— ¡Sasuke!, apostemos algo.
Sakura llegó con Naruto siguiéndole los pasos, ambos sonreían a más no poder.
El pelinegro, quien estaba sentado en su mesabanco, bajó el libro que leía y observó a la pelirrosa.
— ¿Sobre qué?
— Sakura y yo creemos que eres un amargado y estreñido—empezó a hablar Naruto a lo que Sasuke alzó una ceja—, y estamos casi cien por ciento seguros que no te atreverás a hacerlo.
— ¿A hacer qué?
— Sencillo —dijo esta vez Sakura—, les daré 200 a cada uno si se dan un beso por un minuto.
—...
Un silencio se formó en el que Sasuke procesó la información hasta terminar con la mandíbula desencajada y ambas cejas alzadas.
— ¿Qué?
Sakura se empezó a reír y le mostró un billete a Naruto.
— Parece que tenías razón, no quiere besarte porque teme enamorarse de ti; no es lo suficientemente hombre.
— Hahaha, ¡yo siempre tengo la razón, guapa!
Sasuke se enojó por la obvia indiferencia de los chicos.
— Toma el tiempo.
Dijo antes de poner una mano sobre la mesa y levantarse para jalar a Naruto del cuello con la otra mano, entonces pegó sus labios.
Sasuke, sacó su lengua y cuando Naruto abrió la boca para decir algo Sasuke la metió y succionó la contraria.
Naruto cerró los ojos con lentitud y se dejó llevar por sus sentidos mientras que Sasuke los mantenía entrecerrados observando a Naruto.
Se despegaron un poco y Naruto jaló el labio inferior de Sasuke mientras pasaba la mano derecha tras su cabeza para atraerlo. Sasuke seguía jalándolo del cuello.
Movían sus cabezas y succionaban con fuerza, lamían y chupaban sus lenguas, Naruto incluso besó el mentón de Sasuke.
Movían sus cabezas y sus narices chocaban, ambos sentían la respiración contraria. Naruto volvió a jalar en labio inferior de Sasuke y Sasuke mordió el de Naruto, entonces volvieron a lamer sus labios y para seguidamente succionarlos.
— ¡Bien, un minuto!
Ambos se despegaron con la respiración acelerada.
— Me debes 200 —dijo Sasuke antes de volver a sentarse a leer su libro.
— Sí, sí.
Sakura asintió y se llevó a Naruto casi a rastras, entonces se detuvieron en el jardín donde casi no había gente.
— ¿Ves?
Naruto tenía los ojos muy abiertos y una gran sonrisa en la cara, entonces se rascó la nuca y empezó a reír.
— Sí.
Sakura también se rió y le mostró una cámara a Naruto.
— Lo grabé todo.
La cara del rubio se iluminó y abrazó con fuerza a Sakura.
— ¡Gracias!
— Sí, sí, pero tienes que darme el dinero para Sasuke.
Cuando ya estaban más tranquilos, se sentaron en unas bancas frente a su salón y el jardín.
— Pero, sabes. Lo único que voy a conseguir de Sasuke es eso.
Sakura se encogió de hombros.
— Tienes su amistad.
— Y tú también.
— ...
— ¿Al menos debería decirle que besó a un amigo gay que está enamorado de él?
Se volvió a encoger de hombros.
— Podrías, yo creo que te quiere demasiado como para no ser amor... Al menos a ti no te ignora.
— Porque no sabe que lo quiero.
— Y tú sabes que te quiere.
— Pero como amigos...
— ...
Naruto suspiró y se empezó a reír.
— No te preocupes —le dijo Sakura—, puedo conseguir más muestras de cariño... Y ese cariño se convertirá en amor, te lo aseguro.
— ¿Y si no?
— Pues me quedo con él.
— ¡Oye!
Ambos se rieron y Naruto abrazó a Sakura.
— Eres mi mejor amiga.
— Lo sé —respondió Sakura con una sonrisa de satisfacción mientras se dejaba abrazar.
— ¿Sabes? Quizás llegue a amarte realmente.
— Ya me amas...
— Oh, me descubriste.
Entonces ambos se rieron.
Mientras tanto.
En el baño de hombres se encuentra Sasuke con una enorme frustración, y no es exactamente el que no lo hayan dejado terminar su libro...
— Ah... Maldito... Naruto.
Maldito, sí, pero era él en quien pensaba cuando de frustraciones se trataba...