Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nada es lo que parece por inumaki_nagumi

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Jaaaaaaaaaaaa~ ^^ bueeno, pues aqui traigo el 2nd cap. espero que os guste como el anterior ^^

<!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:Verdana; panose-1:2 11 6 4 3 5 4 4 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:swiss; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1593833729 1073750107 16 0 415 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} -->

         -¡Y cien! –Gritó con fuerza el chico del pelo gris al dar el último latigazo. El castaño se mantuvo cerrando los ojos con todas sus fuerzas y, al notar que se había acabado, dejó escapar de su boca un fuerte suspiro, bastante desagradable.- ¡Maldita sea! –Se acercó a él, lo desató y lo puso contra la pared, levantándolo del cuello, el joven empezó a quedarse sin aire, comenzando a mover las piernas desesperadamente al notar que no podía respirar. No se esperaba morir en un sitio tan tétrico, nunca lo esperó.- ¡Grita como el jodido perro que eres!

 

         Era un día fantástico, para todos menos para un joven de seis años, castaño, con su compañero canino correteando a su alrededor. Estaba sentado en las escaleras de la entrada del colegio, sus compañeros estaban en una reunión de padres y profesores, cada uno con sus respectivos padres, menos él; él estaba solo, solo con su fiel amigo, que se acercaba a lamerle la cara entusiasmadamente.

 

         -Akamaru, déjalo, sabía que no iban a venir, ninguno de los dos… Siempre el trabajo va antes que yo. –Susurró desolado, intentando aguantarse las lágrimas. Entonces varios chicos algo mayores que él se acercaron.

 

         -¡Eh! ¿Qué pasa? ¿Hoy tampoco han venido tus papas? Tú y tu estúpido perro estáis en mi sitio. –El castaño no hizo caso, solo giró la mirada.- ¡No pases de mí! ¿¡Te enteras!? –Después de una monumental paliza le dejaron en el suelo, herido.- ¡Ja! Eres tan perro como ese estúpido animal, a ver si tus papis se preocupan un poco más por ti… -Dijo el que parecía el líder, marchándose seguido de los demás.

 

         Sí, definitivamente él pensaba que iba a morir ahí, en aquella cárcel, con ese asqueroso olor a humedad y, para variar, solo, pero esta vez incluso sin su perro. Cuando notaba que perdía la conciencia se oyó una voz a lo lejos.

 

         -¡Kabuto! ¡Lo vas a matar! –Y acto seguido cayó al suelo, empezó a toser con fuerza, intentando coger todo el aire que sus pulmones le permitían; miró hacia las rejas y vio una figura, no conseguía verla bien a causa de la oscuridad y que aun veía borroso, hasta que al final la distinguió. Era una joven rubia y de ojos azules, bastante guapa y además de su edad, pero… ¿Qué hacía de parte de ellos? Llevaba un uniforme de enfermera y una bandeja con comida.- Vete por favor, es hora de que coma. –Dijo mirando a Kabuto desafiantemente; este solo se limitó a salir y mirarme con odio.-

 

         -Te aseguro que la próxima vez haré lo imposible para que grites maldito perro. –Sonrió descaradamente y se fue.-

 

         -¿Estás bien? –Preguntó la chica desde detrás de la reja.- Tranquilo, voy a entrar y te voy a dejar la bandeja, además también te voy a curar, te ruego que no hagas ninguna tontería, por favor… -Se acercó y abrió la reja, enseguida Kiba se levantó y fue corriendo, poniéndola contra la pared y haciendo que la bandeja de comida el botiquín cayesen al suelo.-

 

         -Déjame salir de aquí o te estrangulo, y no grites… -Susurró al oído de la rubia, la cual lo único que hacía era rogar que no la matase.-

 

         De repente Kiba notó una fuerte descarga en el estómago que hizo que cayese al suelo, su cuerpo dio varios espasmos hasta perder el conocimiento.

Se despertó en la supuesta enfermería, abrió los ojos lentamente, pero los fluorescentes del techo le hicieron cerrarlos de nuevo con fuerza, volvió a abrirlos con cuidado y se encontró con la chica sentada en una silla, leyendo un cuaderno.

 

         -Duermes mucho eh. –Dijo sin más.-

 

         Kiba suspiró aliviado, no se lo podía creer, todo había sido un sueño, un sueño estúpido de chaval adolescente. Notó un dolor punzante en la espalda y soltó un quejido de dolor. No había sido un sueño…

 

         -¿Por qué nos hacéis esto? –Preguntó fijando la mirada en los fluorescentes. Ella no contestó, solo siguió pasando hojas de aquella libreta. Kiba miró la habitación, era muy típico, una habitación pintada de blanco, daba un aire a un sitio que estaba bastante bien, menudo teatro. Había vendas y medicamentos, a parte de una silla, un ordenador y la camilla donde el chico estaba tumbado.- Vale, guay. –Se fijó en que tenía todo el torso vendado, y rezaba porque las heridas de la espalda no sangrasen de nuevo, suspiró y vio como por la puerta aparecía Kankurou.- ¿Qué haces tú aquí?

 

         -La zorra traidora –Dijo mirando a la chica.- ha avisado de que te has despertado y como compi de pupitre me toca a mi venir a buscarte… -Dijo encogiéndose de hombros. Ella suspiró de una manera que parecía incluso dolorosa.-

 

         -¿Zorra traidora? –Preguntó el Inuzuka arqueando una ceja.- ¿Es que antes iba con vosotros?

 

         -Sí. –Dijo el otro.- Antes era una compañera… Antes era… -Este le miró dolorido y suspiró.-

 

         -Venga, a clase. –Dijo ella haciendo un movimiento con la cabeza hacia la puerta.- Luego si llegáis tarde os tendré que curar, ponte la camiseta y vete.

 

         -Vamos… -Dijo antes de salir de la pequeña habitación seguido de Kiba.- Ino antes era muy amiga mía, además, era tan alumna como tú o yo; un día decidimos hacer una huída de unas 10 personas, ella se negó y encima dio el chivatazo a cambio de que no le torturasen más y se quedó como enfermera del centro, a los demás nos torturaron las 24 horas seguidas… Ya llegamos. –Había sonado todo demasiado impasible, como si no hubiese sido importante para él.-

 

         Tocaron a la puerta antes de entrar, ya que esta ya estaba abierta. El profesor sonrió alegremente y saludó con la mano, se trataba de Kakashi, para variar…

 

         -Hola chicos, podéis sentaros, la clase de hoy va a ser… Divertida. –Dijo mirando a Kiba.-

 

         Se sentaron en sus respectivos asientos y miraron al profesor.

        

         -Bueno como todos sabéis tenemos un nuevo alumno y me parece que no hemos empezado con muy buen pie, lo mejor será preguntarle qué le han parecido sus compañeros, las instalaciones y sus profesores… Sal a la pizarra Inuzuka, por favor…

 

         Kiba arqueó una ceja y luego suspiró a modo de derrota, fue a la pizarra y miró al resto de compañeros…

 

         -Bueno, para ser sincero… Las instalaciones son más… ¿Cómo decirlo? Completas de lo que pensaba. –Se frotó suavemente el ojo y bostezó descaradamente.- En cuanto a mis compis… Solo he compartido momentos con dos, y una de ellos está encerrada en las mazmorras del sótano. –Kakashi rió en silencio.- En cuanto a los profesores… -Miró a Kakashi con asco y luego al frente, le hizo gracia que Kankurou negase lentamente con la cabeza.- se nota que os gustan mucho los niños, y con tal de dar disciplina fijo que haríais cualquier cosa… -Dijo sonriendo ampliamente. Kakashi rio y asintió, luego le mandó sentarse.-

 

         -Muy bien, continuemos con la teoría…

 

         La clase se pasó rápido, y cuando Kiba se iba directo a la segunda clase, Kankurou le paró y sonrió…

 

         -Tío, aunque no lo creas en este sitio también hay profes pasotas ¿Por qué no te vienes al baño? –Preguntó mirando a ambos lados.-

 

         -Claro tío, pero… Te aviso que no me va el rollo julandron. –Dijo riendo, a lo que el otro le respondió con un toque en el brazo.-

 

         -Tranqui tío, a mí tampoco.

 

         Entraron en el baño y ahí estaba Naruto y otro compañero más, Kankurou saludó con la cabeza y se acercó al otro; tenía el pelo algo largo y blanco con algunos brillos azules y era más o menos de su altura, bastante alto comparado con Naruto, que era el más bajito de ahí, pero a Kiba le extrañaron sus dientes, era cierto que él no era el más indicado para hablar a causa de sus largos colmillos, pero aquel chico tenía dientes de sierra, parecían los de un tiburón, era bastante escalofriante, y no solo eso, ya que también tenía unos ojos de color violeta que parecía que te hundías al mirarle, finalmente se lo presentaron.

 

         -Bueno pues… Kiba Suigetsu, Suigetsu Kiba. –Dijo Kankurou antes de ver como ambos chicos estrechaban sus manos en un saludo, aunque también notó algo de desafío, a saber por qué.- Kiba, ¿fumas? –Preguntó sacando una cajetilla de tabaco, ofreciéndole un cigarro, este asintió y cogió uno del paquete, lo miró pensativo y finalmente pidió fuego.- ¿Qué te hicieron? –Preguntó más tarde antes de encender el suyo.-

 

         Kiba dio una calada larga y, después de expulsar el humo, le miró por un momento.

 

         -Yo… Jamás pensé que llegarían a hacer algo así, o por lo menos en un sitio tan caro. Me ataron, me dieron 100 latigazos y el muy animal estuvo a punto de ahorcarme, pero… ¿ino? Bueno, la rubia le dijo que parase o me mataría.

 

         -Entiendo… Bueno eso no es nada comparado con lo que te pueden llegar a hacer… Hay un par, por no decir muchos, profesores maricones y… Se divierten bastante con los alumnos.

 

         Kiba alzó la vista y se quedó mirando a los ojos del chico.

 

         -A mí… El director me obligó a cambiarme delante de él… Pero algo me dice que hay cosas peores…

 

         Kankurou giró la mirada y suspiró con fuerza.

 

         -Las hay, pero si no te metes en líos… -Luego miró un momento al techo, era tan embarazoso…- ¿Gritaste? –Preguntó de repente, el otro le miró interrogante.- Cuando te dieron los latigazos, ¿gritaste? –Kiba negó con la cabeza.- Es peor, si sientes dolor, desahógate, porque es lo que quieren, y si no lo haces, irán más a por ti, porque querrán seguir hasta que te oigan.

 

         -Esto es de locos, ¿lo sabías? Que nos hagan matarnos entre nosotros, o que nos den latigazos o peores cosas que ni se… ¿¡Cómo no puede estar esto controlado por la puta policía!?

 

         -Porque pasan de todo. –Al fin entró el rubio en la conversación.- Y van a seguir maltratándonos hasta que nos pudramos… O hasta que se harten de nosotros y nos maten a todos.

 

         -¿Y qué pasa que lo de padres no preguntan por sus hijos? –Preguntó el Inuzuka ya desesperado.-

 

         -Olvídate de tus padres, chico… No los vas a volver a ver. –Dijo el último de ellos con una ligera sonrisa en el rostro.- No sabemos cómo, pero desaparecen…

 

         -¿Alguna locura más? –Preguntó el chico “perro” incrédulo, con sarcasmo exagerado y arqueando una ceja.-

 

         -Bueno, como en todos los institutos, aquí hay pelotas, así que no te acerques a Uchiha Sasuke, Nara Shikamaru, Hyuuga Neji ni… -El rubio paró y miró a Kankurou, este solo dio una calada al cigarro y desvió la mirada.- Ni a Sabaku No Gaara.

 

         -Gracias por el consejo… -Ahora que se fijaba, para ser un sitio tan grande, el baño era diminuto, como mucho había un retrete y un lavamanos, así que no gozaban de un baño extremadamente grande.- Oye y… ¿Cómo conseguís el tabaco?

 

         -Bueno, los profes para no tener que salir de este lugar constantemente compran grandes cantidades de cajas de tabaco, así tienen para mucho tiempo, y digamos que por un par no se dan cuenta.

 

         Sonó el timbre y los cuatro suspiraron con paciencia, de nuevo al infierno.

 

         -Ahora conocerás al más animal, y no me refiero en clase, en clase suele ser agradable, pero cuando se enfada es horrible. Ya se ha tirado a más de un alumno, y pocos han sido los que se han recuperado antes de una semana, a saber qué mierda les hace.

 

         -¿Cómo que tirado? ¿Llegan a ese punto? –Los tres asintieron y poco después llegaron a clase y se sentaron en sus sitios.- Oye, ¿separan tías de tíos?

 

         -Si, nos separan en clases y habitaciones, y en el tiempo libre muy pocas veces podemos verlas… Es una mierda.

 

         Por la puerta apareció un hombre que no se sabía si era un oso o una persona, parecía un verdadero armario, Kiba suspiró con horror al pensar que qué hubiese sido de él si el de los latigazos hubiese sido este tipo.

 

         -Bueno chicos, ante todo me presento a vuestro nuevo compañero, Inuzuka Kiba, yo soy Sarutobi Asuma, encantado. –El chico solo asintió.- Bien, pues vámonos al patio chicos… Quiero ver sangre. –Dijo con una sonrisa.-

 

         Salieron al patio y él solo se sentó.

 

         -La última vez esto lo hizo Ibiki, esta vez me toca a mí, el último que quede en pie no trabajará por la tarde, a ver si esta vez le sale tan bien a Naruto. Empezad.

 

         Empezaron oleadas de golpes, patadas, puñetazos de alumnos a otros, a sus compañeros, eso tenía un nombre: desesperación.

Kiba se limitaba a esquivar los golpes que podían venirle, aunque tropezó con un alumno que ya estaba en el suelo, con la nariz seguramente rota.

 

         -Eh, tú, ¿a dónde te crees que vas? –Le preguntó un alumno desde lejos, amenazándole con un palo.- Mi nombre es Aburame Shino y…

 

         -¡Me la suda tu puto nombre! –Respondió el castaño de inmediato lanzándose contra él, tirándolo al suelo y pegando varios puñetazos dirigidos a su cara hasta dejarlo inconsciente. Pero ipso facto notó un fuerte golpe en la nuca y cayó al suelo, se levantó algo mareado.

 

         -Eh, ¿por qué no contra mí? Un combate amistoso, sé que quieres hacerlo desde que nos vimos. –Era Suigetsu, con una sonrisa de superioridad y desafío. La adrenalina corría por la sangre del Inuzuka, se sentía en el campo de batalla como en los callejones donde se peleaba antes de llegar allí, esto era lo perfecto para desahogarse, sonrió y aceptó sin más.

         Empezó una oleada de golpes por parte de los dos chicos, una pelea completamente callejera, con ambos por el suelo y varios puñetazos.

 

         -Peleas como una nena, ¿lo sabías? –Dijo Kiba antes de escupir sangre. Finalmente Suigetsu dio el golpe decisivo que acabó con todo, Kiba estaba fuera de combate, solo quedaban Suigetsu y Sasuke, pero a penas dio tiempo al primero a levantarse cuando vio que el Uchiha se acercaba y en el momento en que estaba más cerca notó como algo se le clavaba en el estómago, dio un suspiro difícil y doloroso y finalmente se desplomó.-

 

         Suigetsu abrió los ojos lentamente y se topó con Ino, que lo miraba mientras negaba con la cabeza.

 

         -Ahora será mi culpa que me claven una navaja. –Dijo entrecortadamente mientras se palpaba el vientre.- Menudo hijo de puta…

 

         -No hables. Menos mal que Kiba te trajo corriendo.

 

         -¿Kiba? –Preguntó el chico totalmente desorientado.-

 

         -Sí, fue el primero en despertar que se interesó en salvarte la vida. –Dijo ella encogiéndose de hombros.-

 

         -Aah… Aun así no sé por qué mierda me hablas como si aun fuésemos amigos. –Ella agachó la cabeza.- Me voy a mi cuarto. –Dijo antes de salir de la enfermería.-

 

         Justo en aquel momento apareció Sakura, con un cubo y una fregona.

 

         -Hola Ino. –Saludó con desprecio.- Quita los pies. –Dijo antes de pasar la fregona por donde le había mandado quitar los pies.-

 

         -Sakura… Me alegro que te hayan sacado de allí abajo… Ya os dije que sentía lo que os hice…

 

         -No Ino, lo siento se dice cuando le pisas a alguien, lo siento se dice cuando le has hablado mal a una amiga… No se dice lo siento cuando nos has matado. Ya vendré a acabar luego. –Dijo antes de marcharse de allí con la fregona.

 

         Suigetsu llegó a la habitación y enseguida se acercó a Kiba, que se estaba vistiendo.

 

         -Oye, gracias por salvarme tío. –Dijo ofreciéndole la mano, sonriente. El otro le estrechó la mano y se encogió de hombros.-

 

         -No podías morir, aun te tengo que dar una paliza. –Contestó riendo.- Por cierto, has dormido casi un día, dentro de nada hay que ir a clase de Kakashi, y había que sortear no se qué.

 

         -Ah, sí; uno de nosotros tiene que distraer a Kakashi mientras los otros roban tabaco, alcohol, refrescos…

 

         -Ah, guay. –Dijo riendo, se esperaba algo más serio, pero necesidades las tenía todo el mundo.- Oye… ¿Por qué Sasuke tenía una navaja? ¿Es que para las peleas está permitido o cómo va?

 

         -No es eso pero… ya te dijimos que había pelotas, ese tipo de favoritismo es el que tienen.

 

         -Entiendo… Vale, vamos.

 

         En clase estaban de nuevo con lo mismo, parecía que el profesor se olvidaba de que ese tema ya lo habían dado…

 

         -¿Por qué mierda me ha tocado a mí? ¿Cómo coño lo distraigo?

 

         -Yo que se, ya se te ocurrirá algo. –Respondió Kankurou riendo y encogiéndose de hombros.-

 

         -Soy el nuevo, no tendríais que haberme hecho esto… ¿Habéis hecho trampas? –Preguntó acusando a sus amigos.-

 

         -No digas chorradas.

 

         -¡Silencio! –Mandó a callar el profesor girándose hacia el alumnado. Y así permanecieron el resto de la clase, callados. Finalmente sonó el timbre y todos salieron de clase menos Kiba, que se acercó al profesor.

 

         -Emm… Kakashi-sensei… -Este se giró para ver lo que quería.- Emm… No me ha quedado claro esto último que hemos dado… -Se acercó a él excesivamente.- Tal vez… Podrías darme una clase particular…

 

         Kakashi sonrió de lado y cogió al chico de la camisa del uniforme y lo puso contra la mesa boca abajo, pegando su entrepierna al culo del chico, haciendo fuerza contra él, luego le agarró del pelo, tirando hacia arriba y se acercó a su oído…

 

         -¿Sabes lo que podría hacerte ahora mismo? –Amenazó pasando su lengua por la oreja del castaño.- ¿Crees que soy idiota? –Preguntó susurrando a su oído, algo que le hizo que un escalofrío recorriese todo su cuerpo, más por el contacto con la lengua que otra cosa.- Sé que tus amiguitos han ido a robar, y seréis castigados los cuatro, no solo tú, aunque creo que vas a ser el primero… Me gusta mucho tu cuerpo ¿sabes? Y tienes el tipo de culo que a mí me gusta… -Dijo con malicia desabrochándose el cinturón a la vez que dejaba al Inuzuka completamente inmóvil con su cuerpo y le tapaba la boca con la mano libre; éste hacía fuerza, pero era inútil…

Notas finales:

Pues ya esta ^^ quiero dejar con la intriga juasjuas... Bueno espero reviews eeh que si no no me animo a escribir T______T asiiiiiiaaas por leerme ^^

 

Jaaa Naaa!!! ~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).