Eran las 10 de la noche
Piloteaba mi nave
Era mi taxi un volswagen
Del año 68
Itachi Uchiha, era un hombre de unos 25 años, tez blanca, cabellos azabaches y cuerpo despampanante; se encontraba en su vehículo, su medio de trabajo para mantener a su familia. Llevaba cinco años de casado con su esposo Deidara… su vida y su adoración, pero últimamente su relación se veía deteriorada, no se entendían y su trabajo se interponía.
- Ahhh… otro aburrido día de trabajo *espeto*
Llevaba una hora divagando en esa fría noche, ningún pasajero se veía por la inhóspita calle, pero una esbelta silueta llamo su atención.
Era un día de esos malos donde no hubo pasaje
Las lentejuelas de un traje
Me hicieron la parada
Aquella persona, levanto su mano indicando que lo recogiese; el sin dudar adelanto su vehículo enfrente de su cliente, abrió la puerta de su taxi y pudo notar una melena hermosamente rubia.
Era una rubia preciosa
Llevaba minifalda
El escote en su espalda
Llegaba justo a la gloria
Al principio confundió a su pasajero con una mujer, pero al fijarse bien en el retrovisor, se dio cuenta que era un hombre. Su piel era delicada y con un deseable tono canela, tenía una hermosa melena rubia y larga hasta sus caderas, sus ojos eran un azul profundo casi el mismo tono del mar y sus mejillas poseían tres extrañas pero deleitables marcas; traía puesta una camisa negra de mangas largas, con un gran escote en la espalda, además, un pantalón de igual color con algunos agujeros… sencillamente irresistible.
Una lágrima negra rodaba en su mejilla
Mientras que el retrovisor decía
Ve que pantorrillas
Yo vi un poco más
Aquellos ojos turquesas derramaban lagrimas y miraban hacia la ventana, Itachi quien estaba un poco afligido por la situación de su pasajero, decidió romper el silencio.
- A donde lo llevo?
- Conduzca por favor, yo le iré indicando
Eran las 10 con 40
Zigzagueaba en reforma
Me dijo me llamo Norma
Mientras cruzaba la pierna
Después de un largo recorrido, el rubio se calmo un poco; Itachi quien no perdía detalle de su cliente, noto la mejoría en aquel fino rostro.
- Naruto
- Disculpe?
- Me llamo Naruto, como te llamas?
- Itachi, es un placer
- El placer es mío, dime Itachi, te molesta que fume?
- Para nada
Saco un cigarrillo algo extraño
De esos que te dan risa
Le ofrecí fuego de prisa
Y me temblaba la mano
Itachi prendió aquel cigarro, aspiro el humo que Naruto había soplado en la primera calada, aquel aroma era embriagador y se mezclaba con la propia esencia del rubio.
Le pregunte por quien llora
Me dijo por un tipo
Que se cree que por rico
Puede venir a engáñame
- Disculpe mi atrevimiento, pero porque lloraba?
- Por un infeliz, que cree que porque es rico puede jugar con todo el mundo
No caiga usted por amores,
Debe de levantarse
Le dije…
Cuente con un servidor si lo que quiere es vengarse
Y me sonrió
- Se que mi consejo no será bueno ni de mucha ayuda, pero hay que vengarse de personas como esas.
- No sabe cuanta razón tiene *sonriendo*
¿Que es lo que hace un taxista seduciendo a la vida?
¿Que es lo que hace un taxista construyendo una herida?
¿Que es lo que hace un taxista enfrente de una dama?
¿Que es lo que hace un taxista con sus sueños de cama?
Me pregunte…
Lo vi abrazando y besando a una humilde muchacha,
Es de clase muy sencilla,
Lo se por su facha
- Lo descubrí abrazando y besando a un hombre; pero lo que mas me duele, es que es una persona sencilla y normal, su vestimenta me lo comprueba.
- En pocas palabras, le duele que lo haya cambiado por algo tan poca cosa?
- Vaya que es usted intuitivo * sonriendo*
Me sonreía en el espejo
Y se sentaba de lado
Yo estaba idiotizado
Con el espejo empañado
Itachi miraba atentamente el retrovisor, su pasajero era realmente provocativo; sus curvas, su cuerpo, su rostro… la belleza que ese ser poseía era la misma lujuria, pasión en la que cual se sentía que estaba sucumbiendo.
Me dijo doble en la esquina,
Iremos hasta mi casa,
Después de un par de tequilas
Veremos que es lo que pasa
- Dobla aquí en la esquina, pronto llegaremos a mi casa
El azabache estaciono donde indico su cliente, salió de su taxi para abrirle la puerta a Naruto y ayudarlo a salir, había quedado prendado al encanto de aquel rubio.
- Eres muy formal Itachi, dime tienes tiempo para acompañarme
- Sera un placer
Naruto abrió la puerta de su elegante casa, invito al mayor a entrar; Itachi miraba entre sorprendido y animado aquella bella morada, por órdenes de Naruto se sentó en el sofá.
- Que te apetece tomar Itachi; un tequila, cerveza, ron?
- No puedo tomar mientras trabajo
- Solo será una copa *con voz sensual*
- Si es solo una
El rubio se sentó al lado del mayor, sirvió tequila en la copa de Itachi y ambos brindaron. Ambos parecían devorarse con la mirada, el rubio acomodo su larga cabellera exponiendo su níveo cuello; Naruto se inclino para recibir la copa vacía del azabache, chocando así sus respiraciones… Itachi, sin más autocontrol, se lanzo a devorar aquellos carnosos labios.
Sus lenguas danzaban salvajemente, compartiendo sus salivas con aquel fogoso beso; Itachi prosiguió con sus besos por el níveo cuello del menor, dejando pequeñas marcas rojizas. Naruto tan solo abrazaba el cuello del azabache para profundizar su contacto… aquel hombre era tan igual pero a la vez tan distinto de su pareja… se regaño a si mismo, por hoy dejaría de pensar en el… hoy pagaría con la misma moneda… esa noche se vengaría de Uchiha Sasuke.
- Ahhh… Itachi… mmm
- Eres tan sensual Naruto
El rubio se estremeció al escuchar su nombre pronunciado con esa varonil voz, definitivamente Itachi era completamente diferente a Sasuke; sintió aquellas formidables manos pasándose por su pecho cuando retiro su camisa.
Sus manos se pasaron sin tapujos por aquella desierta piel, su lengua paseaba una y otra vez por el abdomen, haciendo énfasis en su ombligo.
Naruto tan solo podía tirar su cabeza hacia atrás, nadie en la vida lo había tocado de esa manera tan apasionada, su respiración se hacia nula a cada instante, flaqueaba ante aquellas caricias. Sintió los labios de su nuevo amante en sus erectos pezones, suspiro con pesadez cuando sintió aquellos dientes halarlos.
- I… Itachii
- Que hermosos son tus gestos Naruto… no sabes cuanto me excitan
- Tu igual a mi Itachi… me encantas
Itachi prosiguió su travesía, desato el pantalón del blondo, sin dejar de observar sus sensuales gestos; retiro el pantalón junto con la ropa interior, dejando ver aquella erecta y perfilada hombría.
Aspiro aquel aroma tan fascinante y llevo sus labios por toda aquella extensión; su lengua jugueteo con toda la punta de la rubia virilidad, se paso por los testículos y los absorbió con parsimonia… a cada paso de su boca los jadeos de su ahora amante se incrementaban.
- Mmm… que… que rico… Itachi… mételo a tu boca
El azabache atendió tan candente petición, llevo el miembro a su boca y comenzó con un lento vaivén, podía sentir el sabor del semen en su boca, aquel sabor mezclado con su saliva era magnánimo.
- Mmmm… ahhh… ahh Itachi… ohhh… no te detengas
Unas cuantas felaciones mas bastaron para que el rubio culminara en tan experta boca; Itachi trago con gusto aquella sustancia de inigualable sabor, se relamió los labios para no desperdiciar ni una gota; cuando levanto su rostro y detallo a Naruto, no pudo evitar que su miembro palpitase a tan bella escena.
El blondo respiraba con dificultad, su boca estaba entre abierta con hilos de saliva corriendo por ella, sus ojos estaban fuertemente cerrados y su glorioso cuerpo estaba cubierto por una fina capa de cristalino sudor.
El azabache quito su indumentaria rápidamente, dejando ver su notable erección; levantó las piernas del blondo para ubicarlas encima de sus hombros y ensalivo uno de sus dedos para iniciar la preparación.
- I… Itachi, eso es muy dulce de tu parte, pero no lo necesito *sonriendo dulcemente*
- No quieres que te prepare?
- No, solo déjame acostumbrarme cuando estés adentro
Itachi posiciono su miembro en aquel cálido orificio, jamás en su vida se había sentido tan ansioso por hacer el amor, ni siquiera en su luna de miel; pero como no estarlo con aquel hermoso ser bajo su yugo, sin ser consciente maldijo una y otra vez al desgraciado que había abandonado a tan maravillosa persona… si el estuviera en sus zapatos, jamás lo hubiera hecho.
Al sentir su punta ingresar, se inclino para besar aquellos adictivos labios y al unísono se introdujo de una sola estocada; Naruto tan solo se aferro de aquellos varoniles brazos, tratando de disminuir un poco su dolor.