Mi último baile de secundaria: Vaya…es honorable estar aquí, el baile del último año. Pero ¿de que sirve estar solo? Sé que las chicas me pidieron repetidas veces que sean mi acompañante en esta noche tan especial, pero, algo me dijo que habría una persona de la cual me iba a enamorar alocadamente. Pues mírenme, gracias a mis malditos pensamientos estoy solo, y la verdad sigo esperando una princesa, de esas que hay en los cuentos, con su vestido de seda, que flamea contra el viento y lucha por un amor verdadero, con una belleza exótica, de refinadas facciones , estilizado cuerpo , ojos que al bailar junto a su príncipe brillen como dos gemas. Pero es imposible, nunca habrá una princesa real.
-Hola Tom –la voz de Caroline mi mejor amiga, estaba vestida con un vestido azul hasta arriba de las rodillas, su maquillaje era negro pero no exagerado.
-Bella como siempre-le sonreí, dándole una vuelta como si estuviéramos bailando. – ¿Alguna ves te eh mencionado que el azul es mi color preferido? –dije sirviéndome un vaso de bebida.
-Muchas veces Tom –afirmo riendo.
-Pues te lo digo de nuevo, amo el color azul y definitivamente te queda de maravillas –Sonreí
-¿Es un cumplido? –rió mi amiga haciendo que yo también, de pronto todas las miradas se posaron a mis espaldas y sentí dos delicados toques en mi espalda , dándome así vuelta .
-Disculpa, ¿me concedes este baile?-dijo un chico con complejo de la perfección en persona tendiéndome una de sus estilizadas manos blancas que tenía unas uñas perfectamente pintadas de negro, iba vestido con un traje de dos piezas blanco, zapatos negros y camisa roja, su pelo iba hacia atrás peinado con gel (gomina o como le quieras decir), y sus ojos, sus perfectos y brillantes ojos, iban perfectamente maquillados de negro, resaltando ese hermoso color avellana.
-Cla…Claro –titubee tomándole la mano, una sonrisa iluminó su rostro y me llevó hasta la pista de baile, tocaban un vals, de pronto tomo mi mano y la otra la poso en mi hombro, bailando así a paso lento al compás de la música. Todas las miradas eran hacía nosotros y el rubor comenzaba a notarse en mis mejillas.
-Soy Bill, Bill Trümper –dijo sonriéndome, pero que linda sonrisa
-Tom Kaulitz –dije apenas articulando las palabras, de pronto Bill dejo de bailar y yo pare junto a él y comenzaron a sonar los aplausos de la multitud, salí de la pista de baile lo más ruborizado posible saliendo de aquel lugar donde se encontraba la gente y salí a una especie de Jardín con una pileta y flores que era alumbrado por unos grandes faros a cada extremo, me afirme en un costado de la pileta y saqué un cigarrillo para luego prenderlo y comenzar a fumarlo ,pero al poco tiempo vi a Bill , caminaba con una alegre sonrisa hacia mí.
-Hola de nuevo –dijo sonriendo y echando su cabeza hacia un lado.
-Hola…-dije aspirando el humo del cigarro.
-¿Sabías que eso es un gran toxico que además de afectar tu salud, afecta de quienes lo aspiran? –dijo el chico quitándome el cigarro y comenzando a fumar.
-¿De que vale decir aquello si tu también fumas? –reí
-Era un comentario –Rió el chico - ¿Por qué te has salido de la fiesta? –preguntó de pronto apagando el cigarro.
-Eh… es que me eh avergonzado un poco…Tu sabes...El baile –dije ruborizándome y agachando la cabeza.
-Ah, pero que pendejada –Río el chico parándose enfrente de mí y comenzando a acariciar mi cara de forma delicada.
- ¿pendejada has dicho? –dije haciéndome el ofendido.
-Oh si claro, pendejada, como ésta –dijo acercando su cara a la mía, pudiendo sentir su respiración chocar con mis labios, para luego sentir una calida lengua lamer mis labios, para luego besarme eh introducir su lengua a mi boca como yo hice con mi lengua, jugueteando entre ellas y recorriendo cada espacio de nuestras bocas, intercambiando salivas y dándonos un masaje tan placentero que hubiera querido que nunca se terminara.
-Uff, pero como besas chico –dije gracioso posando una mano en su trasero para acercarlo a mí y saborear nuevamente sus labios.
-Esa actitud carecía hace dos segundos atrás-rió contra mis labios, para luego darles un leve mordisco.
-¿Carecía también sensualidad? –pregunté apegando mi pelvis junto a la suya y comenzando a moverme, haciendo que el chico cada ves estuviera más duro.
-Si, eso también –decía entre besos.
-No eres virgen- Reí por bajo
-Menos tú –dijo tocando mi miembro por arriba de los pantalones.
-Eso nos deja con algo de libertad ¿no crees? – dije besándolo con aún más deseo.
-Claro, a que no te atreves a follar en el baño – dijo Bill con una picara sonrisa en su cara.
-¿Cuanto apuestas?- le reté
-Que me des por culo –dijo alzando las cejas.
-Eso es lo que quieres- dije besándole los labios por última ves antes de entrar a la fiesta de nuevo, pasamos de la gente y nos dirigimos directamente al baño.
-eres un caliente –le reñí mientras me comía sus labios.
-Tu eres el que se ah mojado entero –dijo entrando a una cabina junto a mí quedando lo más apretado posible.
-Pero tu eres el que la tiene así –dije desabrochándole el pantalón y sacando aquel miembro tan ansiado, para luego comenzar a tocarlo con la mano desde la punta hasta los testículos, para luego chuparlo y dejarlo lleno de saliva haciendo que de pronto se corriera en mi boca, haciéndolo gemir.
-Cállate –dije mirándolo sonriente, nuestra respiración era agitada y ruidosa, pero aún teníamos tiempo.
-Cállame entonces –dijo lamiendo sus labios para que luego mordiera sus labios y le diera un poco de su sabor, luego me bajo el pantalón que estaba un tanto húmedo y se puso en mis espaldas comenzando a rozar su miembro en mi entrada haciendo que soltara ruidosos gemidos.
-Que buen culo tienes Tom –dijo apretándolo con sus manos para luego buscar mi cara desde atrás y besarme los labios.
-Dijiste que prestarías tu culo Bill –le dije con una sonrisa .
-Pues si quieres –dijo encogiéndose de hombros, para luego darse vuelta y comenzar a rozar su entrada junto a mi miembro , de pronto tomó mi miembro y lo rozo contra su entrada haciéndome gemir, para que luego me empujara y nos cayéramos de sopetón sobre la taza del baño haciendo que mi miembro entrara rápidamente dentro de su cuerpo haciéndonos gemir a ambos , así comenzamos con bruscas embestidas , arriba, abajo, arriba, abajo , cada ves más rápido , hasta que solté mi semilla dentro de su trasero, más bien en el interior de su cuerpo , haciéndonos gemir.
-Bien-dijo suspirando y comenzando a moverse en forma circular con mi pene aún metido en su entrada, para luego pararse y ponerse bien los pantalones. Yo hice lo mismo y me arreglé, bese por última ves sus labios y de pronto, las campanas comenzaron a sonar, indicando que ya era media noche, es así como Bill salió del baño sin antes decirme adiós, pero algo se había caído, era un pequeño anillo que contenía un hermoso rubí, salí del baño para buscarlo, pero lo perdí entre la gente.
Lo único que sabía era que nunca iba a realizar la misma experiencia, por el simple hecho que era: El Ultimo Baile De Secundaria, o mejor dicho “Mi” Ultimo Baile De Secundaria… J
Fin <3