Capitulo tres: Nuestra primera conversación civilizada. Lo que pienso ahora de ti.
Después del almuerzo Harry se reunió con Ginny junto al lago para disfrutar de rato a solas, era extraño que no anduviese Ron dando vueltas y molestándolos, así que aprovecharon el momento del almuerzo para salir antes que ellos. Ambos chicos estaban sentados a la orilla del lago, Harry la tenia ligeramente abrazada, mientras que la pelirroja tenía la cabeza apoyada en el hombro de este. El ambiente era muy tranquilo, podía sentir la calidez del sol sobre él, y una suave briza, todo era tan gratificante, el silencio fue interrumpido por la chica:
- ¿Crees que mi hermano alguna vez le diga que Hermione lo que siente por ella? – Antes de abandonar juntos el Gran Comedor los aludidos ya estaban discutiendo.
- No lo sé Ginny, creo que quizás esa es su extraña forma de demostrarse cariño – Dijo bromeando el ojiverde.
- No entiendo como pueden ser tan lentos, sobre todo si es más que claro que ambos se gustan – Comento extrañada la pelirroja.
- Bueno ya sabes como es Ron, y creo que Hermione espera que él dé el primer paso… aunque creo que deberá tener paciencia…
- Creo que la paciencia nos sobra a ambas, yo espere por ti años, pero fui compensada – Confeso mientras veía a Harry a los ojos y luego lo besaba.
- Supongo que tienes razón, solo hay que darle tiempo… - Llevaba con Ginny desde finales de sexto, pero se había tenido que separar de ella durante casi un año después de la supuesta muerte de Dumbledore, la había extrañado mucho, pero ahora que el ministerio había decidido que todos los alumnos repitieran el año se sentía feliz por poder compartir más con ella.
Estuvieron así durante horas, pero la chica tuvo que irse ya que tenía clases en la tarde. Harry prefirió quedarse en ese lugar hasta la hora de la cena, así que se recostó sobre el pasto y durmió un rato.
Sabía que estaba soñando, a pesar de que no había indicios de que fuese un sueño, él sabía que aquello no era real. Caminaba por un largo pasillo, no había mucha luz, por lo que apenas veía por donde caminaba, en el sueño tenía la sensación de que buscaba algo, de que necesitaba encontrar a alguien por lo que comenzó a correr ignorando hacia donde iba, sabía que tenía la respuesta, y cual era el camino, no tenía idea porque, simplemente lo sabia, y entonces lo encontró: al final del pasillo había una puerta de color verde, con algo de nerviosismo, pero ansioso a la vez coloco su mano en el pomo de la puerta, respiro profundo, y luego la abrió, ya no había vuelta atrás.
Miro dentro de la habitación, estaba aparentemente vacía, fueron unos leves sonidos los que le dieron a entender que había alguien más, volvió a mirar por todas partes, no había luz en aquel cuarto, solo la de la luna que entraba por una pequeña ventana. Avanzo para poder observar mejor, y fijo su vista en algo negro que había en la esquina derecha de la habitación, se acerco ahora con algo de precaución, y se percato de que era una persona, un muchacho para ser exactos, un chico de cabellos rubios, y piel bastante pálida: Draco Malfoy. Lo miro unos segundos dudando si quedarse donde estaba, o acercarse un poco más, su mente le decía que lo más sabio era salir de ahí, pero sin saber como comenzó a acercarse, extendió su mano muy lentamente, como temiendo asustarlo, estaba tan cerca que casi podía tocarlo, solo unos centímetros más… El muchacho rubio levanto la mirada, y fuera de hacer que Harry se alejada, solo hizo que avanzara un poco más rápido, el chico lloraba, había débiles lagrimas deslizándose por sus pálidas mejillas, y en un acto se consuelo las seco. Ambos se miraron durante unos segundos, y lo último que vio antes de despertarse fue un abrazo entre ellos, y las palabras del ojiplata “ayúdame…”. Entonces despertó, se exalto, ¿Qué clase de sueño había sido ese? Se sintió extraño, confundido, ¿por qué había soñado con Malfoy? Y en el sueño ¡lo abrazaba!, fuera de parecer un acto de amistad le había dado la sensación de ser un gesto entre amantes, y se estremeció ante aquella ridícula idea. Se sentó, como si eso lo ayudara a pensar mejor, y se percato de que había varias estrellas en el cielo, pero aún había tonos medio rojizos, estaba anocheciendo.
- Harry, ¿Dónde estabas?, te busque por todas partes – Dijo el pelirrojo cuando vio a su amigo sentarse frente a él en el Gran Comedor.
- Lo siento, Ron, me quede dormido cerca del lago, acabo de despertar – Le respondió el ojiverde. Miro a ambos lados buscando a Ginny, pero no la vio, aunque si diviso una cabellera rubia unos puestos más allá, e inconscientemente se ruborizo un poco al recordar su sueño. - ¿Qué pasa? Tienes una cara horrible – Confeso Harry al fijarse mejor en el chico que estaba delante suyo.
- No me lo vas a creer… - Comenzó a contar – Te estaba buscando para que jugáramos un rato al ajedrez mágico, pero no podía encontrarte, entonces pensé que podías estar con Hermione en la biblioteca, ya sabes, por lo del desafío que nos dijo hoy Snape, y no me vas a creer lo que vi – Dijo el chico en un tono que daba a entender que aún no aceptaba lo que había visto - ¡Hermione!, ¡en la biblioteca!...
- ¿Enserio?, jamás me lo hubiese imaginado – Se burlo al ver la cara de espanto que tenía su amigo. Ron a veces eran tan exagerado, pero le divertía ver sus caras tan expresivas.
- Ese no es el problema, no estaba sola, ¡estaba con Nott!, riendo, casi me morí cuando los vi, que demonios hacia con ese idiota Slytherin y más encima de lo más amigos – Refunfuño el ojiazul.
La verdad es que Harry no se sorprendió mucho, después de verla con Malfoy, ya nada le sorprendería ese día, salvo quizás ver bailar ballet a Snape con un tutu rosa, pero eso era imposible y perturbador.
- Creo que sé esta tomando enserio eso de llevarse bien con las serpientes…
- Ten cuidado Ron, quizás por demorarte mucho terminen quitándote a Hermione – Le dijo el pelinegro a su amigo solo para hacer que este se asustará más – Tranquilo hermano, llevas ventaja, no te preocupes, pero tampoco te descuides demasiado – Volvió a reírse de la cara de Ron.
- ¿De que se ríen? – Preguntaron dos chicas a la vez que se sentaban al lado de Harry.
- De tu nuevo gusto por las serpientes – Espeto molesto el pelirrojo.
- ¿Enserio?, no me habías dicho nada Hermione – Dijo la pelirroja medio sentida con su amiga.
- No era nada muy interesante para contar, hoy estuve hablando mucho con Theodore – Confeso la castaña mirando a sus amigos.
-¡¿Theodore!?, ¿ahora lo llamas por su nombre? – Pregunto muy exaltado Ron, aquello no se lo esperaba – Al parecer no perdiste el tiempo.
- Para tu información, Rolad Weasley, él es una persona bastante agradable para ser Slytherin, y le llamo Theodore porque él me lo pidió, y dado que nos llevamos bien, es un caballero, y me ayudo con algunas cosas acepte llamarle por su nombre – Respondió más que molesta la muchacha.
- Tranquila Hermione, ignora al idiota de mi hermano. Que suerte tienes, él es uno de los chicos más lindos que hay en Hogwarts – Expreso entusiasmada Ginny.
- ¿Ah si? – Pronuncio quisquilloso el héroe.
- Por supuesto que si, pero tu me gustas mas – Dijo divertida la pelirroja para luego besar a Harry.
El resto de la cena transcurrió de manera normal, los tres chicos decidieron cambiar el tema de los de Slytherin antes de que Ron terminara por enfadarse más de lo que estaba y tuviese un ataque cardiaco. Ginny les hablo sobre los nuevos inventos que habían hecho los gemelos, y lo bien que les iba ahora que la guerra había terminado, de hecho estaban pensando en poner otra tienda, ya que la que tenían se les estaba haciendo chica con tanta clientela. Con los ánimos más calmados los cuatro subieron a la sala común, y Hermione con la pelirroja se excusaron diciendo que tenían un par de cosas que estudiar, pero Harry pensó que solo habían desaparecido para hablar más tranquilamente sobre el encuentro que habían tenido en la biblioteca la castaña y Nott.
Como Ron estaba de un humor que llegaba a echar humo, le dijo a Harry que iría a acostarse porque se sentía bastante cansado, el pelinegro no intento detenerlo, sabía que su amigo necesitaba un tiempo para tranquilizarse, así que siguiendo su ejemplo también se fue a su habitación.
Recién eran las 20:45 así que supuso que aún estarían casi todos en el Gran Comedor, y que el cuarto estaría vacio, pero no fue así, Draco Malfoy estaba al final de la habitación con todas las luces apagadas, se encontraba sentado en el marco de la ventana contemplando las estrellas, parecía ajeno a la realidad, así que no se percato (o prefirió ignorar) la presencia de Harry. Cuando recordó su sueño se dio cuenta de las pequeñas similitudes que tenían con la escena que estaba viendo ahora: poca luz, ambos solos, Malfoy ensimismado en sus pensamientos, y entonces volvió a sonrojarse, se maldijo mil veces por pensar idioteces, y continuo avanzando hasta recostarse en su cama, la cual por cierto estaba solo a medio metro de la ventana.
- Bonita noche… – Dijo, y al momento se arrepintió de haberlo dicho, ¿Por qué diablos había hablado? ¿Estaba buscando entablar una conversación con el Malfoy?
- Si…hermosa… - Respondió el rubio para sorpresa de Harry – Creí que estarías con tus amigos en el Gran Comedor, no esperaba que alguien subiera tan pronto – Comento el chico minutos después sin desviar su mirada del estrellado cielo.
- Me sentía cansado por eso vine a recostarme.
- Tanto pensar en el desafío durante el día te agoto, Potter? – Pregunto el rubio sin mirarlo, aquello pudo ser el principio de una nueva discusión, pero en la manera en que Malfoy había pronunciado las palabas no había signo de pesadez o algo así, por lo que Harry ignoro aquel comentario.
- Supe que tu amigo se esta llevando bien con Hermione – Se animo a decir – Me parece raro que un Slytherin se acerque con buenas intenciones a una Gryffindor – Hablo con desconfianza mirando atentamente cada reacción del otro muchacho - más todavía si es hija de muggles…
- Theo es diferente – Respondió al instante de manera cortante para sorpresa del pelinegro - él no tiene prejuicios con la sangre ni nada por el estilo, en un principio cuando lo conocí me impresiono que fuera así, sobre todo si era Slytherin, pero aprendí a conocerlo, y hasta cierto punto creo que tiene razón en algunas cosas… él es de esas personas que te hacen cambiar de alguna manera – Confeso Draco para ahora si dirigir sus ojos hacia el muchacho que estaba recostado sobre una cama a unos centímetros de él.
Harry seguía sin creer lo que escuchaba, él y Malfoy conversando sin insultos o burlas de por medio, era para no creerlo, si Ron lo hubiese visto en ese momento terminaría por morirse de la impresión.
- No sabría que decirte jamás he tratado con un Slytherin, salvo contigo o tus amigos y la verdad es que…
- Lo sé, Potter, la mayoría de nosotros se comporta de una manera diferente, pero es más que nada por apariencia, hemos crecido con esas ideas, y el mezclarnos con más gente así solo reafirma nuestras creencias. Creo que es por eso que nos llevamos mal con casi toda la escuela – Dijo a la vez que medio sonreía, aquello solo aumentaba el desconcierto de Harry, muchas veces había visto al rubio sonreír y reírse, pero esa sonrisa había sido distinta, no había rastro de burla en ella, daba la sensación de que era una sonrisa triste, melancólica quizás…
- Tú tampoco has mostrado mucho respeto por los demás como para que ellos te acepten – Expreso con sinceridad el ojiverde.
- No necesito que me acepten, si he pasado por encima de los demás sin importarme nada es porque simplemente no le veía el problema a aquello… demasiado mimado como para pensar en el resto… – Confeso casi en un susurro esto ultimo, pero Harry logró escucharlo.
Hubo otro largo silencio, abajo ya se escuchaban voces, signo de que la mayoría ya se encontraba en la sala común, entonces se abrió la puerta dejando entrar a Seamus.
- Aquí estas, Harry – Dijo el chico acercándose a su amigo, y luego se percato de la presencia del rubio – Creo que llegue para salvarte, tener que compartir habitación con semejantes serpientes – Pronuncio el muchacho logrando recibir una mirada de fastidio por parte de Malfoy.
- No eres el único que piensa así, tener que estar cerca de ti y San Potter solo me enferma – Espeto el joven de piel pálida para luego salir del cuarto dejando a los dos ex Gryffindors a solas.
- Ese tipo es un odioso, no puedo creer que tengamos que aguantarlo durante todo el año – Comento con voz apagada Seamus.
Harry por el contrario no sabía que decir ni que pensar, hace tan solo unos momentos había estado hablando con Malfoy como si ninguno de los dos jamás hubiese sido enemigo del otro, y después volvía a hacer el mismo Malfoy de siempre, odioso y arrogante. ¿Había soñado entonces aquella conversación? No, imposible, había sido real, pero no estaba seguro de porque, pero se molesto cuando vio entrar a Seamus, estaba teniendo por fin una conversación civilizada con el príncipe de Slytherin, logrando quizás conocerlo de verdad tan solo un poco, y todo se había arruinado por culpa de su amigo y sus comentarios, pero no podía culparlo, todos pensaban así de Malfoy, él también había pensado así…Un momento, ¿había dicho pensado?, ¿eso quería decir que Malfoy comenzaba a agradarle? Nunca tanto como agradarle, pero ya no lo veía como el maldito engreído arrogante que había detestado durante años, ¿aquello significaba algo?, quizás el Malfoy que creía conocer solo era una pantalla, pura apariencia como él mismo había dado a entender, recordó la escena de él y Hermione en la biblioteca, y pensó en las palabras de su amiga: “Creo que Malfoy no es tan detestable como parece…” ¿Podría ser eso cierto? “Hemos podido hablar como dos personas civilizadas… tal vez el asunto de la guerra lo cambio un poco…” Hermione podría tener razón, después de todo una guerra es capaz de cambiar a cualquiera, ¿no? Además el padre de Malfoy había muerto por culpa de esa guerra, quizá eso le había afectado, y se había vuelto más humano?
Decidido a no terminar con un dolor de cabeza, Harry se puso su pijama y se acostó a dormir. Dos horas después de haber decidido eso pensó que era más complicado de lo que creía. Había sentido entrar en la habitación a Neville. Estaba dando vueltas en la cama enfadado por no poder conciliar el sueño, estaba a punto de levantarse e ir a beber algo de agua hasta que sintió que la puerta comenzaba a abrirse y segundos después entro Nott junto a Malfoy, los escucho murmurar, pero no comprendía sus palabras, así que espero a que ambos se sentaran cerca de la ventana y simulo que dormía.
- Me tomo por sorpresa cuando Potter me dijo que te habías hecho amigo de la sabelotodo, tuve que aparenta que sabía, ¿Qué pretendes Theo?
- Me conoces Draco, no pretendo nada, sabes que ella siempre me ha llamado la atención, pero por culpa de ustedes nunca hacia podido conversar con ella, y dado que esta es la mejor ocasión para hacerlo no perderé oportunidad – Confeso el chico haciendo que Harry se concentrara más para no perderse de ningún detalle sobre lo que hablaban.
- Cuando me dijiste en tercer año que te gustaba Granger pensé que bromeabas – Hubo un silencio, y luego volvió a hablar – ¿Planeas conquistarla? – Pregunto curioso el rubio, Harry a penas escuchaba lo que decían, ahora hablaban más bajo que antes, y eso lo obligaba a contener la respiración por algunos segundos para tratar de escuchar mejor.
- No, no me acerque a ella con esas intenciones, solo quiero conocerla mejor, y que ella me vea como soy realmente, y no como un engreído Slytherin.
- Vaya Theo, no sabía que tenias ese lado tan sentimental – Se burlo Draco haciendo que su amigo se ruborizara un poco.
- ¿Nunca te ha pasado? Cuando te guste alguien me comprenderás – Le dijo Nott al rubio quien lo miro incrédulo medio riéndose, y ante esto el pelinegro agrego – No puedes escapar por siempre a esos sentimientos, Draco, mientras más huyas más fuerte te dará, no puedes tener siempre todo bajo control – Confeso algo más serio el muchacho.
- Lo que tu digas Theo, he sobrevivido 17 años sin esos tontos sentimientos, manteniendo todo controlado, estoy seguro de que podre sin ellos por mucho tiempo más.
- Te equivocas Draco, es la ley natural de la vida, no puedes vivir sin amor, y como jamás te has enamorado cuando lo hagas si que te dará fuerte, y cuando ese momento llegue estaré ahí para escucharte decir cosas cursis y sentimentales como las que te digo yo ahora – Expreso con sinceridad y algo de gracia a su amigo.
- Como quieras Theo, si tus sentimentalismos me lo permiten quiero descansar, ya es tarde y mañana hay clases – Termino la conversación el rubio para después ir a costarse.
Cuando ambos jóvenes ya estaban en sus respectivas camas, Theo le susurro algo y luego intento dormir: tarde o temprano lo entenderás, Draco… El rubio solo se limito a soltar una risita, y también se dispuso a dormir.
En verdad aquel día había estado lleno de sorpresas, primero le tocaba hacer el desafío con Hermione y Malfoy, luego veía a estos últimos dos conversar de lo mejor en la biblioteca, seguido de una conversación que él mismo había tenido con el rubio, ¡y ahora resultaba que Nott gustaba de su amiga!, que más seguiría, siendo que a penas ese había sido el primer día de tantos que quedaban, Harry pensó que a esa altura quizás no seria tan imposible ver a Snape bailando ballet…
Así paso el tiempo, Harry no le comento a nadie su conversación con Malfoy, ni mucho menos la que había oído a escondidas, de hecho aunque les hubiese contado a sus amigos que había hablado con Malfoy nadie le creería, después de esa noche el rubio no le dirigió la palabra a Harry, salvo por supuesto para decir alguna pesadez como de costumbre. Hermione se la pasaba en la biblioteca junto a Nott, y eso cada vez hacia que Ron enfermara de los nerviosos y anduviese de un pésimo humor, por supuesto él como buen amigo del pelirrojo trataba de tranquilizando, y hacerle ver que solo se llevaban bien y nada más, no quería darle el bombazo de que Nott quería algo más con la castaña.
Ginny y Harry pasaban algún tiempo juntos, antes de que Ron comenzara a hacer un mal tercio. La chica tenía muchos deberes, por lo que se veían en los descansos, y en las comidas, pero fuera de deprimir a Harry aquel hecho, parecía no importarle mucho. Se encontró a si mismo varias veces observando a Malfoy, algo le decía que el rubio estaba diferente, y ese sueño que había tenido junto al lago se había hecho presente durante algunas noches, provocando que el ojiverde se sintiera a veces nervioso cuando Malfoy lo sorprendía mirándole, de hecho una vez no pudo evitar sonrojarse levemente y odiarse por ello, estaba seguro de que el rubio lo había notado, porque lo vio sonreír arrogante por unos segundos.
Y así llego el jueves en la noche para pesar de Harry. Se encontraba en la entrada de su sala común junto a su capa de invisibilidad esperando a que Malfoy apareciera. Eran las 23:20 de la noche y debían ir a por esa bendita planta, la verdad es que no tenía muchas ganas de ir, se sentía cansado y soñoliento, y… en realidad el hecho de que tuviese que ir solo con Malfoy lo alteraba un poco… A quien engañaba, el hecho de estar con él lo perturbaba, sobre todo ahora que sentía que el rubio había cambiado un poco, eso le provocaba asombro e intriga.
- Podemos irnos, Potter – Había dicho el ojiplata a la vez que bajaba por las escaleras para acercarse a Harry.
Ambos chicos se pudieron la capa encima y salieron de la sala común en dirección de la torre de Astronomía. Si antes se sentía nervioso, ahora era mucho peor, debido a que Filch andaba por los alrededores habían tenido que ir con la capa obligándolos a estar cerca, demasiado cerca para el gusto de Harry, podía sentir la respiración del otro chico cerca de sus oídos, ese aroma tan sofisticado a menta inglesa que denotaba elegancia, sin ser muy consciente de eso se había apegado un poco más a Draco.
- ¿Qué haces, Potter?, si te acercas más terminaras besándome – Le dijo molesto el ex Slytherin.
- Como si quisiera – Respondió molesto el chico de cabello negro, ¿él besar a Malfoy? Ja! – Ya llegamos – Dijo con alivio Harry cuando vio las escaleras de la torre, ambos muchachos subieron rápidamente y entraron a unas de las aulas donde el héroe había dicho ver el cuadro de la Reina. – Aquí – susurro el chico para hacer que el rubio se acercara a un enorme cuadro donde podía verse una mujer de cabellos largos y oscuros de apariencia elegante – Sabía que aquí estaba, pero no veo ninguna planta – Continuo hablando mientras observaba a su alrededor.
- Es obvio que no va a estar en la sala – Comento Malfoy – Qué no piensas, Potter?, si mal no recuerdas la Verdenus ama las alturas y la estrellas, no estará en este horrible salón.
- Pues ya que eres un genio, dime donde rayos esta! – Espeto molesto el chico, le molestaba que Malfoy de las diera de muy listo.
- Aquí – Dijo a la vez que removía el cuadro de la Reina Soledad II con un poco de esfuerzo, cuando por fin lo quito se pudo ver una puerta, que cuando fue abierta por Draco dejo a la vista una larga escalera – Dudas de mi inteligencia, Potter? – Se mofo el rubio al ver como Harry miraba la escalera incrédulo, quizás Malfoy no se las daba de listo, lo era, un poco nada más. Ignorando la sonrisa de autosuficiencia que le dedicaba el chico de pálida piel avanzo hasta la puerta y comenzó a subir por las escaleras.
Subieron durando largos minutos por esa larga escalera hasta que llegaron al exterior, vieron un lugar plano y lleno de plantas y arbustos. Harry no creía lo que estaba viendo, él había pasado muchas veces volando en su escoba cerca de la torre, y jamás había visto plantas ni nada parecido. Caminaron con calma observando a cada lado para encontrar la Verdencia, tardaron largo rato en localizarla, hasta que Draco le hizo señas al pelinegro indicándole que se acercara.
- Es hermosa – Comento Harry viendo una pequeña planta de colores rojizos, enormes y delicadas hojas en la que se divisaban largos estambres de tonos fríos, y grandes antenas que brillaban de color plata. - ¿Qué necesitamos de ella? – Pregunto Harry tratando de recordar el acertijo.
- Su sangre – Respondió el rubio antes de que el ojiverde intentara sacar el pergamino que tenia en el bolsillo. – Su sabia – Volvió a responder a Harry cuando se percato de que no había entendido lo de la sangre, a veces Potter era tan lento – Ahora hay que ver como la conseguimos porque decía que era mortal para… - Pero no alcanzo a terminar de hablar, en un descuido suyo el chico de la cicatriz que se había acercado a la planta tocando una de sus ojos, y entonces lo vio caer al suelo.
Quizás no sea tan malo como pensé. Me gustaría volver a hablarle…
¿Qué rayos era eso? …l no estaba hablando, y aun así era su voz la que se escuchaba, ¿donde estaba? Se encontraba en un lugar oscuro desprovisto de toda luz, escuchando su propia voz, ¿estaba dormido?
¿Qué pensara de mí? Se me hace tan difícil acercármele…
¿Acercarse? ¿A quien? ¿Esa realmente era su voz?, y donde demonios se había metido Malfoy, se había acercado a la flor para obtener la sabia como había dicho el rubio, y segundos después ya no estaba ni Malfoy ni la planta, a cambio de eso todo era oscuro a su alrededor.
Hay veces en las que no puedo dejar de verle… Hasta ahora me doy cuenta de lo bello que es…
¡La planta!, ahora entendía lo que sucedía… un poco. Esa era su voz, la voz de su inconsciente, Hermione lo había mencionado en la biblioteca días atrás. ¿Pero de que demonios hablaba su inconsciente?
Ese porte elegante, y su aire de indiferencia. Siento que aleja a todas las personas, incluso a sus amigos, ¿por qué lo hace?
Estaba cada vez más confundido, ¿realmente esa era la voz de sus pensamientos?, no estaba muy seguro de ello porque cada vez entendía menos de que hablaba…
Realmente quiero conocerlo mejor…Malfoy…
- Potter, Potter, despierta – Decía el rubio a la vez que tomaba los hombros del chico que había en el suelo y los movía tratando de despertar a Harry, cuando lo vio caer solo atino a tomar algo de la sabia que había caído de la hoja que el ojiverde había cortado, pero no estaba seguro de si realmente funcionaria, el chico de cabello negro estaba muy helado, y sus labios se habían puesto ligeramente azules. – Despierta de una vez maldito Potter – Continuo hablando mientras se quitaba su túnica y la colocaba sobre el otro chico. El muchacho llevaba más de 10 minutos inconsciente y su cuerpo no dejaba de helarse y tomar un leve tono pálido azulado.
Harry lentamente fue abriendo sus ojos, hacia frio, y se sentía desorientado, alguien decía su nombre, y entonces reacciono un poco. Se encontró con unos hermosos ojo color gris-plata que lo miraban con algo de preocupación y molestia.
- ¿Malfoy? – Pregunto tontamente, pues sabía que era él.
- Eres un idiota – Le espeto a la vez que soltaba el agarre de sus hombros y lo empujaba hacia atrás – Ya sabía que eras lento, ¡pero definitivamente tienes el cerebro de un Troll! – Volvió a decir enfadado el rubio.
- ¿De qué hablas? – Pregunto Harry extrañado, y desconcertado, la cercanía con el otro chico lo había puesto un poco nervioso, se había sonrojado un poco, pero ante las insultantes palabras de Malfoy lo miro con molestia.
- ¿Qué de qué hablo?, Casi te mueres imbécil – Dijo el chico con brusquedad mirando ahora más furioso al muchacho sentado en el suelo, el muy idiota casi moría por no haberlo escuchado, mejor dicho por no haber usado el cerebro.
- ¿Por qué tengo tu túnica? – Se percato de que el rubio no la llevaba puesta, y descubrió que estaba tendida sobre sus piernas como una manta, ¿casi moría?, en que momento, Malfoy debía estar loco…
Malfoy decidió explicarle lo más sencillamente posible a Harry para que entendiera la estupidez que había hecho, y como él, Draco Malfoy lo había salvado.
- Me debes la vida, Potter – Comento divertido el ojiplata.
Harry se sentía muy cansado como para comenzar una discusión con Malfoy, así que tomaron un poco de sabia de la Verdenus y se fueron de aquel lugar dejando todo como estaba.
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- ¿Qué hacías con Potter anoche? – Pregunto curioso Nott a su amigo. Estaban en clases de Runas Antiguas, eran pocos lo que iban a esa clase, él la había tomado porque la ex Gryffindor también lo había hecho. Desde que había despertado en la mañana que quería preguntarle a Draco aquello, le parecía extraño, y dado que eran casi los únicos en clases, todos ignoraban a la profesora -a excepción de Hermione que estaba sentada más adelante- , y que nadie les prestaba atención se animo a interrogar.
- ¿Con Potter?
- No intentes negarlo, Draco, los vi llegar pasado la una de la madrugada… juntos, se veían cansados y todo eso… – Dijo esta ultima palabra con una voz un tanto extraña para gusto del rubio – No me digas que tú y él…
- No imagines idioteces, Theo – Lo callo el chico, estaba comenzando a molestarle el rumbo de aquella charla – Fuimos a la torre de astronomía – Respondió, y ante la mirada divertida que le enviaba el otro chico agrego – por lo del desafío, Nott.
- Ya veo… - El que lo hubiese llamado por su apellido era un claro signo de que no jugara con su suerte, era mejor cambiar el tema antes que de Draco sacara su mal carácter – ¿Ya lo terminaron? Vaya, se nota que Hermione esta en tu grupo – Comento orgulloso el pelinegro.
- Si, como digas, Theo… ¿Qué tal van ustedes?
- Espero que cuando llegue el lunes tengamos algo más que la pista de que es una planta – Respondió abrumado el chico – Por lo menos así no nos quitaran puntos.
- Cambiando tema… ¿Qué tal lo llevas con Granger? – Quiso saber el chico luego de varios minutos de silencio.
- Supongo que bien, no sé, pero mañana como es fin de semana iremos a Hogsmeade. Se sorprendió mucho cuando le conté que jamás había estado ahí, por lo que decidió darme una especie de tour por el lugar – Respondió con un claro tono de felicidad el muchacho.
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