Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Para tener una buena vida por liaaran

[Reviews - 144]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola lectores y lectoras ^^

con ustedes la segunda parte 

La habitación siguiente estaba tan oscura que no pudieron ver nada. Pero cuando estuvieron dentro la luz súbitamente inundó el lugar, para revelar un espectáculo asombroso. Estaban en el borde de un enorme tablero de ajedrez, detrás de las piezas negras, que eran todas tan altas como ellos y construidas en lo que parecía piedra.

 

Frente a ellos, al otro lado de la habitación, estaban las piezas blancas. Lo que le mostro el camino al rubio y supo que debían de hacer —Tenemos que jugar para cruzar la habitación, lo que significa que tendremos que ser una pieza del juego.

 

Harry asistió, enternecido por el conocimiento del rubio, ya que a Ron le tomo más tiempo deducir eso y estaba seguro que ese juego duraría menos.

 

—Bueno, sabes que el mejor en ajedrez soy yo…

 

Harry le sonrio para después callarlo con un dedo en los labios, cosa que sonrojo al rubio —Tu solo ordena y yo obedeceré— aporto Harry —Y eso se aplica en todo— termino susurando, cosa que no escucho el joven rubio, ya que meditaba en la táctica a usar.

 

—Bueno, Harry, tú ocupa el lugar de ese alfil mientras que yo ocupo el lugar de la reina.

 

Las piezas parecieron haber entendido por que sin más les cedieron el lugar y peón blanco se movió, dando inicio al juego.

 

El juego comenzó y Harry miraba embobado la maestría del rubio en el juego, su temple serio observando y prediciendo cada jugada, hicieron que sin que Harry supiera como una torre ponía en jaque mate al rey y si este avanzaba al frente moría por un caballo, si avanzaba al frente a la izquierda iba morir por Harry y al frente a la derecha moría por la reina, aunque a decir verdad, la reina y la torre lo tenían acorralado, por lo que sin más, el rey dejo caer su espada dándole la victoria a los jóvenes slytherin.*

 

—Eres el mejor— felicito Harry.

 

—Por supuesto, que esperabas soy Malfoy— comentó con orgullo Draco.

 

Harry se rió un poco por eso —Lo sé y así me gustas— besándole una mejilla, para después tomar su mano y guiarlo a la segunda puerta, Draco estaba un tanto asombrado por el gesto, que solo se dejaba guiar.

 

En la siguiente habitación se encontraron con un maloliente trol, que por cierto, era más grande que el que vencieron en Halloween, pero para su alivio este ya estaba inconsciente, por lo que solo pasaron de largo, encontrándose con una nueva puerta, donde solo había una mesa con siete botellas de diferente tamaño puestas en fila.

 

Al pasar el umbral un fuego los cubrió, aunque este no era común, sino de dos colores, el que cubría para que regresaran era color purpura mientras que el que les impedía avanzar era negro.

Draco observo atento su alrededor encontrando un rollo de papel, que empezó a leer en voz alta:

 

El peligro yace ante ti, mientras la seguridad está detrás,  dos queremos ayudarte, cualquiera que encuentres,  una entre nosotras siete te dejará adelantarte,  otra llevará al que lo beba para atrás,  dos contienen sólo vino de ortiga,  tres son mortales, esperando escondidos en la fila.  Elige, a menos que quieras quedarte para siempre,  para ayudarte en tu elección, te damos cuatro claves:

 

1ª Por más astucia que tenga el veneno para ocultarse siempre encontrarás alguno al lado izquierdo del vino de ortiga;

 

2ª Son diferentes las que están en los extremos, pero si quieres moverte hacia delante, ninguna es tu amiga;

 

3ª Como claramente ves, todas tenemos tamaños diferentes: Ni el enano ni el gigante guardan la muerte en su interior;

 

4ª La segunda a la izquierda y la segunda a la derecha son gemelas una vez que las pruebes, aunque a primera vista sean diferentes.

 

Draco sonrió altanero ese acertijo ya lo había resuelto cuando solo era un niño, aunque no por eso se confío, por lo que hizo lo que todo experto en pociones debe hacer: olio, observo y analizó cada una de las texturas de las pociones. Mientras esto ocurria Harry sonreía feliz, ya que para ir a la siguiente habitación solo había suficiente poción para una persona.

 

—Según entiendo —dijo Harry —La más pequeña nos llevará por el fuego negro, hacia la Piedra.

 

Draco lo miró con una sonrisa de orgullo al ver que había resuelto el enigma —Tienes razón aunque sólo para uno de nosotros— Harry sonrió victorioso —Por lo que tendré que hacer más.

 

Y sin dar tiempo a más Draco saco su portador de pociones, mezclo unos ingredientes y en pocos segundos, ya tenía el pase para la siguiente habitación —Ten— le extendió la poción de Snape —Tu bebe esta y yo bebo la que acabo de hacer— Harry asistió —A la cuenta de tres.

 

—Espera— lo detuvo el moreno —Algo me dice que la que sigue es la ultima habitación, por lo que colócate la capa— Draco estaba por protestar —Lo prometiste— renuente Draco lo hizo —Bebe— ambos lo hicieron —Vamos— indico tendiéndole la mano a donde se supone que debía de estar, el joven Malfoy unió sus manos.

 

Cogidos de las manos ambos cruzaron las llamas negras mientras avanzaban Harry le susurro —Apenas salgamos de aquí te quedas en la entrada…

 

—En lo que tu peleas ¿No?— le dijo con sarcasmo y mostrando su frustración.

 

—Te encargaras de cubrirme la espalda— pronuncio tratando de calmarlo, aunque más bien era para mitigar el miedo que apoderaba su ser, por perderlo de nuevo.

 

Draco suspiró al percibir la sobreprotección de su acompañante —Esta bien, pero si observo que estas en problemas, no dudare en ayudarte.

 

Harry apretó un poco más su mano —Lo sé— contesto con pesar siguiendo el camino.

 

Al salir da las llamas Draco soltó su mano y se quedo en la entrada mientras que Harry se aproximaba a la persona que se encontraba de espaldas —Buenas noches profesor Quirrell.

 

El hombre sonrió —Me preguntaba si me iba a encontrar contigo aquí, Potter, veo que sí y lo mejor de todo, es que no te sorprende.

 

—Por supuesto que no, recuerde soy una serpiente, lo que me hace ver más de lo que otros miran,

 

Quirrell rió complacido —¡¿Es verdad?! Ahora dime Potter ¿Por qué estás aquí?

 

Harry sonrió con malicia—No es obvio, vine a ayudarle a obtener la piedra.

 

—Me crees tan estúpido—

 

—¿Desea qué le conteste?— respondió burlón y con arrogancia.

 

  —Qué esperas utiliza al muchacho... Utiliza al muchacho...— decía una voz maliciosa.

 

Quirrell un tanto desconfiado se volvió hacia Harry —Sí... Potter... ven aquí. Mira en el espejo y dime lo que ves.     

 

Harry se aproximó sin temer, mientras que Draco se acercaba un poco más a él pero aun guardando distancia. Harry se vio a sí misma con la piedra en su bolsillo, luego sintió como un peso extra llegaba a la bolsa del pantalón.

 

—¿Bien?— dijo Quirrell con impaciencia —¿La tienes?

 

Harry sonrió con autosuficiencia —Por supuesto— mostrándole la piedra de su bolsillo.

 

El hombre sin pensarlo se acerco a tomar lo que el joven le ofrecía, sus manos lentamente se iban acercando, mientras que los ojos de Quirrell brillaban de emoción por haber cumplido la misión de su maestro, sus manos estaban por rosarse, en eso Harry volteo la mano, haciendo que el dorso de su mano chocara con la del profesor, lo que hizo que la mano del sujeto quedara carbonizada.

 

—Ups— exclamó Harry con burla.

 

El hombre dio dos pasos atrás —Idiota, toma la piedra— chilló la misma voz tenebrosa.

 

Harry nuevamente intento dársela, pero de nuevo, le carbonizo las manos, después al ver el miedo del hombre, le toco con una mano el rostro y con otra el pecho, el temeroso profesor DAO se hizo cenizas y de ellas, emergió el espíritu de Lord Voldemort que al sentirse frustrado por no lograr su cometido, intento atentar contra Harry pero un escudo lo protegió, por lo que al hombre solo le quedo huir.

 

—¿Harry estás bien?— pregunto un angustiado Draco al tiempo que tiraba la capa que lo cubría.

 

Con un poco de pesar le sonrió —Sí— respondió mientras acariciaba con el dorso de su mano su cara.

 

Draco cerró los ojos ante tan dulce caricia para inmediatamente abrirlos asustado —¡No mientas! Tienes las manos lastimadas.

 

Fue hasta ese momento que Harry se percato de cómo se encontraban sus manos, las cuales al instante estaban siendo curadas por una poción del rubio, quien después se las vendo.

 

Hecho esto ambos regresaron a su sala común creyendo que su aventura no había sido descubierta, solo que al entrar a su habitación y encender la luz, se encontraron con los rostros serios y enojados de Lucius Malfoy y Severus Snape.

 

 

 

Notas finales:

+Tiene mucho que no juego ajedrez pero en una ocasión le gane a una alguien así, aunque ahora no me pregunte como lo hice, porque ya no me acuerdo =p

 

le deje ahi por que aun no se como les van a hacer, chaito.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).