quiere, que más lo apoya, que más lo entiende.....
Y pensaba en todas las cosas que le encantaban de Yuki: Sus ojos, esos ojos perfectos y grandes de color caramelo, que podrían ser la cosa más dulce del planeta, y la más embriagadora. Su pelo, su hermoso y sedoso pelo de color gris oscuro, con una tonalidad que ni el sabría definir, que hacía estremecer sus manos, pues ansiaba revolverlos con delicadeza, y besar las puntas de cada uno de sus cabellos. Su piel, tersa , suave y totalmente blanca, tanto a la vista como al contacto, pues pudo una vez siquiera Touya tocarle el rostro, y de que su mano temblara de sentir tan delicado rostro.
Pero Touya sabía algo.....sabía que dentro de Yukito se escondía algo mucho más maravilloso de lo que ya era, pero que tal vez nunca iba a poder verlo...hasta ahora. Esta sería una gran oportunidad para declarar sus sentimientos, de saber quien se esconde debajo de ese ser humano tan maravilloso, y que se le caiga la mandíbula de ver a un ser mucho más deleitante, y poder definir sus sentimientos.Aunque ya estaba seguro más o menos de lo que se trataba:sentía atracción por Yukito.SU Yukito.
Sí, este sería la semana de Touya Kinomoto.