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Recuerdos y realidad por rotzcoco

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a su respectivo autor.

Bueno este es el primer fic que hago de esta pareja, espero que lo disfruten mucho y que les agrade.

Muchas gracias a todos los que lean y comenten, espero llenarles de alegría su corazoncito xDDD

A mí me gusto así pero puede que haga un epílogo, no estoy segura y todo dependera de su exito y de mi tiempo jajajaja Y si asi lo quiere la persona que propuso el desafío.

Bueno lean y disfruten.

Esta dedicado a Mihael Lawliet, espero que quedes satisfecho y que te agrade, esperare más desafios tuyos.

Notas del capitulo:

Lo que se encuentra en cursivas es lo escrito en la carta, todo lo demás es narrado. Si hay algún error en algo de la historia es debido a que hace mucho no veo ni leo Code Geass y mi mente falla, pero bueno, son pequeñeces XDD

Disfruten

¿Recuerdas los primeros días? ¿Recuerdas cuando todo pasó? ¿Recuerdas que los dos deseábamos lo mismo pero lo hicimos de diferente forma? ¿Recuerdas mi primer gato, Arthur? ¿Recuerdas  la fiesta de bienvenida que le organizaron? ¿Recuerdas los disfraces que teníamos puestos? ¿Recuerdas que no querías acercarte a mí, que me alejabas?

 

Siempre quise decírtelo todo, quería que estuvieras a mi lado, quería tenerte para mí.

 

***

 

Sus ojos se llenaron de lágrimas de golpe, sus manos empezaron a temblar fuertemente. Había encontrado una carta en uno de sus cajones, estaba tan escondida que sólo cuando saco las cosas para guardarlas en una caja, la encontró. Reposaba tranquilamente en el fondo, esperando a ser tomada.

 

Al principio no supo que era pero al abrirla y ver su nombre con la letra que tanto anhelaba ver, su cuerpo sufrió demasiados cambios. Uno de esos cambios eran las lágrimas que corrían ahora por sus mejillas.

 

***

 

Conocí a C.C. el día que me salvaste. Siempre lo has hecho, ser mi salvador. Aun cuando me obligaste a olvidar todo lo que amaba, mis sentimientos por ti se perdieron. Pero eso es otro tema.

 

Cuando la conocí vi tu muerte. Eso me destrozo, verte caer y no poder tomarte en mis brazos, no poder gritar tu nombre.

 

Dolió tanto que cuanto te vi de nuevo mi corazón empezó a llorar, tuve tantas ganas de tenerte en mis brazos y besarte hasta que tus labios se volvieran rojos, más apetecibles a los ojos de todos.

 

Quise hacerte mío

 

***

 

Su cuerpo se tensó por completo, sintiendo el estremecimiento que provoco que su piel se erizara. Tanto había deseado escuchar y sentir el cuerpo del que siempre fue su amor platónico a su lado. Era tonto negar que no lo amara, que no lo deseara, así como no podía aceptar que la carta no le dolía, que no le estaba destrozando. Pero las lágrimas y las convulsiones que se le veían demostraban toda la verdad.

 

***

 

Pero me contuve. No quería perderte, ya había perdido parte de tu amistad y no deseaba perderte del todo.

 

Aunque todo se hizo mejor en el momento en que yo dije que te metieran en el consejo estudiantil. ¿Recuerdas la fiesta de bienvenida que organizo Milly? ¿¡Recuerdas todos los buenos momentos que pasamos ahí?

 

Tal vez al meterte en el consejo estudiantil no sólo quise tenerte cerca, sino que quería protegerte pero no sabía que tantas cosas podrían pasar. Lamento tanto todo, nunca pensé que te llegaran a inculpar por el asesinato de Clovis, no podía imaginarlo pero era algo muy natural. Culpar al único japonés que fue lo demasiado tonto para meterse ahí en el momento menos indicado.

 

Me enfurecí después de que te salvara y te negaras a unirte a mí, me enfurecí no por lo que dijeras, sabía que tenias razón, sino porque eso marcaba aun mas nuestra distancia. A veces me pregunto si te hubieras unido a mí con sólo saber que era yo el que estaba detrás de la masacra. Pero no, conociéndote muy probablemente habrías hecho lo posible para impedírmelo todo.

 

Probablemente…lo habría dejado.

 

***

 

Soltó la carta y se dejo caer en el suelo, cubriendo su rostro con sus manos, llorando amargamente por lo que había leído.

 

Llevaba tres años sufriendo la muerte de su mejor amigo y el amor de su vida. Tres años sufriendo por haber sido el asesino, el que acabara con todo. En sus manos estaba la sangre de la persona a la que más amaba en el mundo

 

***

 

Estaba consciente del daño que le estaba provocando al otro. Podía verlo llorar en el cuarto y tenía unas ganas enormes de ir por él y abrazarlo, decirle que todo estaba bien pero no, todavía no era tiempo.

 

***

 

Poco a poco el cansancio empezó a invadir su cuerpo. Todo eso era demasiado. Tres años viviendo sin el otro era como despertarse cada día en el infierno, tener que sonreírle a Nunnally cuando su corazón clamaba por el cuerpo de su hermano, por el amor del otro.

 

Abrazo más su cuerpo, sintiendo los temblores que sufría pero sin moverse de donde estaba.

 

Se culpaba de no haber logrado hacer que su amado se detuviera. Porque no estaba enojado con el otro a pesar de haberlo demostrado tantas veces cuando se tuvo que reunir con él a pesar de no querer hacerlo.

 

Se odiaba a sí mismo por no poder darle la felicidad que Lulu siempre había buscado. Estaba enfurecido por no haber intentado alejar al otro de todo lo que le estaba haciendo daño.

 

***

 

Entro al cuarto con cuidado, no quería despertarlo.

 

-Suzaku- susurró al verlo en el suelo, abrazándose y con las mejillas llenas de lágrimas.-Lo siento tanto amor mío- murmuró acercándose al otro, conteniendo las ganas de correr y abrazarlo.-Sólo tienes que soportar un poco más- dijo acariciando su cabello, limpiándole las lágrimas.-Pronto todo estará mejor- comentó tapándole con una manta.

 

Suspiro suavemente viéndolo dormir. Quería saber que era  pasaba por su mente, quería conocerlo todo.

 

-Te amo Suzaku- le dijo acercándose un poco para robarle un beso y después irse de ahí.

 

***

 

Se removió un poco en donde estaba. Había tenido un sueño muy extraño, muy real.

 

Lelouch entraba a su cuarto, le hablaba diciéndole que todo estaría bien.

 

Se sonrojo un poco al recordar el beso que le daba y llevo sus dedos a sus labios, teniendo un poco la sensación de los labios del otro sobre los suyos.

 

-Alucino- susurró quitándose la cobija y sentándose.-¿En qué momento me tape?- preguntó viendo la cobija en su mano y después negando con la cabeza.

 

Debía estar enloqueciendo.

 

***

 

-Pareces un acosador-

 

C.C. se puso junto al chico, viendo hacia el mismo punto donde el otro estaba perdido.

 

-No puedo evitarlo, han pasado 3 años- se excuso sin despegar los ojos del castaño que se sentaba en su cama y veía la carta en su mesa de noche. Al parecer no se animaba a agarrarla, provocando que se empezara a impacientar.

 

-¿Realmente crees que te perdone por todo y caiga en tus brazos diciéndote lo que mucho que te ama?- preguntó la peli verde mientras veía a su compañero.

 

-Cállate C.C. no molestes-

 

Y la chica sonrió triunfante.

 

***

 

No se decidía a tomar la carta. Era algo demasiado difícil, en especial después de ese sueño. No había sido el primero que tuviera sobre el hombre que ocupaba todos sus pensamientos, pero ciertamente las cosas habían ido disminuyendo un poco pero cuando soñaba con esos, era cada vez más intenso.

 

Su cuerpo deseaba tanto el cuerpo del otro.

 

-Suzaku-san- la voz de Nunnally provoco que se tensara y un escalofrió recorriera su cuerpo, no había escuchado la puerta ser tocada y menos cuando la abría.-Todos están esperando- le dijo sonriéndole desde la puerta que había abierto el chico después de reconocer quien estaba ahí.

 

En esos tres años la chica había logrado desarrollarse por completo. Ya podía hacer todo lo que una vez había tenido limitado.

 

-Ahora voy- respondió sonriéndole, pensando en las ganas que tenia de volver a dormir y soñar con Lelouch.

 

Después de arreglarse un poco se acercó a la chica, saliendo con ella hacia la fiesta de despedida que le habían organizado. Había estado ese tiempo ahí sólo para ver cómo Nunnally salía adelante, como gobernadora y como persona. Pero a pesar de que se iba siempre la cuidaría, lo había prometido.

 

Se quería ir para poder, en un intento, olvidar a la persona que le quitaba el sueño, que le erizaba la piel.

 

***

 

Suspiro al verlo irse y se dio la vuelta, saliendo de ese lugar bajo la atenta mirada de la peli verde.

 

-Lelouch, no hagas una tontería- anunció recibiendo un no molestes por parte del otro que salió cerrando la puerta de un portazo.

 

Esos tres años escondidos habían hecho que el otro fuera más desesperado que antes. En especial con respecto al muchacho que había estado viendo hacia unos momentos.

 

Y todo porque era al único que no podía seguir y estar vigilando.

 

***

 

Regreso después de muchas horas de estar en la fiesta. Realmente se los agradecía. Después de mucho tiempo de haber estado demasiado deprimido por la muerte de Lelouch, los únicos que habían logrado distraerlo un poco eran todos ellos, con sus sonrisas y palabras.

 

Aunque todos evitaban un tema, en realidad de dos temas relacionados.

 

Ya nadie hablaba de la desaparición misteriosa de Zero, todos sabían que al final él había sido quien terminara con el imperio que había impuesto Lelouch, dando a relucir su verdadera identidad como heredero del imperio de Britannia. Y ya nadie comentaba nada sobre el difunto hermano de la gobernadora. Al parecer todos habían decidido olvidarlo sin estar consientes de que él había dado hasta su vida por el bien de unas cuantas personas.

 

Pero ninguno entendería eso, nunca lo entenderían.

 

Miro la carta que estaba en la mesa, descansaba ahí como si quisiera atormentarlo más de lo necesario. Y es que desde que la había encontrado se sentía demasiado perturbado.

 

-Lelouch- susurró sentándose en la cama y tomando la carta.

 

No quería seguir leyendo porque desde que había leído los primeros parrafos su mente había empezado a formar la idea de que el otro seguía vivo.

 

-No harías eso ¿verdad Lelouch?-murmuró sintiendo que los ojos se le volvían a llenar de lágrimas y sin poder controlarse dejo que la carta cayera de sus manos, y abrazándose se acostó en la cama.

 

Si había sido todo una farsa podía habérselo dicho, podría haberle contado todo. Pero desde que se entero de que su amado era Zero un odio creció en él. No odio al otro, odio a sí mismo por haber llevado al otro a la locura, por no haber logrado que Lelouch viviera en paz y le diera esas sonrisas tan bellas que le dedicaba siempre que iba a visitarlos.

 

***

 

Caminaba por el parque, llegando al mismo templo que le recordaba tanto a la infancia que había tenido. Desde siempre había amado a Suzaku. Al principio había quería que él se hiciera cargo de su hermana cuando ya no estuviera. Porque siempre había sabido que se iría, tendría que desaparecer. Desde que se había topado con C.C. se había dado cuenta de que él no podría estar junto a Nunnally, en realidad lo sabía desde mucho antes, y por eso mismo su mente empezó a formular la posible idea de que el amor de su vida fuera quien se quedara con su querida hermana.

 

Pero nunca lo había acepado. Era egoísta y no quería compartirlo. Si él no podía tenerlo, nadie podía. Y eso podía explicar el odio repentino que había sentido al ver a Suzaku tan feliz con Euphemia. La había odiado tanto porque sabía que le podría quitar lo que más amaba y anhelaba.

 

La había odiado tanto pero al ver a Suzaku tan feliz se había intentado contener, a pesar de que su odio por su hermanastra crecía cada día.

 

-Maldita sea- susurró frotándose la cara con fuerza mientras intentaba controlase.

 

Y es que esos últimos años se había estado resistiendo para no regresar y tomar en sus brazos lo que le pertenecía.

 

Se lo quería llevar lejos, quería hacerlo suyo, no quería alejarlo de él otra vez.

 

***

 

Había despertado con dolor de cabeza y muy cansado. Al parecer había vuelto a llorar mientras estaba dormido.

 

Se movió en la cama con pereza viendo la carta en el suelo. Suspiro y la tomó, viendo que su mano temblaba. Todo lo que lograba hacer una simple carta.

 

Se preguntaba cómo reaccionaría su cuerpo si volviera a ver a quien le quitaba el aire todas las noches.

 

***

 

¿Recuerdas el principio de todo? ¿Recuerdas todos los momentos que vivimos juntos? ¿Recuerdas….cada una de las palabras mudas llenas de amor que siempre te dedique?

 

***

 

Se detuvo y volvió a cubrir sus ojos con sus manos, intentando impedir que las lágrimas salieran de ellos. ¿Por qué había sido tan tonto? ¿Por qué nunca se había dado cuenta de las cosas? ¿Por qué siempre quiso negar lo evidente? ¿Por qué no lo intento?

 

***

 

Sabes siempre supe que lo que estaba haciendo me llevaría a hacer cosas que no había pensado antes. Llegue a pensar en que mataría a mi padre pero no me imaginaba quitándole la vida a tantas personas, tantas eran inocentes que no estaban consientes de nada más que de una lucha por una libertad que nunca existió. Y lo que más me dolía era que todos los días negaba que me fuera separando más y más de todos. C.C. era la única que tenía a mi lado en realidad. Era la única  lograba acompañarme en mi sufrimiento. Porque sufría. Sufría todos los días que pensaba en lo lejano que nos encontrábamos y todo empeoro en cuanto Shirley descubrió la verdad. Yo nunca lo supe hasta que la vi ahí, apuntándome con un arma. Había profanado su alma al punto que había matado por mí.

 

Mi corazón se destrozo al verla así y lo único que pude hacer era borrarle todos sus recuerdos, hacer que me olvidara para siempre, aunque yo no sabía que lo iba a hacer. Por eso dejo de comportarse como lo hacía. Por eso dejo de buscarme tanto. No me conocía.

 

¿Lo recuerdas  verdad? Eso no podía estar más oculto. Era algo tan notorio. Y sus palabras fueron las que más me dolieron, mis propias palabras se me regresaban pero ya no podía hacer nada. Todos buscaban un milagro pero para lograrlo muchos debían ser sacrificados.

 

Yo mate a su padre y me odie por eso.

 

***

 

Dejo la carta sobre su pecho, viendo el techo mientras intentaba tranquilizarse. Era demasiada información y había algo que le molestaba mucho. La carta seguía pareciéndole estar narrada como si Lelouch estuviera vivo.

 

Suspiro y volvió a tomar la carta dirigiéndose a la ultima parte.

 

***

 

¿Recuerdas cuando descubriste que yo era Zero? Tu mirada lo dijo todo y estoy seguro de que la mía sólo decía cuanto lamentaba todo eso pero no sé si podías escuchar el grito que mi corazón decía. Sus únicas palabras eran mátame, acaba con mi vida.

 

En vez de eso hiciste que mi padre borrara todo lo que yo consideraba importante, dejándome solo en un mundo en el que no quería vivir. Hiciste que mi vida fuera destruida por completo. Pero no te odie por eso, te odie porque hiciste que olvidara a Nunnally, que olvidara todo lo que sentía por ti y me pusiste a ese niño Rolo. Ese niño no debía de tener nada conmigo y te lo demostré cuando provoque que se llevara al límite. Gracias a él logre hablar con Nunnally, a quien me habían arrebatado. Su vida fue muy provechosa para mí. Es curioso, tal vez ya deje de ser alguien completamente humano. Sólo pensaba en una cosa que cuando me di cuenta de todo, ya todos estaban contra el gran Zero. Fue ahí que supe lo que debía hacer. Y a pesar de que estabas a mí lado en ese momento sabía que no podía tenerte, que me odiabas. Cómo no odiarme cuando hice que mi geass se metiera en ti e hiciera que vivieras ante cualquier peligro. Pero te amo tanto que no podía dejar que alguien te matara delante de mí.

 

Pero aun así ahí estabas, escuchando el último plan que haría en toda mi vida.

 

Debías matarme, y en ese momento logre ver como una chispa de dolor en tus ojos surgía pero sólo asentiste y escuchaste todo como iba a ser.

 

Y el gran día no titubeaste a pesar del gran castigo que te había impuesto, a pesar del dolor que sabía que estabas sufriendo.

 

Por eso te amo y siempre te amare. Tú eres las personas más terca que conozco y fuiste tú quien logro su cometido. Fuiste tú quien me salvo y me mato, ahora todos son felices ¿no?

 

Atentamente: Lelouch vi Britannia

 

***

 

Suspiro y se sentó en la cama, volviendo a limpiarse las lágrimas. Por un momento había esperado encontrarse con algo más en la carta pero eso no paso.

 

Eso debía significar que realmente estaba muerto, que lo que vio y vivió no era una farsa. Él reamente había matado a su amado.

 

Tomó el sobre y lo abrió para meter la carta pero se detuvo al ver que dentro había algo más. No recordaba que hubiera dos hojas en el sobre.

 

Casi con miedo agarro la otra hoja, abriéndola con cuidado como si se tratara de algún material demasiado peligroso.

 

***

 

Sé que no debo decirte esto y sé que es algo demasiado arriesgado pero espero que no le digas nada a Nunnally.

 

Voy a disculparle y lo siento, de verdad lamento el haber hecho que me mataras frente a todos a pesar de que nadie sabía quién eras tú. Lamento todo el daño que te hice pero sólo así logre uno de mis cometidos.

 

Mi muerte es fingida, no fue muy fácil plantearla pero tengo mis métodos para lograr todo lo que me propongo.

 

Sé que no debes entender nada pero sólo quería verte una vez más y así después desaparecer por completo.

 

Estaré esperando todos los días en el templo que tiene parecido a tu hogar. Me quedare ahí hasta el día viernes.

 

Espero verte pero si no vas, lo entenderé por completo.

 

***

 

Suzaku abrió los ojos, sintiendo que el pulso se le aceleraba.

 

-Le-lelouch….esta…- se tensó por completo y se levantó con rapidez, sintiendo el mareo que eso le había provocado pero sin darle mucha importancia corrió hacia el baño, metiéndose en la regadera para darse una ducha rápida.

 

Ese día era viernes y por la luz que entraba en su cuarto podía saber que la tarde ya iba pasando lentamente.

 

***

 

-Lelouch, me mareas- la voz aburrida de C.C. sonó detrás del pelinegro, quien no dejaba de moverse de un lugar a otro.

 

-C.C. nadie te dijo que debías o podías venir, ¿No tienes algo mejor que hacer?- le dijo hastiado pero es que la chica llevaba molestándolo desde que había llegado ahí.

 

-No, me entretengo bastante viéndote y molestándote- comentó la chica mientras era fulminada por la mirada violeta.-Oh Lelouch, eres un pesado- dijo mientras se levantaba y limpiaba su ropa.-No sé qué te preocupa, Suzaku vendrá- C.C. sonrió de lado al ver la cara de tonto que tenía Lelouch en ese momento.

 

-Ya lárgate C.C.- murmuró bufando Lelouch mientras revolvía su cabello de forma nerviosa.

 

La peli verde sonrió y se dio la vuelta, sabía que Suzaku iría, podía no corresponder los sentimientos del otro pero por lo menos lo golpearía. Así que no había duda de que se aparecería.

 

***

 

Corría lo más rápido que podía, no recordaba que el camino fuera tan largo.

 

Quería llegar con Lelouch, quería verlo, quería abrazarlo, quería besarlo.

 

Llego al lugar de la cita todo agitado, con el cabello a medio peinar, con la ropa más sencilla que había encontrado para no tardarse tanto en ponerse, y volteo a todos lados, intentando divisar al chico por el que moría.

 

-¿Lelouch?- susurró sin lograr encontrarlo, sintiendo la respiración aun agitada y que en su pecho se formaba un nudo y en sus ojos las lágrimas empezaran a amenazar con salir.

 

-Suzaku-

 

Se tensó al escuchar su nombre salir de esa boca y volteo para encontrarse con esos ojos violeta que lo observaban con intensidad.

 

-Lelouch- volvió a susurrar el castaño, abriendo los ojos desmesuradamente, observando el rostro del hombre que había creído muerto por tres años.

 

Lelouch le sonrió y acerco un poco su mano al rostro del otro, acariciando suavemente su mejilla, conteniendo las ganas de abrazarlo con fuerza y devorar esos labios que se encontraban abiertos.

 

Todo el cuerpo del castaño se tensó y sin esperarse unos segundos más se abrazo al otro, tomándolo con fuerza, sintiendo sus lágrimas desbordar por sus ojos mientras repetía su nombre.

 

Lelouch correspondió el abraza, pegándose más a su amado.

 

Se quedaron así por un rato, abrazándose con fuerza, susurrando sus nombres, aspirando sus aromas, sintiendo el calor que el otro cuerpo les trasmitía.

 

-Suzaku- murmuró el pelinegro separando un poco al castaño, limpiando sus mejillas para que no hubiera ningún rastro de lágrimas y le sonrió.

 

El ojiverde se empezó a tranquilizar, acariciando las mejillas del otro chico, perdiéndose en esos ojos que siempre lograban alterarlo pero que lo tranquilizaban al mismo tiempo.

 

-Estas vivo- susurró sintiendo que por fin tendría la paz que siempre busco.-De verdad estas vivo- murmuró aun creyendo que todo era uno de sus tantos sueños.

 

-Sí, estoy vivo- le respondió sonriendo un poco divertido por la situación. Se acerco poco a poco a su rostro, teniendo como objetivo sus labios, no podía esperar más para saborearlos.

 

-Lulu- susurró el castaño acercándose a él, abrazándolo por el cuello para terminar con toda la distancia, juntando sus labios en un beso que al principio fue lento para volverse desesperado y demandante.

 

Lelouch había imaginado esa escena de tantas formas, desde un golpe bien merecido, el rechazo inminente hasta un simple te extrañe demasiado. Pero el que estaba viviendo en ese momento…definitivamente era el mejor.


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