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me asusta conocerte, pero algo me guia a ti... por sabaku no yuuko

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Notas del capitulo: uuhh mil perdones pero tuve unos inconvenientes horribles ayer y no pude subir cap u.u, lo lamento mucho, pero ojala la espera haya valido la pena, les traido el cap donde quizas no haya mucha accion y esas cosas, pero informacion interesante que deveran tomar en cuenta, asi que les dejo el cap
Capitulo quince: Poción para la resaca.

Cuando Harry despertó se sentó rápidamente en la cama, y luego se maldijo por eso. Mierda, pensó llevándose las manos a la cabeza. Aun se sentía algo mareado, pero nada se comparaba con ese horrible dolor de cabeza, y la sensación pastosa que aun sentía en la boca. Tomándose unos minutos para calmarse decidió ir a darse un baño porque apestaba a alcohol, y más que nunca necesitaba un café bien cargado.

Caminando hacia el baño miro por la ventana, el día estaba algo más iluminado, pero nada parecía indicar que no nevaría. Toda esa semana había estado llenada de nevadas, y una parte de él quería salir de casa solo para disfrutar de jugar con la nieve…

No pudo seguir pensando en eso porque tropezó con algo cayendo al suelo y se golpeo la cara ya que no alcanzo a reaccionar, ya sea por lo mareado que aun estaba, o porque acaba de despertar, quizás las dos cosas, pensó. Se pudo de pie mascullando algunas palabrotas mirando el suelo para saber porque había caído, y cuando se dio cuenta tuvo ganas de haberse dado tan fuerte en el piso como para estar inconsciente por un largo tiempo.

En el suelo había dos botellas de alcohol, y con solo verlas los recuerdos de la noche anterior llegaron a él como flash, todos muy claros, y acusadores, extremadamente acusadores…

…l sentado en el suelo con Malfoy.

…l y Malfoy jugando a verdad o reto.

Ambos bebiendo. Preguntando cosas comprometedoras.

…l mareado y algo confuso por todo lo bebido.

Y…él sobre Malfoy prácticamente comiéndoselo.

Oh, Merlín…

Nunca antes había bebido, y sabía por sus amigos que la mayoría del tiempo cuando se bebía demasiado no se recordaba mucho, ¿Qué demonios pasaba? ¿Porque demonios él tenia que acordarse de todo lo que había hecho? Maldito y jodido alcohol. No, maldito él por dejase llevar, el whisky y el hidromiel solo eran una excusa, sabia que en el fondo quería hacer todo eso, y la bebida le había nublado bastante el juicio como para no pensar en las consecuencia de lo que hacia… ¿pero porque tenia que acordarse? No podía mirar a Malfoy a la cara ahora. Ya se habían besado antes, pero lo de anoche pasaba todos los limites, y… ¡DEMONIOS! ¿Cómo se suponía que debía actuar ahora? …

Decidió discutir todo eso mentalmente mientras de daba una larga, muy larga ducha, vaya que si la necesitaba, y mientras más demorase el momento de tener que verle, mucho mejor.

- - - -

Cuando Draco despertó eran recién las nueve de la mañana, pero sabiéndose incapaz de volver a dormirse decidió levantarse. Se dio una rápida ducha y se vistió con las ropas que le había prestado Potter. Era otro pantalón de tela negro, estaba vez la camisa era azul oscuro, y un sweater igualmente negro. Draco estaba seguro que esas ropas jamás se las había puesto porque eran bastante elegantes, y de buen gusto, y Potter era todo menos el-chico-que-sabia-vestirse-bien.

Cuando se giro para salir de la habitación sintió una puntada en la cabeza, y recordó que había estado bebiendo anoche, no demasiado, pero si lo suficiente como para sentir ese molesto dolor. Sonrió mentalmente con melancolía, pensando en las fiestas que se daban antes en Malfoy Manor, cuando su padre festejaba las navidades, y el año nuevo con personas importante, y él es escabullía con sus amigos a otra sala lejos de los adultos actuando como el según anfitrión, sintiéndose poderoso como su padre, quería ser como él, se movía como él, hablaba como él…le gustaba jugar al hombre importante…Y todo se había acabado un día, todo tan rápido.

- Dobby – Llamo mientras caminaba hacia el escritorio que había cerca del armario, y se sentaba en una de las sillas.

Un sonoro crack a su lado lo hizo levantar la vista hacia la criatura.

- ¿El amo ha llamado a Dobby? – Pregunto el elfo haciendo una reverencia inclinada y mirando al chico con emoción.

- Si, Dobby…me gustaría que fueses a Malfoy Manor, y me trajeras una de las pociones que guardo en la mesita de noche – Pidió masajeándose las sienes – Mejor traérmelas todas, por favor – Agrego recordando que Potter podía despertar en las mismas o peores condiciones.

- Dobby lo hará, señor – Dijo el elfo haciendo una nueva inclinación - ¿El amo quiere que Dobby haga algo más?

- No, gracias. Si vez a mi madre me gustaría que le hicieras saber que estoy bien, y regresare pronto – Dijo recordando la vez que mando al elfo por algo de ropa y había vuelto diciéndole que su madre estaba bastante molesta por tener que pasar esos días sola.

La criatura desapareció con un crack. Draco se quedo ahí unos minutos, y decidió bajar a desayunar, y esperar ahí a que el elfo volviera, era demasiado temprano para que se encontrara con Potter, asi que no había problemas.

No pasaron ni tres segundos después de haberse sentado a la mesa cuando apareció su desayuno, y una caja con las pociones que él quería. Al abrirlas le sorprendió un poco ver una nota de su madre.

“Draco aunque sé que tienes posiblemente una muy buena excusa para no poder volver a casa con tu querida madre, espero que tengas claro que no saldrás de la mansión en lo que queda de vacaciones y me harás algo de compañía como sé mueres por hacer. Te quiere. Narcisa Malfoy.

Oh, no había nada como la sutileza de su madre a la hora de hacer reproches, y dar castigos. Se tomo la poción y sintió instantáneamente como la molestia en su cabeza de iba, y con ella aparecía algo…algo interesante. Oh, ahora que podía pensar con más claridad recordaba. Vaya, ¿Cómo había podido olvidar eso? Ahora tendría unas cuantas cosas para fastidiar a Potter, si. Solo debía esperar a que bajase y podría disfrutar de todo aquello.

Pensó en Hermione, y dejo de maldecirla como había estado haciendo hasta ese día. Después de todo era su culpa, era consiente que solo habría bastado mandar un elfo por su escoba y todo estaría solucionado, pero mayormente era culpa de la castaña. ¿Qué pretendía? Sola había deducido lo que sentía por el pelinegro, no es que él lo hubiese disimulado mucho frente a ella, pero si lo pensabas bien y eras observador era fácil darse cuenta –a no ser que fueses Potter- Pero estaba muy equivocada si pensaba que por pasar unos días a solas con el chico terminaría declarándose o algo por el estilo. Por mucho que pasara o él sintiera por el otro no dejaba de ser un Malfoy.

Los Malfoy no se declaran, decía su padre lleno de orgullo, a lo que su madre había medio regañado respondiendo con un “por su puesto que no Dragón, asi que si alguna vez te enamoras no importa si pierdes a la persona correcta, lo importante es que un Malfoy no se declara por nada del mundo” Había terminado mirando acusadoramente a su padre, quien hacia como que no escuchaba y le guiñaba un ojo a Draco disimuladamente.

Oh, que tiempos aquellos, pensó. Cuando podían sentarse a la mesa los tres sin preocupaciones más que ellos mismos, y la vida en sí, sin guerra, ni señores tenebrosos que arruinaran todo.

Levanto la vista cuando sintió la puerta del comedor abrirse, dejando ver a un Potter en un estado lamentable -más de lo usual-

Tenía el cabello mojado y aun caían algunas gotas de agua que se deslizaban por su cuello. Llevaba las gafas puestas, y por fin se había levantado como una persona decente (o algo asi): llevaba puesta una sudadera color rojo, un pantalón bastante parecido a un pijama (Draco estaba casi seguro de que era uno) color crema, iba descalzo. No podía pedírsele más al chico, considerando que acababa de despertar y se masajeaba las sienes.

- Buenos días, Potter – Saludo cortésmente mientras en chico se sentaba con delicadeza en la mesa (aquel dolor debía ser fuerte teniendo en cuenta que el oji-verde no solía sentase asi, sino que poco menos se tiraba sobre la silla, Potter tenia los modales de un troll)

- No sé que tienen de bueno, Malfoy – Contesto el chico con los ojos cerrados pensando en que demonios podía hacer para aliviar ese horrible dolor, la ducha no le había ayudado mucho, y sentía que la cabeza podía partírsele en cualquier momento.

- Yo le veo muchas cosas buenas – Dijo condescendiente disimulando una risa - ¿Has dormido bien?

- Perfectamente, el problema fue cuando desperté – Abrió los ojos observando mejor al chico frente a él y el rojo de la sudadera se la subió a la cara de golpe recordando lo sucedido anoche.

- Me imagino – Murmuro tratando de mantener un semblante tranquilo, aunque por dentro sintiese algo de nerviosos, y le causara gracia ver a Potter tan rojo como el pelo de los Weasley – Tengo algo para ti – Agrego mirando al oji-verde y sonriéndole de medio lado.

Harry repentinamente sintió la garganta seca, y trago con dificultad - ¿Algo para mi? – Repitió un poco inseguro y tímido - ¿Qué cosa?

- Oh, algo que te hará muy bien – Dijo mientras se ponía de pie y caminaba hacia el pelinegro con una de las botellitas con la poción escondida en su pantalón - ¿Quieres sentirte mejor, verdad? – Medio ronroneo a unos centímetros del Chico-que-vivió.

Draco se aplaudió mentalmente cuando sintió al oji-verde tensarse un poco ante su cercanía y la insinuación en sus palabras – Vamos Potter – Hablo caminando hasta quedar detrás de Harry que aun estaba sentado en la silla con las manos en las sienes - ¿Quieres sentirte mejor, o no? – Pregunto inclinándose un poco para que su boca quedara a la altura de la oreja derecha del chico, y sus manos se apoyaban en el respaldo de la silla.

El moreno estaba haciendo todo el uso de su autocontrol (que francamente no era mucho) para no ponerse a balbucear incoherencias, ¿Malfoy estaba diciendo lo que el creía que estaba diciendo? Y antes de poder pensar en otra cosa recordó algo que no ayudaba mucho en ese momento “Seguiremos cuando estés más consiente, Potter.” Harry sintió un escalofrió recorrer desde su nuca por toda su espina dorsal, y un leve cosquilleo en la punta de los pies. El calor del rubio detrás de él no le estaba sirviendo mucho tampoco, menos sentir su aliento tibio golpear en su oreja (un punto sensible).” No quiero acabar con tu castidad”…. Oh, Merlín… No podía estar recordando esas cosas en ese preciso momento, pero Malfoy parecía querer recordárselas, ¿no?

- ¿Me responderás o estas en plan de hacerse el sordo? – Volvió a hablar Draco ahora un poco molesto por no percibir una respuesta que le gustara.

- Ma-Malfoy…- Dijo de pronto Harry sin mover la cara porque sabia que si lo hacia quedaría extremadamente cerca del oji-gris – Me duele demasiado la cabeza, no creo que…

- ¿No crees que, qué? – Inquirió alejándose del chico y sentándose en una de las sillas quedando a su lado, y sonriéndole coquetamente. Oh, esa si era una respuesta que le gustaba, vaya que si.

- N-No es un buen momento para…

- ¿Para? – Pregunto Draco arqueando una ceja y mirándolo sugestivamente. Repentinamente el otro chico se volvió a sonrojar, y Draco no pudo contener más una carcajada – Por Merlín, Potter – Dijo a la vez que sacaba la poción de su bolsillo y la ponía sobre la mesa para que el chico la viera - No sé que demonios estabas pensando, pero esto te hará sentir bien – Señalo el frasquito, y volvió a ponerse de pie – Se te quitara el dolor que cabeza si te lo bebes, es bueno para la resaca – Comento encaminándose hacia la puerta, pero antes de salir que giro sobre los talones y agrego – Aún nos queda algo pendiente.

Harry no levanto la vista ni nada cuando lo escucho hablar, ni tampoco lo hizo cuando sintió la puerta cerrarse. Se había quedado bloqueado cuando sintió al rubio reir, eso le pasaba por idiota. El pensando en muchas cosas (entiéndase “cosas” como sucesos ocurridos en la noche anterior), y el otro tomándole el pelo, para luego decirle que se trataba de una jodida poción.


Era oficial, Malfoy seguía siendo un imbécil, y él mucho más por dejarse engañar asi. Seguramente seguiría tomándole el pelo por lo ocurrido anoche, y todo eso, y él no tendría cara para decir mucho.

Quería que pasaran pronto los días para poder librarse del rubio, se sentía avergonzado y algo dolido, pero no quería pensar en eso. Solo faltaban dos días, nada más que dos benditos días y todo terminaría, intento consolarse mientras se bebía la poción que le había dejado el oji-gris.

Pudo sentir la agradable sensación de paz cuando termino de beberla. Su cabeza ya no daba vueltas, y podía sentirse más relajado, y tranquilo, físicamente hablando, claro. Porque estaba lejos de sentirse relajado y tranquilo interiormente con Malfoy cerca.

- - - -

Draco subió las escaleras dispuesto a ir a su habitación, pero sintió un ruido en el tercer piso y decidió ir a investigar, hasta el momento no había visto nada de ahí, Potter le había dicho que solo habían cuartos ocupados por antiguos miembros Black. Se acordó de una de las últimas conversaciones que había tenido con Walburga Black sobre las vacaciones que su madre pasaba en casa, y repentinamente tuvo una idea.

Potter había comentado que el único piso que seguía casi tal cual era el tercero. Que no le gustaba porque los cuadros lo insultaban cuando aparecía, y porque aun había algunas cabezas colgando de antiguos elfos domésticos. Además de que varias veces había intentado abrir alguna puerta pero esta no cedía. Draco subió con la varita en mano más que nada por precaución que por algún verdadero peligro.

El tercer piso era más oscuro y solo estaba iluminado por un par de antorchas. Había un largo pasillo, y unas ocho puertas negras. Los cuadros estaban dormidos, asi que camino en silencio, no quería despertarlos aunque sabia que a él no le insultarían.

Mientras caminaba podía leer los nombres que había escrito en las puertas Cassiopeia Black (Draco recordaba haber escuchado alguna historia sobre ella, famosa por su participación en la guerra contra los duendes) intento abrirla pero parecía cerrada. No le importo demasiado asi que continuo, Pyxis Black (de él nunca había escuchado, quizás había sido un squib), Perseus Black (quien se había casado con una tal Loise Weasley), Lyra Black, y su corazón dio un brinco cuando pudo leer Bellatrix Black, aquello le daba alas a su idea, avanzo un poco más, Andromeda Black (borrada del árbol genealógico por casarse con un muggles, Draco sabia que estaba viva), y ahí estaba, casi al final del pasillo “Narcisa Black” Tomo el picaporte lleno de esperanzas, y su corazón latió más fuerte cuando supo que podía abrirla, no muy seguro de que esperaba encontrarse ahí abrió la puerta.

Era como el cuarto que ocupaba él o Potter. De colores oscuros, y había un olor a humedad, y a polvo que demostraban que nadie había entrado ahí en algún buen tiempo. Recorrió la habitación con la vista. Las paredes estaban adornadas por cuadros con paisajes, la alfombra parecía algo desgastada, y los muebles antiguos y abandonados, miro hacia la parte derecha donde estaba la cama, y se detuvo en la mesita de noche, había un libro sobre él, y lleno de curiosidad camino hasta estar cerca de él y lo tomo con cuidado.

Tenia una cubierta de una suave tela color verde musgo, cuando lo abrió descubrió que no era un libro, sino un álbum de fotos, esperaba ver fotos de su madre cuando era joven con sus hermanas, o algún familiar, pero definitivamente no eso se lo esperaba.
Notas finales: y bien???
les ha gustado???, ojala me disculpen por el retraso, tratare de que no ocurra otra vez n.n
besos a todos y mil gracias por leer y comentar n.n

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