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AL ESTILO MALFOY por ANTARES

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Notas del capitulo:

Veinte años han pasado y los hijos de Lucius han crecido en la inocencia, seguros y protegidos en América. Pero los muchachos tienen preguntas, interrogantes y sospechas sobre sus orígenes que nuestro rubio se niega a contestar. Eso los lleva de vuelta a Inglaterra y a Hogwarts….


Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling. Yo los tomo prestados sin ningún interés comercial.

CAPITULO I

 

 

 

          Rasalhague (1) Snape Malfoy tenía 20 años y estudiaba en el Salem University junto con su primo Ophiuchus (Offiucus) Lestrange (2), hijo de Rabastan Lestrange. Ambos eran brillantes, inteligentes e inseparables. Ambos eran expertos duelistas, pocionistas consumados y adoradores de las artes oscuras. Ambos también eran jóvenes decentes que sabían de los  errores en los que cayeron sus padres y se habían jurado no repetirlos. Amén de que Lucius había amenazado con cruciarles el culo si no lo obedecían. Ellos  estudiaban artes oscuras solo como un medio de defensa y de conocimiento, no como una forma de obtener poder. Sabían que el poder nacía en sus corazones y en su capacidad de autocontrol.

 

          El antiguo lugarteniente de Voldemort había tenido dos décadas para analizar su vida y las pérdidas que sus malas acciones le acarrearon. Seguía pensando que en la oscuridad estaba el mayor poder, pero ya no dejaba que esta lo domine, más bien había aprendido a dominarla y a emplearla para el bien. Años de disciplina le habían creado un férreo código moral y tenía claro que líneas nunca volver a traspasar. Aún conservaba algunas ideas clasistas pero ahora, con la madurez que acarrea la vejez, entendía que el mundo evolucionaba y que sino quería desaparecer él debía evolucionar también.

 

          La casa de Lucius era una pequeña mansión donde sus hijos, a diferencia de Draco y él mismo, crecieron rodeados de amor y sobre todo de pasado. Lucius había constituido varias empresas en el mundo muggle, donde no lo alcanzaba su prontuario, y había amasado una pequeña fortuna que dedicaba a la felicidad de los muchachos.

 

          Vivian en Massachusetts, Estados Unidos.  Oph (Off) como cariñosamente llamaba a su sobrino, llegó a  su vida las dos semanas de haber arribado a Francia, cuando aún no había inmigrado al nuevo continente. Un antiguo “colega” dio con él buscando ayuda; llevaba al bebé en los brazos y a una veintena de aurores siguiéndole el rastro. Rabastan Lestrange  había sido recientemente capturado y al fugitivo le esperaba el mismo destino.

 

– Es hijo de Rab. Él lo gestó –  le explicó el mortífago –   no me dijo nunca quien era el otro padre aunque yo sospecho de…  ya sabes… nuestro Señor tenía predilección por el trío (se refería a Bellatrix y los hermanos). En fin, antes de caer me lo entregó y me dijo que te lo hiciera llegar… que tú lo cuidarías porque después de todo eran “familia”.

 

          Si Lucius honraba o no esos lazos familiares no lo dio  a notar. Pero el pequeño de grandes ojos negros y sedoso pelo le ganó el corazón. Sintió en el vientre a su propio hijo y lo tomó bajo su protección despidiendo al mensajero, a quien le dio una buena suma de dinero que, esperaba, lo ayude a desaparecer. Dos días después leyó que había muerto en España, en un enfrentamiento con aurores franceses.

 

          Registró al pequeño como hijo de Rabastan y suyo, y partió al otro lado del mar, a iniciar una nueva vida. Su hijo nació en Norteamérica y lo crió al igual que al otro pequeño, con amor y firmeza, y ambos tuvieron una infancia feliz, una niñez protegida y una adolescencia segura.

 

 

 

*****************

 

 

 

– ¿Ya recibieron sus notas de la universidad hijos? – Lucius sentado en la sala leía la parte económica de su diario.

 

– Ya. Oph (Off) sacó el primer puesto en pociones y yo en Defensa contra las Artes Oscuras.  La universidad nos ha becado y nos ha dado una pasantía para ayudar a los maestros con los muchachos del primer curso. Además, hemos entrado al equipo de Quidditch como buscadores.

 

– ¿Los dos?

 

– Si. Cuando Oph la haga de buscador yo seré bateador. Y cuando yo ocupe ese puesto invertiremos. No vamos a pelearnos por un cupo.

 

–  Así me gusta.

 

– Somos hermanos pá – Ras habló seguro – Los hermanos no se pelean, se cuidan las espaldas.

 

– Eso solía decir el padre de Oph. El y Rodolphus siempre fueron unidos. Jamás los vi discutir.

 

– Si. Fueron tan unidos que hasta murieron juntos en Askabán.

 

– Quizás fue lo mejor. Después de ser dementorizados, vivir como  vegetales a merced de los caprichos y las bajas paciones de los guardias… no era vida.

 

– Un paro cardiaco a la semana de… el cumplimiento de sus sentencias.

 

– Suele pasar.

 

-Sobre todo si el dinero de los Malfoys  anda de por medio.

 

          Lucius lo miró serio.

 

– Ophiuchus (Offiucus) yo…

 

– Descuida papá. Yo hubiese hecho lo mismo si hubiese podido. Te lo agradeceré siempre, y siempre estaré en deuda por traer sus cuerpos y darles un entierro decente. Por darme una tumba donde ir a llorar a mi otro padre.

 

– ¿Tu otro padre?

 

– Sí… porque mi verdadero padre eres tú. Tú me has criado, me has dado amor…

 

– Oph… sabes que te quiero como un hijo, pero yo jamás… tu padre y yo nunca…

 

– Lo sé. Lástima. ¿No sospechas quien pueda…?

 

– ¿Ser tu padre biológico?  ¿Tú otro padre biológico?

 

– Sí.

 

– No muchacho. Nunca supe que Rab estuviese con nadie…  es decir…

 

– Nadie salvo Voldemort.

 

– Voldemort era nuestro amo y escogía entre nosotros para… procurarse compañía. Tanto si nos gustaba como si no. Así que no juzgues a Rab.

 

– ¿Crees que el Lord haya sido mi padre?

 

– Espero que no, pero si lo es… no tiene importancia. Eres quien eres y tu herencia genética no te hace mejor o peor persona. Eso solo lo decides tú.

 

– Además, piénsalo primo –  Ras trataba de quitarle el hierro al asunto – Si eres hijo de Voldemort eres el heredero de Salazar Slytherin… ¡eres más poderoso que papá y yo juntos!

 

– Quizás… pero tú eres hijo el gran Severus Snape. El héroe del mundo mágico y el verdadero artífice de la caída de Voldemort. Un día todos sabrán de ti y recuperarás tu herencia y el nombre de tu padre…

 

– ¡No! – Lucius los miró molesto – Ninguno de los dos tiene nada que buscar en el mundo ingles. Es mejor dejar el asunto de Severus en paz. Somos su familia. Eres su hijo Ras. Mientras nosotros lo recordemos y preservemos su nombre y su apellido nada más importará.

 

– Pero fuiste su pareja... Su gran amor. Tienes derecho a reclamar su cuerpo y poder enterrarlo donde quieras. Aquí por ejemplo. Donde yo pueda ir a dejarle algunas flores y llorar sobre su tumba.

 

– Ras…cálmate… –  su primo lo abrazó solicito. Sabía cuanto quemaba en el alma del joven no poder ir a visitar los restos del padre ausente que Lucius les había enseñado a idolatrar.

 

– Si hijo, cálmate. En Inglaterra le dieron la Orden de Merlín Primera Clase y lo declararon héroe de guerra. Jamás me darán sus restos. Tengo suerte de que con el tiempo se hayan olvidado de que aún sigo vivo.

 

          Rasalhague  se calló y miró a su primo, quien le devolvió la mirada. Luego ambos miraron el cuadro gigante que adornaba el vestíbulo de su mansión. Severus Snape se alzaba mudo y altivo dominando sus vidas. Sin embargo era un cuadro muggle, porque Lucius solo pudo sacar de Inglaterra su persona y el dinero de su diamante. No mantenía contacto alguno con la isla ni con su familia. Rasalhague ni siquiera sabía que tenía un hermano llamado Draco y un sobrino llamado Scorpius.

 

– Padre, se que estas exiliado pero a nosotros nos gustaría… es decir…

 

– ¡¡¡NO!!! – Lucius pocas veces le hablaba así a sus hijos, pero cuando lo hacía, los muchachos entendían por que ese hombre llegó a ser primera espada y lugarteniente del Dark Lord – NADIE IRA A INGLATERRA. ¡¡¡NUNCA!!! … Son mis hijos y allá aún tengo enemigos. No permitiré que se cobren en ustedes mis pecados.

 

          Los chicos asintieron en silencio y Lucius suavizo sus palabras.

 

– No vale la pena pensar en el pasado. Acá tienen una vida, sus estudios… y cuando salgan de la universidad tendrán un futuro.

 

– Bien padre – habló Ras porque su hermano no podía – no discutamos más sobre ello. Tienes razón. Y ahora si nos disculpas iremos a empacar.

 

– Si. Los chamanes siuxs nos esperan.

 

– Una tribu entera sobreviviendo en las Rocallosas, escondidos de los muggles. Preservando la antigua magia nativa – Lucius sonreía – será toda una experiencia.

 

– Lo será – Oph respondió – Y cuando regresemos tendremos más poder aún que canalizar. Ellos no  utilizan varita.

 

– Si. Y por eso envejecen rápido. La magia no canalizada roba sus vidas.

 

– Descuida. Seremos cuidadosos.

 

– ¡Y utilizaremos varita!

 

          Los chicos sonrieron amistosos  y, tras besar a su padre, subieron a  hacer su equipaje.

 

          Lucius los miró y frunció el ceño. Era natural que quisieran saber. Y temblaba pensando en que su vida descansaba en una mentira demasiado frágil para durar. Solo un poco más, suplicaba, solo un poco más de felicidad antes de que mi mundo colapse otra vez.

 

          Ya en sus habitaciones (compartían cuarto porque así se sentían más cómodos) Rasalhague se dio cuenta de algo:

 

– ¿Empacas casacas térmicas para ir al oeste americano? – lo miraba  extrañado.

 

–  No querido hermano. Empaco casacas térmicas para ir a Londres. En Inglaterra esta nevando.

 

– Merlín Santo Oph… padre va a matarnos.

 

– ¿Matarnos? Dirás matarme. Tú irás con la tribu siux y cubrirás mis espaldas. Esto tengo que hacerlo sólo.

 

–  Querido hermanito… si piensas que te dejaré ir solo a Inglaterra, a enfrentarte a ese grupo de Gryffindors hostiles, estas out. Yo iré contigo. Siempre hemos estado juntos cubriéndonos las espaldas. Lo que no entiendo es el por qué… ¿Qué esperas averiguar allá que no puedas hacerlo acá?

 

–  Necesito encontrar a mi otro padre. O al menos saber quien fue y como murió.

 

– ¿Tu otro padre?

 

– No me malentiendas. Amo a Lucius y siempre será mi padre. Pero necesito saber… quien soy… de donde vengo. Necesito cerrar y dejar atrás esa parte de mi pasado. Sino no podré seguir.

 

–  Y si resulta que…

 

– ¿Mi padre es Voldemort?

 

–  Si.

 

– Entonces, querido hermano, sabré que soy el fruto de una violación y amaré aún más la memoria de Rabastan. Pues me tuvo a pesar de todo.

 

–  Padre decía que no era tan mal tipo.

 

– No. No lo era. Asesinaba muggles y torturaba aurores... Pero aun así encontró en su corazón el suficiente amor para traerme al mundo y protegerme. Siempre le estaré en deuda por eso… ¿Y tú?

 

– ¿Yo?

 

– Si. ¿Qué esperas encontrar allá? ¿Qué buscas? Sabes que tu otro padre murió. Y Lucius esta acá contigo… ¿Para que quieres cruzar el charco? ¿Lo haces solo por mí?

 

– Por ti y porque quiero saber. Necesito saber. Hay algo que no me cuadra de toda esa historia que papá nos contó. No entiendo porque no reclama para mí la herencia Prince. No es que no le interese el dinero.

 

– ¿Nos hemos vuelto ambiciosos?

 

– No ambiciosos. Orgullosos. Si papá Severus es un héroe por qué mi padre es un proscripto. Por qué no podemos ir a Inglaterra ni siquiera de visita. Por qué nadie sabe que existo… ¡Soy el hijo de Severus Snape por Merlín!

 

– Ras… Hay algo más en toda esta historia que necesitamos descubrir. Ya no somos niños que puedan arrancarle de los brazos. Al principio pensé eso. Que era miedo a perderme. A perdernos. A que el Estado Inglés nos reclame alegando que él era un ex mortífago y que no tenía solvencia moral para criarnos. ¡Pero soy mayor de edad hace 1 año! ¡Tú lo serás dentro de unos meses! ¡Y nada!

 

– ¡Aún no ha hecho nada para reclamar nuestra herencia…! ¡¿Por qué?! Al igual que tú debo cerrar mi pasado para poder seguir. He investigado y la fortuna Malfoy no fue expropiada… ni el título confiscado…

 

– ¡¿Qué?!

 

–  Tampoco el de los Lestrange…

 

– ¡¡¡¿Qué?!!!

 

–  Al parecer hay un tal Lord Draco Malfoy que gobierna las tierras de mi padre y del tuyo…

 

– ¿Draco Malfoy? ¿Es pariente tuyo?

 

–  Y al parecer tuyo también. Para que herede a tu padre.

 

–  Bueno, en realidad el título le correspondía al tío Rodolphus…él era el mayor.

 

–  Como sea.

 

–  No entiendo. ¿Papá tiene un hermano? ¿Un primo?

 

– Eso, querido hermano, es lo que vamos a averiguar.

 

– ¿Y donde?

 

– Donde todo esto empezó. En Hogwarts. Pensaba hablarte de ello mañana pero te me has adelantado. Seremos los nuevos profesores de Defensa contra la Artes Oscuras y Pociones. Debemos estar allá en dos días. Lo arreglé todo con el Decano. Le conté lo que buscamos y aceptó ayudarnos.

 

– ¿Ibas a proponerme que viajemos juntos a Inglaterra a escondida de Padre?

 

– Sip. Al parecer, como siempre, tuvimos la misma idea.

 

– ¡Yo pensaba irme solo!

 

– ¿Y dejar atrás a tu hermanito pequeño? Tsk,tsk,tsk… Por lo menos yo te incluí en mis planes. Llevo en esto meses. Y el decano Brahams ha sido de gran ayuda.

 

–  El viejo babea por ti.

 

– Si. Soy su niño maravilla.  Claro que tuve que jurarle que le haríamos ganar las interestatales este año.

 

–  Vamos a tener que arrasar en el Quidditch… eso, por supuesto, si regresamos de una pieza. Aunque yo también pienso que papá va a matarnos.

 

–  Cuando averigüe lo que esconde, y voy a averiguarlo, tendrá suerte si yo no quiero matarlo yo a él.

 

 

 

Continuará…

 

 

Notas finales:

(1) Rasalhague o Ras Alhague es el nombre de la estrella más brillante de la Constelación  Ophiuchus, el portador de la serpiente. Ras Alhague está situada en la cabeza, y de hecho su nombre proviene del árabe Ra's al Hawwa, "la cabeza del encantador de serpientes".

(2) Ophiuchus (el portador de la serpiente) es una de las 88 constelaciones modernas. Puede verse en ambos hemisferios entre los meses de abril a octubre por estar situada sobre el ecuador celeste. La constelación queda flanqueada por la Cabeza y la Cola de la Serpiente, que puede ser considerada como una única constelación: Serpiente (Serpens), que la atraviesa. El conjunto resultante es un hombre rodeado por una serpiente. Ofiuco está desde hace un tiempo considerado astronómicamente como el decimotercer signo del zodiaco debido a que se ha ido introduciendo entre Sagitario y Escorpio, de manera que durante la primera quincena de diciembre el Sol entra en esta constelación, si bien, no es reconocida como signo por muchos astrólogos.

 

 

 


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