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Solos tú y yo… y los demás por Paz

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Notas del capitulo:

Aquí Rukawa empieza a descubrir el morbo o el trastorno que los pelirrojos pueden ocasionar en su joven relación con Hanamichi.

Aviso que hay lemon.

Solos tú y yo… y los demás

 

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

 

By Paz

 

Capítulo 7: Un inesperado correo electrónico

 

"Querido primo Hanamichi,  mi hermano y yo hemos visto fotos tuyas que tú madre enviaba a la muestra, por ese motivo siempre hemos querido conocerte personalmente, con motivo de nuestra graduación nuestros padres han accedido a que vayamos a tu país. Hemos intentado comunicar telefónicamente contigo, pero no fue posible, aún teniendo en cuenta el cambio horario, suponemos que tus actividades diarias no te dejen mucho tiempo para estar en tu casa. Todo lo que sabemos de ti es que te has independizado de tus padres muy joven y que tienes tu propio apartamento, hubiéramos querido hablarlo antes y no presentarnos tan de improviso, pero ya no tiene remedio. Llegaremos el sábado a las cinco de la mañana con la British, el número de vuelo es el 5534. Mi hermano y yo esperamos que no te ocasionemos excesivas molestias, nuestro conocimiento del japonés es bastante básico y te agradecíamos que estuvieras esperándonos. Solo nos quedaremos ahí unos quince días, por lo que desde ya agradecemos tu hospitalidad. Un saludo, tus primos James y Craig"

 

Kaede se ubico detrás de Hanamichi al oír su exclamación y por encima de su hombro leyó el correo que acababa de abrir.

 

-No me dijiste que tienes unos primos ingleses… -comentó.

 

-Llegan mañana…, tendré que preparar uno de los cuartos, supongo que no tendrán inconveniente en compartirlo. –absortó en lo que acababa de leer y sin prestar mucha atención a lo que Kaede decía- Ellos cuentan con quedarse en mi piso, pero eso ya es impensable, no tengo tiempo suficiente para acondicionarlo, lleva cerrado bastante tiempo –como si entonces se diera cuenta que no estaba solo, le miró cariacontecido- No puedo enviarles a un hotel…  ¿Te molestaría si se quedan con nosotros? Solo serán quince días… ¿si? –insistió ante su silencio.

 

-Háblame de esos primos tuyos… -dijo agarrándole del brazo y llevándole hacia un cómodo sillón.

 

-No se mucho de ellos, solo que son ingleses. La familia de mi madre son escoceses, hace más de cuatrocientos años, hubo un rey que obligó a una joven a casarse con un inglés y desde entonces los 0’Hara y los Blair están emparentados. Mi madre procede de la rama escocesa, en cambio, mis primos son ingleses.

 

-Eso explica que seas pelirrojo –dijo pasando y enredando sus dedos entre sus cabellos rojizos.

 

-Todos mis hermanos lo son… -fue interrumpido por los labios de Kaede que presionaron sobre los suyos.

 

Kaede le miró al ser consciente de lo que acaba de decir. Empezaba a darse cuenta que no sabía nada acerca de la familia de su koi, una peculiaridad tenía intención de conocer, pero no en ese instante, tendría mucho tiempo para hablar de ella cuando estuviera menos ocupado.

 

Hanamichi al sentirle inmovilizarse, abrió los ojos y observó que él le miraba con curiosidad, supuso que saber que no estaba solo era toda una revelación, sonrió sobre sus labios y enseguida se movió de forma que quedó sentado en su regazo y sus brazos le rodearon animándole a continuar, olvidando momentáneamente a sus primos apenas Kaede reinicio su caricia que fue tomando intensidad, al mismo tiempo que sus manos se movieron por debajo de su ropa, entrando en contacto con su piel.

 

Oír sus gemidos le enardeció y sus labios se restregaron contra los suyos con mayor fuerza, obligándole con su ardor a darle un mayor acceso a su boca que atacó hambriento de él. Su lengua como un depredador se introdujo dentro de él, recorriendo cada hueco, moviéndose ávida, enredándose con la suya, y cuando pareció que se calmaba, comenzó a darle pequeños mordiscos, al mismo tiempo que sus manos se movieron con impaciencia sobre la ropa que les cubría.

 

Le tumbó sobre el sofá sin romper el contacto con él, para así facilitar el quitarle la ropa de cintura para abajo, también se despojó de la suya, abrió sus piernas y se ubicó en medio de ellas, estaba tan excitado, que cuando le penetró le sintió húmedo, se deslizó como un guante dentro de él, lo embistió una y otra vez, complaciéndose con sus gemidos, con el frenesí de su cadera que seguían su ritmo veloz.

 

Sus manos rodearon su rostro, manteniéndole firme, hundiendo su lengua dentro de él en un movimiento de penetración, al ritmo de sus arremetidas, sus jadeos y gritos de ansia le incitaban más y sus embestidas se volvieron más fuertes, más duras hasta sentir como golpeaba su próstata y sus gemidos se acrecentaron mientras agónico pronunciaba una y otra vez su nombre. Oír la voz ronca de Hanamichi le cortaba el aliento y juntos alcanzaron el éxtasis de su unión.

 

Se quedaron muy quietos, aún unidos en el estrecho espacio, hasta que el sueño se apoderó de ellos sin darse cuenta.

 

Hanamichi abrió los ojos, el peso de Kaede sobre él, acabo recordándole que continuaban recostados sobre el sofá después de su koi le hiciera el amor de un modo tan perturbador que solo con recordarlo volvía a excitarse.

 

Levantó el brazo y se fijo de manera mecánica en su reloj pulsera, al principio no tomo conciencia de lo que estaba mirando, más al cabo de unos segundos dio un grito y se volteo para levantarse.

 

-¡¡¡¡¡¡Aaaaaaahhhhggggg!!!!!!!!!!!!

 

Kaede dio con todo su cuerpo en el suelo.

 

-¡¡¿Qué pasa? –preguntó espabilándose y sobándose el trasero que golpeó contra el piso al ser despertado tan bruscamente.

 

-Son las cuatro… las cuatro… tenemos una hora para vestirnos y salir hacia el aeropuerto.

 

-Tranquilízate… si te apresuras tardaras más –dijo poniéndose de pie y apoyando sus manos sobre sus hombros para detenerle- Respira hondo…, suelta el aire…respira… suelta –Hanamichi seguía sus indicaciones sin rechistar- ¿Te sientes mejor? –preguntó al cabo de un par de minutos.

 

-Si…

 

-Ve a vestirte, entretanto llamaré a aeropuerto para informarme. ¿ne?

 

-Si.

 

Verle marchar semidesnudo, le excitó tanto que olvido hacer la llamada para ir tras él, le abrazó por la espalda, pegándose contra él.

 

-¿Sabías que te ves muy excitante así? –susurró junto a su oído, dándole un mordisquito a su lóbulo y tironeando de él hasta oír su gemido, consiguiendo que olvidara que iban a llegar tarde, sin embargo estaba tan arrebatador que no se lo recordó, allí mismo le inclinó hacia delante y agarrándole de las caderas, le afianzó con firmeza, Hanamichi le facilitó la tarea, al apoyar sus manos en sus nalgas abriéndose por completo a él, entró en él y comenzó un mete-saca rápido, hasta que sus rodillas se doblaron y acabaron los dos en el piso del dormitorio en plena danza amorosa que les entretuvo durante largo tiempo hasta que agotados se abrazaron quedándose profundamente dormidos.

 

El insistente timbre de la entrada le arrancó de su sueño. Se incorporó y sin que Hanamichi despertara, le tomó en brazos y le recostó sobre el futón, tapándole para que no se enfriara.

 

Cubrió su cuerpo desnudo con una yukata y se dirigió hacia la puerta para abrir. No era difícil suponer que sus inesperados visitantes habían encontrado el modo de llegar.

 

Apenas abrió la puerta, su mirada quedo fija en dos rostros tan idénticos que creyó que estaba viendo doble, pero lo que llamo su atención fue que eran pelirrojos, pero un tono más desvaído que el de su koi.

 

-Disculpe… ¿Hanamichi Sakuragi vive aquí? –miró un papel que sostenía entre sus dedos.

 

Se hizo a un lado asintiendo, bajo la mirada al suelo, donde estaban apoyadas dos maletas, pensó que parecía demasiado equipaje para solo quince días, sin embargo, no  era algo que le importara porque no iba a cargar con ellas.

 

-Hanamichi esta durmiendo y no voy a despertarle. –Les avisó expresándose con naturalidad en su propio idioma, viendo una expresión de alivio en sus rostros al oírle- Os llevaré a vuestra habitación, supongo que también estáis cansados. Podéis dormir todo lo que queráis, Hanamichi ha tenido una noche muy movida y no despertará hasta el mediodía –dijo con una expresión divertida en su rostro- Por cierto, mi nombre es Rukawa Kaede, soy el novio de vuestro primo. –tal como esperaba le miraron de forma extraña, lo que le hizo saber que nadie en la familia de Hanamichi sabía que estaban juntos. Era una cuestión a preguntarle.

 

-Yo soy James… y él Craig… -dijo uno de los gemelos.

 

-Me gustaría que fuera él quien se presentara –comentó Kaede, sabía que una vez que oyera su tono de voz no tendría dificultad en identificarles.

 

-Mi nombre es Craig Blair, es un placer conocerte.

 

-Creíamos que Hanamichi vivía solo en su apartamento, fuimos allí y no dijeron que llevaba mucho tiempo desocupado, un chico que pasaba nos dio esta dirección, nos dijo que era amigo suyo… -en ese instante recordó que acababan de conocerse- ¿Podemos… puedo tutearte? –preguntó dejando su maleta al lado de la puerta dentro del dormitorio.

 

-Si ¿Por qué no? –preguntó a su vez agradeciendo que la tela que le cubría era lo suficientemente suelta para evitar que se notara que estaba excitado, fue verles y noto un tirón en la entrepierna que había conseguido controlar con esfuerzo, pero cuanto más tiempo pasaba se daba cuenta que tenía un gran problema, le excitaban los pelirrojos y de un modo tan rotundo que no cabían dudas, tenía que encontrar la forma de evitar que su lindo pelirrojo se diera cuenta. Menos mal que solo iban a ser dos semanas y esperaba que pasaran rápidamente. Se acercó al oshiire y sacó dos futones que extendió en el piso- Son vuestras camas –dijo por si no se daban por enterados- Que tengáis un buen descanso. –les deseo saliendo de prisa.

 

Fue directamente a darse una ducha fría para bajar su calentura.

 

Continúa en el próximo capítulo…

Notas finales:

Supongo que a estas alturas ya estáis todas enteradas que vuelvo a tomarme unos cuantos días libres y que voy a desconectarme por completo de mi PC, aunque no por ello dejaré de escribir para que el proximo año siga actualizando a un buen ritmo. Una vez más os deseo a todas que tengais una Feliz Navidad, una despedida y un entrada de año acorde con todas vuestras esperanzas. ¡¡Felices Fiestas, guapas!!


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