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Para tener una buena vida por liaaran

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Notas del capitulo:

hola^^

aquí yo de nuevo, les traigo el nuevo cap espero que sea de su agrado

por cierto en este cap veran el primer acercamiento de harry para con Draco

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Cap. 4 Un perro, un trol y un partido de quiddich

 

Después de que Harry recibió tan esplendido presente de los que quería fueran sus suegros, les mando una nota de agradecimiento, aunque a decir verdad, el pelinegro nunca se imagino tener esa contestación así:

 

Querido Harry:

 

Espero que no te moleste que te llame así, pero me es imposible llamarte de otra forma, cuando tienes la misma edad que mi dragón.

 

Regresando a lo que nos compete, me es indispensable aclararte que no hay nada que agradecer y mucho menos, por una pequeñez como una escoba; después de todo, ese obsequio es solo un detalle, quizás una forma adelantada para contribuirte que salvaras a Draco del calamar gigante, siendo que eso es algo que nunca terminare de pagarte.

 

Se despide de ti Narcisa Malfoy.

 

Posdata:

 

Te agradecería que me llames Narcisa o Cisi, en el mejor de los casos, señora Malfoy es solo para eventos sociales, no para tratar a los amigos, y tú, eres amigo de la familia desde que protegiste a mi pequeño.

 

Ante tal mensaje Harry embozó una sonrisa de victoria, después de todo, tener la  fidelidad de los Malfoy le estaba costando menos trabajo de lo que pensaba y lo mejor de ello, es que cuando rescato a Draco del calamar gigante nunca lo hizo pensando en eso, en ese momento lo único que tenía en su mente era proteger a su amado rubio.

 

El tiempo fue pasando y con eso la amistad de Draco y Harry fue creciendo, al grado que los demás miembros del Olimpo muchas veces andaban sin ellos.

 

Un día después de hacerle una broma a Ron para que tuviera pies de gelatina y se agrandara la lengua, Harry y Draco corrieron despavoridos  entre los pasillos, sin darse cuenta que por eso llegaron a la zona del castillo que tenían prohibida. Ya que era tanta su adrenalina por la broma y por huir de un posible castigo, que solo se percataron de donde estaban cuando se detuvieron a tomar aire.

 

—¿Crees que nos haya visto?— pregunto entre jadeos por el esfuerzo el ojiplata.

 

—Lo dudo— contesto con una sonrisa satisfacción Harry para proseguir con deleite —Estaba más ocupado por no caerse de las escaleras.

 

Ambos chicos se dedicaron una sonrisa de complicidad y felicidad, en eso se escucho —¿Quién anda ahí?— cuestiono el conserje enojado —Estoy ansioso por encontrarlos— sonrió malicioso el hombre —Darles su merecido por romper el toque de queda y estar en un lugar prohibido.

 

—Diablos— susurro Harry antes de tomar la mano de Draco y meterlo en una de las tantas puertas que había en el corredor.

 

—Aquí nos va encontrar, tenemos que buscar una escondite— observo detenidamente el sitio donde estaban y sonrió victorioso —Ahí hay una puerta— y sin más guío a su acompañante al sitio.

 

El ojiverde se dejaba guiar mientras miraba atento el sitio con escrutinio, ya que ese sitio se le hacía extrañamente familiar, aunque bueno eso era de esperarse para alguien que está viviendo las mismas cosas dos veces. Pero el sentimiento de incertidumbre  que le generaba ese sitio no se comparaba con nada que allá vivido.

 

Cuando por fin Harry hizo memoria, se dio cuenta que ya era muy tarde, siendo que Draco ya había cerrado la puerta y ahora se encontraba frente a Fluffy, el cerbero de Hagrid, así que sin más abrió la puerta de nuevo y arrastro a Draco.

 

Después de eso ambos jóvenes corrieron como alma que lleva el diablo para las mazmorras, del incidente nadie dijo nada y entre paréntesis quedo como un recuerdo del olvido.

 

El tiempo siguió su marcha hasta llegar al 31 de octubre, mejor conocido, como la noche de brujas, por lo que Hogwarts no podía evitar celebrar ese día con ímpetu, cosa que estaba siendo para las serpientes del Olimpo, hasta que a Peeves se le ocurrió vaciarles una mezcla extraña, de la cual mejor no hablar, por lo asquerosa que era.

 

Solo que para mala suerte de Draco esta lo baño completamente y en su intento por quitarse un poco, terminó ensuciando a Harry.

 

—Gracias— expresó con sarcasmo Harry pretendiendo quitarse esa cosa—Yo sabía que me querías.

 

Draco solo lo miró con sus ojos de pistola, antes de darse la vuelta indignado y regresar a su habitación; el ojiverde al ver que en vez de retirarse se estaba embarrando más, opto por seguir al rubio y también darse un relajante baño.

 

Cuando el pelinegro llegó a su habitación escucho agua cayendo por lo que supuso que Draco se bañaba, el chico tuvo que esperar quince minutos antes de que el ojiplata le cediera el baño, después de unos diez minutos más Harry salió baño y luego de cinco estaba completamente arreglado.

 

—Creo que todavía me quedo en el cabello— comentaba frustrado a la nada Draco mientras veía detenidamente sus hilos rubios.

 

Harry se rió al ver eso —No tienes nada, ya vámonos— el ojiplata lo amenazo con la mirada —Déjalo ya, ¡Te vez hermoso!

 

Draco lo vio con duda, agarrándose un mechón de cabello —¿Lo dices enserio?— le pregunto, en el tiempo que observa detenidamente los hilos dorados que sostenía en la mano —Creo que todavía me quedo un poco de esa cosa aquí.

 

El viajero del tiempo rodo los ojos y simplemente tomo la mano de Draco y lo guío al gran comedor.

 

—Harry detente— le exigió Draco, pero el moreno lo le hizo caso —Me estas lastimando— se quejo.

 

Harry se detuvo y comenzó a revisarle la mano que le sujetaba, al ver que no era cierto, lo miró indignado.

 

—No es mi culpa que no me hubieras hecho caso— se justificó antes de decirle lo que le quería decir —Además ya me fije bien y tengo una mancha aquí— señalando una parte de su cabello.

 

—¡Por Merlín, Draco! No tienes nada— pronuncio exasperado el ojiverde.

 

El rubio lo vio irritado y sin más, se dirigió a los baños que le quedaban más cerca, Harry dirigió su vista al techo como pidiéndole a alguna divinidad paciencia, antes de seguir al terco y vanidoso chico, que era dueño de su corazón.

 

En eso ve a Draco parado en la nada —A Salazar gracias que entraste en razón— comento contento en eso un violento ruido lo distrajo —El trol— pronuncio, pegándose mentalmente, por haberse olvidado de ese gran detalle.

 

Harry percibió como Draco se encontraba inmóvil y también sabía que si no hacía nada ese ser los mandaba derechito al otro mundo, aunque también era consciente que no podía utilizar cualquier encantamiento sin levantar sospechas.

 

Como si un relámpago hubiera cruzado los cielos una idea le llego a Harry —Draco— este lo vio un tanto asustado —Prepárate para lanzarle el hechizo que estuvimos practicando— vacilante el chico a sitio, justo a tiempo ya que el trol se les acercaba —A la cuenta de tres, uno, dos, tres… ¡Petrificus totalus!— ante el ataque el trol cayó en seco al piso —¿Estás bien?— cuestiono preocupado.

 

—Si— respondió un tanto vacilante el rubio.

 

 Un momento después, la profesora McGonagall aparecía en el pasillo seguida por Snape y Quirrell. Snape se inclinó sobre el trol, quedándose un poco atónito al ver que estaba petrificado.

 

La profesora McGonagall los vio con enfado —¿En qué estabais pensando, por todos los cielos? Tenéis suerte de que no os haya matado. ¿Por qué no estabais en los dormitorios?

 

Snape dirigió una mirada evaluativa tanto a Harry como a Draco —Si se me permite hablar, profesora McGonagall— pronuncio con voz penumbra, la mujer solo asistió —Potter y Malfoy simplemente podrían haberse encontrado en el lugar menos adecuado en el momento menos oportuno—dijo, aunque con una leve expresión de desprecio en los labios, como si lo pusiera en duda—Sin embargo, aquí tenemos una serie de circunstancias sospechosas: ¿por qué se encontraban en el corredor de las mazmorras? ¿Por qué no estaban en la fiesta de Halloween?

 

Harry armándose de valor contestó —Íbamos a la fiesta pero antes de llegar Peeves ensucio a Draco con una cosa asquerosa y en un descuido de él me ensucio a mí, así que nos fuimos a cambiar y bañar. Cuando nos dirigíamos al gran comedor me dieron ganas de utilizar el servicio, bueno Draco me acompaño y nos encontramos con el trol.

 

—Bueno... en ese caso —dijo la profesora McGonagall un tanto vacilante al principio para después proseguir con calma —Sigo pensando que tuvisteis suerte, no muchos de primer año podrían derrumbar a esta montaña. Habéis ganado diez puntos cada uno para Slytherin. El profesor Dumbledore será informado de esto. Podéis iros.

 

—Antes de irse— los detuvo Snape  —Quiero saber ¿Quién realizo el encantamiento para petrificar?

 

Draco lo miró sin entender a que venía la pregunta, pero aun así lo contesto  —Entre los dos.

 

  —Ya veo— murmuro el hombre  —Diez puntos más para cada uno, por su encantamiento.

 

Los chicos sonrieron con prepotencia antes de dirigirse a su sala común, donde sus preocupados amigos los abrazaron felices de que se encontraran sanos y salvos.

 

A la mañana siguiente Draco apenas pudo desayunar, ya que ese día sería la apertura del quiddich y para su fortuna o mala suerte, Slytherin jugaría primero contra Gryffindor, cosa que lo tenía nervioso; Harry por su lado se encontraba como una fresca lechuga, aunque intento parecer ansioso solidarizándose con su chico.

 

Ese medio día el sol estaba en lo alto, los pájaros cantaban y los alumnos de Hogwarts vitoreaban a ambas escuadras, en los vestidores de las serpientes  Marcus Flint se encargaba de dar un discurso motivador para acabar con sus enemigos, terminado este todos salieron con un porte elegante para dejar en alto a la casa de Slytherin.

 

En el centro del campo la profesora Hooch hacía de árbitro, con su escoba en la mano —Bien, quiero un partido limpio y sin problemas, por parte de todos —dijo cuando estuvieron reunidos a su alrededor —Montad en vuestras escobas, por favor.

 

Sin más 15 personas volaban en sus escobas —Y la  quaffle  es atrapada de inmediato por Angelina Johnson de Gryffindor... Qué excelente cazadora es esta joven y, a propósito, también es muy guapa...

 

—¡JORDAN!

 

—Lo siento, profesora— se disculpo el comentarista para seguir narrando —Y realmente golpea bien, un buen pase a Alicia Spinnet, el gran descubrimiento de Oliver Wood, ya que el año pasado estaba en reserva... Otra vez Johnson y.. No, Slytherin ha cogido la  quaffle, el capitán de Slytherin, Marcus Flint se apodera de la  quaffle  y allá va... Flint vuela como un águila... está a punto de... no, lo detiene una excelente jugada del guardián Wood de Gryffindor y Gryffindor tiene la  quaffle... Aquí está la cazadora Katie Bell de Gryffindor; buen vuelo rodeando a Flint, vuelve a elevarse del terreno de juego y.. ¡Aaayyyy!, eso ha tenido que dolerle, un golpe de bludger en la nuca... La quaffle en poder de Slytherin... Adrian Pucey cogiendo velocidad hacia los postes de gol, pero lo bloquea otra  bludger, enviada por Fred o George Weasley, no sé cuál de los dos... bonita jugada del golpeador de Gryffindor, y Johnson otra vez en posesión de la quaffle, el campo libre y allá va, realmente vuela, evita una bludger, los postes de gol están ahí... vamos, ahora Angelina... el guardián Bletchley se lanza y maldición la atrapo.

 

—¡JORDAN!— se volvió a quejar la profesora aunque en el fondo estaba enojada por que pararon el tiro.

  

El pobre comentarista no pudo disculparse por que en eso la bludger se encontraba en las manos de las serpientes —La bludger está pasando en medio cambio en un ataque combinado con los cazadores de slytherin, en este momento la bludger está en poderío de Draco Malfoy, uno de los jugadores más jóvenes junto con Harry Potter por más de cien años— informo el chico —Malfoy acaba de pasar la defensa de Angélica y se dispone a atacar, es una jugada difícil, ya que están dos cazadores merodeando los aros, la pregunta ahora es ¿La pasara? O ¿Hará un tiro directo? Parece que se dispone a tirar, Wood se lanza a detenerle el tiro… How ¡¿Cómo hizo eso?! Volviendo al juego Malfoy acaba de hacerle una increíble finta al capitán de Gryffindor, lo que hace que el marcador sea 10 a 0 favor las serpientes.

 

Los gritos de los de Slytherin llenaron el aire frío, junto con los silbidos y quejidos de los leones. Mientras que por encima de ellos, Harry volaba sobre el juego, esperando alguna señal de la snitch.

 

Instantes después un destello dorado se apodero del campo, por lo que sin más Harry salió en su búsqueda, ya que deseaba terminar lo más rápido posible ese encuentro; siendo que a pesar que había colocado un hechizo de protección en su escoba a un no se fiaba mucho y menos de subordinado del Lord oscuro.

 

La snitch voló en picada Harry se lanza por ella, a los pocos segundos es acompañado por el buscador de los leones, la pelotita dorada sigue descendiendo, cada vez estaban más cerca de chocar con el piso, el buscador de los leones dejó el valor en sus vestidores, ya que al ver que cerca se encontraban de tocar el césped se detuvo; cosa que no paso con Harry, solo que cuando estaba a punto de alcanzarla la snitch, hizo un zigzagueó que evito que la tocara, para después lanzarse nuevamente para arriba.

 

Al ver que la snitch continuaba su vuelo hacia arriba, Harry hizo una extraña maniobra para retomar su carrera en busca de la pelotita, a mitad de campo y a la vista de todos los seguidores Harry por fin pudo apoderarse de ella.

 

—Valla… Harry Potter atrapo la snitch, Slytherin gana 180 a 20.

 

Harry se acerco con Draco para felicitarlo, ya que dos de las tres anotaciones fueron suyas, en eso, el pelinegro sintió una onda mágica que se la acercaba, solo que no conto con que Draco aumentara la velocidad para llegar con él, recibiendo el impacto del hechizo.

 

La escoba de Draco comenzó a hacer varios movimientos bruscos, al grado que el rubio apenas se podía sostener, pero un giro de 360º hizo que el joven colgara de su escoba.

 

En las tribunas Narcisa Malfoy ahogaba un grito, mientras que Lucius Malfoy y Severus Snape trataban de detener el movimiento de la escoba, solo que cuando pasó, la pausa fue tan abrupta que Draco no se pudo sostener y cayó, para felicidad y sorpresa de muchos, Harry lo atrapo entre sus brazos.

 

El joven rubio al sentir el cuerpo de Harry se aferro fuertemente a él, sintiendo como su corazón bombeaba más rápido y sus mejillas se calentaban —¿Estás bien?— le cuestiono con un hilo de voz.

 

Draco solo afirmo con la cabeza escondiendo su rostro en su pecho y aferrándose al abrazo, apenas llegaron al piso Narcisa, Lucius y Severus comenzaron con un escrutinio detallado del joven, cuando la madre de este vio que estaba bien habló.

 

—Gracias Harry— le dijo con un abrazo para después besarlo.

 

—Joven Potter— le llamó Lucius  acariciando la mejilla de su heredero —No tengo con que pagar que hallas salvado la vida de nuestro dragón— miró detenidamente al joven moreno —Permíteme ofrecerte la lealtad y el apoyo de mi familia.

 

—Yo— dijo vacilante anonadado ante esas palabras —No tiene que agradecer señor Malfoy, Draco es muy especial para mí— expresó con regalándole una sonrisa al rubio que en ese momento se encontraba refugiado en los brazos de su mamá, segundos después observo a Lucius Malfoy —Y me siento sumamente honrado ante su ofrecimiento— y sin más estrechando sus manos cerrando el trato.

 

Harry sabía que aunque Severus Snape no hubiera dicho nada al respeto, también contaba con su apoyo, ya que ante cada palabra del rubio mayor había un asentamiento por parte del profesor de pociones, lo que le daba a entender que él estaba incluido en el trato.

 

Después de semejante susto Narcisa Malfoy llevó a Draco y a los demás a que le hicieran una revisión minuciosa para asegurarse que estaba bien su pequeño, hecho esto, los padres de Draco se fueron de la escuela, ya que Lucius Malfoy quería la cabeza de los ineptos que hicieron la escoba de su hijo.

 

Cuando los padres del rubio se fueron, Draco y Harry se dirigieron a su sala común, en el transcurso de esta, el silencio reino entre ellos. Al llegar al nido de las serpientes fueron recibidos por aplausos y ovaciones, ya que ellos dos fueron los más destacados en el partido, además de celebrar la hazaña del moreno, solo que ninguno de los dos tenía ánimo para eso, así que simplemente se fueron a sus habitaciones a descansar.

 

Harry lentamente se fue desvistiendo, después de todo, por el accidente de Draco ni siquiera se había quitado el uniforme de quiddich. Cuando se estaba quitando la parte de arriba de su uniforme, sintió como una mano fría lo tocaba y le sujetaba la mano.

 

—Dra…— murió la palabra, ya que el rubio se le adelanto.

 

—Gracias por salvarme.

 

En ese momento el ojiplata se veía tan vulnerable o por lo menos para los ojos de Harry, que solo atino a abrazarlo —No tienes por qué agradecerme— le decía mientras acariciaba su mejilla —Te quiero— le expresó con una sonrisa, Draco abrió grande los ojos ante esas palabras además de la boca, solo que no logro articular palabra, por el dedo de Harry que se lo impidió —No tienes que decir nada, solo déjame estar contigo, por favor— estrechando el abrazo.

 

Draco asistió con la cabeza, escondiéndola en el cuerpo del moreno, el chico cerró los ojos, disfrutando de la calidez del abrazo además del sentimiento de protección que lo envergara, una tenue sonrisa se formo en sus labios mientras pensaba mi héroe.

Notas finales:

quizas algunos les extraño la actitud de lucius lo unico que tengo a mi defensa, es que yo creo que el es así ya que qué draco sea mimado no es obra de la casualidad, sino de la sobreproteccion de sus padres

besos


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