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Solos tú y yo… y los demás por Paz

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Solos tú y yo… y los demás

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo 29: Fantasía realizada

 

Debido al delicado equipo que llevaba, había pensado que era mejor llevar su coche, por ello condujo por las céntricas calles hasta llegar al Distrito de Seya donde estaba situada su residencia. Se detuvo ante la entrada a su casa donde un sistema foto electrónico entró en funcionamiento permitiéndole el acceso, eran las cinco de la tarde.

Un buen momento para preparar el equipo. Cargo sobre el hombro derecho el trípode y en la mano izquierda llevaba una cámara de grabación profesional.

Durante dos tardes había recibido clases aceleradas de cómo debía usarse. Estaba seguro de conseguir una grabación perfecta.

Ubicó el trípode frente a la ventana abierta del segundo piso, a cincuenta metros, tras los árboles de hoja perenne se encontraba ubicada la sala que  Meguru-kun utilizaba para sus entrenamientos. Los tupidos árboles medio la ocultaban, Había, sin embargo, un pequeño claro que le daba una visión perfecta del lugar, justo donde le había pedido a Kimineko que los ubicara.

Hizo una comprobación de todas las piezas, se fijo que todo estaba correcto, acercó su ojo derecho al punto de mira y tuvo la visión de Meguru-kun deslizando los shoji para recibir a sus invitados. Se enderezó y miró la hora, aún quedaban quince minutos de tiempo.

Su móvil comenzó a sonar.

-Dime Kaede… -su nombre aparecía en la pantalla.

-No me esperes esta noche, mi hermano me ha pedido que vaya a verlo a Tokyo.

-¿Algún problema?

-Desde que mis padres se separaron, Asato-kun tiene con él a mi hermano Seitarou, al parecer tiene malas compañías y quiere que hable con él, porque según dice soy su héroe y me respeta.

-Puedes decirle que venga una temporada a vivir con nosotros, así lo alejarías de Tokio y de esas amistades. –en ningún momento, durante la corta conversación dudó de las palabras de Kaede, por ello le propuso esa solución, aunque sabía que era transitoria, si el chico se sentía a gusto con sus amigos, difícilmente ellos podían apartarle del camino que había tomado.

 -Lo tendré en cuenta. Gracias por tu comprensión. Te amo.

-Yo también te amo. –respondió. Y la llamada se cortó.

Le quedo una extraña sensación después de la llamada, como si algo que había escuchado le inquietara. Apenas duró unos segundos esa sensación, enseguida dirigió su atención al reloj, habían transcurrido tres minutos de la hora fijada, se acercó al visor y miró hacia la casa. Sabía que después de lo sucedido con Mirai-kun, Kogure aceptó la explicación de Mitsui acerca de la lastimosa presencia del chico en su casa y había accedido a quedarse allí para atenderlo debidamente y marchar juntos a su cita con un desconocido.

Le había pedido a Mitsui que mantuviera al chico en su casa antes de dejarle marchar con sus padres, con los que él habló diciéndoles que el muchacho había sido elegido con otros compañeros de diferentes clases para realizar una improvisada salida con vista a medir su grado de entendimiento entre ellos de cara al futuro laboral. Por la respuesta de su madre, que fue quien tomó su llamada, lo tomo como si fuera normal que el chico ni siquiera pasara por su casa para llevarse sus efectos personales para ese supuesto viaje. Tenía que preguntarle a Mirai-kun como era el trato con sus padres, saberlo podía serle beneficioso.

******************

Acudió a la llamada apenas la escuchó. Al abrir la puerta se quedo mirando a los dos hombres que allí estaban, uno de constitución menuda, y con gafas, el otro sin  llegar a ser robusto daba la impresión de que bajo esas ropas que llevaba tenía unos músculos marcados por el deporte.

-Buenas tardes… -saludó con mayor presencia de ánimo el más alto- Nos dijeron que viniéramos aquí que sabias... que nosotros…–se detuvo al no saber como justificar su presencia allí.

-Pasad…. –el hombre de las gafas le miraba con un asombro que rayaba en la curiosidad.

Aunque intentaban mostrar una firmeza de carácter se les notaba a los dos un tanto nerviosos. Sakuragi le había advertido que no diera muestras de conocerles. Aquel encuentro debía llevarse a cabo bajo el anonimato de sus personas.

-¿Queréis tomar algo? –ofreció pensando que tomar un té les ayudaría a calmarse.

-No…

-No… -respondieron casi al unísono.

-De acuerdo…, iremos directamente a lo que os ha traído aquí, nuestro amigo en común, me dijo lo que deseabais, me he ofrecido a ayudaros. Por favor, sentiros cómodos –les pidió.

Les condujo hasta la sala que utilizaba para sus entrenamientos, porque Sakuragi le advirtió del morbo de hacerlo allí sería algo añadido a su acuerdo de reciprocidad con un rikishi y que con toda seguridad lo haría más sencillo para ellos.

-En este cuarto podéis cambiaros -abrió una puerta, era un armario,  pudiendo ver una variedad suficiente de yukatas para elegir- Están todos sin usar. –Les avisó- Tomaros el tiempo que necesitéis, me encontrareis afuera.

Quince minutos después aparecieron, su primera impresión fue la de inmovilizarse. El rikishi estaba desnudo por completo, el yukata que había llevado hasta entonces estaba recogido y apoyado en el borde del piso junto al muro. Los shojis habían sido abiertos y la claridad del día entraba a raudales, el jardín que quedaba a la vista poseía una armonía capaz de serenar el espíritu.

-¿Tenéis alguna preferencia? –preguntó cortes.

-No… -se apresuró a contestar Mitsui.

-Si, quisiera que adoptara la técnica Okurigake. –dijo Kogure.

La sonrisa del riskishi y el desconcierto de su pareja le turbaron.

-Veo que tú si tienes claro lo que deseas, -dijo moviéndose para adoptar la posición mencionada.

-Ahí no… -aunque no comprendía la importancia de las palabras de Sakuragi, hizo lo que le había pedido- Quisiera que fuera… -miró a su alrededor dando unos pasos hacia el engawa, quedando al alcance de su mirada la copa de los árboles, por encima de ellas se veía los muros de una casa, creyó ver un destello en una de las ventanas. Al volver a mirar ya no se repitió, por lo que volviéndose hacia su pareja el rikishi continuo- … aquí.

Mitsui vió como el hombre apoyaba las palmas de sus manos en el suelo, el cuerpo, en posición recta le quedaba a un metro del suelo, una pierna adelantada hacia uno de sus brazos, con la rodilla flexionada, la otra estirada hacia atrás. La posición era muy erótica apreció y se preguntó como Kimi-kun podía saberlo.

-Hisashi, tú te pondrás detrás, después de prepararlo, engancharas con tu pierna la suya estirada, -continuó pidiendo Kogure- cogiéndole en esa posición.

-¿Y tú? –preguntó sorprendido Hisashi, no podía creer que fuera su tímido y medroso Kimi quien les estuviera pidiendo que hicieran eso. ¿En qué momento se convirtió en lo que estaba viendo?

-Estaré debajo –dicho y hecho.

Kogure se ubicó entre las piernas separadas del rikishi. Durante unos segundos los tres estuvieron como inmovilizados, esperando quien de ellos tomaba la iniciativa.

-Estoy listo… -dijo el luchador afianzándose en la posición, recordó las palabras de Sakuragi "No se lo pongas fácil, hazte el difícil con ellos, no temas ninguno de ellos te hará daño"

Kogure tuvo un instante de pánico, su mirada estaba fija en la incipiente excitación del luchador, todo su cuerpo aparecía depilado, su hombría no había crecido tanto como su cuerpo, era un pene diminuto en comparación con el resto, su escroto era del tamaño de una bola de billar, tuvo una erótica visión de metérselo todo en su boca y al momento comenzó a excretar saliva. Su posición allí era un tanto incomoda, pero eso era lo que Mitsui quería que hiciera, así que olvidando su temor hizo lo que se esperaba de él.

Le complació escuchar el gemido que escapó de la garganta del luchador de sumo, su estomago se sacudía a su espalda, había encontrado una posición más cómoda, su boca, su lengua y la mano que no utilizaba para sujetarse repetían los gestos que días atrás Sakuragi había hecho con el, tenía que estar haciéndolo bien porque sentía crecer y endurecer más en su boca ese músculo, él no podía ver a Hisashi, pero sabía que estaba llevando a cabo su parte del trato, el cuerpo del luchador se estremecía, no sabía cuanto tiempo llevaba haciendo aquello, recordaba las indicaciones de Sakuragi, si advertía que iba a venirse tenía que detenerlo, no podía dejarle que soltará su esencia, era primordial que prolongara aquel momento durante más de quince minutos. No entendió el porque de su petición, pero prometió hacerlo así, por ese motivo prosiguió disminuyó el ritmo de mamada, cuando sintió un roce en su mejilla supo que Hisashi había tomado la posición que le había pedido, una sacudida envió hasta su garganta el fino pene que tenía en su boca, dándose por enterado que Hisashi estaba cumpliendo con su parte del trato.

La mitad del cuerpo de Kimi-kun asomaba por debajo del cuerpo del luchador de sumo, su excitación era tan apetecible que estuvo tentado en tomarla, metiéndosela en la boca y haciéndole gemir hasta que se corriera, sin embargo, eso no es lo que habían decidido, él también cumpliría con su parte, del mismo modo que su Kimi estaba demostrándole el valor que poseía, si su deseo era que él hiciera eso lo haría, por ello se inclinó separando esas nalgas enormes y dejando expuesto a su mirada su abertura, un diminuto punto oscuro, rodeado de un fruncido de piel un poco más clara, sin más titubeos, hundió su rostro entre sus nalgas y su lengua comenzó a lamer alrededor de su ojete, sintió la sacudida que dio al contacto de su lengua y supo que era tan sensible que con suerte podía metérselo enseguida y acabar rápido, sin embargo, no fue todo como el lo deseaba, aunque era sensible estaba tan apretado que no permitía ni que su lengua lo abriera.

Se esforzó al máximo, se ayudó con sus dedos, con su lengua, lamió y mordió la piel de su alrededor para relajarlo, sentía los temblores que estremecían la enorme humanidad del luchador, se sujetaba a su pierna estirada

******************

Llegó en el momento apropiado. Los tres estaban unidos como una apretada piña antes de abrirse. Si se movían en exceso se rompería el precario equilibrio que mantenía el luchador. Ninguno de los tres le escuchó llegar, solo Mitsui fue consciente de su presencia cuando se situó detrás de él, se estremeció al contacto de sus manos abriéndole el trasero y sin más preliminar se ensarto dentro de él. Por su postura no podía girar la cabeza para saber quien estaba embistiéndole tan rudamente, también se tragó su grito de dolor, porque enseguida el placer fue tan intenso que olvidó la brusca irrupción en su trasero aunque sus embates no calmaban la irritación que sintió con su brusca penetración.

Sus rápidas embestidas marcaban el ritmo de las que a su vez recibía Meguru-kun, quien sentía como sus músculos flácidos se sacudían por el impetuoso ritmo que llevaba el hombre, no podía saber que este a su vez era embestido con idéntico ímpetu.

Al cabo de un rato, reconoció el grosor y la fuerza con que era arremetido, maldiciendo mentalmente al pelirrojo que les había puesto en esa embarazosa situación, porque no tenía dudas respecto a su koi. Kimi-kun se cohibía en presencia de desconocidos, Sakuragi estaba detrás de todo, él había usado a su novio para conseguir su propósito. Aunque se sentía desconcertado, ¿que era lo que realmente buscaba el pelirrojo? Acaso, ¿estaba cumpliendo su propia fantasía?

El pensamiento de estar los cuatro unidos tan íntimamente le excito más aun y sus movimientos fueron más enérgicos, se estremeció cuando Sakuragi rozo su próstata, sus entrañas en ese instante recibieron unas sacudidas y sintió como un cálido ardor le llenaba.

No pudo ver como Sakuragi se inclinaba hacia el cuerpo de su koi y tomaba entre sus dedos su turgente masculinidad que se estremeció a su contacto, lo acarició suavemente antes de llevársela a la boca, su lengua y sus dientes lo rozaron levemente, aumentando su placer y el movimiento de su boca alrededor del pene de Meguru-kun quien apenas conseguía sostenerse, quien se sentía atrapado entre una boca deliciosa que le provocaban espasmos de placer y un pene que le estaba martilleando el culo de un modo delicioso, deseando que esos instantes no acabaran.

Sin embargo, nada dura eternamente y lo supo cuando su cuerpo se estremeció, esa boca aumentaba el ritmo de sus movimientos como si estuviera de acuerdo con su pareja, los dos aumentaron su ritmo y ya no pudo más, el orgasmo le alcanzó, llenando con su semen la boca que tanto placer le había proporcionado, al tiempo que las embestidas cesaron y comenzó a sentir el calor que llenaba sus entrañas, poco después su cuerpo colapso contra el piso, apartándose para no aplastar al pequeño hombrecillo, el otro se derrumbó sobre su espalda, quedando los tres formando un revoltijo de brazos y piernas entrecruzados y cuerpos sudorosos y pringosos cuyas aceleradas respiraciones era lo único que se escuchaba.

Mitsui descendió de encima de esa mole humana y se arrastró hasta llegar junto a su koi al que estrechó entre sus brazos, posando sus labios en los suyos en una suave caricia.

Kogure se acurrucó en sus brazos, se estaba tan a gusto a su lado.

Meguru-kun supo que cualquier diferencia que hubiera entre ellos estaba resuelta y se sintió feliz por proporcionarles esa oportunidad.

******************

Al otro lado del muro, fuera de su vista, Sakuragi se recuperaba. Cuando pudo levantarse se vistió y cruzando el jardín llegó a su propiedad.

En el cuarto de arriba la cámara continuaba grabando. La apagó y sacó la cinta. Un memorable recuerdo para visionar cuando se sintiera nostálgico. La guardó entre sus pañuelos con la seguridad que Kaede no miraría en el interior de ese cajón. En realidad tenía la certeza que no revisaría sus cosas. Kaede no era de esos. Su confianza era de agradecer.

Desmontó la cámara y guardó todo, cerró el trípode y lo llevó al maletero de su coche, antes de marchar comprobó que dejaba todo en condiciones, no deseaba dejar alguna ventana o puerta sin cerrar debidamente.

Una hora después agradecía el préstamo de la cámara y se despedía de su amigo tras asegurarle que le había sido muy útil.

Esa noche le hizo una visita a su amigo Akira, llevaba muchos días teniéndole descuidado.

Continúa en el próximo capítulo…

Notas finales:

Rikishi: Luchador de sumo.

Tengo la impresión que ha sido un capítulo bastante extraño, en cuanto a las posiciones para realizar el lemon,

http:// sumo. goo.n e.jp/eng/kimarite/index.html

En esta web, hay que quitarle los espacios que he dejado se puede encontrar la imagen de la técnica de sumo que menciono.

No estoy segura de haber descrito correctamente el lemon de los cuatro, solo puedo disculparme si he fallado.


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