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Notas del capitulo:

hola ^^

gracias a todos por seguir mi trabajo, nunca pense que llegaria a tener tanta aceptacion =D

bueno les informo que he regresado a la escuela por lo que ahora tengo menos tiempo libre, pero no por eso dejare de escribir tratare de hacerlo una o dos veces por semanas, segun se pueda

sin mas les dejo con otro cap

Cap. 5 Mi mejor regalo de Navidad

 

Esa noche Draco se fue a acostar con una avalancha de preguntas en su cabeza, ¿Qué siento por Harry?, ¿Me gusta? Y ¿Qué va pasar ahora entre nosotros dos? En lo que esto pasaba, en la cama de alado un Harry Potter sonreía feliz, por fin le dije lo que sentía a Draco. Esta vez no te voy a perder, por no decirte lo que siento a tiempo pensaba el chico mirando el techo para después posar su atención en la cama vecina, esta vez ese hermoso chico será mi amigo, novio, esposo y amante,  nadie me lo va impedir ni me  lo va a quitar, cavilaba con convicción el chico.  Y con eso en mente  ambos chicos se durmieron.

 

La mañana siguiente pretendía ser como todos los fines de semana anteriores, Harry y Draco se dispusieron a visitar a Hagrid, en lo que sus amigos terminaban de hacer los deberes o jugaban ajedrez mágico en la sala común.

 

Solo que no debía de ser un fin de semana cotidiano, o por lo menos pensaba Draco Malfoy, ya que Harry lo trataba como siempre, no ayer se me declaro, tendría que estarme cotejando, no tratarme como si solo fuera su amigo ¡¿Qué pasa con él?! ¿Se arrepintió? ¿Estaba jugando? Y un sinfín de preguntas como esas que estaban inquietando al ojiplata.

 

Dejando de lado las sensaciones del heredero Malfoy, ese día Harry aprendió como es que funciona la astucia de las serpientes, para saber lo que quieren y es que, cuando estaban en la cabaña de Hagrid, Draco hizo que el semigigante soltara la lengua sin que se diera cuenta, así…

 

 —Hagrid— llamó el rubio al hombre, cuando les servía otra rebanada de pastel; la cual por cierto, estaba alterada por Harry para que supiera bien. Hagrid lo vio esperando que el chico prosiguiera —Tu sabes de muchas creaturas mágicas ¿No?— le pregunto un tanto dudoso, el guardabosques asistió —¿Conoces a uno que es como un perro de tres cabezas?— Hagrid lo vio un tanto nervioso por lo que Draco le expuso su cuartada —Lo que pasa es que vi esa imagen en un libro de criaturas mágicas, pero como solo lo estaba hojeando, no me percate de cuál se trataba— se escuso el chico esperando que el adulto tomara el señuelo.

 

Hagrid soltó un poco de aire que contenía al ver que no se trataba de lo que pensaba —El perro de tres cabezas se llama cerbero, una criatura de origen griego— explico con calma.

 

—Con razón— expreso feliz Draco, atrayendo la atención de Hagrid y Harry, lo que hizo que las mejillas del rubio se tornaron un poco rosas—Lo que pasa es que cuando vi la imagen se me hizo conocido, ahora recuerdo que cerbero es el guardián del inframundo según la mitología griega— comento con fascinación recibiendo asentamiento de cabeza de parte del mayor, dándole a entender que estaba en lo correcto —¿Y esas criaturas existen o solo son una mitología?— pregunto Draco duda, ante los ojos de Hagrid por supuesto.

 

—Por supuesto que son reales— expresó un tanto indignado el hombre, para terminar con orgullo —De hecho, yo poseo uno.

 

—¡¿En serio?!— pregunto admirado Draco, Hagrid asistió —¿Lo puedo ver?— inquirió el chico esperanzado.

 

—Oh, lo siento Draco. Un amigo me lo pidió y se lo  preste— respondió vacilante el guardabosques.

 

—Ya veo— comento con desilusión —Hagrid, ¿Fue difícil entrenarlo?— cuestionò curioso.

 

Hadrid se rió un poco —El secreto con todas las criaturas mágicas es saber cómo calmarlo, Fluffy por ejemplo, toca un poco de música y se quedara dormido.

 

—¿Quién es Fluffy?— preguntó Harry.

 

—Mi cerbero, así se llama, ¿No es un nombre lindo?

 

Draco prefirió no contestar al respecto del nombre, por lo que retomó la plática —Valla lo domesticaste, como lo venció Orfeo— admiró.

 

—Pues sí, de hecho de ahí saque la idea— se sincero el hombre —¿Y dime a que debo tu curiosidad por el cerbero?— cuestiono Hagrid a Draco.

 

—Bueno siempre me ha encantando todo lo que tiene que ver con la mitología griega— fue hasta ahí que Harry entendió el porqué de su curiosidad del rubio, no solo se trataba por el incidente del tercer piso, meditaba el moreno, por lo que no escucho lo demás —De hecho me encantan los animales más los mitológicos, me encantaría tener uno— comento con entusiasmó —Aunque claro, no sería un cerbero— expresó con un poco de horror y burla —Tal vez un gato o un perro— se animo a sugerir para después colocar su mano en el mentón —Creo que sería un gato, son más limpios e inteligentes.

 

De regreso al castillo Harry aprecio nuevamente que Draco era más listo de lo que pensaba, siendo que con lo poco que le dijo Hagrid ya había armado una teoría “Probablemente sea Fluffy es el cerbero que se encuentra en el tercer piso y está ahí, porque debe de estar custodiando algo, cómo nos marca la mitología.  Ahora la pregunta es ¿Qué es lo que cuida? Y ¿Por qué?” Valla solo una tarde y ya tiene todo resuelto, lo que mi tiempo tomo más tiempo.

 

Noviembre comenzó a trascurrir y al igual que el viento frio se llevaba las hojas que aun quedaban en los árboles, los días fueron trascurriendo; días donde el joven Malfoy en silencio agradeció por una parte porque su amigo siguiera con ese trato de amigos, pero por otro, decepcionado al ver que no intentara nada para cortejarlo.

 

Las primeras nevadas llegaron y con eso anunciando que el invierno estaba tocando la puerta, lo que significaba que las vacaciones se acercaban, una tarde en la sala común de slytherin, los pequeños miembros del Olimpo se encontraban jugando cartas explosivas.

 

 Cuando Draco hizo la pregunta del millón de galeones —¿Qué van hacer estas vacaciones?— aunque todos sabían que a pesar que preguntaba por las vacaciones, lo que realmente les quería decir, es que si iban a estar con él en la fiesta de navidad.

 

—Mi mamá y yo nos vamos a comprar un guardarropa nuevo en Francia— meditó un poco la chica —Es posible que ahí pase las vacaciones— fijo su atención en Draco —No te preocupes Dray, estaré contigo en la fiesta de noche buena.

 

Draco le sonrió agradecido y miró a Blaise —Mi mamá y su nuevo esposo quieren divertirse en un crucero y es posible que los acompañe— Zabini abrazó sobre el hombro al rubio —Tranquilo dragón el día de la fiesta de navidad estaré contigo, intentando robar whisky de fuego.

 

El heredero Malfoy soltó una suave carcajada y se enfoco en Theo —La verdad no sé— respondió alzando los hombros —Ya sabes que el que se encarga de eso es mi padre, aunque tengo entendido que ya notifico nuestra asistencia a la fiesta de tu familia.

 

Draco asistió ante lo dicho por Nott para mirar a los demás —Mi padre está cerrando unos negocios así que nos quedaremos en Inglaterra— le informó Crabbe.

 

—Mi familia tiene pensado quedarse en Inglaterra hasta el año nuevo y después viajar a Venecia— explico Goyle.

 

Draco asistió ante las explicaciones de los dos chicos que fungían como sus guardaespaldas y aunque estos no lo dijeron, Draco sabía que podía contar con ellos para no aburrirse en las fiestas de alta sociedad de su familia.

 

El ojiplata enfoco su mirada en su acompañante de al lado, ya que este aun no decía nada, y aunque Draco no lo admita con voz alta, quería saber dónde y con quien iba a pasar las fiestas, no es que este celoso, solo quiero saber a dónde enviar su regalo.

 

Pero Harry no comento nada, por lo que Draco tuvo que preguntarle directamente— Y tu Harry ¿Dónde piensas pasar las vacaciones?

 

—En el castillo— respondió aunque no muy fuerte.

 

—¿Por qué?— volvió a inquirir el rubio.

 

—Ya sabes que mis familiares muggle me odian— le contesto mirándolo— Sentimiento que por supuesto es mutuo, por lo que comprenderás que prefiero pasar las fiestas aquí— termino de decirle como si nada.

 

Ante esas palabras todos se sintieron un tanto incómodos, deseaban invitarlo con ellos, aunque ninguno sabía cómo, para alegría de los chicos  la astucia de Pan hizo que la tarde volviera a la normalidad.

 

Al otro día en el correo de la tarde Harry recibió una carta que lo desequilibro mentalmente:

 

Querido Harry me he tomado el atrevimiento de escribirte, siendo que mi dragón me comento que pensabas pasar las vacaciones en el castillo, cosa que por demás me tiene indignada.

 

Después de todo ¿Cuántas veces que he insistido que eres amigo de la familia? Muchas cierto y ahora me entero qué prefieres pasar las vacaciones en la escuela,  que en compañía de mi familia, eso es por demás irritante.

 

Espero que reconsideres tu postura, porque para mi familia y para mí sería un privilegio tenerte de huésped. En todo caso, cualquiera que sea tu decisión, me gustaría que me la notificaras.

 

Se despide de ti Narcisa Malfoy.

 

Harry observo al chico que comía junto a él como si nada pasara y en ese momento no supo como sentirse, si alagado por la invitación de pasar las vacaciones en su casa o manipulado, ya que Draco bien sabía que no le podía decir que no su madre. El pelinegro optó por no pensar en eso y contestarle a su futura suegra.

 

Para alivio de todo el personal de Hogwarts tanto alumnado como profesorado, por fin llegaron las vacaciones.

 

 Harry se sintió sumamente emocionado por pasar las fiestas en la casa del rubio, ya que no solo le permitía estar lejos del castillo sino también pasar todo el día con él. Al llegar a la mansión Malfoy fue tratado como uno más de la familia, además que el ojiverde comprobó que si Draco estaba malcriado era la mayor parte culpa de Narcisa Malfoy, aunque esta, solo le ganaba con poco a Lucius, quien mostraba que  se desvivía por su único hijo.

 

Los días dentro de la mansión se fueron consumiendo como agua de lo mucho que se divertían, por lo que sin que lo vieran venir, llegó la fiesta de noche buena. Fiesta que estada haciendo estragos en el moreno, ya que era  la primera fiesta de sociedad a la que asistiría, para su tranquilidad  de este, Draco le había prometido que no se separaría de él y que le ayudaría en lo que pudiera.

 

 Además para alegría del pelinegro, se enteró que Lucius hacia una fiesta para adultos y otras para jóvenes adolescentes, con el único fin, de que su hijo conviviera con gente de su edad y no se aburriera.

 

Al estar en la fiesta de adolescentes Harry se enteró por que la impaciencia de su dragón porque sus amigos y el fueran, y es que los chicos que estaban ahí, se notaba que solo deseaban acercarse al rubio por interés, cosa que no conseguían gracias a la ayuda de Vicent Crabbe y Gregory Goyle, quienes tenían como trabajo alejar a Draco de todos los hipócritas.

 

Ese era en sí un buen plan, tener gorilas que le cuidaran la espalda, claro, que ninguna de las brillantes mentes, notó el pequeño-gran inconveniente que tenía y es que ambos chicos, se distraían apenas veían comida y más cuando se trataba de postres. Por lo que apenas los elfos colocaron los pasteles, Draco se quedo sin defensa.

 

Cosa que aprovecho una chica rubia —Hola Draco— saludo animadamente, aunque no espero respuesta y prosiguió —¿Te gustaría bailar conmigo?— le cuestiono coqueta.

 

—Sera un placer.

 

Harry se quedo de a seis además de sumamente molesto, al ver que SU chico se marchaba con una desteñida y escuálida escuincla, tanto que sus manos estaban poniéndose rojas de la presión que hacía con los nudillos; razón por la que Pan lo tomo del brazo y lo llevo a la pista de baile.

 

—Sera mejor que te calmes— le susurro al oído en el momento que colocaba sus manos en su cuello —Si no quieres que todos se den cuenta que estas celoso.

 

Fue hasta esas palabras que el moreno reaccionó de con quién y dónde estaba, por lo que sus mejillas adquirieron un precioso color carmín, la chica se rió al ver ese gesto.

 

—Tranquilo nadie te lo va a quitar, mucho menos Astoria Greengrass.

 

Harry le sonrió un tanto forzado al escuchar esas palabras—Me gustaría creerlo pero…

 

Lo interrumpió Pan —Pero aun no te contesta tu declaración y no sabes si tienes o no oportunidad, o ¿Me equivoco?

 

Harry asistió con la cabeza antes de preguntarle —¿Cómo lo sabes? ¿Draco te lo dijo?— la cuestiono un tanto abochornado.

 

Pan soltó una risita —Por supuesto que no— en la cara del moreno solo se leía “entonces ¿Cómo sabes? —Instinto femenino— le dijo restándole importancia y subiendo los hombros, para después ponerse un poco sería y decirle —Draco te quiere ese no lo dudes, solo que aun no está listo, dale tiempo— le pidió, Harry asistió —Y con relación a la chica, solo acepto bailar por simple caballerosidad, no te preocupes por eso— Harry le sonrió agradecido —Y si necesitas algo para conquistarlo, cuentas con mi apoyo— le informo con una sonrisa traviesa.

 

Y con esa sonrisa la música se acabo, Harry vio como se despedía Draco de Astoria con una reverencia y cuando esta deseaba seguir bailando con su dragón, Theo la invito a bailar, cuando este paso junto a Harry escucho como le susurraba —Me debes una Harry, ahora ve por él.

 

El pelinegro se quedo un tanto perplejo pero no perdió tiempo para pensar en eso, solo fue junto al rubio para sacarlo a bailar y no despejarse de su lado, cosa que al final logró gracias a la ayuda de Pankirson y Theodore Nott.

 

El resto de la velada pasó sin ningún contratiempo y ya pasada de las tres de la mañana la fiesta acabo, a la mañana siguiente el reloj apenas marcaba las siete cuando Draco entro corriendo a la habitación de Harry para que fueran a abrir los obsequios, el pelinegro como zombi se dejó llegar por el chico, al llegar al árbol principal de la mansión se encontró con que toda la sala estaba repleta de regalos y en una esquina, Lucius Malfoy y Narcisa tomaban un poco de café aun en pijamas, se notaba que ambos adultos solo estaban ahí para acompañar a su emocionado hijo.

 

—Bue…nos días Lucius— bostezo —Narcisa— saludo un aun medio dormido Harry.

 

La mujer le sonrió enternecida —Disculpa que te levantara temprano, pero Draco tiene la manía de abrir sus regalos a esta hora— comento la mujer con cariño mientras veía como su hijo separaba los regalos de Harry y de él —Cuando terminen, te puedes ir a dormir, si lo deseas.

 

—Gra…

 

Murió la palabra en la boca de Harry, ya que lo siguiente que vio era como Draco lo jalaba para que se sentara en el piso con él y empezaba abrir obsequios —¿Quién empieza tú o yo?— pregunto Draco.

 

Harry le sonrió al rubio menor —Hazlo tú— le pidió.

 

Draco iba a protestar cuando una lechuza atravesó la sala de estar, cosa que sorprendió a todos más por que la lechuza era de Hogwars, el ave se dirigió a Draco y espero que este extendiera las manos para dejar el paquete.

 

—¿De quién será?— pregunto el ojiplata.

 

—Ábrelo— lo animo Harry.

 

Draco un tanto dudoso abrió el paquete un tanto mal envuelto, cuando soltó el liston la caja sola se abrió, lo que le pegó un susto al pequeño rubio y que su padre saliera a su rescate con barita en mano, solo para ver que se trataba de un angora blanco, que más bien parecía una bolita peluda de lo chiquito que estaba.

 

—Un gato— comento irritado Lucius.

 

Draco no escucho eso, solo acerco lentamente su mano al gatito y cuando vio que este no le tenía miedo lo comenzó a acariciar y jugar con el minino.

 

—Suelta eso Draco— demando Lucius.

 

En eso la tersa voz de la mujer de la casa se escucho —Lucius, querido— lo llamo, asiendo que la columna vertebral del que fuera uno de los mortíferos más temidos, pasara una corriente de terror.   

 

—Te decía Dragón que lo sueltes por lo menos hasta que veamos que tiene todas las vacunas y que no es peligroso— termino de decir el hombre con un tanto de pavor, aunque sus palabras se murieron en el aire, porque su hijo estaba muy feliz con su nueva mascota.

 

Segundos después Draco le extendió una cajita larga a Harry, sin dejar de acariciar a su pequeña bolita peluda —Este es tuyo, de nuestra parte— le informo con una sonrisa.

 

Harry la abrió al instante solo para sentir que el alma se le salía del cuerpo —Es ¿Verdad?— pregunto vacilante con lagrimas en los ojos que amenazaban por salir.

 

—Si así lo deseas, si— le respondió Lucius con una tenue sonrisa.

 

—Por supuesto, gracias— y sin más abrazo emocionado a Lucius Malfoy.

 

Y su reacción no era para menos, ya que el obsequio que le dio fue saber que nunca volvería con sus familiares muggles, después de todo su custodia ahora era de Lucius  Malfoy.

 

 

 

Notas finales:

nos vemos pronto, chaito =D


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