El día en que le comunico la, a sus ojos, maravillosa noticia a su hermano mayor lo que menos espero recibir como respuesta era una bofetada y un “¡Eres idiota!”, seguido de un sermón donde la oración “No sabes lo que estas haciendo” era extrañamente repetida, como si esa frase lo fuera convencer de no hacer lo que estaba dispuesto a hacer.
Aquel día, Uchiha Sasuke había acudido a la habitación de su agobiado hermano mayor, quien se encontraba sentado en el escritorio, con la cabeza entre las manos y frente a unos papeles con cara de el más puro de los fastidios.
Sin levantar la cabeza Itachi Uchiha dijo a su hermano que pasara y le ofreció que sentarse en la cama, cosa que el menor hizo mientras miraba con una mal fingida lastima a su hermano mayor. Itachi se levantó del escritorio y luego tomo la silla para sentarse frente a Sasuke.
Después de un torpe comienzo que hizo que Itachi alzara una ceja de forma interrogante, Sasuke soltó lo que había ido a decirle: “Me voy a ir de la casa”. Por un momento Itachi no pareció procesar bien lo que su hermano menor decía, momento que Sasuke aprovecho para darle las razones de porque se iba, diciéndole que sus mejores amigos Neji y Naruto también se irían con el, pero antes de hacerle saber que también la prima de Neji los acompañaría recibió la bofetada.
Si bien la reacción de Itachi no era lo que el hubiera esperado recibir, tampoco era algo que estuviera fuera de sus predicciones. Su hermano mayor lo quería, y mucho, lo quería demasiado como para asimilar rápidamente lo que Sasuke trataba de decir, y este ultimo lo sabia, y había sido muy tonto de su parte soltarle la noticia de esa forma tan repentina y poco premeditada, sin embargo había creído, o querido creer, que su hermano entendería perfectamente cuando le dijo que ya no podía seguir con el peso que significaba llevar el apellido Uchiha a cuestas.
Pero cuando recibió esa bofetada se dio cuenta de que su hermano lo quería demasiado como para aceptar su partida, sin importar que tan de acuerdo estuviera con los motivos de esta.
Escucho, con algo de pesar, como Itachi le decía que irse era el error mas grande que podía cometer, que hacer eso no le dejaría nada bueno, que iba a regresar arrastrándose hacia sus padres, y que si quería mantener su orgullo (otro regalo de los Uchiha) intacto no tenia que hacer algo así de estupido. Pero cuando su hermano mayor termino de decirle todo eso, el ya tenia una respuesta.
-- No quiero terminar como tu –Dijo con una seguridad y entereza que no encajaban con su afligido rostro.
Y si decir esa irrefutable verdad le había dolido, la cara de Itachi sobrepasaba el dolor mismo. El rostro y los ojos de su querido hermano mayor reflejaron el dolor que le había provocado esa confesión y su gran contrariedad, esto último más por su mismo que por su hermano, algo que el menor noto y le destrozo el alma.
--…Me di cuenta… –Comenzó Sasuke con indecisión, mirando a Itachi a los ojos sin importar lo mucho que se le dificultara—Me di cuenta de que la voluntad de nuestro padre puede mas que la tuya. Siempre estas diciendo que no dejaras que te arrastre pero…pero así es… --Trago saliva al sentir que un nudo se formaba en su garganta, porque lo que decía era una aseveración que a él mismo se le entorpecía afrontar-- …Si tu, Itachi, si tu no puedes contra la voluntad de nuestro padre yo menos, si tu estas cayendo así de rápido, va a bastar con que me mire para que haga lo que quiere.
-- Sasuke yo no…
-- Si, si Itachi tienes que admitirlo –Lo interrumpió Sasuke, no queriendo escuchar las falsas excusas para justificarse—Solo mírate. Aun no sales de la escuela y ya estas trabajando en la empresa –Dijo señalando el escritorio—Yo no quiero terminar así… Ahora que mi voluntad sigue intacta, quiero irme, antes de que sea demasiado tarde…Porque no quiero terminar como tú –Y el rostro de Itachi, la esencia del dolor mismo, lo obligo a llorar.
Sasuke quería a su hermano, lo había admirado desde siempre, su hermano había sido su razón para querer crecer en todo aspecto, para ser mejor en la escuela, para ser una mejor persona, para no dejar que nadie lo pisoteara, su razón para nunca rendirse había sido su hermano mayor, había sido ese Itachi al que ahora no admirada, al que ahora miraba con mal encubierta lastima, Itachi había sido su razón para ser mejor, pero ahora que veía su orgullo, sus sueños y su voluntad tragada por la presión de sus padres, ahora que veía al desdichado hombre de apenas veintiún años sufrir viendo sus anhelos destruidos, ahora que miraba su cansado y dolorido rostro, esas ojeras mas marcadas, esa faltada de brillo en sus ojos, ahora que veía el remedo de hombre en que el gran Uchiha Itachi se había convertido, tenia muy en claro dos cosas: No dejaría que le pasara los mismo, y ya no, ni ahora ni nunca, admiraba a su hermano mayor.
-- Sasuke… --Llamo Itachi al ver que esas lágrimas escapaban de sus ojos, al ver a su hermano bajando el rostro de vergüenza y dolor—Sasuke –Volvió a decir mientras se le acercaba y lo envolvía en sus brazos—Gracias –Le susurro abrazándolo fuertemente—Gracias por tener la valentía que yo no, gracias…Gracias por no querer ser como yo.
Sasuke, aquel día, abrazo a su hermano como pocas veces lo había hecho, se dejo caer entre sus brazos, queriendo pensar que Itachi todavía era el Itachi que el recordaba, el Itachi que se hubiera ido junto con el, dejando los papales de la gran empresa Uchiha sobre el escritorio…Como deseó que ese fuere el Itachi que abrazaba con tanta fuerza, y no el desventurado hombre que se hacia llamar su hermano mayor…
~~O~~
Los tres, desde hacia mucho, se habían dado cuenta de que lo que ellos deseaban hacer nunca se cumpliría, al menos no si seguían bajo la vigilante y estrujadora presión de sus padres.
Para ninguno, nunca, había sido un secreto lo que los otros sentían respecto al futuro que se les echaba encima con una certeza y velocidad irrefrenable. Los tres siempre habían dicho que el apellido pesaba demasiado, que era cansado llevarlo, que era problemático y que impedía relacionarse de una manera sana y normal con las personas.
Uzumaki, Uchiha y Hyuuga, eran los tres apellidos mas importantes dentro del mundo empresarial, y desde niños lo sabían, desde niños supieron que la mayoría de sus “amigos” no serian mas que personas en busca de una oportunidad, que tenían que saber elegir con quien juntarse, que las niñas solo iban a buscarlos para, quizás, alguna día, llevar también ese prestigiado apellido, lo supieron desde niños, y talvez fue por eso que su primer día en aquella primara de paga, cuando la maestra pasaba lista, que decidieron ser amigos, no porque a primera vista se hubieran simpatizado, si no para no tener que lidiar con un monto de personas falsas, pues tenían la impresión de que siendo los tres tan importantes podían ayudarse mutuamente, de que podían servirse de apoyo.
Cuando Neji contó a sus padres que sus amigos eran Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto, el orgullo lleno el rostro de su padre, dándole unas palmadas en la espalda por su excelente trabajo, por ser la entrada al negocio con esas grandes empresas.
Cuando Naruto contó a sus padres que Hyuuga Neji y Uchiha Sasuke eran sus amigos, el rostro de su madre mostró una sonrisa y el de su padre no mostró otra cosa que la felicidad de saber que tenia aun mas posibilidades de negociar con esas grandes empresas.
Cuando Sasuke les contó a sus padres que sus amigos eran Uzumaki Naruto y Hyuuga Neji, su padre asintió con satisfacción, pensado que su relación con la empresa Uzumaki y la empresa Hyuuga, crecería como nunca.
Porque para los padres de cada uno (y el resto del mundo) no eran unos muchachos, eran empresas, los futuros líderes de cada una.
El día en que los tres se dieron cuenta de que lo que deseaban no se cumpliría si seguían ese camino, fue como si les arrojaran una cubetada de agua encima.
Naruto se dio cuenta gracias a su hermano mayor Deidara, de la misma edad de Itachi y un gran amigo de este. Deidara era un chico entusiasta, muy escandaloso y enérgico, pero sobre todo un gran artista. El sueño del hermano de Naruto era convertirse en un gran escultor, y cuando se lo dijo a sus padres, el retundo no que le dieron lo destrozo…Poco después Naruto se dio cuenta de que su hermano había sucumbido ante los deseos de su padre, que había terminado estudiando administración de empresas, dejando a un lado todos sus deseos de ser un reconocido artista. Y Naruto supo que la sola idea de que eso le pasara a el, lo aterrorizaba.
Neji, por otro lado, hijo único, sin hermanos que le ayudaran a ver lo que el futuro le tenía preparado, soñaba con ser un abogado, y nunca creyó que a sus padres les molestara, después de todo esa era una gran profesión, sin embargo un día los llamaron a el y a su prima, Hinata, para decirles que debían prepararse para lo que les deparaba la vida, lo cual era conducir la empresa que por generaciones había pasado de padre a hijo. Neji supo que su padre no lo dejaría ser abogado, y supo que a Hinata le faltaba carácter para dirigir una empresa, y se sintió tan desdichado como ella, pues si sus padres decían que harían eso, era porque harían eso.
Sasuke siempre había sabido que su padre quería que sus hijos dirigieran la empresa en un futuro no muy lejano, pero no le tomaba importancia, porque desde pequeño había visto a su hermano negarse a hacer tal cosa, siempre diciendo que el quería ser policía (sueño que Sasuke también tenia), siempre diciendo que el no iba a ser empresario…Fue, de hecho, poco después de que Itachi supiera que Deidara había abandonado toda esperanza de ser escultor, cuando poco a poco los años de presión ejercida por Uchiha Fugaku surtieron efecto: Lento, pero seguro.
Ninguno quería terminar así, ni como Itachi ni como Deidara, ninguno quería abandonar su sueño…Pero cuando se dieron cuenta de que si no querían terminar haciendo la voluntad sus padres, tendrían que abandonar lo que soñaban, no importo.
-- Entonces…¿Ya le dijiste a Hinata? –Pregunto Naruto, mientras los tres estaban comiendo en ese caro (para variar) restaurante.
-- Ya. Dice que quiere venir –Les informo Neji, ante lo cual asintieron.
-- Entonces Hinata también viene –Musito Sasuke mas para si que para los demás-- ¿Le dijiste todo? –Cuestión sin despegar la vista de la taza de café frente a el.
-- Esta conciente de todo lo que puede pasar, y no le importa –Dijo Neji.
-- ¿Cuándo nos vamos? –Pregunto esta vez el rubio.
-- ¿Cuándo? –Pregunto también Sasuke.
-- No se…Mientras mas rápido sea mejor –Contesto Neji.
-- ¿Que tal mañana? --Propuso Naruto, sorprendiendo a ambos chicos por tan próxima fecha—Es que…si alargamos mas esto…
-- Nadie se va a echar para atrás –Afirmo Neji con seriedad, recibiendo el apoyo de Sasuke, quien asintió—Pero tienes razón, si alargamos mas esto, nos va a dar miedo. Yo creo que esta bien, y Hinata también quiere irse rápido. ¿Tu que dices? –Pregunto mirando a Sasuke.
-- ¿Mañana…? --Dijo pensativo el Uchiha—Pasado mañana –Corrigió.
-- ¿Por qué? –Dijo Naruto con cierta decepción.
-- Quiero despedirme de mi her… --Pero rectifico—…de Itachi.
-- Esta bien –Acepto de buena gana Neji—Pasado mañana nos veremos donde siempre, y luego nos vamos. Recuerden…
-- Llevar dinero, ropa y algo de comida –Termino por decir Naruto—No has parado de repetirlo –Se excuso al ver la cara de Neji.
-- Pasado mañana… --Suspiro el Hyuuga.
-- Pasado mañana –Concordó Naruto con alivio y esperanza.
-- Pasado mañana –Repitió Sasuke—Pasado mañana, nos vamos.
Permanecieron en un agradable silencio, donde los tres se preguntaron si estaban haciendo o no lo correcto, si eso terminaría como esperaban, si no se arrepentirían de nada, se preguntaron eso y mucho mas solo para llegar a la conclusión de que no lo sabían o no les importaba.
Se levantaron y pagaron la cuenta, para después salir del restaurante. Se despidieron y luego su camino se dividió…Estaban asustados, porque al fin solo eran unos jóvenes que siempre lo habían tenido todo, que tenían diecisieta años, que estaban a muy poco de terminar la preparatoria, solo eran tres muchachos asustados, pero decididos y ansiosos.
~~O~~
Cuando Sasuke le dijo a Itachi lo que estaba dispuesto hacer, nunca espero que la situación terminara de aquel modo.
Se había puesto a llorar como un niño de seis años, se había puesto a llorar entre los reconfortantes brazos del hombre que una vez había llamado con orgullo su hermano mayor. Sin embargo, el porque de sus incesantes lagrimas no lo entendía del todo. Sabia que parte de su llanto se debía a su inminente y esperada partida, a que no vería de nuevo a su padre, a su madre y a Itachi, sabia también que era porque tenia miedo, le tenia miedo al mundo al que pronto se arrojaría con una seguridad propia de un idiota, sabia que era por lo que había dicho su hermano, por esas palabras de agradecimiento que no hacían mas que confirmarle, de la manera mas dolorosa posible, que Itachi ya no era el hermano que hubiera aceptado su decisión para luego irse con el…Se dio cuenta, al final, de que la mayor parte de su llanto se debía a eso, a que su hermano no iría con el, deseo con todas sus fuerzas que Itachi mandara todo al carajo para estar con el, únicamente para estar con el…Y no paso, no paso lo que con todas sus fuerzas esperaba que pasara, su hermano nunca le susurro un “Iré contigo”, y fue mas que nada por eso que lloro como un niño, esperando que si el se transformaba en el Sasuke de ocho años, su hermano se convertiría en el Itachi de doce años, en ese Itachi que tanto anhelaba, en ese Itachi que tanto amaba…Y fue cuando este ultimo pensamiento cruzo su mente, que de verdad le dolió llevar el apellido Uchiha, porque lo acercaba tanto as u hermano y a la vez lo ponía tan lejos, esa estorbosa unión sanguínea que era recalcada en un papel, esa unión que los alejaba tanto…
Entonces, mientras Sasuke lloraba con mas fuerza al darse cuenta de esa maldita unión, de que la desgraciada conexión entre ellos se acentuaba con ese apellido, fue ahí cuando sintió como su hermano ignoraba su estorbosa unión sanguina, esa entrometido palabra.
Los labios de Itachi sobre los suyos, moviéndose con ansias, eso fue lo que sintió, fue a ese beso al que correspondió inmediatamente, fue esa acción la que lo hizo pensar que Itachi volvía a ser el Itachi que tanto había amado, pero la verdad era que nunca había dejado de amarlo, sin importar que ya no fuera ese admirable hermano, lo amaba.
Se besaron lentamente, mientras Sasuke dejaba de llorar, dejando de lado so conexión sanguínea, dejando de lado su miedo a lo que se avecinaba, olvidando por un momento que su hermano no iría con el, olvidando que pronto estarían mas lejos de lo que nunca habían estado.
Se recostaron en la cama de Itachi, con el menor debajo de este, besándose con un apasionado sentimiento, una extraña pero agradable mezcla miedo, de dolor, de amor, de lastima, de aprensión, con unas tiernas ansias de llegar mas lejos, con sus manos colándose con cierta inseguridad pasajera bajo sus ropas, con sus labios y lengua jugando con pasión.
Fue por un corto instante en que Sasuke pensó que no debería hacerlo, en que si lo hacia no iba a poder irse, en que terminaría atado a esa casa, a esa cama y a ese hombre, pero cuando escucho las palabras que Itachi susurro con solemnidad a su oído, ya no le importo, y estuvo a punto de echarse a llorar otra vez, mientras repetía con esfuerzo esas mismas palabras, mas alto, mucho mas alto, agregándole un “siempre”, porque así se había sentido y se sentiría.
Más y más besos, más placenteras sensaciones, mas y mas profundo, mas y mas sentimientos, mas y mas ganas de llorar, mas y mas ganas de nunca decir adiós, mas y mas adentro, mas y mas placentero, cada vez mas y mas cerca de que ese momento terminara…
Cuando, por un instante, Sasuke se encontró a su mismo mirando el techo de la habitación de su hermano, con las calidas manos de este a su alrededor, cuando se encontró desnudo junto al cuerpo en iguales condiciones de Itachi, supo que no valía la pena llorar, que no valía la pena arrepentirse, que únicamente debía dormir, pues mañana le esperaba un día largo, un día que recordaría junto con ese el resto de su vida.
Al día siguiente, de noche, Sasuke se dirigió al lugar de siempre, que no era mas que un edificio abandonado donde solían reunirse cuando querían privacidad, tristemente pensó que esa seria la ultima vez que estaría ahí.
Naruto estaba ahí, con una mochila, con una mirada ansiosa y esperanzadora para el y el resto del mundo. Neji estaba ahí, cargando sus cosas y las de su prima, con ese elegante y seguro porte que ahora debía esforzarse en mantener. Hinata estaba ahí, con una mirada claramente asustada, pero también llena de una seguridad que el no conocía. Y el, Uchiha Sasuke, estaba ahí, con una mochila al hombro, dispuesto a desaparecer de esa ciudad, aun con el recuerdo de la ultima noche que había pasado en casa, de la única y ultima vez entre los brazos de Itachi.
Sasuke camino con decisión hacia sus amigos, quienes igual que el estaban seguros de lo que hacían, quienes aceptaban la responsabilidad de su decisión, quienes esperaban encontrar una mejor vida lejos del apellido que los había marcado desde siempre.
Cuando todos estuvieron listos para decirle adiós a esa ciudad, se pusieron en marcha.
Fue ahí, mientras caminaban con la oscuridad de la noche como su cómplice, que Sasuke comenzó a llorar silenciosamente. Naruto no supo que hacer, Neji tampoco, por su lado Hinata se acerco hacia Sasuke, le sonrío como solo ella podía hacerlo, le dijo algo y después señalo al frente. Sasuke sonrío como no creía poder hacerlo y luego corrió, mientras Hinata sonreía, Neji suspiraba y Naruto les decía que había que seguir a delante.