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Un amor distinto. por Aluminia

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Notas del fanfic:

Viktor x Ron

Notas del capitulo:

Hola!

Empezando este fanfic, advierto que nunca he escrito sobre esta pareja así que quizás la riegue en algunas partes, por favor ténganme paciencia.

 

Ronald Weasley siempre se sintió inferior, siempre.


En casa se sentía menos que sus hermanos, Bill era el orgullo de papá y mamá, el primer hijo, el hermano mayor.


Charlie era el rebelde, pero ponía pasión en todo lo que hacía y era admirado por eso, por ver siempre más allá.


Percy era la excelencia, conducta perfecta, notas perfectas, el hijo modelo.


Fred y George, los gemelos, bromistas empedernidos pero creativos e ingeniosos.


Ginny era la bebé, la niña que los señores Weasley tanto anhelaron, la primera mujer en varias generaciones y por consecuencia muy talentosa.


Y Ron…solo era Ron, el otro hermano, los conocidos y amigos de la familia siempre se olvidaban de él, la señora Molly se esforzaba por poner a todos sus hijos igual atención pero siempre, casi inconscientemente, dejaba a Ronald para el último.


Todo cambió cuando ingresó a Hogwarts, ahí conocí a su mejor amigo de toda la vida, Harry Potter, alias el niño que vivió y venció, el niño de oro, el salvador del mundo mágico, y Ron…Ron solo era el pelirrojo que lo acompañaba, se odiaba por sentirse así pero no podía evitarlo: estaba celoso de Harry, de toda la atención que el moreno recibía.


Pero en Hogwarts no solo conoció a Harry, también conoció a Hermione, la mujer que le cambiaría la vida, la mujer que lo enamoró como un loco.


Los tres amigos lucharon una guerra cruel y oscura, salieron vencedores pero con muchas pérdidas, entre ellas el padrino de Harry, Sirius Black, Remus Lupin, Nymphadora Tonks, Severus Snape y el hermano de Ron, Fred Weasley.


Los daños les pasaron factura, creándoles un vacío que se apoderó de todos los que participaron en esa horrible guerra, pero a todos los problemas hubo solución, Harry y Ginny Weasley retomaron su relación, George y Angelina se curaban las heridas, todos tenían en donde apoyarse, y Ron tenía a Hermione, su “Wonderwall”, como él le decía medio en broma.


Con Hermione, Ron no se sentía pequeño, junto a ella sentía el espíritu liberarse, su corazón se alzaba sin mido, a su lado Ron se sentía único, especial, amado.


Fue una tarde fría de octubre cuando Hermione lo buscó, Ronald sentía que algo iba mal, pese al frio tan fuerte, Herms le pidió que salieran de la madriguera, para hablar más tranquilos.


-¿Qué pasa, amor?- pregunta Ron, sintiendo el corazón latirle desbocado, Hermione ha desviado la mirada, eso no puede ser nada bueno.


-Ron…ya no puedo seguir con esto- soltó la castaña, apretando los labios.


-No comprendo, princesa- Argumenta el pelirrojo,  sus músculos parecen atrofiados, estático, mira a Hermione con miedo.


-Ya no te amo- confiesa Mione, Ronald no puede creerlo, Hermione ha dicho las palabras que él no quería escuchar ni en un millón de años, la mirada azul de Ron se clavó en los ojos castaños de su amiga.


-¿Qué?- masculló el pelirrojo, casi sin aire.


-Lo lamento- dice Herms, cruzando los brazos sobre su pecho –Yo…esto…esto no es lo mío, Ron…soy homosexual-


Ronald enfurece y exclama: -Si quieres dejarme, vete, pero no mientas-


-No estoy mintiendo- se defiende Hermione, estira el brazo y ofrece su mano a la nada, Ronald volteó para reconocer a la figura femenina que aceptaba la mano pequeña de Herms.


-¿Parkinson?- pregunta el Weasley confundido, la slytherin lo mira con pena en los ojos.


-Estoy con ella, Ron- le explica la castaña.


Ron no puede creerlo, voltea la mirada, no puede soportar los ojos castaños de su amiga, se revuelve el cabello con desespero, con ganas de arrancárselo.


-No, Herms, no…tú eres mi wonderwall, ¿Te acuerdas?, ¿Recuerdas esa canción que te dediqué?, no puedes dejarme…no…-


-Lamento hacerte daño- habló Herms –De verdad lo siento mucho, seguiremos siendo amigos, ¿Verdad?-


Aquello sobrepasaba a Ronald, el aire se hizo difícil de respirar, un ardor en los ojos zarcos de Ron le avisó que estaba a punto de romper a llorar.


-No quiero tu amistad- bramó el pelirrojo, dando la espalda a Hermione –Quiero que te mueras, eso me haría feliz-


Desde entonces, Ronald se había negado a ver a la que consideró alguna vez el amor de su vida, Hermione le mandaba cartas y paquetes que Ron ni se molestaba en abrir, todos terminaban en el fuego de la chimenea.


A los hermanos Weasley les parecía divertido burlarse de Ron hasta que pasó algo que los dejó a todos helados, Ron lloró, si, Ronald se puso a llorar.


-Seguramente eras tan malo en la cama que por eso se cambió de bando- le bromeó George, rompiendo a reír con sus hermanos, incluso Ginny se rió.


Esperaban a que Ronald les contestara con su típico “eres un idiota”, o un seco “cállate la boca”, pero no fue así.


-Tal vez…-siseó Ron, con los ojos llenos de lágrimas que luchaba por contener–Tal vez si, George, tal vez si soy malo en la cama, no lo sé…le hice el amor muchas veces y pensé que ella sentía lo mismo que yo, pensé que era feliz y no…-


-Ron, hermano, cálmate- pidió Charlie, pero Ronald necesitaba desahogarse.


-No, no…piénsalo, Charlie, ¿De verdad me quiso alguna vez?, si ella…- el llano traicionó a Ronald, las lágrimas rodaron por sus mejillas –Si ella me dijera…si ella volviera…si volviera y me pidiera que regresara, yo lo haría, olvidaría que la vi con esa…-


-Ya, ya…cálmate Ron- dijo Percy, el más sensible de sus hermanos, se acercó a Ron lo abrazó con fuerza –No sigas llorando por ella-


-Es que tu no viste como me miró, con tanta pena…- sollozó Ron –No me interesa nada, solo quiero que regrese…-


-¿Qué está pasando aquí?- preguntó Molly quien venía de la cocina, al ver a Ronald en tal estado supo a quien culpar, su mirada se tornó severa y vio a George.


-Hice un comentario estúpido-admitió George.


-Ron…hijo…- comenzó la señora Weasley.


-¡Hermione!- gritó Ronald desesperado, zafándose del abrazo de su hermano -¡Hermione!, ¡Hermione!-


-Mi niño…- hipó Molly, abrazando a su pequeño –Ella no te ama, mi amor…debes aceptarlo-


-No puedo-siseó Ronald, apartando a su madre –No puedo, no podré nunca-


Después de eso, Ron fue a encerrarse a su habitación y no salió ni para comer, lo máximo que caminaba era de su cama al baño y viceversa, solo salía para ir a sus entrenamientos de auror, George fue a disculparse como mil veces, siempre era recibido por un Ron ojeroso y pálido que asentía como zombi a su disculpa, para después recostarse en la cama e ignorarlo, pasaron así dos semanas hasta que Ron se sintió con fuerza de ir a ayudar a su hermano en sortilegios Weasley.


Harry, en un intento de levantarle el ánimo a Ron, empezó a forzar al pelirrojo a salir con él y con Ginny, pero pronto Ronald se sintió mal tercio y se negó rotundamente a salir, a Gin se le ocurrió invitar a salir con ellos a George y Angelina, para cuando se dieron cuenta, Hermione y Pansy también se les habían unido.


El dolor y el hueco en el pecho de Ron se hacían más grandes al ver a Hermione, pero aunque odiaba admitirlo, Herms se veía muy feliz al lado de Parkinson, Pansy no era una mala persona, era una chica de gran corazón y muy graciosa, y lo más importante era que amaba a Mione, cosa que solo lograba herir mas al pelirrojo.


 Había pasado un año desde entonces, Ron aún no había encontrado pareja, no podía, mas bien, no quería, el aún amaba a Hermione, tal vez no como antes, pero era amor.


-¡Ron!- gritó Ginny, el aludido de se levantó de la cama de mala gana, al ver a su hermana se quedó pasmado, la belleza de Gin era evidente para todos pero ese vestido rosa la hacía lucir aún más bonita.


-¿Qué pasa?, ¿Por qué me despiertas?- gruñó el Weasley, mientras se tallaba los ojos.


-El baile es hoy- anunció la pelirroja, esperando una reacción de su hermano pero no ocurrió -¡Ron!, la reunión de ex alumnos, es hoy, ¿Recuerdas que te compraste una corbata para eso?-


-¿Cómo olvidar esa corbata de cincuenta dólares?- ironizó el pelirrojo, buscando ropa en sus cajones –Estoy en quince minutos-


-Rápido, Ron, todos te esperaremos abajo- dijo Gin, saliendo del cuarto.


Ronald suspiró cansinamente, sabía muy bien a qué se refería con ese “todos”, se vistió y mientras se peinaba pensó en la reunión, a McGonagall le había entrado la nostalgia y por eso organizó esa fiesta, trató de verle las ventajas, se encontraría con sus viejos amigos de la escuela, algo bueno debería salir de esa noche.


El pelirrojo bajó tan pronto como estuvo listo, lo esperaban sus hermanos, todos con sus respectivas parejas, incluso Charlie tenía pareja, estaba saliendo con esta hermosa rubia de nombre Joanna, sonrió con fastidio, aún era tiempo de fingir dolor de estómago, de espalda o de cualquier cosa, quitarse esa cara corbata y meterse a la cama…


-Hola, Ron- le saludó Pansy, la morena lucía un bonito vestido verde, Ron se forzó a sonreír.


-Hola- contestó el pelirrojo, en ese momento apareció Hermione, usaba un vestido corto color rojo fuego, sus labios también estaban coloreados de rojo, acomodó, casi por instinto, sus mechones castaños tras la oreja.


-Me da gusto verte, Ron- saludó Hermione.


-¿Ya nos vamos?- preguntó el pelirrojo, ignorando olímpicamente a su amiga castaña.


Harry lo miró con gesto de desaprobación –Claro, vamos-


El baile se realizaría en el gran comedor, Ronald no pudo evitar sentirse nostálgico, el lugar estaba arreglado como cuando se realizó el baile de navidad en su cuarto año, el cielo estaba encantado de manera que se veían bellas estrellas y constelaciones, de vez en vez aparecía una estrella fugaz, cuatro enormes escudos de las casas adornaban el comedor, había largas y delgadas mesas con manteles blancos, repletas de bocadillos y ponche, al fondo había una barra donde servían alcohol.


Muchos compañeros se acercaron a saludar, Ronald por supuesto pasó desapercibido para la mayoría, menos para Neville, Luna, Seamus y Dean.


-¡Ron!- Lavander se lanzó al Weasley en un abrazo, prácticamente colgándosele del cuello.


-Hola, gusto en verte- correspondió Ron, apartando a la muchacha con delicadeza.


-Estás guapísimo, Ron- halagó Lavander.


-Gracias, tu también te vez muy linda- correspondió el ojiazul.


-Lo siento, soy casada- bromeó la Brown, mostrando un precioso anillo de boda.


-¡Felicidades!- habló Gin.


-¿Y ustedes para cuando la boda?- preguntó Lavander, refiriéndose a Ginny y Harry, el ojiverde se sonrojó por completo.


-Estamos bien así, no hay prisa- respondió la Weasley, abrazando a Harry por la cintura.


-¡Pansy!-exclamó una voz familiar, Draco Malfoy cruzó el salón prácticamente corriendo, abrazó a la Parkinson enérgicamente, ignorando por completo el asombro de los gryffindors, cargó a la morena en su abrazo que no parecía tener ganas de romper.


-Draco, bájame-pidió Pansy entre risas.


-No, bruja maldita, me dejaste plantado en Francia- gruñó Malfoy, mientras Blaise Zabinni y Theodore Nott se acercaban.


-Hola Pans, alias: mala amiga que deja a sus amigos esperando en Francia- recriminó el italiano, acercándose a besar la mejilla blanca de Pansy.


-Eres una muy muy muy muy mala amiga- espetó Theodore, besando a Pansy en la mejilla –Tendrás que compensarnos por esto-


-Se presentaron cosas- se defendió la Parkinson –Draco, cariño, ¿Me bajas?-


-¿Ahora si soy “cariño”?- reprochó el rubio.


-Quiero que conozcan a mi novia- habló la morena, Draco bajó suavemente, Pansy estiró el brazo y tomó a Hermione de la mano.


-No juegues- dijo Nott, en un tono muy frío.


-No es broma- gruñó Pansy.


Las serpientes se quedaron heladas, Malfoy cruzó los brazos y dirigió una mirada escrutadora a la castaña, la miró de pies a cabeza, haciéndola sonrojar, estuvo así unos instantes, de repente relajó su pose, bajó los brazos y los puso en su cintura.


-¿Sabes, Pans?, la miro y la miro…y…no deja de parecerme…-Hermione bajó la mirada con tristeza, no era que le importara la opinión de Malfoy pero sabía que para Pansy la aprobación de sus amigos era importante –Muy bonita-


Herms levantó la mirada sorprendida, Draco se encogió de hombros.


-Totalmente de acuerdo- habló Blaise, dio un codazo amistoso a las costillas de Draco –Que lástima que todas las mujeres bonitas sean lesbianas-


-Mi esposa es la excepción- presumió Draco, como solo él sabía.


-¿Estás…- comenzó Ginny, Draco la miró con un poco de asombro, la pelirroja se dio cuenta de lo que había hecho, pensó en fingir que no había pasado nada pero un gesto de Malfoy con la mano, como diciéndole que estaba bien, la hizo seguir - ¿Estás casado?-


-Sí, Astoria Greengrass, tal vez la recuerdes-contó Draco.


-Vagamente- admitió Gin -¿Puedo ver tu alianza?-


-¿No es algo que se pide solo entre mujeres?- comentó Blaise, riendo, Draco le dirigió una mirada asesina.


-¿Alguien pidió tu opinión, Oh queridísimo Blaise?- bramó el Malfoy, Blaise frunció el entrecejo.


-Yo también quiero socializar- se quejó el Zabinni como niño pequeño –Eh…bueno, díganme Blaise, y…yo también estoy casado, con Daphne Greengrass,  y…-


-Y  te callas- le interrumpió Theo –Discúlpenlo, a veces le da por hablar-


Todos rieron, menos Blaise.


-¿Tú estás casado?- preguntó Angelina al Nott.


-No- admitió Theodore, sonrojándose –Creo que el matrimonio y yo no nos llevamos bien-


Pansy resopló con fastidio y dijo: -Theo es divorciado, es padre soltero de un niño precioso llamado Trevor-


El Nott se sonrojó hasta las orejas y volteó la mirada.


-Claro, Pans, grítalo a los cuatro vientos-reclamó un evidentemente incómodo Theodore.


-No tiene nada de malo- Intervino Angie –Debe ser muy difícil criar a un niño solo-


-¿Tienes una foto de él?- preguntó Audrey.


Nott buscó en sus bolsillos y sacó una cartera, las dos mujeres se colocaron a sus costados para ver la foto, Trevor era un niño de tez blanca y cabellos castaños, casi rubios,  que rizaban en las puntas, con hermosos ojos grandes y color avellana como los de su papá, con toques verdes y grises alrededor de la pupila.


-¡Es precioso, felicidades!- exclamó Angelina.


-Se parece a su mamá…- comentó Theodore.


-¿Qué dices?, tiene tus mismos ojos- habló Audrey -¿Cuántos años tiene?-


-Dos años tres meses con quince días- dijo Theo, arrancando sinceras sonrisas a las dos leonas.


En ese momento Neville y Luna se acercaron de nuevo al grupo, la rubia llevaba puesto ese sombrero con cabeza de león que había hecho en sus años de escuela, usaba un lindo vestido azul, iba arrastrando a un sonrojado Neville del brazo, los dos se detuvieron en seco al ver a las serpientes.


-¿De qué nos perdimos?- preguntó Luna, soltando a Nev quien se apartó del grupo considerablemente.


-De nada, Pansy me presentó como su novia a sus amigos- habló Hermione, Luna supo por la expresión de su amiga que todo había salido bien.


-Oh, genial- canturreó la rubia, acomodándose junto a Blaise –Siempre quise tener un amigo slytherin, parecen personas…interesantes-


-Bonito sombrero- comento el Zabinni sonriente.


-Nev, acóplate, tesoro- pidió la Lovegood, estiró a Nev del brazo y prácticamente lo arrojó a los brazos de Theodore, quien lo sostuvo para que no terminara en el piso.


-Perdón, de verdad, discúlpame, no quise…- balbuceó Neville, sonrojándose por completo –Lo mejor es que me vaya-


-¿Te molesto?- preguntó Theo, clavando sus ojos almendra en los ojos marrones del sonrojado Neville.


-No, no es eso…para nada, es…yo…perdón- farfulló el Longbottom, para después marcharse sin decir nada.


Luna sonrió con malicia, su amigo Neville era tímido pero…jamás lo había visto comportarse así ante alguien, aquello seguro tomaría una dirección interesante, Zabinni detectó el gesto de Luna y pareció leerlo.


-Sería interesante- dijo Blaise a la Lovegood en secreto, ella le sonrió más ampliamente.


Una figura masculina, alta y fornida, se acercaba sigilosamente al grupo de amigos, iba bien arreglado, un poco de vello en la barba que le daba ese aspecto masculino, de rasgos y presencia fuertes, usando un traje café que lo hacía lucir… ¿Cómo había dicho esa chica?, ah si: “Tan sexy que se me abrieron las piernas”.


Vio a su objetivo, esa chica que le seguía gustando tanto, se le acercó por la espalda y le tocó el hombro con suavidad para que se girara.


-Hermione- saludó Viktor, la aludida sonrió ampliamente y lo abrazó dando un brinco, quedándose colgada de su cuello, Viktor era muy alto (1.90).


-Viktor, que bueno verte- saludó la castaña –Quiero que conozcas a mi novia-


Viktor sonrió, seguramente había escuchado mal, una chica muy guapa tomó a Hermione de la mano.


-Ella es Pansy Parkinson, mi novia- habló Mione, Pansy le sonrió a Viktor.


-¡Pausa!- dijo el Krum, miró a las dos muchachas mientras su cerebro trabajaba a mil por hora –Tu…tu…eres lesbiana-


Hermione se mordió el labio con gesto preocupado.


-Creí que lo sabías- dijo la castaña.


-Oh, no, no…no hay problema, es decir no soy ningún tipo de…homofóbico, pero…me tomas por sorpresa- confesó Viktor, encogiéndose de hombros.


Después de saludar a cada uno, Viktor fue, prácticamente, a refugiarse en su amiga Fleur.


-Siento que se te hayan arruinado los planes- le dijo Fleur por lo bajo.


-Pudiste haberlo mencionado- gruñó el Krum.


-¿Cómo?- bramó la rubia –imagínalo, algo como: “Oh Vik, Victorie está creciendo hermosa, Dominique y Louis también, por cierto, Hermione es lesbiana”  


-Ya, no te pongas así, disculpa- refunfuñó Viktor. –Necesitaré algo más fuerte que el ponche para asimilar esto-


-No bebas mucho- le advirtió Fleur.


-Sí, mamá-contestó el búlgaro con burla.


El Krum se dirigió a la barra al fondo del comedor, se sorprendió de encontrarse a Ronald ahí, ni siquiera notó cuando el pelirrojo se fue.


-Whisky de fuego- pidió el Weasley, el cantinero asintió y buscó el licor.


Viktor ocupó un banquillo junto a Ron y dijo: –Uno igual-


-¿Ya te aburrió la conversación, Krum?- preguntó Ron, mientras el barman servía los dos vasos de whisky –deje la botella-


El bartender se encogió de hombros pero hizo lo que Ron pedía.


-No es eso- contestó Vik, bebiendo su licor –Es algo incómodo-


-Comprendo, yo…simplemente pedí el hilo de la conversación, así que pensé, ¿Qué mejor que conversar con el fondo del vaso?-


Viktor rió de buena gana, dio un gran trago al licor.


-Y si, debe ser incómodo si la mujer a la que querías conquistar resulta lesbiana- agregó Ron, el Krum por poco y escupe el whisky.


-Bueno, si…bastante, debió ser duro para ti…-


-Sí, tu chica te deja por una chica, ¿dónde queda mi ego?- bromeó Ronald, Viktor esta vez no rió.


-Lo lamento- dijo el búlgaro.


-Yo más, Krum, créeme-


Sin darse cuenta, Viktor y Ron terminaron con la botella, pronto comenzaron con la segunda pero el Krum, al sentirse mareado, decidió dejar de tomar, solo se quedó en la barra acompañando al Weasley que seguía bebiendo, para cuando acordó, Ron estaba más ebrio que una cuba.


-Oye, Weasley…ya no bebas- advirtió el Krum.


-¿Por?- gruñó Ronald, zampándose otro vaso de whisky.


-Porque estás muy ebrio- contestó Viktor.


-Tú también lo estás- refunfuñó Ron.


-No tanto como tu- contraatacó el búlgaro.


Harry y Ginny se acercaron a la barra, la pelirroja frunció el ceño al ver a su hermano en tal estado.


-Ya nos vamos- anunció la Weasley.


-Pues váyanse- respondió Ronald secamente.


-Ron, vámonos- gruñó Harry, halando a Ron del brazo, el pelirrojo se zafó del agarre sin mucha dificultad.


-No me voy, estoy aquí con mi amigo Viktor bebiéndome unas copas, no molesten-


-Ay, Ron, te ves ridículo- reprendió Ginny.


-Más ridícula se ve Hermione de la mano de esa estúpida de Pansy-rugió el Weasley.


-Cállate, Ron- gramó Hermione, quien acababa de acercarse.


-Te odio- soltó Ron, con frialdad –lo único que quería era estar contigo, pero no, Ronald Weasley siempre será plato de segunda mesa-


-¡Ron, ya basta!- gritó la castaña.


-¡No!- exclamó el pelirrojo -¿Por qué ha de ser siempre así?, en casa mis hermanos me desplazaban, en Hogwarts era Harry, y cuando creí que contigo sería diferente, que sería el único, que sería importante para alguien…-


-Detente, por favor- hipó Mione, con los ojos llenos de lágrimas.


-Me dejaste a un lado, como todos, me despreciaste, tu, precisamente tu, la persona que yo más amaba, y no conforme me pediste amistad, ¿Qué no tienes vergüenza?, me destrozas, me hieres y me pides que te quiera, no sabes cuánto te desprecio, jamás voy a perdonarte, ¿me oyes?, jamás -


Hermione negó con la cabeza, sus ojos derramaban lágrimas, salió corriendo del comedor y fue seguida por Harry y Ginny, quienes no se fueron sin antes dedicarle miradas envenenadas al pelirrojo.


-Fuiste muy duro con ella- Habló Viktor.


-No es tu asunto- gruñó el Weasley.


Ronald se levantó del banquillo y comenzó a caminar a trompicones, buscando a uno de sus hermanos o amigos para poder ir a casa, pero no había nadie, lo habían dejado solo, se detuvo en seco y se apoyó en una de las mesas del lugar.


-Weasley, ¿Estás bien?- preguntó el búlgaro, había seguido a Ron por temor a que éste se lastimara.


-Me dejaron…-dijo Ronald, apoyándose en el fuerte pecho de Viktor.


-Ah…este… ¿Te llevo a tu casa?- habló el Krum.


-No, no quiero ir a casa…- contestó Ron –Mi madre me mataría-


Viktor no pudo evitar soltar una risa.


-Bueno, vamos a mi casa-sugirió Vik.


El búlgaro tuvo que llevar a Ron prácticamente arrastrando hasta una red flu, los apareció a ambos en un departamento, la sala era bastante amplia y bonita, Viktor llevó a Ron a su cuarto, el dormiría en el sillón o algo así.


-Soy un estúpido- dijo Ronald, abrazándose al Krum, el búlgaro no supo cómo reaccionar, solo rodeó al Weasley por la cintura.


-Solo fuiste un poco torpe, es todo- trató de animarle Viktor.


-Hermione debe odiarme ahora –gimoteó el Weasley, el pecho de Vik se humedeció de las lágrimas del pelirrojo –Todos me odian-


-Hey, yo no te odio- dijo el Krum, Ronald se separó un poco para verlo a los ojos, entonces Ron hizo lo impensable, se puso de puntitas (Ron medía cerca de 1.75) para alcanzar a Viktor y lo besó, el búlgaro se sintió tan sorprendido que no hubo tiempo de corresponder.


-¡Eres un mentiroso!- exclamó Ronald, dando puñetazos en el firme pecho del Krum, Viktor no tuvo ninguna dificultad para detener al pelirrojo, lo tomó de las muñecas y lo hizo sentarse en la cama.


-No te odio, pero eso no significa que quiera besarte- dijo Viktor.


-Entonces mientes, me odias, me odias- gimió el Weasley, si había algo que Viktor odiaba era ver a las personas llorar.


-Cállate y ven aquí- gruñó el Krum, Ronald se levantó y se acercó a Viktor con los ojos inundados en lágrimas.


Viktor acercó a Ron, lo rodeó por la cintura con un brazo y con la mano libre lo tomó de la barbilla, el rostro del Weasley, normalmente pálido, estaba sonrosado en un adorable tono, lágrimas resbalaban por sus mejillas, tenía los ojos cerrados en gesto inocente, sus labios rosas y finos estaban entre abiertos, temblorosos, invitando al búlgaro,  Viktor rozó sus carnosos labios con los de Ron, los labios del pelirrojo eran más suaves de lo que parecían, Viktor marcó un ritmo suave pero profundo, Ronald le correspondió con intensidad, se asió al cuello del búlgaro con ambos brazos, acercándose cada vez más, el pelirrojo aventuró su lengua en la cavidad del mayor quien le respondió con un poco de timidez, pronto se enfrascaron en ese beso apasionado, se separaron solo cuando necesitaron respirar.


Ronald empujó a Viktor a la cama.


-¿Qué haces?- preguntó el Krum, mientras Ron le quitaba el saco.


-¿Tu qué crees?- ironizó el pelirrojo, estirando la camisa de Viktor, arrancándole todos los botones.


-No quieres hacer esto, estás ebrio-


-Claro que quiero- gruñó Ron, atacando el cuello de Viktor, el búlgaro se estremeció al sentir tan cálido contacto en su punto débil.


Viktor abandonó cualquier sentimiento de culpa, desvistió a Ron con desesperación al tiempo que se arrancaba la ropa, se detuvo a admirar el bello cuerpo del pelirrojo, su piel lechosa y cubierta de pecas, ¿Qué sabor tendría?, ¿Cómo sería al tacto?, preguntas que se acumularon en la cabeza del búlgaro.


El Krum se acomodó sobre el cuerpo de Ron, sintiendo su piel bronceada rozar la piel nívea de Ron, unió sus labios en un beso hambriento y pasional, se separó del el jadeando, comenzando a besarle el cuello, bajando a la clavícula, en el pecho blanco del pelirrojo se encontró con un par de pezones rosados, los cuales lamió y chupó con fiereza, haciendo gemir al Weasley, continuó bajando hasta encontrarse con la virilidad despierta de Ron, la introdujo en su boca y comenzó a succionar.


-Hnm…aghh…Viktor…ahhhh…- su nombre pronunciado por Ronald solo logró motivarlo más, dejó el erecto pene para dirigirse a la entrada de su amante, comenzó a lamer pala lubrificar –Aaaaaagggghhh…mnnmmm…hhhaaa…Viktor…ammm…-


El búlgaro apartó su boca de la entrada, introdujo un par de dedos en el virginal orificio para dilatarlo, después de estar así unos momentos sacó sus dedos, se acomodó entre las largas y nacaradas piernas de Ronald, frotó su miembro palpitante y ansioso de atención, lo colocó en el pequeño ano y se empujó violentamente, consiguiendo entrar por completo, Ronald se tensó, abrazó a Viktor con fuerza.


-Viktor…duele…ahh…- hipó el Weasley, Viktor limpió las lágrimas de Ron a base de besos.


-Tranquilo, avísame cuando estés listo- dijo el Krum, besando brevemente los labios del pelirrojo.


Viktor dejó a Ronald acostumbrarse a la intromisión, esperó pacientemente hasta que vio un leve asentimiento, comenzó a moverse despacio, procurando no lastimar al Weasley, sus estocadas fueron volviéndose más profundas cada vez, pero suaves, siempre despacio.


-Ahhhh…sí, ahí- gimió el pelirrojo –Justo ahí, dame mas fuerte…ahhhhhh…Viktor…-


El aludido atendió al Weasley, sus embates se volvieron más intentos, Ron le clavaba las uñas en los hombros, le arañaba la espalda, pero más que dolor aquello le provocaba placer, sentir que volvía así de loco al pelirrojo, por alguna razón, lo hacía sentirse más excitado de lo que ya estaba, sus ojos cafés se encontraron con los ojos zarcos del Weasley, Ron no le despegaba la mirada, tenía las pupilas dilatadas por la excitación, sus cuerpos sudorosos encajaban perfectamente, produciendo roces que provocaban descargas de placer en ambos.


-Ahhh…Ron, Ron...hmmm…- gimió Viktor roncamente, sin dejar de mirar a Ronald a los ojos.


-Viktor…ahhhh…ya…no puedo…hmmmm…- Ronald derramó su simiente en el vientre del Krum, Viktor terminó dentro de Ron.


El Krum se dejo caer junto a Ronald, el pelirrojo se le acercó para acurrucarse en su pecho, con los dedos trazó las abdominales bien marcadas de Viktor, después fue a sus brazos y dibujó los bíceps bien trabajados, subió hasta los anchos hombros del búlgaro, después pasó por el cuello hasta llegar al rostro de Viktor, rozó los labios con las yemas de sus dedos.


-Gracias- suspiró el Weasley, abrazando a Viktor con gesto casi infantil –Tienes un cuerpo muy sexy-


Viktor rió por lo bajo –Gracias…-


La mañana llegó a Ronald con los molestos rayos del astro rey calándole en los párpados, abrió los ojos, sintiendo un horrible dolor de cabeza, y se alarmó, aquel lugar no era para nada parecido a su casa, su pánico aumentó al encontrarse desnudo y estar lleno de…


-¿Se-se-se-se-semen?- observó el pelirrojo con asombro, tocando el blanquecino líquido en su abdomen.


Ron se levantó de la cama tan rápido como pudo, su ropa estaba doblada sobre la mesita de noche, se vistió a prisas, tal vez se había acostado con una chica, bueno, no había problema, le explicaría que no quería nada serio y ya, salió de la habitación ya vestido, llevando el saco y la corbata en la mano, se sorprendió al ver la mesa del comedor servida, había dos platos con huevos con jamón, jugo de naranja y un par de cervezas frías.


-Hola- dijo una voz, Ronald se giró para ver a Viktor Krum salir de la cocina.


-¿Qué?- se preguntó Ron en alta voz, miró para todas direcciones, Viktor simplemente ocupó una silla y comenzó a desayunar.


-Siéntate, con la cerveza se te bajara la resaca-


-¿Dónde está la chica?- preguntó Ron.


-¿Cuál chica?- dijo el búlgaro, alzando una ceja –Vivo solo, no hay ninguna chica-


-Pero…tu no entiendes, me desperté y estaba lleno de…- Ronald comenzó a recordar la noche anterior, las cosas horribles que le dijo a Hermione, Krum llevándolo a su casa, el ofreciéndosele a Krum, besándolo, desvistiéndolo, llorándole, gimiéndole, diciéndole que era sexy…pidiéndole más.


-¿Estás bien?- preguntó Viktor, sacando a Ron de sus cavilaciones.


Ron no pudo decir nada, se dirigió corriendo a la chimenea y tomó un poco de polvos flu, Viktor se levantó de su asiento y lo detuvo, con una mano sostuvo las muñecas de Ron tras la espalda de éste, con la otra lo acercó peligrosamente a su cuerpo.


-Krum, por favor, déjame ir- pidió Ronald, volteando el rostro, completamente sonrojado.


-¿Krum?, creí que después de acostarte con alguien era válido llamarle por su primer nombre, Ron-


El Weasley se sintió morir de la vergüenza, con un gran esfuerzo se logró soltar del agarre de Viktor, se metió en la chimenea y dijo: -Esto nunca pasó-


Ron arrojó los polvos y se desapareció, dejando a Viktor con la boca abierta de la impresión, el búlgaro se encogió de hombros y volvió a sentarse para continuar con su desayuno, después de todo no tendría por qué importarle, solo se había acostado con él, nada que no hubiera hecho antes…


-¿Entonces por qué me siento vacío?- se preguntó Viktor en voz alta, de repente había perdido el apetito.

Notas finales:

La corbata carísima de Ron xD:

http://i207.photobucket.com/albums/bb19/KimikoSagara/traje_zegna.jpg

Viktor:

http://i207.photobucket.com/albums/bb19/KimikoSagara/patrickdempseyelegante.jpg

Viktor se ve mas o menos así (?):

http://i207.photobucket.com/albums/bb19/KimikoSagara/stanislav_ianevski.jpg

Ginny:

http://i207.photobucket.com/albums/bb19/KimikoSagara/dress.jpg

Luna:

http://i207.photobucket.com/albums/bb19/KimikoSagara/amanda.jpg

Pansy:

http://i207.photobucket.com/albums/bb19/KimikoSagara/ametllicrl4.jpg

 

Que les pareció?

espero que les haya gustado

comenten si les nace :3

saludos!


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