-…yagi..Miyagi…- Escuchó una voz a lo lejos.
-Miyagi, despierta – la voz se comenzó a volver más fuerte y las palabras empezaban a tomar forma y sentido.
Entonces, el pelinegro abrió los ojos lentamente, encontrándose con un chico rubio de ojos claros que lo miraba.
-¿Shinobu?-
-¿Estás bien, Miyagi?-
-Ah, Shinobu. Tuve el sueño más extraño de toda mi vida – dijo el maestro mientras se sentaba en el sillón y se tocaba la cabeza –Tu estabas ahí. Había habido un problema con Risako. Ja, ja –
-¿No me digas? ¿Acaso era acerca de que mi hermana y yo tendríamos un bebé tuyo?-
-¿Eh? ¿Cómo lo sab-?-
-No fue un sueño, idiota- dijo Shinobu fríamente.
-…¡¡¡¡¿EHHH?!!!!-Miyagi gritó tan fuerte que de seguro se escuchó hasta las siguientes 3 cuadras. -¡¿Es verdad?!-
-Sí, Miyagi. No lo soñaste, Risako está embarazada… y yo también. Cuando te lo dije, te desmayaste-
-Pero… ¿Cómo es posible? ¡¡HASTA DONDE YO SE, TU NO PUEDES EMBARAZARTE!! ¡¡EXIGO QUE ME DIGAS EN QUE LIBRO DE BIOLOGÍA DICE QUE LOS HOMBRES PUEDEN EMBARAZARSE!!-
-Bueno, yo puedo. Me lo advirtieron cuando tenía 13 años. Por eso a mi papá nunca le gustó que saliera con chicos y trató de forzarme a salir con mujeres- expliqué, remontándome a mi infancia.
-¡¿Porqué nunca me lo dijiste?!-
-¡¡NO ES ALGO QUE SE PUEDA DECIR TAN FACILMENTE!!-
-¡¿Ni siquiera a tu novio?!-
-¡¡NI AUNQUE FUERAS MI ESPOSO!!-
-B-Bueno… si parece un tema bastante delicado…-
-No tienes idea-
-¡Pero pudiste al menos advertirme de que podría pasar algo, o algo por el estilo, no sé. Antes de que yo…!-
-¡¡¿DE QUE RAYOS ESTÁS HABLANDO?!! ¡¿Olvidas cuantas veces te supliqué que usáramos “protección”?!!-
-¿Ah? ¿Lo dijiste?-
-¡Por supuesto que lo dije! ¡Pero no! ¡El viejo calenturiento quería “sentir más”!-
-No creí que podría pasar algo… ¡¿Y a quién crees que le estás diciendo “viejo calenturiento”?! ¡Fuiste TÚ quien me atacó primero!- Miyagi se protegió
-B-bueno, sí… pero…-
-¡Pero nada! ¡Todo esto es tu culpa!-
-¡¡NO!! ¡¡ES LA TUYA, VIEJO PERVERTIDO!!-
-¡¿Qué rayos?! ¡¿Desde cuándo soy un pervertido?!-
-¡Desde que me embarazaste!-
Miyagi miró a Shinobu unos segundos con un tic en el ojo. Hacía mucho que no discutían así, y a ninguno de los dos les gustaba hacerlo. Bueno, sí, era tanto culpa de Miyagi como de Shinobu. Shinobu por no decirlo y Miyagi por no tomar las medidas necesarias.
-Nunca creí que tuviera que usar esas cosas si eras hombre-
-¿No has escuchado del SIDA? ¡Siempre hay que usarlas! ¡No solo eso, mi hermana es mujer, y con ella tampoco usaste, ¿cierto?!-
-Escucha, Shinobu, estás confundido. Relájate un momento, ¿quieres? Risako y yo nos divorciamos hace más de un año, no hay forma de que ella esté embarazada de mí-
-¡Ella me lo dijo!-
-¡¿A quién vas a creerle?!- preguntó Miyagi molesto
-¡¿Estás diciendo que dude de mi propia hermana?! –
-Shinobu, soy tu novio, jamás te traicionaría, ¿de acuerdo? Y menos con Risako-
-…Vete… ¡Vete de mi casa! ¡No puedo soportar pensar en que me engañaste con mi propia hermana!-
-¡No lo hice!-
-¡¡LÁRGATE, VIEJO IDIOTA!!-
Shinobu empujó a Miyagi hasta afuera del departamento y cerró la puerta en su cara.
Miyagi intentó convencer a Shinobu para que abriera la puerta y pudieran hablarlo mejor. Pero Shinobu solo se quedó ahí, del otro lado, llorando, mientras se abrazaba a sus rodillas en el suelo, escuchando las palabras de Miyagi.
“Quiero creerle… pero… ¿porqué mentiría mi hermana?”
“Él está pidiendo que crea en su palabra por sobre la de mi propia familia… No puedo hacer eso”
Y Shinobu continuó llorando. Tanto por su presente… como por su futuro y el de su bebé.
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-Oye, Kamijou…-
Luego de todo el problema durante el fin de semana, Miyagi y Shinobu no volvieron a verse. Y Miyagi se sentía terrible y confundido por todo. Pero ya era Lunes, Shinobu estaría en la Universidad y él tenía que trabajar.
Así que utilizó el tiempo para seguir haciendo preguntas hipotéticas a su pobre e inocente compañero de trabajo, Kamijou Hiroki, para saber su opinión.
-¿Qué sucede, profesor?-
-Bueno… luego de que todas esas chicas están quedando embarazadas y todo eso… pues, el director me pidió que en mis clases incluyera el… ehmm… tema de sexo, ¿entiendes?-
-Ajá. Bueno, el director tiene razón. Hoy en día muchas jóvenes comienzan a embarazarse a muy temprana edad. Las Universidades casi no tienen mujeres como antes-
-Si… y bueno… el otro día un alumno me hizo una pregunta que no supe muy bien que debía responder –
-Eso es raro, ¿Qué era?-
-Bueno… él… pregunto que si un hombre estaba… ehmm… teniendo relaciones con… otro hombre… ¿debían usar protección?-
Kamijou se quedó congelado desde que Miyagi mencionó “relaciones con otro hombre”
“¿Porqué siempre tiene que hacerme preguntas acerca de gays?” se preguntaba el castaño
-¿Tu qué opinas?-
-¡¡¿YO QUE VOY A SABER?!!-
-Bueno, entonces, dime, ¿tu que haces?-
-¡¡¡¿QUÉ?!!!-
-Si bueno, eres gay, ¿no?-
-¡¡¿DE QUE RAYOS ESTÁ HABLANDO, PROFESOR?!!-
-Por favor, Kamijou, toda la Universidad sabe que estás saliendo con aquél pediatra-
-¡¡NO TENGO IDEA DE LO QUE HABLA!! ¡¡NOWAKI ES SOLO UN AMIGO!!-
-Sí, claro, y yo soy Abraham Lincoln –
-¡¡NO PIENSO HABLAR DE MI VIDA PRIVADA!! ¡¡¡Y MENOS DE MI VIDA SEXUAL!!! ¡¿PORQUÉ NO LO RESPONDE USTED MISMO?! ¡¡USTED TAMBIÉN ES GAY!! –
-¡¿EH?!-
-¡¡VAMOS, VI COMO ESE MUCHACHO Y USTED…!!-
-¡YA TE DIJE QUE FUE EL QUIEN ME ATACÓ! ¡YO SOY LA VÍCTIMA!-
-Sí, claro. Bueno, si no le importa, profesor, tengo que ir a dar clase – dijo Kamijou, tratando de zafarse de una vez por todas
-Bueno… ¿y si… hipotéticamente hablando…-
“Oh, no. Aquí va de nuevo” pensó Kamijou mientras arreglaba su portafolio.
-Pues… a causa de la calentura y todo eso… embarazas, accidentalmente, a alguien?-
-¿Eh? Pues, creo que tendrías que hacerte cargo del bebé, ¿no? Ya que eres su padre, hipotéticamente hablando, claro –
-Pero… ¿ y si… aparece otra persona que dice que también está embarazada de ti, cuando tu estás un 98% seguro que el bebé no es tuyo?-
Ya que Miyagi no escuchó respuesta alguna, se dio la vuelta en la silla para mirar a Kamijou, y cuando lo hizo, Kamijou lo miraba boquiabierto.
-…Profesor… ¿Qué fue lo que hizo?- preguntó
-¡¡¿HAA?!! ¡¡ES HIPOTETICAMENTE HABLANDO!! ¡¡HI-PO-TE-TI-CA-MEN-TE!!-
-…Profesor…-
-¡YO NOY EL PADRE DE ESE BEBÉ! ¡¡LO JURO!!-
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Ese día Miyagi se había quedado hasta tarde en la oficina. No quería regresar a casa. No sabría que hacer si se encontraba con Shinobu. Además, la oficina, sola, era bastante tranquila.
Pensó, entonces, en Shinobu.
-Aún eres joven, Shinobu – comentó en un suspiro, luego de exhalar el humo de su quinto cigarrillo -…Perdón. No era mi intención hacer que tuvieras que pasar por eso… lo último que deseo es que sufras a causa de mi descuido…-
Era fácil decírselo al aire en esa habitación solitaria. Pero era 100 veces más difícil decirlo frente a Shinobu.
Apagó el cigarrillo y salió de la oficina, dispuesto a ir a casa.
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Cuando llegó, sacó las llaves de su bolsillo cuando escuchó un quejido a su lado.
Era Shinobu, quien traía unas bolsas de súper y trataba de abrir la puerta sin soltarlas.
Por puro reflejo, Miyagi quiso ir a ayudarle como siempre.
-Espera, Shinobu, te ayudaré –
Pero cuando llegó el joven lo empujó, evitándolo y abrió la puerta de una vez por todas. Dejó las cosas en la entrada y estaba dispuesto a volver a cerrar la puerta en la cara de Miyagi, pero antes de que lo lograra, Miyagi puso su pie entre la puerta y el marco de la entrada, para que no se cerrara.
-Espera, Shinobu, déjame hablar contigo-
-¡No quiero hablar contigo!-
-Si quieres hacerlo. Lo sé, te conozco más que nadie en este mundo. Déjame entrar, quiero explicar las cosas-
-No creo que puedas explicar TODAS las cosas, viejo-
A pesar de los esfuerzos de Shinobu por cerrar la puerta, Miyagi seguía siendo más fuerte y logró entrar.
Shinobu lo miró por unos instantes. Luego se dio la vuelta, tomó las bolsas del piso y las llevó a la cocina.
Miyagi fue a su lado y le ayudó a guardar las cosas.
-¿De cuándo acá compras ácido fólico?-
-Leí un libro acerca de embarazos, dice que es importante consumir mucho ácido fólico –
-…Ah…- murmuró Miyagi -…Y… ¿ya le dijiste a tus padres?-
-¿Cómo podría hacerlo? ¿Quieres quedarte sin trabajo?-
-¿Ha? ¿Mi trabajo?-
-Mi padre es tu jefe, ¿recuerdas?-
-Oh… cierto…-
Shinobu continuó guardando las cosas en el refrigerador y la alacena.
-Y... entonces, ¿qué harás?- preguntó Miyagi para romper el hielo
-Aún no lo sé. Tengo 7 meses para pensar en ello –
-¿Evitarás a tus padres durante 7 meses?-
-Al menos hasta después de los 5 meses, cuando se comienza a notar más el embarazo-
-Shinobu, sabes que eso es absurdo… Tus padres se preocuparán, sabrán que algo anda mal. Y cuando comiencen a hacer preguntas y las cosas comiencen a moverse, descubrirán todo-
En ese instante, Shinobu tomó un cuchillo y amenazó a Miyagi
-No si nadie se entera, ¿cierto, Miyagi?-
-…Baja el cuchillo, Shinobu…-
-No te preocupes, no pienso matarte. Pero si me hundo, TÚ te irás conmigo. ¿Oíste? Así que lo mejor será mantenernos callados acerca de este asunto- luego, Shinobu dejó el cuchillo en el cajón y regresó a lo que estaba haciendo.
-…Acerca de Risako…-mencionó Miyagi
-No quiero hablar de ella- lo interrumpió el joven
-…¿Has sabido algo más sobre ella?-
Shinobu dejó la jarra de agua sobre la barra de la cocina, haciendo un ruido violento y fuerte.
-¡Si tanto te preocupas por ella, ¿porqué no vas a verla tu mismo?! ¡Eres el padre del bebé, después de todo!-
-Por última vez, Shinobu, ése bebé no es mío. Risako debe de haberse confundido, o todo es una trampa –
-Estás hablando de mi hermana. Ella no haría algo así-
-Si, claro –
Shinobu miró a Miyagi durante unos instantes, furioso.
-Iré a dormir. Vete a tu casa- le ordenó Shinobu
-Escucha, quiero que aclaremos las cosas de una vez por todas –
-¡¿Aclarar QUÉ?! –
-Estoy de acuerdo con eso de que el padre tiene que hacerse responsable del bebé. Y lo haré, te juro que lo haré –
-¡Sí, tendrás que hacerte responsable de DOS bebés! ¡FELICIDADES! ¡Serás doble padre! ¡¿Te sientes feliz por eso?! ¡Oh, y además, será con dos personas diferentes! -
-Tu no puedes comprender lo confundido que me siento en estos momentos-
-No me interesa saber cómo te sientes, lo único que quiero saber es, ¿a cuál elegirás?-
-¿Elegir?- preguntó Miyagi
-Puede ser que ambos bebés sean tuyos, pero no puedes ser el “padre” de ambos. Tendrás que elegir, ¿mi hermana o yo? ¿A quién prefieres?-
-¿Qué?-
-¿Sabes qué? Dejémoslo así por hoy. Ya vete. Estoy cansado. Mañana estaré ocupado, así que no te molestes en venir-
-Shinobu, escúchame-
-¡¡NO, MIYAGI, TÚ ESCÚCHAME!! ¡HAZ LO QUE TE DIGO, POR SÓLO UNA VEZ EN TU VIDA! ¡¡LARGO!!-
Miyagi miró a Shinobu durante unos momentos. Era la primera vez que Shinobu le gritaba tan fuerte y furioso.
Aún así, podía ver las lágrimas que querían escapar de los ojos del menor.
Suspiró y se fue sin decir nada más…
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-¿Bueno?- contestó el teléfono
-¿Hola, doctor Uemura?-
-¿Shinobu? ¿Qué sucede? Hace tiempo que no escuchaba de ti-
-Necesito verlo mañana, es urgente-
-¿Qué sucede Shinobu? Es la una de la mañana. ¿Tienes algo? ¿Quieres que nos veamos ahora mismo?-
-Doctor… necesito decirle algo… pero no quiero que mi familia se entere de nada-
-… Está bien, Shinobu, puedes confiarme lo que sea –
-…Yo… estoy embarazado…- terminó Shinobu en un susurró