Capitulo Diez: El Profeta. Solo tú y yo, nada más que eso.
- ¿Lo has visto Severus? – Pregunto el hombre mientras veía entrar a su despacho a aún abatido profesor de pociones.
- ¿Usted sabia de esto? – Lo miro acusadoramente, si lo sabia ya iría sabiendo unas cuantas cosas…
- No, no lo sabia, y me siento verdaderamente apenado por toda esta situación. Pero sabes que no puedo hacer nada, todo esta en manos de la Señora Malfoy, y de Draco…- Contesto el hombre, y vio como Snape se sentaba frente a él, parecía bastante mal por aquel artículo que “El Profeta” había sacado esa mañana.
- No pueden hacer esto Albus, debemos decírselo, ¡no pueden hablar asi de él! – Se quejo, Lucius había sido su amigo, casi un hermano, no podía soportar lo que se decía de él, no era justo.
- No es nuestro asunto, Severus, lo sabes. Cuando Lucius nos confeso lo que pretendía hacer estuvimos de acuerdo en mantenerlo en secreto.
- ¡Al diablo con eso! – Grito impotente, por saber que era incapaz de hacer algo.
- Solo nos queda esperar…todo depende del joven Malfoy…- Dijo tratando de consolar a Snape, él tampoco quería que todo fuese asi, pero aquello no le correspondía a él.
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- ¿Lo viste, Pansy? – Pregunto de inmediato el muchacho en cuanto vio a su amiga en la sala común – Esos malditos bastardos…
- Si, creo que a esta altura todo el colegio lo ha leído… - Ya había leído de dichoso articulo, esa mañana había despertado temprano, y para su sorpresa todos parecían estar conmocionados por algo, puesto de que habían varios grupos, y hablaban en susurros, aquello no le agrado para nada. Y descubrió porque cuando llego una lechuza con el diario.
- ¿Has visto a Draco? Creo que no es buena idea dejarlo solo.
- Lo sé, Blaise, pero no lo he visto. Tampoco creo que aparezca – Comento preocupada la chica, se sentía tan molesta, y enfadada con todos los malditos que habían escrito eso.
- ¡Blaise, Pansy! – Le grito un chico a sus espaldas - ¿Han visto a Draco? – Parecía angustiado, y por la mirada de sus amigos, ellos también sabían sobre la noticia.
- ¿No esta en el dormitorio? – Pregunto aún más preocupada la muchacha – Theo, esto no es bueno, ¿no llego a dormir anoche?
- No lo sé, cuando me dormí aún no llegaba, y ahora cuando desperté su cama parecía intacta – si antes se había sentido angustiado, ahora francamente no sabia como sentirse.
- Esto no me gusta – Dijo el ojimiel – Creo que lo mejor sea buscarlo.
Los tres chicos se supieron de acuerdo en buscar a su amigo por todo el castillo, y avisar en cuando lo hubiesen encontrado. Rogando de verdad encontrarlo.
- ¡Theo! – Llevaba un rato buscando al rubio. Comenzaba a impacientarse, no conseguía averiguar donde estaba ¿y si se había ido del colegio? Caminaba por los pasillos del séptimo piso metido en sus pensamientos, hasta que la voz de su novia atrapo su atención.
- Herm, ¿has visto a Draco? – Pregunto de inmediato a la chica, la cual asintió - ¿Dónde esta? ¿Se encuentra bien? Necesito verlo.
- Tranquilo, Theo. Esta en la sala de menesteres, paso ahí la noche…-Miro al pelinegro a los ojos, y no pudo evitar abrazarse a él, y llora otra vez – Oh Theo, esto es tan injusto…
- Necesito verlo, Herm, no puedo dejarlo solo – Pidió el muchacho, pero para su sorpresa la castaña negó con la cabeza – Es mi amigo, debo…
- Theo, te comprendo perfectamente, pero Draco dejo en claro que quiere estar solo – Contesto, ella había estado con él durante un tiempo, pero el rubio había pedido tiempo a solas, y ella sabia que no podía negarse – Sabes como es él…solo dale tiempo.
- Estoy preocupado… si no va a clases hablaré con él si o si – No quería dejar a Draco solo, pero era consciente de que nada podría hacer por ahora. Solo esperar…
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-¡Harry!, despierta – Decía una y otra vez el pelirrojo, hasta que por fin el chico pareció reaccionar – Tienes el sueño bastante pasado, ¿eh?
- Ron…¿Qué sucede? – Pregunto aún bastante somnoliento.
- Tienes que ver esto – Le dijo su amigo, y acto seguido le había puesto un diario en las manos – No lo creerás, ¡encontraron el cuerpo de Lucius Malfoy!...o algo asi.
Harry que aún no terminaba de despertar, lo hizo en cuanto leyó el gran encabezado que había en el diario “El Profeta”. Tomo su lentes que estaban en la mesita de noche, se los acomodo, y comenzó a leer.
EL ÚLTIMO DE LOS MOTIFAGOS:
ORGULLOSO SANGRE PURA, PADRE Y ESPOSO AUSENTE, ¿GRAN SERVIDOR DEL QU…-NO-DEBE-SER-NOMBRADO?
Como todos sabemos, Lucius Malfoy, (activo participe en la guerra entre Harry Potter y ustedes-saber-quien) fue uno de los cuerpo que nunca consiguieron encontrar los aurores, algunos incluso pensaban en la posibilidad de que hubiese sobrevivido y escapado. Pero tras varias investigaciones, el departamento de Investigación En Crímenes Mágicos ha conseguido hallar su cuerpo, o lo que queda de él.
El Forense dio a conocer del terrible estado del cuerpo. “Tardamos bastante en encontrar todos los trozos, ciertamente fue despedazado hasta tamaños insospechados” Comento en exclusiva el Señor Whink, encargado del Departamento Forense. “Podemos concluir que el hombre fue torturado, pero no dado a muerte, murió debido a la gran perdida de sangre. Fue despojado de su piel, y algunos músculos estando aún en vida. Una forma bastante cruel, incluso tratándose de un Mortifago. Aún trabajamos en ello, pero esta claro que el hombre sufrió bastante, y estuvo consiente hasta su ultimo momento de vida”
La pregunta que todos nos estamos haciendo ahora, ¿Por qué? ¿Habrá sido algún auror el autor de esta muerte? ¿O quizás el mismísimo Lord?
Averiguamos más a fondo sobe el tema, y aunque tratamos de hablar con su familia. Narcisa Malfoy se rehusó terminantemente a darnos siquiera unos minutos, y debido a que el joven Draco Malfoy se encuentra ahora en Hogwarts terminando sus estudios se nos es imposible hablar con él. Pero no nos dimos por vencidos hasta conseguir hablar con un exMortifago condenado a Azkaban de por vida.
El señor Roig nos a dado a conocer algunos datos bastante interesantes: “…l era uno de los más cercanos al Señor Tenebroso, yo diría que uno de los mortifagos más fieles, pero hubo bastantes problemas luego de que su esposa e hijo se pasaran a la Orden. Eso causo bastante de que hablar por días, pero Lucius afirmo ya no pensaba en ellos como familia, y el Lord le dio la oportunidad de acabar con ellos personalmente ante tan terrible traición Ciertamente hubo bastantes enfrentamientos entre padre e hijo durante la guerra. No me extrañaría que haya sido su mismo hijo el que le dio muerte” Aseguro con convencido.
Y esa fue otra de las noticias reveladoras ¿Por qué Narcisa y Draco Malfoy se unieron a la Orden? ¿Sera cierto aquello de los enfrentamientos? Fue verdaderamente Lucius Malfoy tan mal hombre, que abandono a su familia, incluso enfrento a su hijo por un enfermizo amor hacia las artes oscuras? ¿Draco Malfoy será el verdadero autor de la muerte de su propio padre? Sin duda no descansaremos hasta saber la verdad, lamentando asi que semejante hombre haya podido ser padre, y esposo. Aunque esto nos deja bastante claro que tipo de persona fue, solo un mortifago más, cegado por la ambición, repudiando incluso a su propia sangre por las artes oscuras.
Harry levanto la vista del diario incapaz de creer lo que acababa de leer ¿Draco se había unido a la orden ¿En qué momento ¿Por qué él no lo sabia? Trato de ordenar sus ideas pero por más que trataba de pensar con calma no lo conseguía. ¿Había matado Malfoy a su padre? Quiso pensar más sobre eso, pero las palabras de Ron lo sacaron de sus pensamientos.
- ¿Puedes creerlo? Yo sabia que el hurón era un maldito, pero nunca creí que fuese capaz de algo asi – Intento echar leña al fuego el pelirrojo. Malfoy no le agradaba, y mucho menos cuando había descubierto noches atrás que provocaba cosas en Harry.
- ¿Tú realmente crees todo esto? – Pregunto asombrado el ojiverde, ¿acaso él era el único que se peguntaba por lo de Malfoy y la Orden? – Sabes que “EL Profeta” siempre anda hablando más de lo que realmente es…
- ¡Por Merlín, Harry! Es obvio que todo es verdad, aunque eso de que se unieron a la Orden no me lo creo, lo hubiésemos sabido de todas formas ¿no?
- No sé, todo esto me parece extraño, no creo que Malfoy sea capaz de una cosa asi… - Se sentía perturbado, demasiada información en muy poco tiempo. De pronto poco a poco comenzaba a entender mejor las actitudes del rubio, su extraño comportamiento, esa tristeza tan grande que notaba en sus ojos, las palabas de Dobby…y se sintió peor al recordar lo que le había dicho a Malfoy sobre su padre…
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No quería estar en el colegio, cualquier sitio era mejor que ese. Todos lo miraban sin ningún intento por disimularlo, y murmuraban cosas a su espalda. Pero no, él se quedaría ahí, y no dejaría que nadie lo viese mal, nadie lo vería afectado, como buen Malfoy que era honraría a su padre y caminaría con la frente en alto ignorando todo a su paso.
- ¿Qué tal, Malfoy? ¿Cómo esta tu padre? – Pregunto mordaz el joven.
- No te metas en lo que no te importa, maldita comadreja – Se volteo a ver al que creía era un tonto Griffindor, pero se había dado cuenta por sus palabras que quizás el maldito pelirrojo tenia más aires de serpiente que otra cosa…
- Oh, lo siento – se excuso hipócritamente. El no era asi, pero detestaba al rubio desde siempre, quizás su odio aumento insospechadamente cuando vio a Harry muy atento a todo lo relacionado con el ojigris. Fue peor cuando escucho la conversación entre Hermione y Nott días atrás, ¡le decía que los había visto besarse! Harry y el hurón!, por Merlín!, eso no podía ser, Harry iba a ser de él, y ninguna serpiente rastrera se lo iba a impedir, aunque tuviese que sacar lo peor de él mismo – No intentes involucrarte con Harry, maldito asesino.
Eso había dolido, pero jamás lo iba a demostrar - ¿Estas celoso, Weasley? ¿Te gusta Potter? ¿Tienes miedo de perder contra mi, comadreja? – Todo por cambiar de tema, y si lo mejor era hablar sobre Potter antes que su padre, asi lo haría.
- ¿Miedo? Como crees, trato de ahorrarme la desagradable sensación de verte caer, si es que puedes caer más bajo – Contesto con malicia, haría todo por alejarlo de Harry, aunque luego se sintiera la peor persona del mundo.
- No tienes fundamento para tus palabras, Weasley. Por otro lado Potter jamás se fijaría en ti, sabes bien por qué…
- Si me pones en una balanza contigo, yo estaría en lo alto.
- En eso tienes razón, no tienes peso alguno – Sonrió satisfecho ante el estúpido comentario, y agradeciendo la estupidez del pelirrojo.
- Imbécil, a lo que voy, es que entre el mejor amigo de Harry, y tú…un maldito arrogante, hijo de un mortifago, y al parecer un asesino, ¿a quien crees que elegiría?
Palideció notablemente por un momento, pero no iba a dejar que las palabas lo afectarán.
- Asesino o no, dijo de mortifago o lo que sea, Potter y yo nos besamos, ¿tú y él aún no? – Pregunto bastante seguro de la respuesta. El único hombre que se había besado con Potter era él, y eso le encantaba.
- No estés tan seguro de eso, Malfoy – Contesto con desprecio y se fue del lugar.
- Draco, te estuve buscando para...- Hermione se detuvo en seco cuando se dio cuenta de la cara de su amigo - ¿Qué sucede? – Se acerco al chico para mirarlo directo a los ojos, pero este esquivo su mano.
- Nos vemos más tarde, Hermione – Se despidió sin voltear, y como si la vida se le fuese en ello volvió a encerrarse en la sala de menesteres, agradeciendo que ese día no tuviese clases hasta después del almuerzo.
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Estaba en el séptimo piso pensando en como hacer aparecer la sala de menesteres, quería estar solo bastante tiempo antes de las clases, necesitaba pensar, y meditar las cosas. Y aún debía ir en la tarde a la biblioteca para terminar lo que les quedaba del desafío con Hermione y Malfoy.
“un lugar para estar solo, un lugar para estar solo, un lugar para estar solo” Pensó varias veces, mientras se paseaba de un lado a otro. En un momento una puerta se hizo visible en la pared, y se acerco a abrirla. Adentro solo había un par de sillones, una chimenea, y una antorcha que alumbraba apenas el lugar, entro en silencio. Camino inseguro, se hubiese esperado otra cosa, esta sala parecía bastante deprimente, pero se alegro en el fondo de poder estar a solas. Continuo caminando, y sintió como la sala volvía a cambia un poco. Estaba en un pasillo, un oscuro pasillo, y al fondo había una puerta, verde oscuro. Era la misma puerta con la que había soñado tiempo atrás. Sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, pues sabia que lo esperaba cruzando aquella puerta, y como en el sueño corrió en busca de lo había tras ella.
Se paro en seco cuando llego frente a esa gran puerta verde, no quiso pensar porque la sala de menesteres lo estaba llevando hasta ahí, solo sabia que debía entrar, y asi lo hizo. Miro a su alrededor, todo estaba a oscura, pero sabia que al final en la esquina derecha habría alguien.
- ¿Malfoy? – Pregunto bastante inseguro ahora, sentía que estaba invadiendo la intimidad del muchacho. Entendía ahora su estado, pero no sabía como actuar…
- Vete – Fue lo único capaz de pronunciar ¿Cómo demonios había llegado Potter ahí? No podía permitir que lo viese en esas condiciones – ¡Vete! – Grito esta vez levantando la vista.
Harry era consiente que el chico quería estar solo, pero volvió a recordar su sueño, y algo le decía que no debía moverse de ahí. Todo dentro de él le gritaba que lo abrazara, que estuviese a su lado, pero era incapaz de moverse. Trato de consolarlo acercando un poco su mano hasta donde se encontraba el rubio sentado en el suelo, pero con violencia sintió un golpe en el dorso de su mano. Malfoy lo estaba rechazando.
- Lárgate – Grito una vez más, ya casi incapaz de controlarse, quería estar solo, llora, gritar de rabia, pero el maldito Gryffindor no quería irse – ¿Qué demonios haces? – Pregunto asustado cuando sintió arrodillarse al pelinegro y abrazarlo. Forcejeo con él – Suéltame – Quería apartarlo, el calor de su cuerpo lo estaba volviendo débil, y eso era lo que menos quería, sobre todo en un momento asi.
- No me iré, Draco… - Afirmo a la vez que lo acercaba más a su cuerpo, y lo apretaba a con fuerzas. Sabia que por eso podía recibir varios golpes, pero no estaba actuando racionalmente, solo se estaba dejando llevar.
No quería admitirlo, pero necesitaba ese abrazo, más que por orgullo que negativa, continuo forcejeando un poco, pero finalmente se rindió, y le correspondió. No quería verse débil, no quería demostrar que estaba destrozado, pero la calidez de ese abrazo le quitó las fuerzas que le quedaban para seguir aparentando que todo machaba bien. Lo abrazo con tantas fuerzas que creyó lo estaba lastimando, y lloro, lloro como jamás en su vida se lo había permitido, lloro como nunca antes, ahí, simplemente abrazado a un Harry Potter que se quedo en silencio consolándolo, y no haciendo preguntas. Solo ellos dos ahí, sin orgullos, arrogancias, peleas, y malditas apariencias.
Se sentía confundido, estaba seguro que en algún momento esquivaría un terrible golpe por aquel atrevimiento, pero para su sorpresa Malfoy no lo siguió rechazando, algo dentro de él se revolvió al sentir los brazos del rubio apretarlo con fuerzas, pero luego, cuando sintió su cuerpo vibrar, y estremecerse ante la pena, todo dentro de él sintió junto con Malfoy la angustia del momento, estaban ambos compartiendo un momento tan único, que creía incapaz de ser real. Si bien él había perdido a Sirius, sabía que lo que estaba sintiendo el rubio en ese momento era cien veces peor, por eso guardo silencio. Solo se quedo con él, largo tiempo, hasta que le respiración pausada del chico le hizo notar que tras varias horas de lagrimas, se había dormido.
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