Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nada es lo que parece por inumaki_nagumi

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de Naruto pertenecen a Kishimoto sensei ^^

Lo demás, mío. =)

Notas del capitulo:

konnichiwaaaaaaaaaaaaaa minnaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!! =D

Bueno pues aqui empiezo esta historia, con aviso de que habra tambien yuri y alguna pareja hetero ^^ y nada, os dejo el primer cap =)

<!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:Verdana; panose-1:2 11 6 4 3 5 4 4 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:swiss; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1593833729 1073750107 16 0 415 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} -->

         Una intensa mirada azul se fijaba en una pequeña flor que había en medio del desierto, allí, desde la ventana de ese edificio en medio de la nada. Naruto no había conocido absolutamente nada del mundo exterior a esa cárcel, si es que se le podía llamar así, ya que era incluso peor. El chico miraba una y otra vez por la ventana y pensaba en cómo debía ser la vida fuera.

 

         -¿Crees que algún día nos podremos ir de aquí…? –Preguntó una chica pelirrosa, aparentemente de diecisiete años, mirando por la ventana a su vez, aunque detrás de él. No era muy alta, incluso era bastante más baja que él.- Naruto… -Insistió después de aquella eterna media hora que intentaba hablar con su amigo.-

 

         -No. –Contestó el chico rubio, secamente, mientras se giraba hacia ella. En efecto, él era bastante más alto, además de que tenía un cuerpo bastante más atlético que la chica. Tenía una cicatriz en el brazo a causa de los duros trabajos que mandaban hacer en aquel sitio, y aquella también era un causa de que tuviese un cuerpo bien formado.-

 

         Los ojos azules del rubio se cruzaron con los verdes esmeralda de la chica y enseguida apartó la mirada. Entre las constantes peleas y el trabajo ya no podía más. Se acercó a su cama y se dejó caer sobre ella, haciéndose algo de daño por aquellos colchones que parecían piedras. La chica se acercó a la ventana y miró hacia otro lado, viendo al resto de compañeros de Naruto trabajando con picos y palas, aquello no era normal en pleno siglo XII… Suspiró y miró de nuevo al chico.

 

         -No puedes estar peleándote siempre con esos tres, vais de mal en peor… No podéis seguir matándoos por el día libre, Naruto… -Y era así, los degenerados de sus profesores les hacían pelearse por un día libre, y siempre era la supervivencia del más fuerte, algo completamente salvaje.-

 

         -Sakura… Prefiero que ellos trabajen a no estar yo ahí, además, estoy bien sin amigos, te tengo a ti. Y te recuerdo que tú también estás disfrutando del día libre, como yo… Y la forma de ganároslo las mujeres no es nada admirable. –Miró de reojo a la chica, pues ahora estaba de espaldas a ella y, lógicamente, aquello le afectó bastante.- Lo siento… -Dijo en un suspiro dando por finalizada la conversación.-

 

         Poco después sus compañeros ya estaban ahí arriba, duchándose, y él en la cama, mirando al techo pensativo, hasta un pequeño golpe con los dedos índice y corazón le sacaron de sus pensamientos, seguidos de unas gotas frías sobre su cara, que caían del pelo de su compañero, que le había puesto la cara delante.

 

         -¡Joder, Kankurou! –Gritó mirando al chico enfadado para después suspirar.- ¿Qué coño te pasa? –El otro rió escandalosamente al ver el bote del rubio, que se incorporó con un salto.-

 

         -¿No te da lástima el nuevo? –Preguntó sentándose a su lado.- Le han zurrado de lo lindo en la pelea, está que no se entera donde lo han metido.

 

         -Oye, nosotros estábamos igual, y ya lleva una semana… ¿Tiene un año menos que nosotros, no? No creo que sea retrasado, se dará cuenta que si quiere librarse del pico y la pala tiene que dar hostias. –Respondió impasible mirando al chico, tumbado en su cama, con hielo en el lado derecho de la frente.-

 

         -No compares, es mas pequeño y lo meten con nosotros en vez de con los de su edad, y encima el pobre se ha llevado un buen golpe de Sasuke que lo ha dejado KO al instante. –Dijo en un suspiro sin dejar de mirar a la cama del chaval.-

 

         -Sasuke es un aprovechado de mierda… ¿Por qué no hablas tú con él? Lleva una semana llevándose varias hostias al día, y parece que no quiere pelear…

 

         -Normal… Se le ve de buena familia… ¿Qué coño hará aquí?

 

         -De buena familia… Claro, como unos cuantos de los demás, incluyéndote a ti ¿No? –El otro se quedó en silencio.- Además, el chico sabe pelear, o si no es que tiene reflejos sobrenaturales, pero te puedo sacar su historia perfectamente. –Se aclaró la voz y sonrió con superioridad.- Este chaval es un pieza de los grandes, sus padres se hartaron de él y lo llevaron a un supuesto centro de rehabilitación para su comportamiento, por ello ahora se está haciendo el buenazo, para estar poco tiempo aquí, pero no sabe que una vez que entras…

 

         -Das miedo. –Le cortó el otro.- ¿Y si no es así? –Se levantó por fin y caminó hasta el otro. Aun estaba con el hielo en la frente y tenía cara de desagrado, como un niño pequeño enfadado, aun así se notaba que era más joven que los demás, aunque fuese mas o menos de la misma altura.- Oye… ¿Estás bien? –Preguntó el castaño sentándose a su lado, el otro se giró dándole la espalda.-

 

         -No. –Contestó el otro secamente y sin más.-

 

         -Que sociable… -Dijo Kankurou en un suspiro.- Mira, no es que quiera venirte ahora de colega y todo el rollo, pero no puedes estar sin defenderte…

 

         -Oye tío. –Dijo el rubio levantándose y caminando hasta él.- Has sido un cabrón y tus padres te han jodido pero a lo grande, pues no hace falta que ahora hagas de niño bueno, porque no te van a sacar, te van a maltratar cada puto día y van a hacer lo que les de la gana, y como no te defiendas todos los tíos que ves aquí te van a zurrar como nunca lo ha hecho nadie.

 

         -¿Y tú que coño sabes de mi vida? –Preguntó el castaño incorporándose, a la defensiva.-

 

         -Pues se lo que te he dicho ¿O a caso es mentira? –El otro se quedó en silencio un momento.- Bueno, no hace falta que me contestes… El que calla otorga. Vamos Kankurou, toca clase… -Dijo antes de salir de la habitación seguido del resto de sus compañeros menos uno, que aún estaba en la cama tumbado con dolor de cabeza.

         Pasaron cinco minutos largos cuando un profesor entró en clase, tenía el pelo negro y largo, y una piel pálida y grisácea, era al primero que vio al llegar a ese sitio, esa bastante tenebroso y daba miedo solo su mirada.

 

         -Kiba, te estamos esperando en clase, deberías venir… -Dijo imitando una voz amable.-

 

         -Es que… Me encuentro un poco mal… Me duele mucho la cabeza y creo que tengo fiebre. –Se excusó poniendo su mano sobre el cacho de frente libre de hielo mientras ponía cara de cachorro degollado.-

 

         -Sobrevivirás, vamos a clase. –La impaciencia se notaba cuando hablaba y eso al muchacho no le agradó.-

 

         -Te he dicho que no voy, me encuentro mal y punto. –Esta vez simplemente se oponía dando el tema por zanjado.-

 

         El profesor se acercó, lo agarró del pelo y lo estampó con fuerza contra la pared por el lado de la cara que tenía herido, el otro suspiró con un quejido y quedó inmovilizado, el mayor se acercó a su oído, provocando un escalofrío en el chico.

 

         -Vas a venir a clase y punto, se ve que aun no sabes como funcionan aquí las cosas… -Susurró antes de soltarle con desprecio.- Vístete y ven, te espero.

 

         El castaño comenzó a caminar al baño cuando el otro le paró y sonrió de una manera asquerosa y pícara.

 

         -Te cambias delante de mí… -Su voz sonaba pícara y obsesiva.-

 

         -Yo… -Negó con la cabeza, pero el otro se empezó a acercar.- Vale, vale… -Dijo con bastante desconfianza, se cambió lo más rápido que pudo mientras el moreno le miraba, como estudiando sus movimientos al cambiarse, eso le repugnaba.-

 

         -Y ahora, vamos. –Dijo secamente, obligándolo a salir de la habitación de un empujón.- Por cierto… -Empezó ya caminando hacia clase.- El otro día te referiste a mí como Orochimaru… Como a partir de ahora no me llames Orochimaru-sensei serás castigado severamente, quedas advertido.

 

         Al poco llegaron a clase y Kiba se sentó en su sitio, algo desorientado ¿Qué le habían hecho sus padres? Suspiró con angustia y se giró al oír algo parecido a una risa.

 

         -¿Me quiere decir qué coño te resulta tan gracioso? –Preguntó a su compañero de mesa, un tal Uchiha Sasuke, al que por algún motivo Naruto y sus amigos odiaban más que a nadie.-

 

         -Nada, es que te he dejado la frente mejor que como la tenías antes, enano. –Dijo en tono burlesco, mirándole desafínate.-

 

         Kiba bufó con desinterés y miró a la pizarra… “Ahora haciendo como si fuese un profesor normal”, pensó observando como Orochimaru escribía en la pizarra. Miró un momento a Sasuke, era alto, pero no más que él, llevaba el pelo de punta por la parte de atrás y dos largos mechones a los lados del rostro, comparado con su pelo rebelde y despeinado, era bastante extravagante.

 

         -Inuzuka, ¿ves más interés en la cara de tu compañero que en mi clase? –Preguntó el ofendido profesor señalando al alumno con el trozo de tiza entre los dedos.-

 

         -Ambas cosas son una mierda y tienen que ver con un agresor, pero… Al menos a su cara le puedo sacar defectos para luego descojonarme, pero de lo que escribe en la pizarra no entiendo una mierda… Y de tu cara… Pues qué decir, si todos los de aquí ya deben de estar hartos de verla… -Todo aquello le salió bastante fluido, lo dijo dando con el lápiz en la mesa, algo que demostraba nerviosismo, pero si era verdad que no iba a salir de allí, ¿qué mas daba?-

 

         Kankurou se fijo en que Naruto sonrió levemente, supuso que sería porque había acertado con el chico, ya que definitivamente ese tipo de respuesta no eran de un buen chico.

 

         -Muy bien. –Dijo el profesor sonriendo de aquella manera suya tan despreciable.- Ya veo que nos has tenido engañados a todos, sobretodo a los profesores… Y nosotros que creíamos que ibas a ser de los que… bueno, ya te darás cuenta en su momento. –Los nervios se apoderaron del resto de alumnos, al parecer había algo que el Inuzuka no sabía ¿es que aún había más novedades en ese maldito sitio dejado de la mano de Dios? Miró al techo y suspiró, lo que le esperaba…

         Poco después sonó el timbre y Orochimaru no se había quedado contento, pero aun era pronto para “eso” y además ahora tenía clase con Hatake Kakashi, un profesor algo rarito, no quería quitarle a un alumno. El profesor de acercó al pupitre del Inuzuka, el cual estaba recostado sobre el pupitre, casi dormido; se acercó lentamente a su oído y sonrió…

 

         -Esto no va a quedar así, tenlo por seguro… -Susurró lenta y maliciosamente, haciendo que un escalofrío recorriese el cuerpo del joven. Después de eso salió de clase, dando paso al otro profesor, aquel tal Hatake Kakashi.

         Desde el primer momento a la mayoría de alumnos no les gustaba aquel profesor, llevaba media cara tapada, y su pelo plateado tenia una forma hacia su derecha un tanto… extraña.

         Saludó a los alumnos cordialmente para, inmediatamente, comenzar su clase. Esta vez el Inuzuka estaba con alguien con el que mantuvo conversación, y es que Kankurou era mínimamente agradable.

 

         -Bueno, como puedes comprobar este profesor es el que más pluma tiene, es ridículo... Aunque al parecer ya has conocido a Orochimaru, ese corte en la ceja solo te lo han podido hacer sus uñas… -El otro permaneció callado, le parecía una situación absurda.- Dime… ¿Sabes por qué te han puesto con los mayores? –Negó con la cabeza tras un suspiro.- Bueno, según lo que me has contado, Orochimaru ha sido “bueno” dentro de lo que cabe contigo, no sabes las cosas que nos han llegado a hacer, pero dentro de poco lo sabrás.

 

         -Tío… Vaya ánimos. –Dijo sin ganas, dejando caer el lápiz.- O es que aquí os dan latigazos o es que sois unos nenazas…

 

         -Lo de los látigos no es lo peor… -Dijo en su mundo, como si estuviese pensando en voz alta.- Lo peor es…

 

         -Sabaku No Kankurou… ¿Quieres recibir doble ración esta vez? Si el nuevo habla con alguien, ese alguien ha de pagar por los dos… -Dijo aun escribiendo en la pizarra, sin tan siquiera girarse a mirarle.-

 

         -Lo siento. –Contestó el otro sin más.- No se volverá a repetir.

 

         -Eso espero… Y no quiero que ninguno de vosotros le joda la sorpresa a Inuzuka…

 

         -Me llamo Kiba. –Le cortó el otro, ya cansado de las estupideces de aquel sitio.-

 

         -¿Perdón? –Dijo el otro, a modo de no haber entendido sus palabras.-

 

         -Te he dicho que me llamo Kiba, no Inuzuka. –Después de aquello notó como Naruto suspiró con una sonrisa, al parecer le recordaba a él cuando llegó.-

 

         -Acompáñeme. –Dijo finalmente el peliplateado, abriendo la puerta de la clase y dejando paso al castaño, el cual se levantó y salió al pasillo.

         Ya fuera de clase, lo cogió con fuerza del brazo y lo arrastró por todo el recinto hasta llegar a unas oscuras escaleras; empezaron a descender por ellas lentamente y al fin se encontraron con algo parecido a unas mazmorras, había diversas celdas con barrotes a los lados de un largo pasillo. Empezaron a caminar y pasaron dos celdas, en las cuales Kiba estaba seguro que había visto a alguien, pero no sabía quienes eran. Kakashi abrió la tercera y le obligó a entrar por la fuerza, el chico cayó de espaldas, emitiendo un ligero sonido a modo de queja.

 

         -En un rato vendrá la persona más odiada por los alumnos… Bueno no, en realidad cuando empecemos con lo otro desearás volver a esto… Hasta luego. –Se despidió finalmente con la mano, simulando felicidad.-

 

         Kiba se quedó mirando la celda ¿Qué era todo eso? ¿Es que estaban todos locos?

 

         -¿Hola? –Preguntó a la celda contigua, esperando respuesta de aquella persona misteriosa.-

 

         -Eres el nuevo de la clase de Naruto, ¿no? –Preguntó una voz femenina des de la otra celda.-

 

         -Sí. Oye, esto debe de ser una broma, es imposible que nos estén haciendo esto… -Dijo incrédulo, a lo que la chica emitió un sonido que el no supo exactamente como interpretar.-

 

         -¿Eso crees? –Dijo ella con gracia.- En tu celda, al final… Hay algo, míralo y dime si crees que esto es solo para meternos miedo…

 

         Kiba se acercó al final de la celda y vio a alguien dormido, en el suelo, con heridas en el cuerpo y la piel horriblemente pálida… No, no estaba dormido.

         Era una chica, seguramente un año mayor que él, era pelirroja y definitivamente llevaba ahí unos días muerta.

 

         -Se llamaba Karin, murió hace tres días, intentó escapar…

 

         El chico dio dos pasos hacia atrás, creyendo que eso solo era una horrible pesadilla de la que tenía que despertar cuanto antes, estaba aterrorizado, nunca había visto un cadáver, pero lo peor no era eso, si no acabar como ella.

         Se oyó el sonido de alguien bajando, eso hizo que ambos jóvenes se desesperasen… Pasó por la primera celda y sonrió descaradamente, luego se paró un momento en el de la chica.

 

         -Sakura-san… ¿Qué tal la estancia? ¿Estás cómoda? –Dijo riendo de aquella manera tan asquerosa, como Orochimaru, o peor.- Ah… Inuzuka Kiba, así que tú eres el que ha de ser castigado. –Se encogió de hombros mientras sonreía.- Bueno, ese es mi trabajo… -Entró en la celda y automáticamente el castaño retrocedió.- Tranquilo… No te voy a decir que no te haré daño, pero nada exagerado.

 

         Era alto, con el pelo grisáceo y una coleta, llevaba gafas y parecía más joven que el resto del “claustro”, si es que se le podía llamar así, y, por desgracia, tenía un látigo en su mano derecha.

 

         -Será una broma… Por favor, ¿Pero es que estamos en la Edad Media o qué pasa? –Dijo incrédulo, mirando más el látigo que a aquel hombre.-

Notas finales:

Pues ya está, espero que os haya gustado y reviews ^^ cuantos mas reviews, con mas ganas escribire x) y nah, dudas, quejas o lo que sea, se aceptan >.<


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).