Solos tú y yo… y los demás
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen
By Paz
Capítulo 9: Intencionada confusión
James y Craig se asomaron a la puerta de la cocina donde se escuchaba movimiento de cacharros, en lugar de encontrar a su primo vieron que se trataba de su novio, estaba de espaldas a ellos delante del fogón.
-Podéis sentaros. -Comentó sin volverse, esperando que dieran señales de estar ahí, cosa que no hicieron, al parecer no esperaban que fuera él quien estuviera allí- Supongo que estaréis hambrientos. Este es nuestro desayuno –se volvió acabando de servir en la mesa los alimentos que había preparado.
-Buenos días… -saludaron a un tiempo- Gracias.
-Hola… -les saludó a su vez.
Se sentaron donde les indicó, dejando un asiento libre, Hanamichi no tardaría en presentarse y estaría tan hambriento que no iba a ser capaz de reconocer a nadie hasta que tuviera el estomago lleno.
Craig y James miraron los diversos platillos sin decidirse por ninguno, no sabían por donde empezar, al cabo de unos instantes, fueron capaces de darse cuenta que estos se repetían en número de cuatro, por lo que fueron capaces de identificar cuales eran sus raciones.
-Esto es lo que tenemos… -Kaede fue señalando cada platillo- Este es nuestro desayuno tradicional, salmón, arroz, sopa de miso y tsukemono. Solemos hacer un desayuno fuerte, porque nuestra comida es más ligera –explicó y como si en ese instante se diera cuenta preguntó- ¿Queréis cubiertos?
-Estuvimos practicando con los palillos… -comentó Craig.
-… aunque todavía nos cuesta un poco acostumbrarnos a ellos –concluyó James.
-De acuerdo… -comenzó a comer dejando que ellos tomaron su ritmo.
-¿Qué es esto? – Craig miraba su tazón con tímida desconfianza.
Levantó el rostro para fijar sus ojos en el motivo que cuestionaba esa pregunta.
-Miso, es una pasta aromatizada y fermentada, es sabrosa, esta hecha con semillas de soja y sal marina, también puede hacerse con cereales. –explicó condescendiente ante su desconocimiento de su cultura gastronómica. Dirigió la mirada hacia el resto de los platos explicándoles de que se trataba todo.
Los dos jóvenes le escuchaban con atención, fue en ese momento cuando se escucharon como si arrastraban los pies, ambos volvieron la mirada hacia la puerta. Hicieron ademán de levantarse para saludarle, más se detuvieron al fijarse en el gesto de chico sentado frente a ellos que no se inmutó.
Si habían pensado que Rukawa era alto, pareciéndoles que se salía de la media japonesa, el chico pelirrojo que entró en la cocina era más alto, se sentó a la mesa y comenzó a comer como si estuviera solo.
Se miraron desconcertados. No les cabía duda que era su primo Hanamichi, si bien él parecía no haberles visto.
Su parte de comida tenía el doble que la de los demás, sin embargo, comenzó a comer sin mirar ni a uno ni a otros.
-¿Es Hanamichi…
-…cierto? –miraron desconcertados a Rukawa.
-Si…, mientras esta hambriento no reconoce a nadie –les avisó- ¿Qué preferís café o té? –preguntó alargando la mano hacia donde había dejado la bebida para que se mantuviera caliente.
-Café… -dijeron al unísono.
-Disculpa… no pretendemos molestarte….
-… si uno empieza la frase y la…
-… acaba el otro –concluyó James presentándole el tazón para que lo llenara.
-No me molesta… -les sirvió el café dejando la cafetera sobre el hornillo, recogió la tetera sirviendo a Hanamichi un tazón hasta el borde, él suyo medio lo llenó.
Continuaron con su desayuno, hasta que Hanamichi levantó la mirada y se quedo mirando a los dos jóvenes que estaban frente a él.
-¿Quién es quién? –preguntó al ver los dos rostros con idénticos rasgos.
-Yo soy Craig…
-Y yo James… -respondieron y luego al mismo tiempo añadieron- Es un placer conocerte, primo Hanamichi.
Hanamichi apartó su mirada de ambos para fijarla en su novio durante unos segundos. Había aprendido a conocerle hasta en el más mínimo de sus movimientos y ese leve alzamiento de cejas fue como un aviso que algo no era correcto. Volvió a mirar a los jóvenes y supo que en cualquier otra ocasión hubiera caído en su broma.
Le pasó el brazo por los hombros y con una risa burbujeando en su garganta comentó.
-Kaede es muy susceptible a las bromas. Seguro que esta os la disculpa porque sois mis parientes, pero cuidaros de una segunda porque no tendría ningún inconveniente en echaros de su casa y eso es lo menos que puede haceros. –miró divertido a su koi y comprendió que también él se estaba divirtiendo asustándoles. O sea que tu eres Craig y el James –afirmó mirando correctamente a sus primos.
-Si… -confirmaron ante la fría expresión de Kaede que no animaba a los jóvenes a proseguir con las ocasionales bromas que hacían respecto a su identidad para confundir a quienes no eran capaces de reconocerles.
-Bien…, yo soy vuestro primo, podéis llamarme Hanamichi, él es Rukawa. –Retiró su brazo que continuaba sobre su novio- Tenéis que disculparme por no ir a buscaros al aeropuerto como era mi intención. Me surgieron cosas –tosió para ocultar su turbación, cuando escuchó el carraspeo divertido de Kaede- ¿Tuvisteis problemas para llegar hasta aquí?
-Ninguno… -se apresuraron a decir.
Miró a Kaede para buscar su aprobación, al verle levantarse y recoger los utensilios del desayuno supo que no pondría inconvenientes a sus ideas para distraer a sus primos.
-Si no estáis cansados podemos ir a dar un paseo. Así conoceréis la ciudad, luego podréis acompañarme hasta nuestra preparatoria, a las once tenemos entrenamiento, allí nos reuniremos con Kaede.
Media hora después salían los tres, Kaede sabía que pensaba llevarles a conocer el moderno y vanguardista puerto de Yokohama y la Bahía de Tokio, de allí tomaría él tren para reunirse con él en Shohoku.
A las once y media, con retraso, Hanamichi se presentó en el gimnasio haciéndose notar con su ruidosa presencia, tras presentar a sus primos al resto del equipo les invitó a reunirse con sus alborotadores amigos. La Gundam de Hanamichi les recibió con alborozo.
Continúa en el próximo capítulo…