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CUANDO ALGUNA VEZ ME AMASTE por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

Bueno no tengo muchos comentarios pero yaque la pase en limpio ahi les va.

 

Como siempre Kyo Kara Maou no me pertenece.

Cap.2.: Su nombre es Maki




Al día siguiente mudo sus cosas, apenas termino el rubio mazoku hizo lo mismo, ninguno discutió por quien se quedaría ahí, todos creían que se trataba de otro capricho del Lord Mocoso, pero cuando notaron que ambos dormían en cuartos separados se dieron cuenta que la pelea iba en serio.  Por más que un castaño amable y un mal humorado mazoku de tierra intentaban sonsacarle algo de lo ocurrido a un molesto chiquillo, nada salía de su boca, a no ser por improperios, bien conocidos por ambos.

Por otro lado un consejero intentaba darle ánimos a su majestad, ya que como siempre, estaba seguro que todo aquello debía ser algún mal entendido del malcriado de su prometido.  Cual fue la sorpresa de todos al escuchar por propia boca de su Heika, a la hora de la cena que su compromiso con Lord Bielfield había terminado aquella mañana por mutuo acuerdo. Todos quedaron congelados, enseguida miraron al rubio quien estaba con la cabeza gacha, apenas sintió sus ojos sobre el asintió sin pronunciar palabra, notaron lo pálido y alicaído que se encontraba.


-Heika esta seguro…- 

Conrad fue detenido por una mano levantada, su hermano mayor le indicaba con eso que no debía meterse.  El rubio se levanto de la mesa, apenas con un inaudible permiso salido de sus labios.  Todos sintieron lastima por él, ya que sabían de su profundo amor por su ex – prometido.


Ni siquiera había salido el sol y el mazoku de fuego se marcho a una misión, que solo obtuvo a modo de suplica a su Aniki. Aunque Conrad quiso darle alcancé le fue imposible, por la prisa que llevaba daba la impresión que deseaba desaparecer del mapa lo antes posible.  El castaño se molesto con su hermano mayor, en ocasiones podía ser un témpano de hielo cuando se trataba de asuntos del corazón.

Decidido fue entonces donde su ahijado para ver si podía hablar con el y así explicarle mejor lo ocurrido entre ellos, intentaría solucionar esa pelea por el bien de esos dos muchachos que tanto quería.  Pero nuevamente el destino le jugaba una mala pasada,

Yuri se había marchado a su mundo solo unos minutos antes de que llegara al castillo.


No tenia mas alternativa que esperar su regreso, no seria la primera vez que esos dos rompían el compromiso para luego arrepentirse.  El castaño no era el único que pensaba lo mismo, por ello cuando vieron a su majestad regresar acompañado por una jovencita, a tan solo un mes de la ruptura de su compromiso, removió todos los cimientos de Shin Makoku.  No había nadie que saliera de su asombro, llego presentándola como su prometida y futura esposa.  Aun peor, mas tarde se enterarían por la propia muchacha que ya tenían varios meses de noviazgo a rastra, ella no salía del asombro al escuchar de ese extraño mundo en el que se encontraba ahora, mas lo estaba al  conocer al fin el mundo que seria su futuro hogar.  Su nombre era Maki-san, se notaba amable y alegre como alguna vez había sido el rey al llegar a Shin Makoku.

Por protocolo fueron recibidos con amabilidad, después de todo la chica no era responsable de las acciones el Maou.  Pero como la amabilidad tiene un limite, la bomba callo en la cena, porque de un portazo entro tan animada como siempre su ex – suegra, abrazándolo tanto a el como a sus hijos.  Sin que nadie tuviera la oportunidad de contarle los nuevos acontecimientos ocurridos en su ausencia, así fue como comenzaron los consejos frecuentes para su yerno con respecto al menor de sus hijos, llegando hasta los asuntos de alcoba, lo cual hizo ruborizar a una jovencita profundamente confundida con toda aquella situación.


-Heika, usted ya debería saber como es mi Wolfy- le dijo la rubia guiñándole el ojo. 


Ante la evidente sorpresa de la muchacha que solo atino a preguntar.


-¿Quién es Wolfy?- , en ese momento la sexy Queen se percato de su presencia.

-Pues mi hijo, el prometido del Maou claro, ¿Quién es la muchacha?- pregunto intrigada la ex – Maou.

-Es la prometida- , antes de terminar la frase, Gwendall fue interrumpido por los gritos de su madre, ya que al verla sentada junto a su segundo hijo, supuso que erróneamente que era su futura nuera.

-¡Kyaaaaaaa!, pero que preciosa muchacha, que bien te lo tenias guardado- le decía a su hijo mientras le daba un codazo, quien enseguida entendió lo que pasaba por la mente de su progenitora.

-Madre no es mi prometida…- , la mujer lo miro intrigada.

-Es del Heika-


La mujer soltó su abrazo enseguida, mirando incrédula a su hijo, pero al ver como asentían los presentes no le cabía duda alguna, esa no era una broma.  Miro con reproche al moreno, quien no dudo en extender su mano para que tomara asiento, a lo cual Cecilia Von Spilberg se negó rotundamente, dando la media vuelta en seguida en dirección a la salida del comedor. 

La muchacha se percato como todas las miradas recaían en su novio, se podía sentir la tensión cortar el aire.


-Me mentiste-, fueron las únicas palabras que el rey de los demonios escucho antes de que la muchacha se retirara abruptamente del salón. 


El Maou les miro con reprobación, levantándose con violencia, tirando lejos la silla en donde esta sentado.


-¡Ni crean que cambiare de opinión!, no pienso ante poner mi felicidad otra vez, ¡eso, nunca mas!-


Estaban  confundidos, un tanto dolidos también, parecía que su noble Heika les había dado un ultimátum, para colmo a  mas de alguno lo había dejado con la palabra en al boca, ya que apenas acabo con sus reproches, se marcho tras la chica quien decía, seria su futura Reina.



Había escuchado el rumor hace una semana, aunque sus hombres intentaron por todos los medios que no llegara a el, hay cosas que son inevitables.  En un penoso intento por subirle el animo le habían creado la esperanza que al verle nuevamente, el Heika desistiría de la estupidez cometida y regresaría apenado a su lado.  Deseaba creer eso con todas sus fuerzas, pero algo le recordaba que jamás, ni una vez siquiera, aquel moreno  a quien amaba con locura, hubiera tomado la iniciativa de acercársele para hacerle suyo, apenas tuvieron uno que otro rose accidental, consecuencia de dormir en la misma cama.

Toda esperanza se esfumo al verlo junto a ella, estaba feliz, debía reconocer que había extrañado esa hermosa sonrisa.

La presento sin ningún tipo de protocolo, bueno debía admitirlo, siempre seria un enclenque, aunque ahora ya no era suyo, sino de esa joven que no le despegaba la mirada, a tal punto de sentirse ultrajado.

No podía creerlo, por mas que lo miraba, ahora podía entender como su novio había caído en las garras de ese muchacho.  Solo existirá una palabra que aparecía en su mente, “GUAUUUUU”, de no ser porque le habían dicho que Wolfram Von Bielfield era un chico, no lo hubiera creído, aquella belleza, parecía un ángel, aquel ser tan perfecto debía haber salido de algún cuento de hadas, de esos que le leían en la niñez. Podía entender a la perfección la confusión de su prometido al conocerlo, es que su presencia era embrujadora, su piel tan fina, cielos solo la rozo por breves segundos al saludarle pero aun recordaba su textura.

Tras firmar los papeles correspondientes, el compromiso fue oficialmente anulado, el único feliz, como siempre era Yuri, quien se fue junto con su prometida a celebrar.

Todos estaban preocupados por el menor de los hijos de la ex –reina, este seguía comportándose orgullosamente como si no le importara, lo cual termino por convencer a quienes le rodeaban.  El único que no esa charada era cierto castaño, que al verle partir mas seguido, no dudaba en reclamarle a Gwendall por no tener la minima consideración con su pequeño hermano, entonces este le recordaba que el joven, al igual que ellos era un soldado y no tenia porque tenerle consideraciones, agregándole siempre al final, que dejara de mimarle.  Sabia de su sobreprotección, pero también, que el único que sentía el dolor del rubio era el, tanto que se le desgarraba el corazón al verse obligado acompañar a su alteza junto a su prometida.  Se veían felices, la joven se ganaba a regañadientes los corazones de los habitantes del palacio, aunque no los del pueblo, quienes no miraban con buenos ojos, como una trepadora venida de otro mundo, se dedicaba a destruir la armonía que con tanto esfuerzo reinaba desde hace años a su alrededor.

 

 

 

Continuara.....

Notas finales:

Gracias a todos los que han leido este fics, que quisas no este muy interesante al principio pero mas adelante les juro que se pone bueno, uffff, chike, chi.

 


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