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Entre el hielo y el fuego por Saria

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Notas del fanfic:

bueno pues este Oneshot es mi primer fanfic, dspues de leer y leer decidi crear mi propia historia y aqui la tienen, la concepcion de este fanfic fue un tanto curiosapor que no estoy a costumbrada a ver a Draco con alguien que no sea Harry, pero un dia esta idea surgió en mi cabeza y la tuve varios dias dando vueltas y vueltas y mas vueltas hasta que la tuve bastabte redonda y decidi desarrollarla, espero que sea de su agrado  

Notas del capitulo:

Tengo en el alma tu mirada y un presentimiento

 

Hay un misterio que en tus ojos puedo descubrir

 

Incontenible, inexplicable, va creciendo dentro

 

 

 

Sigue las huellas del instinto que el amor no es ciego

 

Si hay un destino el corazón sabrá por donde ir

 

Y al ver la luz inconfundible de este sentimiento

 

 

 

Verás que hay un lugar donde te espero

 

Simple y verdadero

 

Sé que llegarás ahí

 

 

 

Y nadie más tendrá las llaves de este amor

 

Y solo entre tus labios vivirán mis besos

 

Pues nadie más vera la llama en mi interior

 

Y solamente tú sabrás de mis secretos

 

 

 

Saldremos en un viaje sin regreso

 

Juntos por el firmamento

 

 

 

Solo en tus brazos quiero ver amanecer de nuevo

 

Solo contigo en un instante quiero descubrir

 

Esta pasión que se hace inmensa, incontrolable, eterna

 

Verás que es corto este camino aunque te sientas lejos

 

Salta los charcos de tu alma y estarás aquí

 

Al otro lado de tu miedo encontrarás mi puerta

 

 

 

Verás que hay un lugar donde te espero

 

Simple y verdadero

 

Sé que llegarás ahí

 

 

 

Y nadie más tendrá las llaves de este amor

 

Y solo entre tus labios vivirán mis besos

 

Pues nadie más vera la llama en mi interior

 

Y solamente tú sabrás de mis secretos

 

 

 

Será como tirar un cable al cielo

 

Y ver contigo un mundo nuevo.

 

Nadie más- Jorge Cárdenas

-          No puedo creerlo- masculló Ron frente al tablón de anuncios de la sala común, durante la noche había aparecido un nuevo anuncio que, sumado a los anuncios anteriores, había conseguido que otra semana de clases en Hogwarts empezara con el pie izquierdo

 

 

 

POR ORDEN DE LA SUMA INQUISIDORA DE HOGWARTS

 

A partir de la fecha se prohíben las clases exclusivas para una sola casa, los profesores tendrán que rediseñar sus clases para impartirlas a grupos compuestos por dos casas

 

Esta medida se ajusta al decreto de enseñanza N° 30

 

 

 

Firmado

 

Dolores Jane Umbridge

 

Suma inquisidora

 

 

 

-          Maldita arpía- se quejó Hermione- ¿Qué se supone que va a lograr con esto?

 

-          Fastidiarnos, como siempre- dijo Harry

 

-          No entiendo por qué Dumbledore no la pone en su sitio- exclamó Ron

 

-          Supongo que para evitar más problemas con el ministerio- dijo Hermione

 

-          No me digas, se supone que él es el director, tiene todo el derecho de ponerla en cintura

 

-          Sí, pero si se arriesga podría perder el puesto, y dime ¿Cómo crees que será Hogwarts sin Dumbledore?

 

-          Seguramente Fudge pondría a la cara de sapo como directora

 

-          Exacto, si ya es bastante desagradable con el poder que tiene, no quiero pensar como seria con más poder

 

-          Bueno, como dice mi tío, al mal paso darle prisa- terció Harry- es mejor que vayamos a clase

 

-          Si, tienes razón- dijo Ron- ¿Qué clase tenemos?

 

-          Encantamientos- le informó Hermione

 

-          Bueno, pues andando

 

Los tres amigos se dirigieron a la entrada de la sala común, cruzaron el hueco del retrato y bajaron las escaleras, al llegar al pasillo del aula de encantamientos pudieron ver a un grupo de estudiantes que esperaban afuera del aula

 

-          Díganme que no es cierto- dijo Ron cuando pudo identificarlos- ¿Slytherin? ¿vamos a tener Encantamientos con los de Slytherin?

 

-          No creas que es agradable para nosotros Weasley- dijo una silvante voz a sus espaldas: Draco Malfoy acababa de hacer presencia en el pasillo

 

-          Maldito hurón- masculló Ron por lo bajo

 

-          Te oí- le espetó Draco

 

-          Ah, que bien, funcionan tus oídos

 

-          Que gracioso- dijo Draco con sarcasmo

 

-          Ah, veo que también tienes sentido del humor

 

-          Te lo advierto Weasley, no me provoques

 

-          Huy, mira que miedo tengo

 

-          Deberías, valora tu miedo, porque es lo único de valor que tienes

 

-          ¿Qué dijiste?

 

-          ¿Por qué no revisas tus oídos? No, no lo hagas, puede costarte más de lo que tienes

 

-          Te voy a…

 

-          ¡Malfoy! ¡Weasley! ¿Qué hacen?- exclamo la aguda vocecita del profesor Flitwick tras abrir la puerta del aula

 

-          Weasley me está provocando, Señor- se defendió Draco con cara de inocente

 

-           ¡No es cierto!

 

-          ¿lo vas a negar?

 

-          No voy a negar nada porque no es cierto, tu empezaste

 

-          ¡claro que no!

 

-          ¡basta! Cinco puntos menos para Gryffindor y Slytherin

 

-          ¿pero por qué?- inquirió Draco

 

-          Uno, por que empezó, y el otro porque siguió

 

-          Pero señor…- empezó Ron

 

-          Si siguen cuestionando mis decisiones voy a tener que castigarlos, ahora entren- el profesor Flitwick se apartó para que los estudiantes pudieran ingresar al aula, cuando todos se hubieron sentado el profesor se subió a los libros que habitualmente ponía en su silla y se dirigió a los estudiantes:

 

-          Bien, en vista de que el nuevo decreto evita que se den clases para una sola casa, la clase de hoy va a ser doble, hoy vamos a practicar un encantamiento que puede serles bastante útil: se trata del encantamiento de almohadón. Bien conjurado, este encantamiento crea una superficie mágica para amortiguar las caídas, algo similar a un cojín invisible. 

 

-          Muy bien- continuó el profesor- vamos a practicarlo, solo deben agitar sus varitas mientras dicen “Jastek”  voy a colocarlos por parejas: veamos, Potter con Zabini, Finnigan con Laverich, Granger con Parkinson, Longbottom con Bletchley, Patil con Bullstrode, Thomas con Brucklehurst, Brown con Darmani, y Weasley con Malfoy

 

-          ¿que?- escupió Draco

 

-          ¿por qué?- espetó Ron

 

-          No discutan- ordenó Flitwick

 

-          Lo siento señor, pero yo no pienso trabajar con este- exclamó Ron

 

-          Este tiene nombre

 

-           De acuerdo, no voy a trabajar con el hurón

 

-          Te lo advertí- vociferó Draco levantando su varita, pero antes de que se le ocurriera algún hechizo, su varita salto de su mano

 

-          ¡suficiente!- exclamó Flitwick con un tono autoritario- les advertí que pasaba si cuestionaban mis órdenes, están castigados los dos, los espero aquí esta noche a las diez en punto, y ni un minuto tarde o lo van a lamentar.

 

 

 

 

 

-          Ah, ya estás aquí- dijo Draco fríamente cuando llegó al aula de Encantamientos

 

-          Si, ya estoy aquí- respondió Ron en el mismo tono

 

-          Esto es increíble, castigado por tu culpa

 

-          ¿mi culpa? Disculpa pero yo no te amenacé con mi varita, si alguien es el culpable, eres tu

 

Draco no respondió, solo se limitó a emitir un ruidito de desdén y giró la cabeza

 

-          Aquí viene- murmuró Draco al ver una pequeña silueta caminando por el pasillo

 

-          Buenas noches chicos- saludó el profesor Flitwick, tomó su varita y golpeó con ella la puerta del aula, momentos después la puerta se abrió

 

-          Síganme- ordenó el profesor, ambos chicos obedecieron, dentro habían algunas velas flotando en el aire y en el centro del aula, una mesa  alargada con una montaña enorme de libros y algunas mesitas cuadradas

 

-          La señora Pince me ha pedido que le ayude a clasificar estos libros- les informó el profesor- ese será su trabajo esta noche: clasifiquen los libros de acuerdo a su temática, tienen hasta medianoche, clasifiquen los que más puedan, regresaré cuando den las doce - dicho esto, Flitwick giró sobre sus talones, cruzó el umbral y cerró la puerta tras él, ambos chicos pudieron sentir como el profesor aseguraba la puerta mediante magia.

 

 

 

-          Que falta de confianza- se quejó Ron

 

-          Lo decía por ti- apuntó Draco

 

-          ¿Por qué estas tan seguro?

 

-          Es obvio

 

-          Ah, cállate, será mejor que empecemos

 

El pelirrojo se acerco a la montaña de libros, tomó uno y lo examinó

 

-          Adivinación- informó, se dirigió a una de las mesitas y depositó el libro

 

-          ¿no lo vas a clasificar?- inquirió Draco al ver que Ron tomaba otro libro

 

-          Ya lo clasifique- respondió Ron con impaciencia- es un libro de adivinación

 

-          No me refiero a eso idiota- le espetó Draco, apuntó con su varita a la mesa donde Ron había dejado el libro, y sobre ella apareció una placa de madera con la inscripción “adivinación”

 

-          A esto me refiero- señaló Draco

 

-          Cierto- admitió Ron de mala gana- no lo pensé

 

-          Qué suerte tienes de que esté aquí

 

-          Cállate

 

Y así comenzaron su castigo, en silencio, tanto el rubio como el pelirrojo tomaron libros y los clasificaron de acuerdo a su temática; no fue una tarea sencilla: la mayoría de los libros eran tan ambiguos que no sabían en que tema ponerlos, o estaban escritos en otro idioma, o eran tan antiguos que sus páginas estaban descoloridas, y la creciente somnolencia que ambos no ayudaba en mucho.

 

 

 

Una hora después, el tortuoso castigo continuaba mientras las velas suspendidas en el aire se consumían, siguiendo con esta monótona tarea Ron se dispuso a tomar un libro particularmente pesado, sin embargo a causa de su aletargamiento no reparó en que el libro hacía de cimiento para la montaña de libros, y cuando lo sacó provoco que todos los libros se vinieran abajo.

 

 

 

-          Genial- se quejó Draco- gracias comadreja, esto era lo que necesitaba, más trabajo

 

-          Cállate y ayúdame antes de que Flitwick venga- dijo Ron de mal humor, se agachó y comenzó a tomar los libros, Draco lo imitó y cuando levantó el libro que había ocasionado el desastre, una página se desprendió y cayó lentamente al suelo

 

-          Fíjate hurón- dijo Ron recogiendo la hoja suelta

 

-          Dame eso- murmuró Draco quitándole la hoja a Ron

 

-          Fíjate a que parte del libro pertenece- le dijo Ron

 

-          Ya lo sé- dijo Draco, se aclaró la garganta y leyó:

 

 

 

EL ORIGEN DEL MUNDO SEGÚN EL PUEBLO ESCANDINAVO

 

En el inicio de los tiempos existían dos mundos: el del sur, llamado Muspelheim, ardía en fuego y centellas al rojo vivo, el del norte, llamado Niflheim, estaba envuelto en nieve y hielo. A su vez, estos mundos estaban separados por un vacío abismal denominado Ginnungagap. Desde Niflheim brotaban doce ríos de aguas congeladas, cuando uno de estos ríos se alejó demasiado, este comenzó a derretirse por el calor que emanaba de Muspelheim, el hielo se fundió formando una niebla cuyas diminutas gotas formaron a la primera criatura: un gigante llamado Ymir, cuando éste se durmió, comenzó a sudar y de su axila izquierda surgieron otros dos gigantes, uno de sexo masculino y otro de sexo femenino. También de esta escarcha nació una vaca gigantesca llamada Audumla. Ymir y los gigantes se alimentaban de la leche de la vaca, la cual sobrevivía lamiendo el hielo salado que cubría Niflheim. Un día, mientras ésta calmaba su hambre, desenterró a un hombre llamado Buri, este tuvo un hijo, Bor, que se casó con la giganta y tuvieron tres hijos: Odín, Vili y Vé.

 

Los tres hermanos se cansaron de Ymir, cuyo gobierno era tiránico, así que lo rodearon y lo apuñalaron hasta matarlo, Odín y sus hermanos llevaron el cuerpo de Ymir al centro de Ginnungagap, donde lo despedazaron para formar el universo, primero hicieron la tierra utilizando su carne, con la sangre formaron el mar, para las montañas utilizaron los huesos, los dientes se transformaron en rocas y guijarros, de sus cabellos nacieron los bosques, el cerebro lo esparcieron en forma de nubes y por ultimo crearon la bóveda celeste a partir del cráneo. La cual estaba sujeta por cuatro gigantes: Nordi (el norte), Sudri (el sur), Austri (el este) y Vestri (el oeste).

 

Las estrellas las crearon con las chispas que salían de Muspelheim, para que el mundo tuviera luz y calor, crearon a una joven llamada Dag para que fuera la conductora del carro del sol, y a su hermano, llamado Nott, para que condujera el carro de la luna, los carros celestes eran constantemente perseguidos por los lobos Skoll y Hati, los eclipses se deben a que Dag y Nott casi son atrapados por Skoll y Hati, se dice que cuando lo lobos logren capturarlos, será el fin del mundo.

 

Para crear la raza humana, los dioses  tomaron un fresno y con su madera modelaron a Ask, el primer hombre, y de un olmo modelaron a Embla, la primera mujer, cada dios les otorgó dones: Odín les dio la vida, Vili, la inteligencia y la capacidad de movimiento, y Vé, la habilidad de hablar, escuchar y ver, los tres hermanos colocaron a los seres humanos en el mundo que acababan de crear con el cuerpo de Ymir, llamaron Midgard a este mundo.

 

 

 

-          Wow- exclamó Ron- increíble

 

-           Interesante- opinó Draco- pero ilógico

 

-          ¿ilógico? ¿Por qué lo dices?

 

-          Porque el hielo y el fuego son incompatibles

 

-          ¿y qué? Dicen que los opuestos se atraen, según esta historia del hielo y el fuego nació la vida

 

-          Y de la vida surgió la muerte

 

-          Y de la muerte volvió a crearse la vida, esto es como el yin y el yang

 

-          ¿el qué?

 

-          El yin y el yang- repitió Ron- Hermione me habló sobre el: es el principio generador de todas las cosas, según este concepto cada ser, objeto o pensamiento tiene un complemento interdependiente: del primero surge el segundo y a su vez del segundo surge el  primero, Pero ninguno de los dos puede existir sin el otro 

 

-          ¿y eso se aplica para todo?

 

-          Claro, siempre se sigue ese patrón: luz y oscuridad, sonido y silencio, calor y frio, movimiento y quietud, vida y muerte, mente y cuerpo, masculino y femenino, odio y amor…

 

-          así que lo que se busca es que exista equilibrio

 

-          Exacto

 

-          Jamás había oído hablar de ese concepto

 

-          Es porque es propio de los muggles

 

-          Ah, entiendo- dijo Draco- bien, será mejor que continuemos ordenando estos libros

 

-          Cierto- aprobó Ron, se inclinó para tomar un libro pero al hacerlo la mano de Draco se posó sobre la suya con la misma intención. Una descarga eléctrica recorrió los brazos de ambos chicos, instintivamente Ron levantó la cabeza y sus ojos azules se encontraron con los grises de Draco, el pelirrojo se sorprendió al ver su propia sorpresa reflejada en la cara del rubio, ese breve contacto había desatado una sensación hasta ahora desconocida para los dos; lentamente y sin dejar de mirar a Draco a los ojos, Ron se incorporó mientras Draco lo imitaba, una misteriosa voz hizo aparición en la cabeza de Draco

 

 

 

-          “el odio se transforma en amor”

 

Las velas suspendidas en el aire bailaban y se retorcían, lo que provocaba destellos cobrizos en el llameante cabello de Ron, a su vez la penumbra del aula contrastaba con la gélida piel de Draco, la misma misteriosa voz cruzó la mente de Ron

 

-          “tal vez sea tiempo de lograr el equilibrio”

 

 

 

 Instintivamente Ron se acercó un poco a Draco y alargó su mano en dirección a su mejilla, los brazos de Draco no hicieron nada para evitarlo, aunque algo le decía que no lo evitara, cuando la mano de Ron tocó su mejilla aquella descarga eléctrica volvió a recorrer su cuerpo; la mano de Ron comenzó a temblar levemente, la mejilla de Draco estaba fría, igual que cuando cae la noche después de un día caluroso, el pelirrojo movió su pulgar, pudiendo notar lo suave y tersa que era la piel de Draco. Algo en la mente del rubio le hizo corresponderle a Ron, su pálida mano se movió en dirección a la mejilla del pelirrojo y cuando la tocó notó que la mejilla de Ron era cálida, como los primeros rayos del sol en la mañana; daba la impresión de que las mentes de ambos hubieran abandonado sus cuerpos, ambos chicos se encontraban en un estado de paz y tranquilidad, indicándoles que estaban haciendo lo correcto.

 

La distancia que los separaba se fue reduciendo lentamente, con andares torpes, Draco y Ron comenzaron a acercarse, impulsados por el creciente deseo que se había materializado en ambos, el corazón de Draco latía con violencia al tiempo que las manos de Ron incrementaran sus temblores, cuando estaban a solo centímetros pudieron notar sus tibios y acompasados alientos encontrándose, poco a poco los centímetros se convirtieron en milímetros, hasta que los rojos labios del pelirrojo tocaron los finos labios del rubio; fue un momento maravilloso, ese beso fue el detonante de muchas sensaciones que ambos chicos jamás creyeron conocer, se besaban con fuerza, con pasión, con ímpetu, con deseo, con aquel odio que ambos se profesaban y que en ese momento estaba condenado a desaparecer, los dos enemigos declarados estaban fundiéndose en un fogoso beso, ambos notaron lo que comenzaba a crecer entre sus pantalones, pero lo les importó, solo querían continuar.

 

Poco a poco las ropas fueron cayendo al piso, dejando al descubierto los trabajados músculos del pelirrojo y el cincelado torso del rubio, el sudor no tardo en hacer presencia, impregnando de una forma deliciosa las pieles de los dos amantes que se abrazaban fuertemente, no querían separarse, con andares torpes Draco llevó a Ron a la mesa donde un momento antes estaba la pila de libros, el pelirrojo tuvo que morderse el labio para reprimir un jadeo causado por los pasionales besos de Draco en su cuello, pero el rubio no se pudo contener y dejó escapar un gemido al sentir la mano de Ron colándose en su ropa interior, su mano apretó la ancha espada de Ron clavándole las uñas y a tientas buscó la ropa interior del pelirrojo con su mano libre, como pudo se deshizo de ella y se separó  de él un momento para admirarlo: tanto tiempo odiándolo y nunca se había fijado en sus tonificados músculos, en su aterciopelada piel y en su oculta belleza, se arrodilló frente a Ron y tomó su miembro, dudó un momento pero las suaves caricias de Ron en su platinada cabellera le comunicaron que continuara, que todo iba a estar bien, tomó el miembro de Ron y lo introdujo de lleno en su boca; esta vez  Ron no se molestó en disimular sus jadeos, era una sensación hermosa y desconocida para él y quería experimentarla a fondo, dejar que lo llenara, entrelazó sus dedos en el sedoso cabello del rubio mientras este continuaba lamiendo el miembro de Ron, que casi reventaba debido a la presión de la sangre y el semen que contenía, un instante después, que a Ron le parecieron horas, el pelirrojo tomó a Draco por las mejillas, lo levantó y le plantó un apasionado beso

 

-          No quiero que esto termine tan pronto- le susurró mirándolo a los ojos

 

-          Tampoco yo- respondió el rubio, tomó a Ron por la cintura y lo acercó a él, reanudando sus besos, tras unos segundos Ron se hizo cargo de la situación, tomó a Draco por la cadera y lo levantó, lo llevó hasta la mesa y lo depositó en ella

 

 

 

-          Ay- se quejó Draco- que incomodo

 

-          Disculpa- se disculpó Ron, buscó su varita, apuntó con ella a la mesa y dijo “Jastek”

 

-          Mucho mejor- aprobó Draco

 

-          Qué bien- dijo Ron, se acercó al rubio y le quitó la ropa interior, luego comenzó a cubrir el pulido torso del rubio con tiernos besos, arrancándole jadeos a su amante, Ron obligó a Draco a recostarse y colocó su propio miembro en la entrada de Draco, lentamente comenzó a presionar, pues no quería causarle dolor a su amante, Draco hizo una mueca de dolor, pero unas caricias en el fornido torso del pelirrojo le dieron luz verde, Ron continuó hasta encontrarse dentro del rubio, se quedó quieto unos momentos para que Draco se acostumbrara y luego empezó con lentos movimientos de vaivén; el rubio gemía y se retorcía de placer mientras Ron se movía, el sudor cubría sus cuerpos de pasión y amor, pronto los gemidos de ambos comenzaron a subir de volumen al tiempo que los movimientos de Ron se aceleraban, el rubio gimió aun mas al notar la mano de Ron cerrándose sobre su rígido miembro y describiendo movimientos verticales; los sentidos de ambos amantes comenzaban a fallar, los dos solo tenían conciencia para el momento, querían disfrutarlo hasta el límite, querían transformar todo ese odio que se tenían en algo más puro: querían transformarlo en amor; tras unos largos y gloriosos momentos Draco se derramó sobre la mano de Ron al tiempo que este lo hacia dentro del rubio, jadeando y resoplando los dos chicos se volvieron a fundir en un ígneo beso mientras con sus manos recorrían sus húmedos y sudorosos cuerpos

 

 

 

-          Te amo Ron- dijo Draco entre resoplidos

 

-          Yo también te amo Draco- le respondió Ron

 

 

 

-          Draco, Draco, despierta

 

-          No quiero

 

-          En serio Draco, nos quedamos dormidos, despierta

 

-          No

 

-          Draco, por favor, por mi

 

 

 

Esa sola frase bastó para que el rubio abriera los ojos, en efecto, ambos se habían quedado dormidos sobre la mesa, las velas que flotaban en el aire estaban reducidas a pequeñas llamitas que luchaban en vano contra la oscuridad de la habitación, con esa tenue luz Draco pudo ver el desnudo y perfecto cuerpo de Ron, miró el suyo y comprobó que también estaba desnudo, eso le dibujo una sonrisa en el rostro, aquello había sido real

 

 

 

-          Ayúdame con esto, Flitwick está por llegar- urgió Ron

 

-          ¡Por Merlín! Démonos prisa- exclamo Draco al ver el desorden de libros y ropas esparcidos por el piso, inmediatamente saltó de la mesa y como pudo se colocó su ropa, Ron hizo lo mismo y  luego ambos colocaron precipitadamente los libros sin clasificar sobre la mesa, justo cuando acababan de poner el último, la puerta del aula se abrió y por ella entró el pequeño profesor

 

 

 

-          Muy bien, el tiempo acabó, ya son las doce- les informó con su chillona vocecita- el castigo ha terminado

 

-          Yo no lo llamaría castigo- susurro Ron lo bastante suave para que solo Draco lo oyera, el rubio le respondió con una mirada de complicidad

 

-          Pueden irse- les dijo Flitwick

 

-          Bueno, pues adiós- se despidió Ron cuando salieron del aula

 

-          Adiós Ron- se despidió Draco, ambos chicos se alejaron del aula, cada uno por un extremo del pasillo; sin embargo, al llegar a sus respectivas salas comunes tanto el rubio como el pelirrojo tuvieron la sospecha de que ese no sería su único encuentro.

Notas finales:

bueno ahi lo tienen, espero que les haya gustado, les cuento que el mito es real, no es invencion mia

los invito a que comenten, ayuden a formarme como escritora, eso si, les recuerdo que soy novata asi que por favor tratenme suavemente


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