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Solos tú y yo… y los demás por Paz

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Solos tú y yo... y los demás

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo 2: Una oportunidad para decirte...

Aunque los demás creen que su actitud hacia Sakuragi es egoísta por no ir a visitarle al hospital donde esta ingresado, todos ignoran que a petición de su médico está con él siempre que su entrenamiento con la selección juvenil se lo permite. Al parecer Sakuragi ha dado ciertas pistas acerca de que su presencia le anima.

No es que haga algo especial, simplemente se limita a estar presente durante el tiempo que tiene que hacer su rehabilitación. Luego cuando agotado y sudoroso le llevan de regreso a su habitación, va al aseo donde humedece con agua tibia un paño, aseándole, quitándole el sudor que cae por su frente y sienes, luego con agua fría le refresca pecho y espalda, Sakuragi le deja hacer como si de un niño pequeño se tratara, acomoda su cama, dejándola en una posición medio levantada, él permanece con los ojos cerrados,  sabe que necesita descansar, por eso ocupa una silla que sitúa en el borde próximo a él, permanece a su lado en silencio sin intercambiar palabras entre ellos, atento a cualquier necesidad del pelirrojo. Otras veces, sin que se lo pida lee algunos artículos deportivos para conseguir hacerle olvidar el dolor de su espalda, su respiración se vuelve más lenta, sus facciones muestran una actitud más relajada, sabe que su rehabilitación es muy dura, por ello permanece a su lado,  animándole con su presencia si eso es lo que él quiere.

Aquella tarde, mientras lee observa que su respiración fatigosa se va calmando, él continúa con los ojos cerrados como ajeno a su presencia, viendo como mantiene sus manos empuñadas hasta que el dolor cede y las abre, solo entonces siente más ánimos y pensando que él no se da cuenta le mira en silencio.  

Y así van transcurriendo los días hasta que una noche, cuando se levantó para despedirse, Hanamichi le agarró de la mano para retenerle.

-¿Puedes quedarte mientras intento dormir? -le pide.

Son sus primeras palabras desde que está allí con él.

-¿Tienes problemas para conciliar el sueño? -pregunta a su vez sin que ningún músculo de su rostro exprese la sorpresa que recibe al oírle dirigirse a él.

-Estas últimas noches, si. -reconoce sin decirle cual es la causa.

-De acuerdo... cierra los ojos... me quedaré a tu lado hasta que te duermas -dice sin hacer intención de soltar su mano.

-Gracias... -le hace caso, sus parpados se cierran, su respiración se hace más regular a medida que pasan los minutos, su mano se afloja y suelta la que está sosteniendo.

Se dispone a marchar cuando la puerta se abre y aparece una enfermera.

-¿Se ha dormido? -pregunta con un susurró.

-Si... -le responde de igual modo.

Los dos salen de la habitación, y ya en el pasillo la enfermera le comenta.

-Estas últimas noches estaba muy inquieto... fue necesario sedarle para que se durmiera.

-¿Sabe que le pasa?

-No..., supongo que está dándole vueltas en su cabeza a que ya lleva mucho tiempo ingresado. Tiene que inquietarle su permanencia aquí y luego la rehabilitación es muy dura, seguramente que piensa que no va a salir adelante, de todos modos tu presencia le anima mucho y eso es bueno.

-Si me permiten... -no pudo expresar su petición porque hasta ellos llegó la voz de Sakuragi que había despertado y estaba llamando a la enfermera a gritos en lugar de utilizar el timbre.

-Discúlpame un momento...

Rukawa quedo perplejo estaba convencido que le había dejado completamente dormido. ¿Qué le pasaba para no poder dormir?

-Me ha preguntado si se había marchado -le dijo la enfermera en voz baja- ¿Le importaría quedarse un poco más con él? Puedo llamar a su casa para pedirles permiso a tus padres. -se ofreció solicita.

-No es necesario, vivo solo.

-Igual que él...

-Sí. Veré si consigo que duerma.

-Gracias..., no es aconsejable darle pastillas para dormir todas las noches, porque acabaría acostumbrándose a ellas.

-No se preocupe... si no duerme por sí solo, un buen puñetazo le hará dormir -dijo serio, al ver la expresión de su rostro se regocijo por dentro.

 Abrió la puerta cerrándola a su espalda.

-¿Eres tú, Rukawa? -preguntó Sakuragi.

-Si..., soy yo... ¿Qué es lo que pasa contigo? Creí que dormías...

-No.

-Son más de las nueve... ya deberías estar durmiendo -dijo a modo de reproche- Mañana estarás cansado y no podrás hacer tus ejercicios.

-Lo siento... -dijo compungido.

-Hazme sitio....

-¡¡¡¡Eh...!!!

-Tu puede que no tengas sueño... pero yo sí. Es justo que me hagas un hueco en tu cama -dijo con expresión apacible.

Hanamichi se deslizó hacia el otro extremo de la cama, dejándole espacio suficiente para tumbarse a su lado, mirándole un tanto perplejo, preguntándose si había oído bien, abrió mucho los ojos cuando le vió llevar las manos a su pantalón.

Rukawa bajó cierre del pantalón para dormir más cómodo y al momento se tumbó a su lado por encima del cobertor. Se volvió de costado, mirándole, pasó su mano por su rostro para que cerrara los ojos y tomó su mano.

-Buenas noches, Hanamichi.

-Buenas noches, Kaede... -respondió feliz- Me... me gustas... me gustas mucho.

-Qué bien... -murmuró ya medio dormido.

Era consciente que Rukawa no se había enterado del significado de sus palabras, pero no le importaba, ya tendría nuevas oportunidades para hacerle saber sus sentimientos.

Una hora después la enfermera les encontró profundamente dormidos. Con una sonrisa fue en busca de una manta que echó por encima de los dos jóvenes para tapar al chico moreno.

Continúa en el próximo capítulo...

Notas finales:

Desde aquí aprovecho para disculparme por no poder actualizar mi otro fic "el amor florece..." es el final del lemon y que me quedado bloqueada... Gracias por leerme. Paz


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