Lo miro desde la calle, siempre esta en su ventana, con un semblante muy frió en su cara, y alguna que otra lagrima, recorre su mirada.
Me lastima ver sus ojos esmeraldas empapados por lagrimas, solo quisiera secar esas gotas cristalinas, de sus ojos con mis manos, pero yo no podré……
Yo soy un simple plebeyo, con este absurdo sueño, como podría el fijarse en alguien como yo, además nuestro género lo decreta, esta prohibido, así que solo me queda resignarme y saber que mi amor no será correspondido.
Mi nombre es Hao Asakura tengo 17 años, soy un plebeyo como ya lo he mencionado antes, soy un chico normal, que trabaja para subsistir en este mundo decadente, pero me he enamorado de un príncipe, de alguien de la nobleza y además de todo un hombre.
Se que mi amor no será correspondido y todos los días me levanto con esa tristeza en mi pecho, y se que solo me queda resignarme, se que en algún momento buscare una mujer de mi misma clase social, me casare con ella, haré mis deberes maritales, y procreare hijos, lo mas seguro es que moriré por exceso de trabajo o por alguna enfermedad, pero hasta entonces me levanto con algo de fuerza para sobrevivir, vivo solo en una pequeña casa, mis padres murieron cuando era un niño, me dijeron que fue en un incendio pero no recuerdo nada.
Hoy empezare a trabajar en una nueva casa, por lo que vi de la mansión es muy amplia y elegante de seguro será un lugar de gala, aun no se para que familia trabajare, solo se que mi amo será un chico de mi edad, su nombre es Lyserg Diethel y de seguro será un rico sin sentimientos, y alguien que a cualquier lloriqueo le han de cumplir sus caprichos sin mayor esfuerzo, hoy será mi primer día de trabajo y veré de que calaña sigue existiendo gente.
El día en que me enamore del chico de pelo verde que me gusta llamarle ruiseñor fue un día de nubes, donde el cielo gemía, y alumbrara con luces, lloraba muy fuerte y sin cesar, yo iba corriendo entre las calles, era de tarde, olía el olor a tierra mojada, solo caminaba bajo la lluvia, de nada sirve correr terminaras empapado de igual forma cuando pasaba por una casa algo elegante sin llegar a ser exagerada, escuche una melodía muy hermosa.
Me quede escuchando la canción y vi claramente a un chico de pelo verde en la ventana entonando esa melodía, pero su mirada estaba llena de confusión y tristeza una profunda tristeza, por fin paro de cantar, y las lagrimas empezaron a rodar pero era como si fuera una muñeca no hacia ninguna mueca, ni fruncía el ceño, solo salían sus lagrimas y miraba al horizonte, como si tratara de escapar, tan sumergido en sus pensamientos.
Yo en aquel momento no se por que me sentí tan embelezado por esa criatura, su traje le combinaba muy bien, con toques de dorado en los bordes, de pronto dirigió su mirada hacia mi y su rostro que no denotaba mas que tristeza se convirtió en uno que denotaba sorpresa, solo le sonreí de una manera intensa, y pude notar su sonrojo a mi lado había un rosal así que solo tome una rosa y la tome en mi brazo derecho la extendí como si se la estuviera regalando y la deje en la puerta de su casa el solo no dejaba de mirarme lo podía sentir.
Después le sonreí de nuevo hice una reverencia y salí corriendo bajo la lluvia estaba tan feliz, no sabia por que, pero todo lo que vi de el a simple vista me encanto, me hipnotizo, no pude saber su nombre, pero le llame ruiseñor, por que su melodía era un éxtasis para mi.
Ahora bien camino entre toda la gente de la ciudad, son las 6:00 de la mañana y aun así hay muchos despiertos la mayoría plebeyos como yo, y uno que otro aristócrata, me dirijo a mi nuevo empleo, se supone que debo llegar una hora antes, para que me examinen, no se muy bien en que consiste, pero trabajo es trabajo.
Por fin llego a la enorme mansión que había visto antes, era muy ostentosa, con jardines llenos de flores diferentes, fuentes con grabados, y coches muy elegantes.
Toda la servidumbre esta muy bien uniformada, supongo que me darán un uniforme y empezare a trabajar, por fin me habré el cancel un niño mas o menos de mi edad supongo de pelo azul y de ojos del mismo color, es algo guapo no o puedo negar.
Buenos días, tu debes ser el nuevo sirviente Hao Asakura verdad?-Me pregunta sonriendo e invitándome a pasar
Si estas en lo correcto-respondo sin dejar de mirarlo
Pues bien, mi nombre es Horo-Horo, mucho gusto-el me extiendo su mano y yo la tomo por cortesía, -por favor sígueme -después de el saludo me conduce a por la mansión hacia un cuarto, que tiene una cama, un escritorio, un ropero, y un baño.
Que hacemos aquí?-pregunte algo intrigado por el lugar al que me había conducido
Esta será tu habitación, así podrás estar al pendiente de tu amo el joven Diethel-
A ya veo, y que tal es ese niño?-pregunte con intriga, según los rumores que eh escuchado, dicen que es un caprichoso, todo dependerá de la respuesta que me diga este joven pero lo mas seguro es que tendré que averiguarlo.
Pues bien el amo joven Diethel, es algo callado, no sabría muy bien que responderle-supe que lo estaba diciendo con mucho trabajo, creo que nadie tiene un concepto muy bien definido sobre ese joven.
Pues bien te dejare el uniforme, después de cambiarte dirígete al jardín que pasamos, te presentare a la familia Diethel.
Esta bien- acate la orden que me había dictado Horo-Horo, después de que saliera y dejara la puerta cerrada, mi traje era de mayordomo, era negro, a excepción de la camisa, me recogí el pelo en una coleta, dejando caer mi pelo por mi espalda, cuando por fin estaba listo me dirigí al jardín como me lo habían ordenado.
Pase por varios pasillos todos cubiertos de un hermoso y reluciente mármol, había sirvientes haciendo el aseo por doquier, había cuadros con un exquisito arte y estatuas de musas.
Después pude visualizar el jardín me dirigí hacia el ahí estaban tres personas un hombre mayor como de 30 años una mujer muy bella de cabello plateado de unos 27 años supongo y no podía creerlo no ese era…. Mi ruiseñor.