¿Chico conoce chico? ¡Házme tuyo por primera vez!
La campana sonaba dando inicio a las clases, lo alumnos se encontraban aún en el patio de la escuela, pero entre todos ellos se podía distinguir a un muy guapo y lindo rubio, sus ojos azules, su piel tostada y tres lindas y extrañas marcas en sus mejillas, el chico iba consu uniforme un saco azul marino con un pantalón del mismo color y zapatos negros, su cabello se movía al compás del viento, mientras caían pétalos de cerezo, todos los alumnos lo miraban incrédulos por la belleza del joven.
—¡Hey, mírenlo!—decía un joven de cabello castaño y lentes.
—¡Wow! ¡Es tan hermoso!—decía una chica de pequeña estatura y de pelo negro agarrado en dos chongos, mientras en sus ojos se formaban corazoncitos.
—¿Es un modelo?—preguntó una chica—¿Un estudiante de primer año?—dijo otra.
—¡¿Quién es...?!—se cuestionaron todos, mientras el chico caminaba seguro de si mismo y se sentía importante por ser admirado por su belleza.
—¿Han visto a ese chico? Su nombre es Naruto Uzumaki. Naruto es la belleza absoluta, y por supuesto está mejor sin ropa. Miren que ojos, que piel. Muy bien, perfecto como siempre—todo esto lo relataba su conciencia sexual, mientras el rubio se daba un baño. Su conciencia sexual era rubio con ojos azules y las mismas marquitas que tenía Naruto, solo que a comparación de este él tenía un extraño bigote gris—Con excepción de una parte...—decía su conciencia.
El rubio salio de la regadera y se miro en el espejo, sonrió para si mismo y bajo su mirada hacía su miembro y lo miraba.
—¡Siempre igual! ¡Se ve tan raro! ¿El de todo mundo es igual?—se cuestionaba el rubio frustrado viendo aún su miembro y halando sus cabellos rubios fuertemente.
—¡Tiene 17 años y es virgen!—agregó su conciencia mientras le resbalaba una gota de sudor por la nuca—Adivina cual es su deseo al entrar al Instituto...—cuestiono.
—Cuando ingrese al Instituto...¡Cuando ingrese al Instituto, espero poder tener 100 relaciones sexuales—dijo el rubio mientras sus ojos se convertían en estrellitas y juntaba sus manos como rezando.
—Hermanito, te sugiero que empieces por tener un novio—dijo un rubio de cabello un tanto largo el cual llevaba amarrado en una media cola, mientras entraba con toda naturalidad al baño.
—¡Deidara! ¡Por qué entras como si nada! ¡Necesito vestirme, así que salte de aquí!—respondió Naruto exaltado y aventando todo lo que había a su alrededor a su hermano.
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Por una de las calles de Tokia iba corriendo a toda velocidad Naruto, cuando encontró su objetivo paro bruscamente, el rubio iba vestido con una playera negra pegada, una pantalón de mezclilla y unos tenis negros.
—¡Kiba-kun! ¡Lo siento!—gritaba el rubio a una chico de pelo castaño y mirada perruna que se encontraba al otro lado de la calle, mientras cerraba su celular con fuerza y miraba furioso al ojiazul.
—¡Llegas tarde!—gritó el chico mientras señalaba a Naruto, el chico cruzó la calle y comenzó a caminar siendo seguido por el rubio—¿Te he estado esperando mucho tiempo sabes?—dijo Kiba aún enojado.
—Sí, perdona—respondió el rubio con una sonrisa.
—¿Y bien, qué vas a comprar?—preguntó el castaño.
—Un diccionario—contestó con alegría Naruto.
—¿Por qué no usas el de la escuela?—cuestionó intrigado el chico perruno.
—Bueno...—comenzó a responder el rubio mientras palmeaba la espalda de Kiba—Subrayaba todas las palabras relacionadas con sexo y cuando la señora de la biblioteca se dio cuenta me prohibió la entrada—respondió rascándose la cabeza con nerviosismo.
—¡¿Qué eres, un pervertido de doce años?!—dijo el castaño gritando avergonzado de las tontería de su amigo.
—Oye, eres guapísimo—dijo un joven de pelo negro que se había acercado a Naruto y Kiba junto con un amigo—¿Estás libre?—preguntó el otro chico—¿Quieres divertirte con nosotros?—agregó mientras Naruto estaba dudoso de que responder.
—Siempre pasa lo mismo cuando salgo con él—dijo frustrado el amigo perruno de Naruto mientras le resbalaba una gota de sudor por la nuca—¿Y bien qué quieres hacer?—cuestionó el joven a su amigo rubio sacandólo de transe, este cerró los ojos y comenzó a fantasear.
NEW LOADING...
El cuarto estaba oscuro mientras es rubio se sentía nervioso esperando al otro chico, ya que acababa de confesarle que era virgen al no saber que hacer.
—¿Virgen? No eres un imán para los chicos como pensaba—dijo el chico comenzándose a vestir.
Y cuando lo intento con el otro...
—Wow, es bastante raro—dijo el joven pelinegro viendo con pena al rubio.
FIN DEL NEW LOADING...
El rubio al imaginarse aquello palideció y comenzó a sudar frío, de todo aquello pasó al coraje, y...
—¡Claro que no!—dijo Naruto furioso mientras de sus ojos salían chispitas de coléra—¡No, gracias!—agregó aún enojado, espantando a los dos jovénes.
—Eres demasiado exigente Naruto—dijo Kiba al rubio, mientras veía como aquellos chicos que hace poco estaban con ellos ahora estaban dando vuelta en la esquina corriendo—Es por eso que todavía no tienes novio—repusó el castaño.
—Tengo el derecho a elegir un buen hombre—dijo mientras se volteaba al otro lado y hacía un puchero—Pero tengo la sensación de que estaría bien tener sexo, con un chico virgen—de preguntaba el rubio mientras sus ojos se comenzaban a iluminar.
—¡Ya basta! ¡Eres un pervertido!—grito el Inozuka furioso.
YA EN LA LIBRERÍA...
Naruto llegó junto con Kiba a donde se encontraban los diccionarios y se encontró con un joven guapísimo de pelo negro y ojos también negros, su piel era blanca, llevaba una chaqueta roja con una camisa negra, pantalón negro de mezclilla y tenis negros, el chico estaba buscando un diccionario.
—Hey, él también está buscando un diccionario. Su diccionario también debe tener palabras relacionadas con sexo—dijo el ojiazul mientras sonreía y levantaba un dedo en señal de aprobación.
—No lo creo—respondió tranquilamente el castaño.
El pelinegro al sentir la presencia de aquellos dos dirigió su mirada hacía ellos, encontrádonse con la mirada del rubio que le sonreía y el azabache no pudo evitar ponerse nervioso, el Uzumaki se extraño ante la acción del otro joven y comenzó a sacar sus propias conclusiones.
Que cara tan extraña. Es tan guapo y varonil, ¿Entonces por qué reacciona así? Aparte lo quiero como novio, por lo que debe ser más difícil para él...
El joven azabache comenzó a caminar en dirección contraria de donde estaba Naruto, el rubio camino hacía el estante y subió a un banquito para poder tomar uno de los diccionarios, se estiraba lo más que podía pero aún así no lograba alcanzarlos, el banquito comenzó a tambalear y el ojiazul cayó para atrás, esperaba un duro golpe pero para su sorpresa el golpe nunca llegó es más estaba suave.
—¿No... me dolió?—se dijo así mismo, volteo a ver sobre que había caído y para su sorpresa era un quien, era aquel azabache de hacía unos instantes, el diccionario tapaba la cara del joven el cual estaba como desmayado, Naruto quito el diccionario y miro al joven un tanto apenado.
—Duele...—atinó a decir el ojinegro.
¡El me salvó!
—No, no, solo caíste encima de él por casualidad—dijo su conciencia sexual.
—¡Oh! ¡Lo siento!—dijo el azabache mientras se recuperaba de su transe.
No necesita ponerse ta nervioso. Bueno en difícil que alguna vez se encuentre una belleza como yo. ¡Esperen! ¡No parece ser un experto en el sexo, pero es varonil! Como mi primera pareja sexual ¡Es justo lo que estoy buscando! ¿Podría ser mi pareja ideal?
—¡Hola, soy Naruto Uzumaki!—dijo el rubio animadamente todavía encima de el azabache.
Necesito saberlo...Tan solo debo...
—Oye—hablo el ojiazul.
—Sí—respondió el ojinegro.
—¿Tú todavía eres virgen verdad?—preguntó Naruto tiernamente, mientras tanto el azabache comenzaba a sudar frío y a ponerse azul.
—¡Esa no es manera de presentarse!—gritó Kiba furibundo al ver lo que su muy querido amigo acababa de hacer.
El pelinegro volteo a ver de donde provenia aquella voz, avento a Naruto a un lado y salió corriendo despavorido de ahí.
—¡No, espera! ¡¿Comó te llamas?!—dijo el rubio todavía extrañado.
—Parece que diste en el clavo—dijo su conciencia a Naruto.
—¿Por qué arruínas las cosas así Uzumaki-tarado?—custionó el castaño a su amigo rubio.
—¡Ah! Quiero volver a verlo—respondió el ojiazul.
—¿Cómo lo harás? Solo viste su cara—recriminó el Inozuka.
—Bueno no la recuerdo muy bien—dijo Naruto rascándose la cabeza.
—Es increíble...—alegó el castaño.
CONTINUARA...