> Naturaleza Humana <
Capitulo 2 de 3
La música dejo de sonar todos los presentes que habían estado bailando aplaudieron a la banda. El niño cogió de la mano al ángel rubio dirigiéndolo con una cara de inocencia y excitación contenida al jardín.
Yuuri levanto la cabeza de la copa ya vaciá. Se sirvió otra y se fue hacia el balcón, para poder seguir observando a los dos ángeles.
Al ver en donde se encontraban sonrió, como no, delante de los hermosos Wolfram que hacían parecer que el jardín estaba lleno de oro. El niño se agacho para coger algunos, mientras Wolf... no podía pronunciar ese nombre, siempre que lo intentaba un dolor insoportable se clavaba en su pecho. Desde ese día, no, desde el día en el que se dio cuenta de lo que hizo era como un pecado que ese nombre lleno de lealtad y pureza saliera de la boca de alguien como el.
" mama." otro niño este con el mismo color de pelo que su hermano pero mucho mas claro, había salido corriendo hacia el jardín. " me aburro." en ese momento ese niño era el benjamín de la casa por lo que se notaba claramente que estaba mucho mas consentido, Yuuri sonrió con tristeza, sabia que el rubio tendría mas hijos, todos los nobles hacían chistes sobre el hecho del que el color de pelo y ojos del segundo hijo eran mas claros que el primero.
" por lo que llegara un momento en el que uno de ellos sera igual que la madre." repitió para si mismo en voz alta mientras seguía mirando la copa de vino. Dio un sorbo terminándose todo el contenido, mientras observaba como mayor tesoro enseñaba ha hacer coronas de flores a los niños. Ahora se arrepentía también de haberse terminado el vino al parecer la feliz familia tenia pensado permanecer ahí sin importar la fiesta que se daba en el interior. Tiro el vaso fuertemente contra el suelo.
" las hijas de puta flotan, eh Shibuya." se dio la vuelta, el gran sabio, lo que necesitaba.
Era bien sabido que uno de lo que mas le odiaban, sin contar a los hermanos de la hermosa criatura era la reencarnación del compañero de Shinou.
" que quieres decir."
" las penas, el alcohol ahoga las penas pero las hijas de puta flotan, es que nunca lo has oído."
Yuri tan solo dio un resoplido.
"anda toma." le acerco otro vaso de vino tinto y se apoyo el también en la barandilla. " vaya allí esta todo lo que pudiste tener."
"callate."
" te lo tienes merecido."
Lo sabia. Dio otro sorbo al vino y siguió contemplando la imagen. Como lo sabia.
Estaban todos, y cuando eran todos se referían a todo ser viviente que se había enterado del desfallecimiento del príncipe, congregado en el pasillo que daba a la sala de emergencias de Gisela, Yuuri miro para los lados, al menos tuvieron la decencia de quedarse apartados para que delante de esa puerta tan solo estuviera los familiares de Wolfram y su prometido, aunque realmente no le hubiera importado que estuviesen allí con ellos, Conrart estaba en una misión, lady Cherie muy lejos del palacio y Gunter dentro con su hija, por lo que delante de la puerta solo estaba el con... desvió la mirada Gwendal quería asesinar a alguien por lo que lo mejor era no provocar le. Vio las caras preocupadas del escuadrón de Bielefield, había sido increíble la rapidez con la que habían trabajado para traer a su Wolf aquí lo mas rápido posible.
Cuando lo vio desmayarse estuvo a punto de saltar por la ventana para llegar mas deprisa pero los jóvenes fueron mas rápidos. Por lo que tan solo pudo salir disparado a por Gisela.
El golpe de un puño estampándose contra la pared le hizo mirar a Gwendal de nuevo.
" tu, que le ha pasado, eres su prometido debiste darte cuenta si se encontraba mal."
" la verdad es que estaba mañana estaba muy bien, me lo demostró perfectamente en la cama." tampoco iba a decirle eso. Por lo que prefirió bajar la cabeza y esperar las noticia.
" y vosotros, si algo le pasa seréis expulsados, debisteis de pararlo si se encontraba mal." ahora tomaba su furia con los pobres soldados.
" Gwendal no hace falta que te pongas así."
" tu que vas ha saber si nunca te preocupas por mi hermano."
esa frase enfado a Yuuri mas de lo que creyó.
" retiralo inmediatamente, yo me preocupo por el mas que nadie."
" así pues nunca te he visto."
" lo importante es que Wolfram lo sabe yo no tengo por que darle explicaciones a un energúmeno como tu."
Gwendal se quedo estático, para inmediatamente después de pasarse le el shock empezar a desenvainar su espada.
Por suerte Gisela decidió aparecer.
" von Voltaire, Yuuri, como pueden pelearse delante de una enfermería acaso no tienen vergüenza, aquí hay enfermos."
los dos nombrados junto con todos los demás miraron hacia Gisela. " y vosotros pandilla de cotillas fuera de aquí ahora mismo, no tenéis obligaciones que hacer."
todos se retiraron rápidamente.
Gisela volvió a dirigir su mirada hacia ellos dos.
" ahora escuchadme con atención, pese a que usted es su majestad y el prometido de Wolfram, en estos casos la familia tiene prioridad."
Gwendal y Yuuri se ponían mas y mas nerviosos con cada palabra pronunciada.
" pero es muy grave." Gwendal no pudo aguantar mas, aunque la furia de la sargento cayera sobre el tenia que preguntar.
" en realidad no, pero le agradecería a su majestad que saliera corriendo hacia el templo de Shinou en cuanto su general de un paso dentro de la habitación."
Yuuri trago hondo, mientras Gwendal le ponía un brazo encima.
"entraremos los dos a la vez. No me gustaría tener que destrozar el jardín por no poder encontrarlo."
Gisela se hizo a un lado no muy convencida.
Yuuri salio corriendo hacia donde se encontraba la cama en la que estaba tumbado Wolfram.
" Gisela que es lo que le pasa."
Gwendal fue a criticarle pero la puerta abriéndose de golpe desvió su atención a su nueva victima.
" Conrart? ¿que haces aquí?"
" vine en cuanto me entere. Gisela que es lo que le pasa."
Gisela fue a responder pero unos golpecitos, casi imperceptibles, en la puerta lee hizo que parara.
" Greta." todos estaban sorprendidos, normalmente esas cosas se las ocultaban a la joven princesa para que no se preocupara, a pesar de tener quince años aun la trataban como si siguiera teniendo once. " como te has enterado."
" se lo oí comentar a unas sirvientas. Gisela que es lo que le pasa."
" deja vú.", " siéntense todos por favor, antes de decirle nada quiero que me prometan que no van a matar a nadie dentro de mi enfermería."
los presentes accedieron rápidamente, fuera había mucho mas espacio para enterrar un cadáver.
" pero Wolfram esta bien verdad." Greta estaba apunto de llorar.
" no se preocupe princesa, Wolfram esta mejor que nunca."
los cuatro ocupantes la miraron con cara de incredulidad.
" dejate ya tonterías y dinos que es lo que le ocurre."
Gisela sonrió felizmente. " enhorabuena, Wolfram esta embarazado."
un silencio sepulcral se extendió en la habitación. La princesa fue la primera en romperlo con gritos de alegría mientras se acercaba a Wolfram a felicitarlo.
Gisela y Gunter comentaban con ella y con el rubio todo los resultados que habían obtenido.
Detrás de ellos los dos hermanos y futuros tíos empezaban a desenvainar sus espadas.
Thump
no llegaron a tiempo de cometer ningún crimen.
El rey se había desmayado.
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Podía oír voces a su alrededor, con mucha pereza abrió los ojos.
"..... aun así me esperaba otra reacción."
" no te preocupes Wolfram, ya te he dicho que es algo normal, la mayor parte a los que le doy esa noticia se desmayan."
oh dios, había estado rezando para que todo fuera un sueño, por suerte no habían notado que estaba despierto, apretó los ojos fuertemente.
" heika se encuentra bien. Hace demasiada presión con sus ojos. Acaso le duele la cabeza."
"maldición Gisela se dio cuenta." abrió los ojos de nuevo para encarar la, lo mejor en ese momento era hacer como si nada hubiera ocurrido. Algo difícil cuando al segundo después Wolfram estaba saltando encima de su cama.
" Yuuri, no tienes nada que decir." los voltios de la sonrisa que adornaba la cara de su prometido podría fundir cualquier aparato electrónico. "oh ya lo se, no te acuerdas verdad."
fue a decirle que no tenia ni idea de lo que estaba hablando, pero sus ojos bajaron hasta el estomago de Wolfram traicionándolo.
" entonces si que te acuerdas." Wolfram siguió sonriendo. " que te parece la noticia." fue a besarle, su alegría era tan grande como pensaba que debía de serla en el padre, pero sus labios jamas llegaron a rozar los de su prometido.
" ¿Yu-Yuri?"
el rey se había apartado, evitando el contacto, una cara de asco plasmada en su cara.
" ¿ Yuuri que te pasa? Vamos a ser padres." pudo observar como el ceño de Yuuri se profundizaba aun mas. Sus ojos empezaron a llenarse de agua. Esa cara, era esa misma expresión, de nuevo, la que había visto tantas veces durante esos años de intentar llamar la atención de Yuuri. Era como si hubieran vuelto a esos tiempos, en los que el iría corriendo y ha recordar le que el era su prometido, y entonces Yuuri pondría esa misma cara, mientras le explicaba lo imposible de ese compromiso.
Parpadeo varias veces para evitar que las lagrimas cayeran, acerco una mano para poder tocarlo, necesitaba saber que no era verdad lo que estaba pensando.
Una mano impactando contra la suya, evitando el contacto.
" no me toques¡"
Wolfram miro su mano, se estaba volviendo roja por la fuerza con la que Yuuri la había apartado.
" Yuuri..." fue un simple susurro, en ese momento el príncipe no podía distinguir si todo eso era la realidad o un simple sueño.
" ni se te ocurra tocarme, como es eso de que tu," señalo con su dedo a Wolfram como si lo acusara del mas terrible crimen. " tu estés embarazado, eso es imposible."
el rubio seguía mirando su mano. No había sido capaz de volver a mirar a la cara a su prometido.
Gisela que se encontraba en un estado parecido, casi igual, no encontraba palabras para responder a lo que su rey estaba diciendo.
" como es que no me avisasteis de esto, si lo hubiera sabido yo..." no le dio tiempo a terminar los dos hermanos del rubio entraron en la habitación, aun que no se encontraron con lo que ellos esperaban. La mueca de disgusto de Yuuri estaba muy lejos a la sonrisa y cara de perplejidad de la que habían estado comentando que de seguro tendría el rey.
" majestad."
" Conrart menos mal que entras, dime que tu si eres normal."
" normal?"
" si normal, el no es normal, es imposible que este embarazado, va contra la naturaleza. Wolfram, es, es, es un monstruo. Como va a estar embarazado."
los dos hermanos no salían del asombro, sus cerebros procesaban muy lentamente esa información, o mas bien no quería.
" majestad, eso es de lo mas normal."
" normal dices, y entonces las mujeres que."
" ellas también pueden."
" y los hombres entonces."
" pues claro que también."
Yuuri miro a Gisela, parecía que la medico no entendía lo que le estaba preguntando.
" mira te lo diré de otra forma, el embarazo, forma parte de la feminidad, si le quitas eso a una mujer y se lo das a un hombre entonces no es lo mismo."
Gisela se le quedo mirando sin comprender le aun menos.
" pero lo importante no es que el niño nazca bien, quien lo lleve en su interior es algo pasajero. La vida del niño vale mas."
Yuuri suspiro pesadamente.
" imaginate a Gwendal embarazado."
" tienes algún problema con eso majestad."
la voz de Gwendal resonó por toda la habitación.
" que, entonces tu... Conrart," miro a Conrart desesperada mente. " no me digas que tu..."
" no majestad, desgraciadamente yo soy medio mazoku." Yuuri no pudo entender la cara de tristeza que puso Conrart.
" por que dices desgraciadamente, gracias al cielo yo tampoco puedo, ni quiero."
" Yuuri." la voz de Wolfram casi no se oía pero el rey si estaba lo suficientemente cerca como para que el susurro llegara hasta el.
" te he dicho que dejes de intentarlo. No quiero tener nada que ver contigo."
"pensé que ya habías superado lo de los dos hombres juntos." la voz de Gisela empezaba a destilar veneno.
" esto y eso no tiene nada que ver, es cierto que con lo de los dos hombre juntos me equivoque al fin y al cabo el amor no se puede imponer. Pero yo estoy hablando de Wolfram y esa cosa." señalo al estomago del rubio. " yo no quiero tener nada que ver con esa aberración."
Wolfram se levanto de donde había estado sentado todo ese tiempo, miro su mano, ya completamente roja, y se volvió, se volvió y siguió caminando hasta llegar fuera de la habitación. Sin oír nada de lo que le rodeaba, para que oír si todo lo que le importaba se quebraba llevándose a el consigo.
Siguió caminando por los pasillos.
Los tres de los cuatro restantes miraron como el príncipe desaparecía tras la puerta, mientras el rey tan solo apretaba con odio las sabanas.
No hubo mas gritos, ni siquiera hicieron ningún intento de golpear o matar a nadie. Uno por uno fueron abandonando la habitación, en silencio.
El rey no miro a nadie, no levanto la cabeza hasta que se encontró solo en esa habitación.
" un hombre embarazado no es un hombre, si la naturaleza hizo que fuera las mujeres las que pudieran tener hijos seria por algo. Eso es antinatural."
con esa frase se volvió a dormir, ningún rastro de culpabilidad en sus sueños.
Después de eso el castillo se volvió aun mas silencioso que de costumbre, todos los sirvientes y soldados que trabajaban en el habían oído sobre la discusión y abandono del pobre príncipe, a pesar de que admiraban a su rey, los detalles de la conversación habían producido un gran desagrado hacia él.
Ninguno de ellos era capaz de hablarle con sinceridad, o si quiera de hablarle, hacían su trabajo y se iban, ya no había familiaridad ni nada por el estilo. El sentimiento de traición se clavaba en sus corazones.
Para empeorar la situación, Wolfram se había encerrado en su habitación sin querer ver a nadie, aun así las sirvientas siempre dejaban una bandeja con comida fuera de su habitación, a pesar que todos esos días habían tenido que ir a recogerla con la misma comida que habían puesto en ella, simplemente mucho mas fría.
La negativa del rey de ceder e ir a hablar con su ex-prometido, no paso ni veinticuatro horas de la noticia del embarazo cuando Yuuri se encontraba redactando una carta formal en la que rechazaba el compromiso cancelando los planes de boda, era diaria e incluso a veces se repetía varias veces al día cuando los guardias que custodiaban las puertas del príncipe oían algún grito dentro.
El rey intento evitar el tema durante días, pero en la segunda semana después del incidente, hubo alguien a quien no pudo rechazar.
Greta estaba harta de las evasivas de todo el mundo al intentar preguntar que le había pasado a su padre Wolfram. Pero jamas imagino lo que salio de la boca del hombre que hasta ese momento había llamado papa.
" es mentira." Greta miro a su padre a los ojos, Yuuri era considerado un ser justiciero, pero esa historia no pegaba con sus ideales. " y has abandonado a Wolfram y a tu hijo!"
la princesa abrió sus ojos sin poder creerlo cuando vio a su padre hacer una mueca de desagrado al ser mencionada la criatura por nacer.
" Greta tu eres mi hija." puso su mano en el hombro de la morena. " yo jamas podría admitir a eso como mi hijo."
Greta lo volvió a mirar.
" dime que tu no eres Yuuri. El jamas diría eso."
" Greta atiende a razones, Wolfram es un chico..."
" si ya lo se, y dos chicos no pueden estar juntos." lo corto, había estado escuchando esa frase durante 4 años.
" no, en eso debo admitir que me equivoque, esto es algo completamente diferente. Wolfram es un hombre, el no puede quedarse embarazado. Va en contra de la naturaleza."
" con que ahora te ha dado por cambiar la frasecita. Mira si no aceptas a tu propio hijo yo tampoco seré tu hija."
" Greta escucha..."
" no, callate y escucha tu, cualquier humano daría lo que fuera por poder formar una familia con quien ellos quisiera, darían lo que fuera por no tener que estar preocupados de quien es su pareja para poder tener hijos. Y tu lo estas tirando todo lo que te están dando."
" yo nunca aceptare algo antinatural. Mira Greta..."
" no me vengas con mira Greta, puesto que dices que me quieres tanto, dime, que harías si fuera yo la abandonada."
Yuuri lo pensó por un momento.
" Greta esto es algo completamente distinto, tu eres una mujer, ademas Wolfram me mintió y igualmente tu eres mi hija."
la princesa miro a Yuuri su sangre hervía, no podía reconocer a quien estaba delante de ella. Con los años y viviendo es ese castillo, había aprendido lo fundamental de la justicia. Y este caso merecía justicia.
" yo no soy tu hija, puesto que no puedes aceptar a tu verdadero hijo, yo que tan solo vine aquí para matarte tampoco lo seré. Dentro de poco seré mayor de edad, me iré a mi país, y me llevare a Wolfram con migo."
el rey se quedo absorto, su hija lo abandonaba, su pequeño ángel le estaba diciendo que ya no le quería por culpa de, de, de,....
" lo ves Greta, todo es culpa de Wolfram, desde que me dijo eso toda mi vida es un desastre. Todo es su culpa y la de ese ser."
" callate, callate, siempre es igual, eres amable con todo el mundo, pero parece que te gusta ver sufrir a Wolfram, nunca has sido bueno con el, yo..."
no le dio tiempo a terminar, los golpes en el suelo de una persona corriendo de allí la hizo detenerse.
Greta se giro alarmada, rápidamente miro por la esquina de ese pasillo para ver de quien huía de allí. Lo único que pudo ver fue una cabellera rubia torciendo la esquina.
" Wolfram..." murmuro la princesa.
" genial ahora me echaras la culpa de esto también."
lo siguiente que ocurrió fue algo que el rey jamas se imagino que ocurriría.
Greta había cerrado su puño, fuertemente, tan fuerte como le permitió su mano, los nudillos se volvieron blancos de la presión. Se giro y simplemente lo golpeo. Simplemente levanto su mano y simplemente la dirigió hacia la nariz del monarca, donde simplemente le había explicado su padre rubio que hacia mas daño el golpe.
Lo golpeo una sola vez, pero eso fue suficiente, el sufrimiento de Wolfram iba en ese golpe, en ese golpe Greta puso todo el dolor por el que había visto pasar al rubio.
Lo hizo por los momentos en los que Yuuri gritaba a pleno pulmón en un acto publico que el no era su prometido para que todo el mundo lo oyese.
Lo hizo por los momentos en los que Yuuri le decía que era su mayor accidente, de haberlo sabido jamas lo hubiera hecho.
Lo hizo por los momentos en los que era amable con todos, y Wolfram se quedaba atrás esperando recibir el también algo de cariño.
Lo hizo por los momentos en los que el rubio se había pasado horas intentando pensar en el regalo perfecto para Yuuri, y el simplemente lo habría el ultimo, o no lo abría dejándolo atrás para que alguna sirvienta lo tirase.
Lo hizo por los momentos en los que había ido a preguntarle a su tío Gwendal que le contase una historia para dormir y había visto a Wolfram llorando escondido en algún rincón del inmenso palacio.
Lo hizo por el momento en el que Yuuri acepto su amor por el rubio para luego arrancarle el corazón de la manera mas cruel.
Lo hizo por abandonarlo, por dejarlo solo con el hijo que esperaba, hijo que era de Yuuri.
Lo hizo por las palabras que acababan de salir de su boca.
Lo hizo por que lo odiaba en ese momento mas que cualquier otra cosa.
Lo hizo simplemente por que se lo merecía.
Y después de eso ella lo abandono, para que supiera que se sentía.
Su nariz dolía, pero no era igual que el dolor dentro de su corazón, los sirvientes que pasaban por su lado lo miraba y giraban la cabeza. Incluso Conrart, Gwendal directamente había dejado de mirarle desde aquel día, iba temprano a la oficina hacia su parte del trabajo y se iba para cuando Yuuri entraba por la puerta. Ninguna mirada se cruzaba en ese momento. Gunter también había cambiado su forma de ser con el, dejo de ser tan loco con el, ahora cuando daban clase podría compararlo con cualquiera de los mas estrictos profesores de su instituto en la tierra.
El moretón en su nariz le recordaba todos los días al levantarse las palabras de su hija.
Ya había pasado una semana de eso. Una semana exacta cuando recibió el segundo puñetazo en la nariz, por parte de otra mujer de nuevo.
Ahora siempre debía levantarse al primer golpe en la puerta, Conrart ya no pasaba a avisarle si se quedaba dormido. Como todas la mañanas fue hacia el comedor y se sentó, los miembros que se tenían que sentar en la mesa fue llegando uno por uno. Gunter estaba ausente.
Pero no tardo mucho en llegar, abrió la puerta de golpe haciendo que todos los presentes dieran un brinco y se les quedara mirando, estaba furioso eso lo podía decir cualquiera, abrió la boca para decir (gritar) algo, pero otra voz se le adelanto.
Su hija aparto a su padre de la puerta y avanzo gritándole maldiciones a Yuuri, quien miraba perplejo toda la escena. Cuando estuvo lo suficiente mente cerca, Yuuri pudo notar el segundo puñetazo, de nuevo en su nariz, abriendo la vieja herida y abriendo otra, mientras Gisela seguía gritando.
Algunos guardias fueron a detenerla.
Entre gritos y amenazas y suplicas de calma Gisela explico el por que del estado de ambos.
Esa misma mañana había pillado a Wolfram buscando algunas hiervas que le permitiera abortar.
Al verse descubierto le había rogado por que se las diera.
" tan solo quiero que Yuuri me ame." le había gritado a pleno pulmón.
De lo que Gisela conocía de ese noble príncipe nada quedaba en ese ángel tan frágil, había estado llorando rogándole por esas hiervas hasta que había decidido sedarle. Pidió ayuda a su padre para poder transportarlo (y atarlo) a su habitación, en donde se encontraba en ese momento en su cama.
Yuuri no dijo nada, en su interior sabia que Wolfram tan solo lo hacia para llamar la atención, y el ya había tomado una decisión al respecto.
No volvió a tener noticias del rubio, llego el día de la marcha de Greta, la princesa tan solo se despidió del que todavía consideraba su padre. El pelinegro olvidado completamente de su mente.
Gracias a los comentarios de las cotillas de las sirvientas supo que Greta no había conseguido convencer a sus tíos de que le dejara llevarse con ella a al rubio.
Cada día odiaba mas y mas al rubio por destrozarle la vida. Por su culpa todas las sirvientas le odiaban. Por su culpa los soldados que juraron lealtad dudaban de su palabra. Por su culpa muchas naciones salieron de la alianza, sus palabras habían traspasado las murallas de Shin Makoku.
No vio al rubio durante meses, sabia el por que, las sirvientas siempre andaban hablando sobre el.
Al menos sabia que el ser, no, los seres que habían arruinado la vida estaban pagando por ello. Wolfram era mantenido en una habitación, llena de guardias y uno de sus hermanos siempre con el para evitar que hiciera alguna estupidez. Aunque el hijo que esperaba era un bastardo indeseado, nadie quería que el rubio lo dañase, eso lo destrozaría aun mas cuando no se pudiera dar marcha atrás.
Al fin el día llego, era media noche cuando todo empezó, esta vez el rey no se entero por los comentarios de unos soldados indignados, o por los comentarios de unas sirvientas cotillas, pero que hablaban con dulzura y pena sobre el hecho.
Esta vez se entero con sus propios oídos, cuando los gritos de Wolfram atravesaron las paredes de fría piedra.
El llanto de un niño le hizo volver a la realidad del momento, miro hacia su izquierda, el gran sabio se había marchado. Sonrió amargamente, el hecho de que le hubiese dado un vaso y dirigido alguna palabra que no tuviera que ver con el bien del país era un milagro.
Volvió la mirada hacia el jardín, el ángel rubio trataba de calmar a su hijo mas joven. Se quedo mirando la escena, el rubio con el pequeño niño en brazos era digno de un cuadro. Se pregunto si no tendrían alguno ya hecho, al fin y al cabo no se le permitía la entrada en el ala en donde se encontraba la habitación de matrimonio del demonio.
Una nueva voz se hizo presente.
" vaya,vaya, hay que ver el trabajo que me dais."
" venga no es para tanto, los niños querían algo de aire fresco." la voz era celestial en los oídos del pelinegro.
" y eso es suficiente escusa como para dejar a todos los invitados y venirse al jardín a sentarse en el césped a hacer coronas de flores."
" pero son hermosos Wolfram, papa."
escuchar la conversación tan solo hacia que se le clavara aun mas el dolor. La gente creería que ya estaba acostumbrado. El nunca lo reconoció al fin y al cabo, y su hijo tan solo se refería a ese otro como "papa".
Pero le dolía pensar que esa palabra podía haber sido dirigida a el.
No, le dolía pensar que había sido el quien le dio permiso a ese hombre para meterse en sus vidas.
Dio otro sorbo de vino, dentro los invitados esperaban a la pareja.
El tan solo esperaba que el final de esta historia se acercara.