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AL ESTILO MALFOY por ANTARES

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Notas del capitulo:

Y el chisme al fin se da a conocer. La primera plana de El Profeta anuncia a grandes titulares el clandestino romance que mantuvieron ¿y aún mantienen? la otrora Mano Derecha de Lord Voldemort, Lucius Malfoy; y el héroe del mundo mágico Harry Potter; y que tuvo como resultado un adorable chiquillo de 20 años llamado Rasalhague. ¿Cuál será la reacción de Narcissa y Draco? ¿De Ginny? ¿De James, Albus, Lily, Scorpius…? ¿De la comunidad mágica en general?

 

Como siempre: Harry Potter y su universo son de J.K.Rowling. Yo no gano nada con esto… salvo un rato de sana diversión.

 

 

CAPITULO XII

 

 

Harry se despertó con una sensación de felicidad en el pecho que hace tiempo no sentía. Había llegado tarde a su casa, después de una gran noche con su nuevo hijo, y se había metido en la cama que compartía con su esposa (y que en realidad no compartía desde el nacimiento de Lily) sin siquiera intentar explicarse. Ella dormía profundamente y  no se percató.

 

Pensó en Lucius y en su promesa: quedarse en Londres para que él y Ras pudiesen tratarse. Era un bastardo, pero no podía negarse que amaba al muchacho y solo por eso le perdonaba todo su pasado. Hablaría con Kingsley para conseguirle un indulto completo. No por él, se dijo; por su hijo... que lo quería tanto.

 

Escuchó el agua de la ducha cerrarse y, tras unos minutos, vio a su mujer salir desnuda secándose con una gran toalla. Su cuerpo aún era esbelto y su largo cabello rojo llameaba como el fuego.

 

–  Harry, cariño… ¿Mucho trabajo anoche? No te oí llegar.

 

El moreno la miró pensando si era estúpida o solo lo aparentaba. Hace años que ya no era auror, solo un profesor de la academia con horarios definidos. No era como si pudiese tener alguna clase a media noche.

 

–  Una reunión con los jefes. Para analizar las nuevas currículas de estudio.

 

–  Ya… – se vistió de prisa –   Llego tarde al periódico. ¿Te molestaría prepararte el desayuno?

 

¿Le molestaba?... No más que el llegar a una casa vacía. No más que el no cenar juntos desde hacía semanas.

 

–  ¿Te importaría si me molesta?

 

–  La verdad no. Yo también trabajo y no tengo tiempo de hacerla de elfo. Nos vemos a la noche, aunque no sé si llegue temprano. Prepara de comer y si no estoy aquí para las 10 acuéstate. – Y lanzándole un beso convocó su escoba y salió volando por la ventana. Casi 40 años y aún se comportaba como una chiquilla. 

 

Harry se quedó mirando al techo preguntándose cuando se jodió todo, y el por qué seguía aguantando un matrimonio que a todas luces estaba acabado. Cualquiera de sus amantes muggles de una noche, meditó, sería más cariñoso. Por lo menos le regalaría un café.

 

Recordando que había quedado con su hijo (que bien le sonaba aquello) de verse en el Ministerio a primera hora, decidió saltarse el desayuno y  ser puntual. Salió de la cama y se metió al baño. Luego se vistió. Sin siquiera pararse a recoger el periódico que acababa de llegar atravesó la chimenea.

 

 

 

*****************

 

 

 

Mientras eso, en la nueva Mansión Malfoy (ex Montague), Ras y Oph a duras penas abrían lo ojos ante los frenéticos esfuerzos de los elfos por despertarlos. Se habían quedado hasta tarde conversando con su padre y recién acababan de acostarse.

 

–  ¡Salazar! ¡Quedamos de vernos con Harry a las siete!

 

–  ¡Joder!  –  el mayor se acurrucó entre las sábanas –  Lo buscamos más tarde. Me caigo de sueño.

 

–  ¿Quieres a Padre en un lugar lleno de gente? ¿Que lo vean paseando del brazo del  Salvador?

 

Oph saltó de la cama.

 

–  ¡Que lo despierten! ¡Vamos! ¡A ducharnos!

 

Media hora después todos estaban en la terraza, tomando café con leche y botanas. Apenas terminaban cuando una lechuza llegó trayéndoles el diario:

 

–  Lo leeré después –  Lucius ni lo desplegó. Simplemente se lo arrojó a uno de sus sirvientes. –  ¡De prisa! No quiero cruzarme con nadie cuando Potter y yo vayamos a entrevistarnos con el Ministro.

 

Antes de dejar la mesa, Ras tomó varios bollos y pastelitos y lo metió en una bolsa que conjuró con su varita. Los otros lo miraron burlones:

 

–  Es para Harry. No se si habrá tenido tiempo de desayunar. Él no tiene elfos que lo atiendan.

 

–  Si no los tiene es porque no los quiere. Posee el suficiente dinero para comprarse un par –   su padre terminó el comentario con una mueca; no podía evitar el sentirse celoso ante tantas consideraciones. Tragándose su molestia, arrojó los Polvos Flu a la chimenea y los tres partieron rumbo al Ministerio.

 

 

 

*****************

 

 

 

Y en la primigenia Mansión Malfoy (la de Wilshire) Draco, Astoria y Narcissa se encontraban sentados en el comedor. Como todos los días, tres lechuzas llegaron a dejarles sus periódicos. Astoria recibió el suyo y lo entregó a un elfo para que lo lleve a su estudio, ya lo leería luego. Draco y su madre, sin embargo, lo desplegaron como era su costumbre; pues ambos gustaban de enterarse de las últimas noticias mientras comían.

 

De pronto, escupieron sus jugos y lanzaron un ¡¡¡¡QUEEEE!!!! que retumbó en toda la propiedad:

 

 

 

Romeo y Julieta versión mortífago: Romance Clandestino al Descubierto

 

¡HORROR! HARRY POTTER Y LUCIUS MALFOY TIENEN UN HIJO DE 20 AÑOS

 

* Nuestro Niño-que-Vivió  habría sido su amante  desde los 17.

 

* Malfoy se embarazó en Askabán, después de la Batalla Final, durante una de sus visitas clandestinas. Lo habría hecho para evitar ser condenado.

 

·* Potter presionó al Wizengamot para trocar el Beso del Dementor por el  destierro, aduciendo haber contraído una deuda de vida con Narcissa Malfoy, a todas luces la gran cachuda de la historia. Sin embargo, la verdadera razón fue el evitar que su primogénito bastardo nazca entre rejas.

 

* El hijo de ambos ignoraba sus orígenes hasta hace poco. Al parecer el “héroe” se negó a reconocerlo por temor al escándalo.

 

 

 

Bajo el sensacionalista titular y las llamadas, se veía la foto de los dos, abrazados en un restaurant muggle. Ambos sentados en una mesa adornada con velas, las copas a medio terminar. Malfoy se tocaba el corazón, triste, y Harry le pasaba el brazo por los hombros hablándole al oído, mientras miraba nervioso sobre su hombro.

 

En enormes letras rezaba la leyenda: “No estaba muerto…. ¡¡¡Andaba de parranda!!!”

 

 

 

*****************

 

 

 

Paralelamente, Minerva presidia el desayuno en el Gran Comedor de Hogwarts; cuando cientos de aves irrumpieron dejando sus paquetes aquí y allá. La bruja directora recibió El Profeta como todas las mañanas y se dispuso a darle una hojeada… muchos hacían lo mismo en ese instante.

 

Como si se tratase de un ballet en perfecta sincronización la leche, los panes y demás alimentos que en ese momento todos tenían en sus bocas fueron escupidos, mientras un común grito de asombro  se escuchaba hasta el bosque  prohibido.

 

Alumnos y profesores comenzaron a cuchichear y a leer frenéticamente, mirando de reojo a Malfoy y a los Potter. Lily y James devoraban el diario en su mesa mientras que en la de Slytherin Albus y Scorpius hacían lo propio.

 

“Esta confirmado que Lucius Malfoy dio a luz a los 8 meses y dos semanas de abandonar Askabán, en Norteamérica, a un varón de 52 centímetros y 3 kilos y medio; al que registró bajo el nombre de Rasalhague Snape Malfoy; declarando como otro padre ¡en el colmo del cinismo! al fallecido héroe de guerra Severus Snape Prince. Para ese entonces ya tenía consigo a un niño de 13 meses, inscrito en Francia  como Ophiuchus Lestrange Malfoy, siendo su padre gestante el malogrado ex mortífago Rabastan Lestrange”.

 

“Estas reporteras han investigado que el patriarca Malfoy fue incomunicado y mantenido en aislamiento durante los 4 meses que permaneció detenido en la isla prisión. Y era tan estricto este régimen que ni siquiera los aurors a cargo del presidio podían entrar a su celda: solo el Ministro y el Salvador tenían acceso. Incluso la comida le llegaba vía traslador directamente de la Madriguera. ¿Sería que la novia de Potter cocinaba para su amante?”

 

“Siendo que las únicas visitas que recibió fueron la de los magos arriba mencionados, y mirando la foto del muchacho, resulta más que obvio de quien es hijo. Mas aún si se tiene en cuenta que el otro candidato es negro….”

 

Minerva estaba muy próxima al desmayo mientras analizaba el retrato de Rasalhague insertado en el texto. Recién, y atando cabos, las cosas comenzaban a tener sentido; más aún cuando por fin notaba el parecido que tanto le costó identificar desde el primer momento que lo conoció: “Ese pelo, esos ojos….” Y por lo que veía todos a su alrededor estaban sacando las mismas conclusiones.

 

“Dada las fechas y por un simple cálculo matemático es imposible que Severus Snape, de quien también se rumoraba compartía la cama del rubio ex mortífago, sea el padre del chiquillo; ya que un embarazo masculino dura máximo 9 meses y al momento del alumbramiento este tenía más de un año de fallecido”.

 

 

 

*****************

 

 

 

Ginny arribó a la oficina y se instaló en su escritorio dispuesta a empezar con el trabajo pendiente. Era redactora del Magic Sport, una revista deportiva que se distribuía por suscripción.

 

Sus compañeros de piso leían ávidamente cuando la vieron entrar. La miraron fijamente y enmudecieron. La pelirroja pensó que seguramente, otra vez, se había publicado algo sobre su familia: quizás ya habían descubierto que el homosexual de Albus se la pegaba con el tan Scorpius… ¡Bien! No era novedad para ella.

 

Fastidiada, los retó con los ojos. En eso un muy pálido Seamus salió de su despacho. Se le acercó y le puso el diario enfrente. Ginny ni siquiera se percató de los titulares: sus ojos fueron directo a la foto en la que su marido y el infeliz de Malfoy Padre (más bien abuelo y supuestamente muerto hace dos décadas) estaban abrazados. Luego comenzó a leer, cada vez con más rabia, hasta que distinguió su nombre bailando entre el texto:

 

“…Como es de conocimiento público, desde que terminó la guerra Harry Potter mantenía un noviazgo con la que ahora es su esposa: Ginebra Weasley, quien al parecer es la otra gran cachuda (la primera obviamente sería Narcisa Malfoy). ¿Era para desviar la atención de sus amigos sobre su otro romance? ¿Para aparentar respetabilidad ante la sociedad mágica? ¿Por compromiso con la familia que lo apoyó  desde un inicio? Dudamos que haya sido por amor o tan siquiera cariño, ya que desde la última batalla Harry Potter ha dado claras muestras de sus inclinaciones homosexuales,  llevando una disoluta vida entre la comunidad gay muggle”

 

Y a continuación, y para su horror, había una colección de fotos de su marido en sugerentes poses con una cincuentena de jovencitos: se abrazaban, besaban, metían mano… en una incluso parecía que se follaba a un rubio en un callejón oscuro. Eran fotos tomadas antes de su matrimonio… pero también después… durante sus embarazos, durante todos esos años juntos…

 

–  ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!

 

            El periódico ardió entre sus manos y totalmente histérica se lanzó hacía las escaleras con Finnigan siguiéndole los pasos.

 

 

 

*****************

 

 

 

            Kingsley Shacklebolt llegó a sus oficinas y se encontró a Harry, Lucius y sus hijos haciendo antesala. Los hizo pasar y ordenó que, como no se trate de una guerra o de un asesinato en masa, nadie lo interrumpa. Desgraciadamente eso evitó que su edecán le de la alerta.

 

Con Potter y los Malfoy delante, se dispuso a representar su papel: escuchó pacientemente al primero, quien le derramaba sus argumentos para darle al ex mortífago un perdón completo; fingió creerle al rubio, quien prometía portarse bien y aseguraba que solo se quedaba en Londres  por Ras…  vio los ojos suplicantes de este último… se hizo de rogar un poco más para no parecer condescendiente; arrancó algunas promesas... y finalmente extrajo los documentos que ya tenía preparados. Los firmó y listo: Lucius Malfoy era otra vez un ciudadano libre en Inglaterra. Había sido indultado por decisión Ministerial y era irrevocable: ya no tenía causas pendientes y, a no ser que cometiese un nuevo delito, la justicia mágica no podría tocarlo.

 

El ojiverde agradeció sinceramente y el rubio hizo lo propio con nuestro héroe. Había cumplido y él cumpliría también: las puertas de Montague Manor estarían abiertas siempre que quisiera visitarlos.

 

Despidiéndose de Shacklebolt se dirigieron de nuevo al área de profesores; Harry les había invitado a tomar el té en su despacho privado. La lonchera que un tímido Rasalhague le ofreció ni bien llegaron, preocupado por si había o no comido algo, lo enterneció y le hizo abrirse a la familia. Ese chico, se dijo, era un ángel… No sabía a quien había salido pues él a los 20 años distaba mucho de tener esa inocencia.

 

Ya estaban entrando a su despacho cuando escuchó la rabiosa llamada:

 

– ¡¡¡HARRY  JAMES POTTER EVANS!!! ¡¡¡ASI TE QUERIA ENCONTRAR!!! ¡¡¡DEL BRAZO DE TU MARIDITO!!! –   una fúrica pelirroja se le abalanzó tirándole dos bofetadas al hilo,  mientras contemplaba al rubio con total desprecio –  ¡¡¡Entonces era cierto que este sucio mortífago estaba vivo, que es tu amante y que ahora hay un bastardo que te anda reclamando el apellido!!!

 

Ras enrojeció y bajó la cabeza. Oph rechinó los dientes y abrazó a su hermano y Lucius puso su peor cara,  sacando disimuladamente la varita.

 

–  Ginny, déjame explicarte… – Harry, alucinado, se sobaba el rostro. No entendía como su esposa se había enterado de todo: Ron sería incapaz de abrir la boca.

 

–  ¡¡¡Todos estos años me tuviste engañada!!! ¡¡¡Y yo sintiéndome mal por dejar de amarte!!! ¡¡¡Por estar con Seamus!!! ¡¡¡Callando por respeto!!! ¡¡¡Soportando acostarme con un infeliz que ni siquiera es buen amante!!! ¡¡¡Que vas a  ser bueno si eres un impotente de mierda!!! ¡¡¡ Incapaz de complacer una mujer!!! ¡¡¡Un homosexual que se regala en los bares muggles de mala muerte!!! ¡¡¡INFELIZ PUTO!!!

 

–  ¡¡¡Mi padre no es ningún infeliz!!! ¡¡¡La que es una puta de mierda es usted, que confiesa una infidelidad sin la menor vergüenza!!! –   Ras saltó furioso. Alumnos y profesores se habían asomado y contemplaban divertidos la escena. La mayoría tenía el diario en la mano –  Si él no le cumple en la cama de seguro es porque no la ama. ¿Quién podría amar a semejante bochinchera sin distinción ni clase…?

 

Ginny, fuera de sí, arremetió contra Ras y también le cruzó la cara. No contaba con Harry, que le detuvo la mano muerto de rabia:

 

–  ¡¡¡NO TE ATREVAS!!! ¡Vuelve a tocar a mi hijo y me desgracio! ¡Te mato aquí mismo!

 

–  ¡¿Entonces es cierto?! ¡¿Eras amante de Malfoy desde el colegio y tuvieron un hijo?! ¡Este! –   la mujer estaba despechada y dolida. Increíblemente Harry se sentía liberado.

 

–  Si Ginny, es cierto. Tengo un hijo con Lucius. Y por lo que veo tu tienes tiempo con Seamus ¿Verdad amigo? – y miró al ex Gryffindor parado a escasos metros, totalmente pasmado –   Falta de confianza mujer. Si ya no me amabas, ¿para qué seguir? Ven Sam, llévatela. ¡Te la mereces! Les enviaré los papeles de divorcio esta misma tarde y ustedes podrán legalizar su relación. Después de todo, los chicos ya están grandes.

 

Finnigan lo miró más asombrado de lo que ya estaba, que es decir mucho, mientras Ginny rompía a llorar histérica:

 

–  Que fácil para ti…. Si lo que quieres es deshacerte de mí para poder estar sin problemas con este… Nunca me quisiste… todo lo que dice el periódico… ¡¿Por qué?!... Tantos años desperdiciando mi vida…

 

Lucius arrebató un diario al mirón más cercano y leyó los titulares. Quedó choqueado y se lo pasó a Harry, quien abrazaba ahora a su mujer que seguía llorando inconsolable, acurrucada en su pecho. Este también lo ojeó por sobre la cabeza de ella y no pudo evitar sonreír. ¡Al fin! Ya se sabía… Nada podría ser peor.

 

–  Ginny, querida, si te amé… y mucho. Pero tienes razón, no soy bueno en la cama contigo: soy gay. Contra eso nada. Seamus es todo un machazo y estoy seguro que él si te llenará… en todos los aspectos. Por el dinero no te preocupes (hace tiempo que había puesto la mayoría a buen recaudo en una cuenta cifrada en Suiza), te daré lo justo por tu sacrificio de todos estos años. La mitad exacta –  La mitad de casi nada, pensó para sí.

 

La mujer lo miró anonadada mientras secaba sus mejillas:

 

–  ¿Me darás… la mitad?

 

–  Por supuesto. Eres la madre de mis hijos.

 

–  ¿Y los niños…?

 

–  Ellos decidirán. James ya es mayor de edad… Y se pasan la mayor parte del tiempo en Hogwarts de todos modos.

 

–  ¡¡¡Tu me engañaste todos estos años!!! –   le gritó aún resentida –   ¡¡¡Maldito Cabrón!!! –   y le arreó una nueva bofetada. Harry solo se rió y se sobó mientras se decía que Lavender y Rita merecían un monumento por haberlo librado de semejante lastre. Sin embargo, Lucius no lo tomó tan deportivamente y asió a la pelirroja del brazo:

 

–  Señora, ya basta; deje de hacer escándalo y de agredir a su marido. Es usted una dama y no una mujerzuela de esquina. Si ha tenido el desparpajo de confesarle un amante delante de todos los presentes –   y señaló a la audiencia –   no es quien para venir a pedirle cuentas. Dese por bien servida de que él va a darle la libertad y la mitad de su fortuna; que es solo suya después de todo. Ya sabemos lo pobretones que siempre han sido los Weasley…

 

–  ¡¡¡¿Cómo te atreves, so perro?!!!

 

–  Cuidado como le hablas a mi padre zorra – Oph saltó furioso  –  yo no soy uno de tus admiradores y tengo la varita bastante ligera.

 

–  Ginny, ya basta  –   el ojiverde intervenía –   Como ahora sabes, entre nosotros no queda nada. Pienso darte el divorcio sin ponerle pegas y compartir mi dinero de Gringotts a partes iguales. Pero si sigues aquí jodiendo…

 

–  Ginebra –   Seamus habló por primera vez mientras se le acercaba –  Potter no vale la pena. No te humilles más y vámonos. Luego le enviarás tus abogados.

 

La pelirroja miró a  su amante y asintió. Recuperando la poca dignidad que le quedaba lo asió del brazo,  y dirigiéndole a su ahora ex una  mirada de desprecio dijo:

 

–  No sabes cuanto lamento haberme casado contigo. No eres bueno ni para pegar un polvo –   y se dirigió a los ascensores. Ras no pudo contener su lengua y le gritó a todo pulmón:

 

–  ¡¡¡Pues con mi padre no tiene problemas!!! ¡¡¡Le cumple estupendamente bien!!!

 

Harry y Lucius lo miraron horrorizados y entonces se escuchó otra voz chillona:

 

–  ¡¡¡ASÍ QUE ERA CIERTOOOOO!!! –   y Narcissa salió del elevador hecha un basilisco, llevándose de encuentro a los pelirrojos. Se fue directamente hacia Harry con las uñas en ristre y le marcó la cara mientras lo golpeaba:

 

–  ¡¡¡Zorra, infeliz, basura, mestizo…!!!!

 

–  ¡Ay!…  ¡¡Ayyy!!… ¡¡¡Ayyyyyyyyyyyyyy!!!…. ¡¡¡Quítenme a esta loca!!!…. –   y  se cubría la cara mientras se hacía un ovillo en el suelo. Oph, prudentemente, esta vez no intervino y haló a su hermano lanzándole un Silencius, para que no hable de más. Lucius se apresuró a contenerla, mientras forcejeaba por arrancársela a Potter.

 

–  Cissa, querida….

 

–  ¡¡¡Ningún querida, maldito!!! ¡¡¡Adultero, infiel, sinvergüenza…!!! –  y arremetió entonces contra su ex marido,  quien la soltó de inmediato y protegió también su rostro.

 

–  ¡En la cara no!… ¡Cissa…! –   Como llamado, Draco salió corriendo  del otro elevador. Ginny ingresó en este y se marchó roja de la verguenza. Ahora solo pensaba en como se lo explicaría a sus muchachos.

 

–  Madre… tranquilízate… –  el recién llegado la sujetó por la espalda mientras se enfrentaba a su padre –   ¡¡¡Eres lo mínimo!!! ¡¡¡El colmo de la desvergüenza!!! ¡¡¡Todos estos años creyéndote muerto y tú feliz sodomizándote con este!!!

 

–  ¡¡¡Este tiene nombre!!! –   Harry se incorporó todo arañado.

 

–  ¡¡¡Cállate marica!!! ¡¡¡Hiciste que te rogáramos por la vida de mi padre!!! ¡¡¡Que mi madre se arrodillara para solicitar tu clemencia!!! ¡¡¡Y ÉL SE LA MONTABA CONTIGO!!!

 

–  En realidad Harry  se la montaba con tu padre –   uno de los curiosos no pudo evitar corregir.

 

–  Nadie se la montaba con nadie hijo –   el rubio miró feo al metiche –   no es lo que piensas…

 

–  ¡¡¡¿ES O NO ES RASALHAGUE HIJO DE POTTER?!!!

 

–  Bueno, sí, pero…

 

–  ¡¡¡INFELIZ!!! –   Draco se le lanzó encima pero Narcissa lo contuvo señalando al moreno:

 

–  ¡¡¡No a él!!!… ¡¡¡A Potter!!! Mándale un avada a Potter… ¡A ese puto que destruyó nuestra familia! ¡A ese cualquiera que se le regaló a tu padre! A ese, que lo alejó de Inglaterra para que nos olvide, para que deje de lado su deber y su apellido… ¡¡¡ A ÉL, QUE LO APARTÓ DE MI LADO!!!

 

–  ¡Oh, ya cállate Cissa! ¡Nadie me apartó de tu lado! ¡Yo me aparté solito!

 

–  ¡¡¡Lo asesino!!! – y Narcissa vuelta de nuevo a la carga, pero no contra su marido sino contra Harry, quien ya no sabía como cubrirse de sus uñas:

 

–  Pero señora… si con quien discute es con Lucius…

 

– Narcissa, él no tuvo la culpa de nada. Fui yo el que quiso tener a este bebe. Estaba enamorado…

 

–  ¡¡¡ENCIMA LO CONFIESAS!!! ¡¡¡DRACOOOO!!! –   y al igual que Ginny rompió a llorar histérica.

 

–  ¿Cómo pudiste padre? ¡Por un mestizo! ¡¡Por un hombre!! ¡¡¡Por una zorra barata que se encama con medio Londres muggle!!!

 

–  Óyeme, no te permito…

 

–  ¡¡¡¿Qué no le permites a mi hijo prostituto?!!! ¡¡¡Ya toda Inglaterra conoce tus andanzas!!!  ¡¡¡Tú destrozaste mi hogar!!! ¡¡¡Dejaste a mi pequeño sin padre!!!

 

–  ¡Ja! Su pequeño tenía 17 años y tuvo suerte de no ir a parar con sus huesos en Askabán.

 

–  ¡¡¡Salvé tu miserable vida y me pagas robándote a  mi marido!!!

 

–  Yo no le robé nada, Narcissa, usted no entiende…

 

–  ¡¡¡¿Es ese chiquillo tu hijo?!!! –   y señaló al asustado Ras. Oph lo puso detrás suyo.

 

–  Pues sí, pero…

 

–  ¡¡¡Perra!!! –  y se lanzó de nuevo a atacarlo.

 

–  ¡¡¡Ya basta Narcissa!!! –   y Lucius cansado le arreó un bofetón. La mujer cayó al suelo teatralmente:

 

–  Me ha pegado… Draco… me ha levantado la mano por la basura de su amante…

 

Draco sacó la varita y apuntó a su padre, pero otra vez su madre lo detuvo:

 

–  ¡¡¡Qué no a él, imbécil!!! ¡¡¡A la zorra de Potter!!!

 

– Ni a mi ni a la zo…. ¡Ni a Harry! ¡Narcissa, las cosas no son como piensas!

 

La mujer solo siguió llorando y mesándose los cabellos; mientras todo el público presente cuchicheaba. Draco se dio cuenta de la situación y del papelón que hacía su progenitora y, recomponiéndose, adoptó su acostumbrada máscara de frialdad para hablar:

 

–  ¡Ya basta! ¡Madre, vámonos! Eres una dama y no es de  pureblood rebajarnos a dar semejante espectáculo. Los has visto –   y señaló al rubio, que cogía por el brazo a Harry mitad protegiéndolo con su cuerpo –  Ya no tienes nada que confirmar.

 

–  Ni que reclamar –   por primera vez Oph intervino –   Que yo sepa ustedes dos… –   y señaló a  los  mayores –   se divorciaron hace 20 años.

 

–  ¡Ya habló el otro bastardo! –   Narcissa se alteró otra vez–   ¡¡¿Con Rabastan Lucius?!! ¡¡¡¿Con el cuñado de mi hermana?!!! ¡¡¡YO TE MATOOOO!!!!

 

–  ¡¡¡Nadie va a matar a nadie!!! –   el Jefe de Aurores (también con el periódico en la mano, como no) se acercó al grupo e intervino –   Esto es una dependencia pública y no un mercado. Señor Malfoy… Lord Draco… –   precisó – haga el favor de llevarse a su señora madre antes de que la haga arrestar por  escándalo público. Y ustedes – volteó hacia Harry y sus acompañantes –   será mejor que también se marchen. Después de lo publicado en el periódico las cosas van a estar muy movidas por donde aparezcan.

 

–   Anthony… –   el ojiverde quiso explicar.

 

–  Ahórrate el discurso. Tu vida privada no me interesa; pero sí el que alteres el orden en una zona donde nuestros cadetes estudian. Te excusaré de sus clases por lo que resta del mes ¡Arregla este lío!

 

–   Vámonos papás –   Ras había conseguido por fin liberarse del hechizo y fue hacia Lucius y Harry. Los tomó del brazo y, mirando feo a la rubia, los dirigió hacia la chimenea. Oph los siguió caminando de espaldas y con la varita desenvainada.

 

–  Montague Manor –   exclamó el muchacho e ingresó. Luego lo hicieron los mayores y finalmente el ojinegro, quien apenas llegó a su destino cerró las chimeneas, levantó las protecciones e incomunicó la mansión.

 

–  ¡Menudo lío tenemos encima! – exclamó, dejándose caer en uno de los confortables. Harry solo gimió totalmente adolorido y Lucius cerró los ojos agarrándose la cabeza. Ras sonrió apenado y preguntó:

 

–  Alguien quiere… ¿un médico?

 

 

 

 

 

Continuará….

Notas finales:

 

A quien le gusten  las historias de Lucius (aunque no sean Slash) les recomiendo leerse "Señor Amante", de  princess-malfoy14 en Fanficción. ¡Esta buenisima y actualiza rápido!


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