Cronicas de un amor Prohibido por langui

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Notas del capitulo:
El encuentro entre Creador y Creación no siempre es el esperado por uno, menos si en medio se tiene a un licantropo Sabio.

cap 2 up!!!!

Crónicas de un Amor Prohibido

Acontecimiento II:

¡Reencuentro!

Yuuri miro a la izquierda, luego a la derecha. Sus manos comenzaron a temblar, pero eso no lo detuvo, siguió adelante por el mismo camino que su mente retenía, aquel que ese osezno había recorrido para atacarlo.

La temperatura había descendido hasta los 5° C, amenazando con descender a un mas según avanzara la noche. – ¡Lógico! - se dijo así mismo a tiempo que se auto abrazaba a causa de la ultima briza helada que lo había rozado, no estaban en verano, era invierno.

Yuuri simplemente no pudo esperar al siguiente verano para regresar a aquel escenario donde según él vivió el momento más aterrante, emocionante y lujurioso de su vida, debía de volver a rememorar ese suceso, después de todo

–Todo lo que no te mata te hace más fuerte, ¿no?

Sin darse cuenta sus pies lo habían adentrado de manera inconsciente a las profundidades de aquel bosque, giro hacia atrás con la intención de volver, pero el camino misteriosamente había desaparecido.

-Calma Yuuri, eso es una buena señal… creo- sonrió tratando de convencerse a sí mismo y a su cuerpo que no dejaba de temblar y suplicar la búsqueda de refugio antes del descenso máximo de temperatura que según reportes climatológicos de la zona era hasta de -20 °C, cosa que no era tolerado por el cuerpo humano.

-¿humano?

Suspiro, desde hacía mucho que no podía considerarse humano, específicamente desde aquella noche toda descripción de su persona estaba fuera del parámetro de lo que es llamado un ser humano.

Su fuerza se había incrementado, su visión de la noche era mas que perfecta, su preferencia alimenticia se había modificado completamente, -¡al diablo los vegetales!-, y los más gracioso era sus sospechas sobre su supuesta inmortalidad, cosa que decidió dejan en incógnita por miedo al fracaso –¡no estoy loco como para cortarme las venas o arrojarme tirarme de un puente!- se respondía a si mismo cada vez que se veía tentado a comprobar aquella teoría.

Un vampiro -¡sí, eso!- se solía decir a tiempo de asentir con la cabeza, ante la vista incrédula de su hermano mayor que cada día se cuestionaba el estado de salud mental de su hermanito. -No mas, no menos-, ese era el termino que describía a aquella criatura que lo había atacado, y también podía dar explicación a algunas de sus anomalías mencionadas, después de todo los libros no mienten y la internet tampoco -bueno, a veces lo hace-

Flash back

Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura maligna que se alimenta de sangre de seres vivos para mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes el vampiro es una deidad demoníaca o un dios menor que hace parte del Panteón siniestro en sus mitologías.

En la cultura europea y occidental, así como en nuestra cultura global contemporánea, el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, y es el de un ser humano convertido después de morir en un cadáver activo o reviniente depredador chupasangre.

Otros nombres son: brucolaco (en castellano < griego vrykolakas), kuei-jin o kyuuketsuki (吸血鬼) (en japonés), nosferatu (< griego nosophoro (νοσοφορος), portador de enfermedad), strigoï o strigoiul (rumano moderno), upiór (polaco), upir (ruso antiguo), vampir (búlgaro y serbio), vampyrus (latín), vrolok (eslovaco) y vurdalak (ruso moderno). En Grecia se les denominaba tympaniaios o vrykolakas dependiendo de su origen.

-¡Yuuri!- una voz muy conocida lo distrajo de su búsqueda cibernética de información, a tiempo que por el susto tumbo uno que otro libro apoyados en la orilla del mueble de computadora.

- ¡hora de co-mer!, mami hizo tu platillo favorito- el mencionado simplemente hizo un gesto de repulsión en su rostro, jamás en su vida creyó que las bolas de arroz con verduras fuera a ser su peor pesadilla.

Se levanto de golpe sin importarle mucho los libros caídos y juntando todo el valor que tiene todo hombre para soportar las pruebas difíciles de la vida, cerró su cesión de Messenger y todas las ventanas de google abiertas, para acudir al encuentro con su tortura, quiero decir comida.

Fin del flash back

Finalmente la temperatura había descendido a los 5°c bajo cero, pero el moreno parecía no darse por vencido, su cuerpo podía sentir el viento frígido sobre su piel, era como pequeñas agujas perforando sus poros a medida que avanzaba.

-De prisa, ¡Aparece!- replico, como si ya hubiese acordado con aquel ser una cita secreta.

-se que estas aquí, aparece- volvió a reclamar, como si fuera lo más obvio y natural del mundo que el otro supiera que lo estaría buscando.

Las horas pasaron, pero nadie hizo acto de presencia, nadie a acepción de una liebre silvestre y uno que otro zorrillo de monte.

Yuuri cansado simplemente se dejo llevar por el sueño que comenzaba a apresarlo debido a la baja temperatura corporal que presentaba.

-por lo menos comprobare mi inmortalidad- pensó a tiempo que sus ojos negros se cerraban y se dejaban arrastrar por aquel sueño invernal.

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Mientras tanto en un castillo lejos de aquel bosque, el castaño monarca debido a la ausencia de su hermano mayor, continuaba mirando en silencio como su hermanito destrozaba todo lo que encontraba a su alrededor.

-¿Qué ocurre Wolfram?- finalmente se animo a preguntar, después de ver como el ataúd del menor terminaba haciéndose añicos debido a la fuerza del impacto con la pared.

-¡Qué te importa, Weller!- replico molesto el rubio y salió de la habitación donde se hallaba observado por su hermano - ¿Qué?, ¡soy una especie de bacteria para que me anden vigilando todo el tiempo!- se quejo.

Conrad simplemente lo miro - Wolfram…- Suspiro, y se retiro del lugar, era mejor dejar al rubio hacer su vida, después de todo, unos años más y tendrían que separase, los vampiros son fuertes en manadas, pero llega cierto periodo en sus vidas donde deben ser independientes y demostrar su dominio sobre su propia naturaleza, y su hermanito ya estaba llegando a esa edad.

Mientras tanto el rubio que no dejaba de lanzar maldiciones al aire, se hallaba en la sala caminando de un lado a otro, sin saber qué hacer.

-Sabía que tenía que matarlo, en que estaba pensando- se reprocho.

Y un pensamiento repentino que se le vino a la cabeza -y, ¿si le ocurre algo?-, el neonato comenzó a golpearse la cabeza contra uno de los pilares del castillo.

-¡tonto!, ¡tonto!, ¡tonto!!!!!- comenzó a decir al ritmo de cada golpe.

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Al amanecer Yuuri abrió efecto del reflejo de la luz sobre la nieve, la cual había cubierto el bosque entero incluyéndolo a él.

-¿Nevó?- se pregunto, y espero respuesta o reproches por la obvia pregunta, pero nadie respondió –No vino- su esfuerzo había sido inútil él jamás se había presentado, simplemente se reincorporo y procedió a regresar.

No sabía porque pero de pronto se ubicaba perfectamente, como si solo hubiera ido a dar una pequeña vuelta por el jardín de su casa, Yuuri regreso como si nada al a casa del abuelo de su amigo, mirando hacia a otras.

Sus ojos ensombrecidos por una mano miraron el bosque cubierto de nieva, cuando una extraña opresión en su pecho lo obligo a gritar:

-¡NO ME VOY A RENDIR!, ¡TÓMALO EN CUNETA, YA VERÁS QUE LA PRÓXIMA VEZ TE ENCONTRARE!

Y se encamino al hogar momentáneo que se le había otorgado.

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Solo pudo sentir un extraño escalofrió recorrer todo su cuerpo, y como si se tratase de una corriente eléctrica que debe de impactar en algún lugar su puño impacto sobre el pilar base del ala izquierda del castillo desplomándose sobre el joven rubio que no salía de su rabieta.

-¡Wolfram!- replico Gwendal algo asombrado por el comportamiento de su hermano, ya Conrad se lo había advertido, pero jamás pensó que su rareza llegaría a ese extremo -Tendrás que rapara esos-

Gwendal acababa de regresar con unos extraños libros y otros equipajes que soltó al escuchar el impacto y correr al origen de este. Wolfram se hallaba sepultado por las ruinas del ala este del castillo, ruinas que se formaron por el impacto del golpe. Gwendal miro a su hermanito cubierto de cemento y otros residuos de construcción, esperando alguna explicación, la cual nuca llegaría.

-si- fue la única palabra que soltó el rubio algo avergonzado, y aun con la rabia presente.

Gwendal y Conrad simplemente decidieron ignorar al menor, Wolfram debía partir del nido el año éntrate, por lo cual lo prudente era simplemente alejarse de él y dejarlo hacer, era la única forma para que el menor madurara como vampiro.

Después de una noche y una mañana de trabajo de albañilería Wolfram simplemente se sentó en el sótano, mientras sus hermanos dormían, no le importaba que fuese de día, solo quería deshacerse de aquella sensación, algo le oprimía en su pecho, la culpa del error de aquella noche, las consecuencias de su sed, aunque no era un pecado concluido no dejaba de ser pecado.

-Porque le di a beber de mi sangre- finalmente soltó el rubio mientras su cuerpo se apoyaba sobre aquel piano viejo y comenzaba a ser arrastrado por el sueño vampírico que los obligaba a dormir durante el día.

Flash back

La sangre era deliciosa, pero esta no dejaba de salir, ¿cuánta sangre era capaces de perder los humanos sin que su vida corriese peligro….?- la pregunta se le vino a la mente al rubio, cuando acostó al moreno sobre aquella cama que según el olor que había seguido correspondía al joven aunque la dudad era latente, el olor era de él, pero no era un olor permanente más bien uno pasajero, pero como todo buen vampiro decidió no darle importancia, después de todo, ¿aquea le importa donde reposa el ganado mientras este es te a su merced al día siguiente?.

Esta dispuesto a irse, pero pudo oír como los latidos del moreno comenzaban a disminuir, estaba cerca de un paro cardiaco - grrrrr- un gruñido fue lo único que pudo salir de su boca ante la sentencia imaginaria a la cual sus hermanos habían llegado en la mente de Wolfram.

-¡Qué yo no lo mate!, ¡Él ya estaba medio muerto!- dijo en defensa a la vacía habitación –mierda- sola al verse hacer el ridículo, de verdad temía tanto a esos dos, eran su familia pero eran de temer, a aunque siempre lo había cuidado y protegido.

Miro a Yuuri nuevamente, y no pudo evitar acercarse a él.

-Escucha bien estúpido enclenque, tu no me caes y yo no te caigo, somos cazador y presa, así que no te creas otra cosa, ¡me escuchaste!- las manos de Wolfram jalaron la cabeza del móreo por los cabellos obligándolo a enfrentar las miradas del enfurecido vampiro y el inconsciente humano.

-¿Qué estoy haciendo?- nuevamente la frase repróchate salió de la boca del rubio, al tiempo que atraía un dedo a su canino ocasionándose una leve herida.

-Esto deberá ser más que suficiente para que no te mue…- Las palabras del rubio murieron en su boca cuando vio a Yuuri prendido de su brazo, apresando su mano como si se tratase de un bebe que no está dispuesto a dejar el biberón.

-¡SUELTA MALDITO HUMANO!- en menos de un segundo mando a volar al atrevido moreno, mientras friccionaba su dedo y se aseguraba de no haber perdido tanta sangre.

-¡tú!, ¡mierda!- se aventó de nuevo hacia el moreno para cogerlo del cuello y lanzarlo a la cama, para acto seguido desaparecer por la ventana abandonado a Yuuri.

-¿Shibuya?, ¿Eres tú?- llamaba Murata semidormido a su amigo aventurero.

-…- no hubo respuesta por parte de Yuuri así que simplemente entro, viendo como su amigo se hallaba dormido en la cama con toda la parte superior de su cuerpo desnudo y sucio.

-debiste de habértela pasado bomba, para dormirte de esa manera tan descuidada.

Los ojos de Murata por leves segundo se mostraron aterrados ante las heridas presentes en su compañero, y sus pies simplemente salieron en busca de el botiquín para curarlo, pero todo fue inútil al volverlo a ver, las heridas habían desaparecido se froto los ojos –aun sigo dormido… supongo- nuevamente se dirigió al baño a guardar el botiquín, y luego de cubrir a su amigo con una manta, se retiro a su habitación.

-Estamos alucinado, mejor volvamos a dormir.- se dijo Murata acomodándose en su cama.

Fin del flash back

Wolfram simplemente prevalecía escondido en el depósito del castillo, debía encontrar una solución, el humano no era un vampiro pero tampoco era un humano ordinario, el ritual de transformación no se había completado.

No sabía qué hacer, pedir ayuda a sus hermanos era imposible, -¡NUNCA!- después de todo estaba cerca de su prueba final, debía ser paciente una vez aislado de sus hermanos y declarado un vampiro independiente podrí matar a ese humano sin involucrar a su familia, si eso era lo más prudente - hasta eso no hagas nada imbécil- dijo Wolfram como si Yuuri lo escuchara atentamente.

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Por su parte Yuuri simplemente empacaba, había demostrado que tenía una alta resistencia a las heladas, otro superponer mas para adicionar en su lista, por lo mismo no creía que ese vieja de reencuentro fallido hubiese sido un fracaso total, ya regresaría el próximo verano, podía ser paciente, después de todo empezaba a sospechar que tal vez contase con el don de la inmortalidad quien sabe, pero de que encontraría al rubio lo haría, ahora tenía más motivos que antes, bueno tenía más motivos después de ver 17 películas de vampiros, leer los libros Anna Rice y la Saga de Crepúsculo, había decidido que el rubio seria su pareja, y estaba casi seguro que este también había decidido lo mismo, o sino… ¿cual mas podía haber sido la razón de salvarle la vida y semitransformarlo?

Una extraña aura comenzó a cubrir al joven moreno, una ahora romántica al imaginar el rostro del rubio con esos gestos de preocupación meditando y luchado contra su propia naturaleza para no matarlo, cuestionando si era justo de su parte arrebatarle la vida para encerrarlo en un mudo de sombras por toda la eternidad. Yuuri debía de darse prisa y encontrarlo, seguro era por esa culpa que el rubio no le daba la car, pero lo haría lo encontraría y una vez frente suyo le diría que no le importaría renunciar a la vida ni a la luz solar con tal de pasar la eternidad a su lado, que ese sentimiento, ese amor era mutuo, y que solo eso importaba para hacer frente a los ancianos o cualquier lunático u hombre lobo que se les atravesase.

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Mientras tanto en el depósito del castillo un extraño escalofrió cubrió a Wolfram el cual no dejaba de estornudar desde hacía un buen rato.

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Cuatro veranos pasaron, y Yuuri no puedo hallar a su vampiro, pero eso no apago su determinación.

Había decidido que entraría a la universidad estatal de Tokio, como la mayoría de los japoneses, pero a diferencia de la mayoría él se hallaba en aquel 20 a 30% de jóvenes que lo lograron.

Ya instalado en una habitación compartida de aquella enorme construcción habilitada a los estudiantes residentes de otras ciudades de Japón. Lamento que por su ocupaciones resientes no pudiese asistir ese verano a aquel bosque, se pregunto si el rubio lo extrañaba tanto como él lo hacía y se imaginó más de un reencuentro con él.

Apertura del telón de la imaginación de Yuuri

Acto uno:

El bosque envuelto en penumbras, y el caminando un arrollo, había escuchado un extraño ruido, acercándose más pudo distinguir una sombra y corrió hacia ella.

-¡ESPERA!!!- la sombra parecía no detenerse - ¡SE QUE ERA UN VAMPIRO!!!- la sombra detuvo su huida en menos de un segundo sin siquiera cambiar el ritmo de su respiración.

Yuuri podía ver al ser de la noche dándole la espalda, como aquella vez, se acerco a él de la manera más cautelosa posible.

-¿Eres tú?... de verdad eres tu…- dijo el moreno, mientras la cabeza del rubio bajaba como si asintiera silenciosa y vergonzosamente.

La mano del moreno llego a su hombro, y con cierta brusquedad disfrazada de suavidad lo voltio para verle la cara, debía cerciorársele que era él.

Simplemente observo el rostro enrojecido del rubio vampiro, cuyos ojos estaban cerrados y sus labios sellados, su rostro expresaba algo de tristeza, melancolía mezclada con culpa.

Yuuri lo tomo entre sus brazos envolviéndolo en un cálido abrazo

-no te preocupes, pase lo que pase yo te protegeré.

Fue el juramente que salió de la nada, de la boca de Yuuri, al sentir aquellas lagrimas de cristal del rubio.

-Yo…yo lo siento- las lagrimas rebalsaron de las orbes rojas del rubio -Perdóname, por hacerlo…

-No hay necesidad del perdón cuando el pecado es concebido por dos- el rostro del rubio finalmente mostro al moreno sus hermosos ojos rojos cristalinos y u beso de apodero de ellos.

Finalmente había encontrado a su vampiro y ahora nada los separaría.

Acto dos:

Corría desesperadamente, sabía que él venía detrás suyo, debía asegurarse que lo siguiera hasta el claro del bosque, debía ser exacto, la trampa ya estaba puesta todo estaba listo, solo faltaba él.

-¿Qué?, ¡Acaso no viniste a matarme, vampiro!!!

-…-

Las respuestas por parte del agredido nunca llegaron solo se podía oír el viento susurrante del avance que hacían los elegante y rápidos, movimientos del rubio en busca del humano agresor.

Ya dentro del claro, se detuvo mirando a Yuuri escondido en la parte opuesta del claro, sus ojos se tornaban desafiantes y juguetones. El rubio simplemente se dispuso a avanzar cautelosamente en su dirección, debía ser exacto y silencioso.

Mientras tanto Yuuri seguía cada movimiento de aquel extraño ángel nocturno que también le devolvía una mirada de complicidad mezclada con una de “¡te voy a matar!” y “!huye!”.

De pronto sintió como su cuerpo era suspendido en el aire, y su presa lo mirada victorioso, el rubio estaba furiosa, pero a la vez feliz.

-Al parecer esta vez atrape uno grande.

-¡Si me vas a matar hazlo rápido!, ¡ellos ya están cerca!

La mirada del rubio se tornó entristecida pero satisfecha, se había dado cuenta de que el moreno tenía la oportunidad de salir librado de sus persecutores y tenía conocimiento de sus debilidades.

-Y… ¿quién ha dicho que iba a matarte?- repuso Yuuri a la llamada de atención por parte del rubio, a tiempo de cortar la red y dejar caer sobre sus brazos al rubio.

-¡¿No lo harás, después de lo que te hice?!- pregunto el rubio asombrado.

-¿Tu serias capaz de matarme?-pregunto el moreno.

-…- La respuesta no llego.

-Lo miso vas por mi- repuso Yuuri ante la ausencia de palabras de su compañero

-Pensé que me odiabas-

-Solo si el amor se llamara odio lo haría- y deposito un beso demandante sobre los labios del rubio.

Y fue así como ambos emprendieron la huida.

Cierre de telón de la imaginación de Yuuri

- Tierra llamando a Yuuri- Murata continuaba chocando los dedos ocasionado ante el rose aquel extraño sonido que usualmente le servía para llamar la atención de su soñador compañero de clase.

-¡Despierta, tenemos clases!- finalmente el aludido parecía dar muestras de vida

-De verdad algún día sabré que tienes en esa cabeza tuya que siempre anda en las nubes, Shibuya.

-Lo miso que tienes tú cada vez que ves un par de piernas largas y pechos grandes- se defendió el móreo.

-Pues deberías de cuidarte, al parecer ya Tienes un nuevo enemigo- dijo Murata señalando a un joven vestido de forma extraña y gafas, que no dejaba de ver al moreno emitiendo una espeluznante aura asesina.

-¿Crees que esté enfermo?- dijo Yuuri al ver como su cuerpo estaba cubierto por toda aquella montonera de ropa y esas gafas oscuras, sin mencionar el barbijo y los guantes.

-Puede ser… quien sabe, pero de que la trae contigo la trae.

-pues yo no estoy interesado en locos mi corazón ya tiene dueño.

-No creo que él lo vea desde el punto de vista amoroso- acomodo sus lentes, para mirar a su amigo con esa mirada interrogante y aterradora que lo obligaba a decirle la verdad -¿tenias novia?

-no la tengo, pero la tendré, solo espera que lo encuentre- respondió algo sonrojado.

-¿encuentre?- Pregunto Murata algo sorprendido –¡acaso es un chico!- soltó sin preámbulo ante la vista de todos los presentes de la cafetería, que por leves segundos miraron a ambos amigos y luego se dispusieron a continuar sus actividades después de soltar unas cuantas carcajadas.

El rostro de Yuuri estaba rojo como el tomate, pero no le dio importancia, continuo con su afirmación y defensa de su amor.

-El sexo no importa, pero te juro que es la cosa más bella que jamás había contemplado en todo mi vida.

-si tu lo dices, mira por qué no salimos los cuatro, yo con María y tú con novio secreto, claro una vez que lo encuentres- dio en respuesta Murata, con un tono sarcástico.

-¡Eso es una genial idea, espera que lo encuentre y tendremos una cita doble!!!

Grito entusiasta el moreno, mientras que el pelinegro con piel clara solo negaba con la cabeza - Y pensar que parte de esto es mi culpa…- se dijo resignado, y miro nuevamente al extraño que misteriosamente había desaparecido.

-Este será un largo semestre- suspiro el pelinegro.

Las sillas estaba enumeradas, todos los alumnos pasaron a tomar sus respectivos asientos según la numeración asignada por el docente.

Nadie en el aula comprendió porque detrás de Shibuya Yuuri se encontraba sentado Bielefeld Wolfram, pero a nadie pareció importarles después de todo nadie quería estar cerca de la extraña bola de ropa, leproso andante que era Wolfram, aunque una que otra estudiante mataría al leproso por estar cerca del pelinegro.

Los exámenes habían sido repartidos, las hojas de respuesta también, todos listos y centrados en sus exámenes, todos menso tres personas: Yuuri que se la pasaba de lo lindo en su mundo de ensueños, respondería el examen en un santiamén en los últimos 10 minutos; Wolfram que había iniciado una sangrienta batalla de miradas amenazantes con Murta, y obviamente Murata que no estaba dispuesto a perder ante aquel vampiro que había enloquecido a su amigo al extremo de convertirlo en un estúpido enamorado durmiente.

El examen había concluido, y todos se marcharon, y la noche había caído, Wolfram estaba as que exhausto cuando regreso a su dormitorio individual valla Dios a saber de dónde sacaba tantos privilegios, ah sí era un vampiro tenía la capacidad de hipnotizar a los humanos.

Se tiro en aquella cama era demasiado blanda para gustos del rubio pero ya estaba en su limites, debía descansar y luego emprender una cacería en algún corral cercano, pero con mil demonios donde encontraría corrales de animales en plena ciudad de Tokio, menos un bosque, maldijo al moreno por haberse ido a la ciudad, se maldijo por no haberlo matado en el tren. Pero más que todo maldijo a esa peste de hombre lobo que tenía como amigo que no dejaba de vigilarlo.

-Estoy cansado, debería simplemente abandonarlo, que el licántropo se haga cargo, se ve que le tiene estima.-

Se dijo mostrando una leve enriza.

-Sí, suena bien, después de todo suele pasar, que por celos un licántropo asesine a un vampiro. Eso mismo: el vampiro estuvo a punto de arrebatar la vida de su amigo y el licántropo para salvar a su amigo lo mata, pero lamentablemente el daño ya fue hecho, aunque no es un daño completo, por tanto el debe lidiar con su responsabilidad.

-Que malo, yo no asesine a nadie- de la anda sobre la ventana de Wolfram Murata se hizo presente sorprendiendo al vampiro

-Imbécil quien te dio permiso de espiar- el rostro de Wolfram mostraba mucha molestia y sus dientes afilados al igual que sus uñas estaban a la orden del día.

-acaso se pide permiso para eso- dijo al tiempo de acomodar sus gafas – si ese es el caso disculpa mi falta de modales, ¿puedo espiarte?

Cercano a las residencias especiales Yuuri caminaba en busca de su amigo, esa era la dirección que su olor de Murata indicaba. De pronto su mirada fue dirigida al tercer piso donde observo salir de la habitación una gran cantidad de chispas y fuego – ¡Fuego! – se alarmo – no, el sistema contra incendios es muy bueno.

-¿juegos artificiales?, Quizás, pero no estamos en temporada, mejor vallamos a ver qué ocurre – Yuuri se puso en marcha hacia esa habiatacion conflictiva.

De vuelta en la habitación.

-¡Wolfram deja de hacer eso!, harás que todo el campus de de cuenta de quienes somos.

-si claro, ¡y tú crees que me quedare quietito para que me asesines maldito licántropo!!!- levanto nuevamente la mano he invoco el elemento fuego –¡no!, ¡antes de eso te mato yo!

-¡solo quiero hablar!!!- exclamó el pelinegro con voz burlona -además no creo que en tu estado actual puedas matarme- Murata había cogido a Wolfram del brazo con un movimiento muy rápido haciéndole una llave paralizadora

-¡tú!!!!!

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Los ruidos se incrementaban, Yuuri fácilmente podía darse cuenta de ellos, una batalla titánica había empezado, ¿pero por qué en la universidad?, ¿por qué en la ciudad?, ¿por qué ahora? Y sobre todo… ¿Por qué Murata estaba involucrado?.

Sus pies no esperaron una respuesta del cerebelo simplemente se dispusieron a correr a salvar a su amigo de aquel agresor.

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-Así que eso fue lo que paso- dijo Murata algo satisfecho con la información recibida

-tú eres tan responsable como yo, sabias que era un bosque de caza, ¿por qué no fuiste por tu amigo?

-Iba a ir, pero el abuelo dijo que no era prudente, después de todo eran dos contra uno.

-Maldito Conrad.

-Además según el tratado si mataban a un humano serán expulsados del territorio y eso mi amigo no les favorece mucho, así que lo deje a la suerte, jamás pensé que Shibuya fuera del tipo impulsivo, aun en ese estado es normal.

-¡Impulsivo!, ¡casi me saca el dedo!

-jejejeje… shibuya puede ser algo terco.

-¿Tenemos un desacuerdo?

-Si, después de todo tal como tú mismo dijiste, en parte también es mi culpa.

-Si es así, simplemente me marchare ya he estado suficiente tiempo lejos de un bosque, necesito alimentarme lo más pronto posible.

-Cerca de la estación se halla un bosquecillo secreto, allí encontraras una buena cantidad de animales de gran tamaños

-Un bosque secreto…, ¡Un bosque encantado con seres como nosotros!

-No te preocupes, a lo mucho te hallaras con elfos o brujas, y creo que estas a su nivel.

-licántropo fastidioso.

-Muerto de hambre.

Wolfram prefirió ignorar a él pelinegro después de todo y aunque le doliera reconocerlo si se estaba muriendo de hambre.

Se dispuso a marcharse del campus, cuando de la nada Murata solo se levanto y comenzó a aullar en un tono agudo que solo fue percibido por los oídos del vampiro que perdió el equilibrio y cayó al suelo cubriéndose los oídos como reacción.

-¿Qué demonios te pa…

Las palabras de Wolfram murieron en sus labios cuando la puesta se abrió y dio paso a la figura de Yuuri que interrumpía en la habitación.

Las miradas de los tres presentes se perdieron en busca de la del otro.

Los ojos de Yuuri abiertos de par en par, se perdieron en la búsqueda fallida de los ojos del rubio que no hacía otra cosa que ver a Murata furioso.

Las miradas de Wolfram eran de pura rabia y furia e iban dirigidas a Murata, listo para atacarlo, pero luego se desviaban hacia Yuuri con una sobra de molestia para finalmente quedarse observando el techo blanco de la mediana habitación.

Por su parte Murata solo miraba a su amigo sonriente, ignorando por completo al rubio.

-¡Los tres amigos finalmente no hemos reunido!- Soltó murada feliz de la vida

-…-

-Llevémonos bien de aquí en adelante- volvió a hablar por la respuesta silenciosa de parte de Wolfram y Yuuri.

-¡hay!!!- asintió Yuuri con una sonrisa de oreja a oreja, tratando de seguir el juego a su amigo de manera inconsciente, creyendo que el ignorante era su amigo sin saber que él era el único ingenuo que no sabía nada de la tormenta que se le avecinaba.

Wolfram se termino de levantar, y mostro sus dientes y uñas, esta vez no había espacio para palabras de explicación o disculpas, esta vez era tiempo de asesinar ambas molestias.

Simplemente tomo su pose de ataque y se dispuso a atacar a Murata, él era la primera amenaza a eliminar.

Yuuri comprendió la acción del rubio creyendo que el rubio solo actuaba por miedo y para protegerlo. Se abalanzo sobre el tomándole una mano con toda la fuerza que tenia.

Por su parte Murata listo para recibir y bloquear el ataque vio contento la acción de su amigo y aprovecho para cogerlo al vampiro de la otra mano.

El pobre de Wolfram estaba más que estupefacto, en la mano derecha estaba cogido por Yuuri que presionaba su palma como si se tratase de un saludo de mano americano, y de la otra Murata el cual triplicaba la fuerza de agarre ejercida por Yuuri y hacia lo mismo.

-¡Mucho gusto en conocerte!!!- dijo Yuuri.

-Llevemos bien de ahora en adelante!!- volvió a recalcar Murata apretando mas el agarre obligando al rubio a gemir de dolor, porque de no ser un vampiro ya tuviera los hueso de la mano reducidos a añicos.

Yuuri soltó un poco el agarre pensando que ese gemido era a causa suya.

-Gomene…- se disculpo atrayendo consigo la mirada de ambos

Wolfram simplemente suspiro, en ese estado no lograría nada, solo salir muerto, Murata definitivamente lo mataría, ese agarre lo dejaba muy claro

-gusto en conocerte,… Yuuri- soltó Wolfram con resignación, no le quedaba más camino que seguir el juego que aquel licántropo había trazado.

Finalmente las miradas de Yuuri y Wolfram se enfrentaron reconociéndose como creador y error de los grandes.

Wolfram no pudo evitar volver a sentir aquel escalofrió y esa llamada de atención por parte de sus sentidos que le advertían que ese chico de cabellera negra y ojos del mismo color será la causa de su muerte, y aquel licántropo solo era uno de los factores que demostraban su teoría.

Notas finales:
Gracias por los reviews, de verdad me inspiraron a seguir, pese a la poca aceptacion de los universos alternos, seamos francos a mi tampoco me gustan mucho los universos alternos, pero la idea y el deceo me obligaron a caer en esta tentatiba de crear esta historia, espero que la disfruten, bye.

PS:

!Muchas gracias por los reviews!.

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