Es de noche y de pronto se escucha mucho ruido en la casa, de improviso mi padre abre la puerta de mi cuarto de una patada, viene contigo en sus brazos, mi primera impresión es pensar que duermes, pero cuando te deja sobre mi cama, me percato lo extremadamente pálido que estás y veo tus muñecas cortadas y manchadas con sangre seca. Mi primera reacción fue la de no creer lo que veían mis ojos, pero al tocarte, al tenerte al fin de nuevo en mis brazos, ya no cabe duda, estás frío, te has ido de mi lado, doy un grito desgarrador abrazándote fuerte, queriendo que me escuches y vuelvas a mi, me dicen que ya es tarde, puedo gritar lo que quiera, pero no me escuchas, porque hace mucho tiempo que te fuiste de aquí.
Mi padre se hizo cargo de aclarar todo con la policía, ya que Laura aterrada por lo que veía, los llamó. Fueron a la cabaña, donde te tenía escondido, donde tomaste la decisión más dolorosa de mi vida, donde te quitaste la vida, lejos de mí. Ellos me entregaron las pocas cosas que tenías, una pequeña maleta, con dos o tres cambios de ropa, un pequeño oso de felpa que te regalé cuando llegaste a casa, una foto de mi graduación, un frasco vacío de mi perfume favorito, la camisa de mi fiesta de 18, tu diario y una carta para mí.
Te llevé con mi madre, en el mausoleo familiar, ya nadie va ahí, solo yo, así que será nuestro lugar de encuentro. Desde que te dejé ahí, no he sido capaz de salir adelante, ni siquiera he podido dormir, Laura está muy preocupada, me dijo que te quería, sabía que eras un rival fuerte, que si no fuera por el bebe, ella se hubiese ido, me aseguró que no le guardabas rencor, al contrario, le agradeciste que estuviera a mi lado, e incluso le pediste que no me abandonara, eras tan bueno, dice que de seguro no quieres verme así, me instó a leer tu diario, que me atreva a abrir tu carta, a lo mejor ahí me explicas porque lo hiciste, quizás ahí encuentro las respuestas a mis preguntas, respuestas que busco incansablemente en mi mente, en mi corazón.
Así fue como comencé a leer tu diario, para conocerte, comprenderte, lee junto a mí, ayúdame a entenderte mi vida.
20 de Septiembre
Muy temprano llegaron a buscarme, mi madre me dio las mejores ropas que tenía, debía dar buena impresión, llamar la atención de mi dueño.
Desde que vino el señor Dante, hace una semana, tanto mi madre como mis tías, me han estado dando consejos para ser un buen chico, me dicen que si aprendo a ser una buena muñeca, voy a tener una buena vida. Ellas habían sido las mejores de la ciudad, mi madre era invitada a las fiestas más importantes, era la más cotizada de todas. Había heredado su belleza y elegancia, eso es lo que más le llamó la atención al señor Dante. Me desnudaron frente a él, mostrando mi blanco y delicado cuerpo, repasó con sus ojos cada parte de mi ser, sus manos ásperas acariciaron mi rostro y carnosos labios, cerré mis ojos esmeralda y mis largas pestañas y dorado cabello le llamaron la atención, dijo que era perfecto, incluso mejor de lo que buscaba.
Yo solo tengo 10 años, pero habiendo vivido entre muñecas, se muy bien a que me llevan a esa casa. Había soñado con un futuro distinto, quería estudiar, viajar, ser libre, amar y ser digno de que correspondan ese amor, pero el destino es cruel. Mi madre enfermó y ya no pudo volver a trabajar, necesitaba mucho dinero para poder operarse, por eso tomó la decisión de venderme, además, el señor Dante hace mucho tiempo que me había visto, y entre las ofertas que llegaron, la de él fue muy sustanciosa, que incluso mi madre podía darse el lujo de viajar y vivir sin trabajar por harto tiempo.
Creí que él sería mi dueño, pero grande fue mi sorpresa cuando al llegar a casa, me dijo que mi dueño sería su hijo, yo era su regalo de cumpleaños, ese día cumplía 13 años y me entregaba desde ya a él, para que nos fuéramos conociendo, así experimentaríamos juntos nuestro despertar sexual.
Cuando el joven estuvo solo en su cuarto, me llevó ahí, le dijo que yo sería su nuevo compañero de juegos, que viviría en la casa y era su deber cuidar de mí. El joven León se mostró tranquilo de tenerme allí, de inmediato me invitó a jugar con su consola nueva, me pareció un muchacho muy simpático, atento y con una mirada encantadora, varias veces me encontró ensoñado mirándole a los ojos negros, creo que me robaba el alma cada vez que me miraba a los ojos, me dejaba sin palabras, sin poder moverme.
1 de Noviembre
Cumplo 11 años, me encanta estar en tu casa, me haces sentir bien a tu lado, jamás has intentado algo conmigo, me presentas como tu amigo, tu compañero de juegos, me cuidas cuando tus amigos son bruscos conmigo al jugar al futbol, definitivamente no estoy hecho para los deportes, pero aún así me invitas a ir contigo a los partidos.
Hoy no te he visto en todo el día, pero aguardo en silencio en mi cuarto hasta que vengas a buscarme, solo tú animas mis días, haces que olvide el porque llegue a ti.
25 de Diciembre
Es mi primera navidad contigo, me regalaste un pequeño oso de felpa, dijiste que era para que me acompañe cuando tu no estés en casa, será mi gran tesoro, gracias.
Sabes amor, esa vez te escuché llorar en tu cuarto, me dijiste que era porque te sentías solo cuando salía con mis amigos y mi padre no te dejaba ir conmigo, por eso, cuando vi aquel oso en la vitrina, se me ocurrió que con él ya no estarías tan solito.
1 de Marzo
Vuelves a la escuela, te preocupa que yo no asista, así que le pediste a tu padre que se diera un tiempo para que sea mi tutor. Hubiese preferido que lo seas tú, pero entiendo que con los deberes de la escuela, el equipo de futbol y estar con tus amigos, no tienes tiempo para mi. Aún así, prometiste que los fines de semana, me dedicarías tiempo.
15 de Mayo
Tu padre me pone nervioso, cada vez que estamos solos en el despacho, me toca, me pregunta que tanto has hecho conmigo, toca mi cuerpo y pregunta si me has tocado en esos lugares.
Hoy se molestó conmigo, porque le dije que no has hecho nada conmigo, me acusó de no querer cumplir mi trabajo, me dio un año de plazo, si para tu próximo cumpleaños no has hecho nada, él será quien me use. He llorado mucho por eso, por miedo a que lo cumpla.
3 de Agosto
Durante la cena, por el cumpleaños de tu padre, mientras servía unas copas a sus colegas, uno de ellos pasó su mano por mis nalgas, me asusté, solté la botella y le manché los pantalones, se enojó, estaba por bofetearme, cuando llegaste a salvarme, me tomaste de la cintura y me apegaste a tu cuerpo, me protegiste y así mismo me sacaste del salón, yo quedé en las nubes, estar tan cerca de ti, sentir tu aroma tan apegado a mi nariz, tocar tu bien formado cuerpo. Soy un niño, pero aún así se reconocer un buen cuerpo cuando lo tengo cerca y el tuyo es el mejor.
Aquel día, cuando te tuve entre mis brazos, fue la primera vez que tuve la certeza de que me gustabas, no quería ver que te lastimaran, te habían puesto a mi cuidado, consideré mi deber defenderte de ese tipo, pero fue más que eso, el que te hubiese tocado de esa forma, es lo que me hizo reaccionar así.
5 de Agosto
Creí que tu padre estaría molesto conmigo, pero al contrario, dijo que no estaba bien con poner plazos, se había dado cuenta que aún éramos muy jóvenes y sin experiencia, así que él mismo me ayudaría a ganarla. No se bien a que se refiere, pero mientras no me alejen de ti, está todo bien, me gustas León y creo que cada día me voy enamorando de ti.
No es correcto que una muñeca se enamore, pero tú nunca me has hecho sentir como tal.
20 de Septiembre
Hace ya un año que llegue a tu lado, he sido feliz contigo, me tratas bien, me consideras tu amigo, tu compañero, a veces como parte de tu familia.
Se que no es lo que se espera de mi, pero mientras pueda sentirme así, mientras tú me trates así, voy a seguir siendo feliz.
Tú me hacías feliz, antes que llegaras a casa me lo pasaba encerrado en mi cuarto, salía solo lo justo con mis amigos, pero solo tu presencia me animaba y ver tu sonrisa era mi alimento diario.
4 de Julio
Hace mucho que no escribo, estuviste enfermo, con mucha fiebre, me dedique por completo a cuidarte, nadie fue capaz de sacarme de tu lado, tenía que asegurarme de que mejoraras. Quería ser yo quien estuviera tan mal, no soporto verte así, lloré junto a tu cama y creo que me escuchaste, tomaste mi mano, aún perdido como estabas con la fiebre, la apretaste fuerte y dijiste que no llore porque por mi volverías. A los pocos días, vino el médico y dijo que estabas mejorando, que tenías una voluntad muy fuerte para haber salido tan rápido de la enfermedad.
Pero hoy todo volvió a la normalidad, no volviste a tener un acercamiento a mí, me vuelves a tratar con distancia, tendré que seguir amándote en silencio.
Fui conciente de lo que dije, pero tenía miedo aún de reconocerlo, por eso me alejaba de ti, no podía creer que un muchacho tan bello como tu, hubiera podido entrar tan profundo de mi corazón.