Solos tú y yo… y los demás
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen
By Paz
Capítulo 10: El inicio de su promesa rota
Durante el resto del entrenamiento Kaede se siente molesto consigo mismo porque durante todo la mañana estuvo distraído y no porque estuviera pensando en su koi, sino porque no podía dejar de ver en su mente esos rostros idénticos, coronados con una cabellera rojiza que le levantaban algo más que el animo.
Eso le frustraba bastante porque no quería faltar a la promesa que le hizo a Hanamichi, respecto a ser los dos uno solo. Se sentía estúpido por no haberse dado cuenta que lo primero que le atrajo de su novio era justamente sus cabellos rojizos, esa mata de pelo que no se cansaba de acariciar entre sus dedos, jugar con sus cabellos era tan excitante como cuando le poseía y le escuchaba gemir bajo su cuerpo y le embestía con frenesí solo porque su cabellera se sacudía frente a sus ojos incitándole aún más para que continuara ondulándose como un mar embravecido por el deseo.
Cuando finalmente, Hanamichi apareció en el gimnasio él aparentemente había recuperado la tranquilidad, su animo estaba sosegado y deseaba que hubiera sido suficiente con haberse masturbado en el aseo de su piso para que esos dos no volvieran a provocarle sobresaltos.
Una vez más se equivocó, fue ver a los tres y una vez más su cuerpo reaccionó, se justificó a si mismo diciéndose que Hanamichi siempre le incitaba, se controló y su fuerza de voluntad le ayudó a soportar la hora y media de entrenamiento sin salir corriendo hacia las duchas para enfriar sus ánimos.
Demás esta decir que cometió algunos errores que llamó la atención del equipo, más le disculparon porque conocían su carácter perfeccionista y ni siquiera él podía disculparse.
Cuando Miyagi les dio autorización para ir a las duchas, él prefirió quedarse practicando algunos tiros, cuando fuera a ducharse necesitaba estar solo, porque no iba a resistir la tensión que se acumulaba en su entrepierna.
-¡Hey! Rukawa…
Se detiene antes de lanzar y se volvió hacia su capitán.
-Te encargas de la limpieza y de cerrar. Solo quedas tú y Sakuragi, no le he dicho a él nada porque supongo que se reunirá con sus primos.
-De acuerdo… -acepta animoso.
Cuando va a las taquillas se cruza con Hanamichi que sale de la ducha.
-Miyagi me ha pedido que limpie y cierre. No he podido negarme.
-Entre los dos acabaremos antes. –dijo sin preocuparle el hecho que acaba de ducharse.
-Te olvidas que están tus primos… -solo mencionarles le entraban sudores fríos- Vete con ellos, me reuniré con vosotros en Danny's, si quieres podemos comer ahí y luego llevarles durante la tarde a Tokyo, seguro que les gustará.
Hanamichi se llevó la mano a la frente dándose una palmada al recordarle esa circunstancia, con expresión apenada preguntó.
-¿No te importa que te deje solo?
-Si me importará no te pediría que te fueras con ellos. Vete, cuando antes te vayas antes acabaré yo. –Y para animarle tras darle un suave beso comentó- Si esta noche prometes ser silencioso podemos intentarlo.
-Lo seré… -dijo terminando de vestirse- No te demores mucho. –le pidió saliendo.
-Estaré contigo antes que tengas tiempo de extrañarme.
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Hanamichi se reúne con su Gundam y es entonces cuando se da cuenta que falta uno de sus primos.
-¿Dónde esta James? –miró a su alrededor por si se había alejado.
-Tenía una necesidad urgente… -se apresuró a decir Noma riendo.
-Le explicó como llegar, comentó que fuéramos saliendo que se reuniría con nosotros en la entrada. –intervino Craig.
Hanamichi se quedo un segundo perplejo pues no le había visto al cruzar el pasillo, enseguida pensó que no necesariamente tenía que haberle visto, seguramente ya estaría dentro cuando el pasó por delante.
-Vayamos, es lo bastante mayor para encontrarlo por si mismo.
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Ensanchó su pecho con un amplio suspiro cuando Hanamichi salió del vestuario, tendría que dejar su problema para más tarde, lo principal era limpiar el gimnasio, antes de ducharse.
Abrió la puerta para salir cuando sintió un topetazo, alargó las manos al ver una cabellera rojiza ante sus ojos.
-¡¡Shimata!! –masculló frustrado.
-Disculpe… -alzó la mirada hacia la persona con la que había tropezado, encontrándose con una mirada azulina y con un rostro conocido- Creo que he vuelto a equivocarme, buscaba los servicios. No debí entender bien las explicaciones –se excusó.
-Saliendo a la derecha, dos puertas antes que esta.
-Gracias. –salió apresuradamente.
Kaede ya no tenía prisa por realizar su trabajo, despacio siguió los pasos del chico y entró trabando la puerta. Estaba demasiado excitado para pasar por alto la oportunidad de saber que se sentía cogiéndose al primo de Hanamichi, deseaba saber que sentía estando con él. Quería probar si cogiéndose a ese pelirrojo se sentía tan bien como cuando lo hacía con Hanamichi.
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-¿Por que estas así? –pregunta Craig al verle regresar acalorado.
-Tuve que correr, pensé que no ibais a esperarme. Me extravié por esos pasillos. –se justificó con el rostro encendido cuando se reunió con los demás que le esperaban junto a la cancela de la preparatoria- ¿Dónde vamos? -preguntó sin atravesarse a mirar de frente a Hanamichi para que no reconociera en su expresión que su novio con todo descaro sin importarle su negativa le ha excitado cogiéndole sin que pudiera impedírselo al pillarle con los pantalones bajados.
Craig en cambio, le ha bastaba sentir sus emociones y ver como evita la mirada de su primo para comprender que Rukawa ha tenido algo que ver con el estado de su hermano. No por nada son gemelos.
Continúa en el próximo capítulo…