Cuestión de pelo.
Siempre había creído que su chica ideal tenía que tener el pelo largo y preferiblemente oscuro. Le excitaba la idea de estar con una chica mientras el pelo lacio le acariciaba la piel y sus labios se juntaban. Sasuke desde siempre había deseado a las mujeres morenas de pelo largo, mas nunca se había preguntado el motivo.
Cuando se corrió la voz, todas las niñas de su escuela se habían dejado el pelo largo. Él estaba encantado, pero aunque viese a todas las chicas así, ninguna le excitaba lo suficiente como para querer ir a la cama con ella. La verdad es que no sabía por qué tuvo que decir la tontería de que le gustaban así.
Llegó a casa después de las clases y se sentó en el sofá a ver la televisión tan tranquilamente. No ponían nada interesante, así que se quedó espatarrado en el sofá cambiando de canal continuamente con cara de aburrido. Oyó perfectamente la puerta abrirse y cerrarse, señal de que su hermano acababa de llegar.
-¡Ey, hermanito! – exclamó entrando, quedándose detrás del sofá, acariciando a su hermano por el pelo. - ¿Estás bien?
-Aburrido. – explicó sin ni siquiera verle.
-Oye, ¿tienes algo que ver con que todas las chicas lleven el pelo largo? – preguntó ocultando su curiosidad. Sasuke negó con la cabeza tranquilamente. – Es que ya sabes que a mí me gustan con el pelo bien corto, pero es que últimamente no logro encontrar a ninguna así…
-A mí me gustan con el pelo largo, pero tampoco encuentro ninguna que me guste, así que estamos iguales. – explicó sin dejar de mirar el canal infantil, que de repente parecía de lo más interesante del mundo.
-Entonces tendremos que hacer algo para entretenernos tú y yo… - susurró Itachi acercando su rostro al de Sasuke, rozándole el hombro con su mata de pelo. El menor se estremeció y el mayor acercó sus labios a los de su hermano.
-¿Tienes algo en mente para pasar el rato? – preguntó Sasuke mientras acercaba ambos rostros. Itachi sonrió y juntó por fin sus labios, provocando corrientes eléctricas en cada uno. Pidiendo permiso, el mayor penetró con su lengua en la boca del menor y ambas empezaron a danzar.
En la pelea de lenguas Sasuke llevaba las de perder, pero no se rendía, si no que atacaba cada vez con más ganas y más fuerza. Hasta el punto que Itachi terminó estirado en el sofá con Sasuke encima. Estaban muy a gusto y a punto de manosearse, pero los seres vivos tienen una extraña costumbre: respirar. Y los Uchiha, por muy perfectos que fuesen, no eran la excepción.
Se separaron lentamente y se miraron a los ojos, extasiados. Sasuke sintió la melena de Itachi en su hombro, empezó a acariciar ese hermoso y suave pelo. Le encantaba y por fin entendía por qué no encontraba a la chica que le satisficiera. Él lo único que quería era a Itachi.
-¿Entiendes por qué me gustan las chicas con pelo corto? – preguntó Itachi, buscando deseo en los ojos del menor. – Cuando estoy con ellas, no puedo evitar pensar que eres tú el que grita mi nombre, que es a ti al que muerdo, al que penetro… ¿Quieres saber por qué me disfrutan tanto las chicas conmigo…?
Sasuke asintió sonrojado. Dejó que Itachi le levantara en brazos y le llevara a la cama, empujándole y sentándose encima de sus caderas. Empezó a lamerle las mejillas mientras sus manos traviesas se colaban por debajo de su ropa, acariciando su torso.
-No sabes lo que me gusta no encontrarme dos bultos aquí debajo… - rugió el mayor mientras le sacaba la camiseta a su hermano rápidamente y pasaba la lengua por todo su pecho, dejándolo lleno de saliva. Empezó a morderle los botoncitos rosas mientras Sasuke se estremecía y se revolvía.
El menor subió sus piernas hasta rodear la cintura del mayor y empezó a simular envestidas, provocando sonoros gemidos del mayor.
-Si no quieres que salga mi biiju interior y te parta en dos, mejor que no hagas esas cosas, amor… - susurró Itachi. Sasuke sonrió y le bajó los pantalones, encontrándose con un gran bulto oculto por la ropa interior. Tendió a Itachi en la cama y se posicionó sobre él.
-Dime la verdad… ¿Ya has venido así, no? – preguntó el menor. Era imposible que se le pusiese tan dura con lo que habían hecho. Itachi negó con la cabeza y se bajó el bóxer, dejando a relucir su erecto miembro.
-En absoluto, todo esto lo provocas tú. – Sasuke se dio por satisfecho y bajó la cabeza, empezando a lamer despacio el miembro del mayor.
De pronto, Sasuke sintió en su espalda el pelo liso y sedoso de su hermano mayor, excitándole, acariciándole… Comprendía perfectamente por qué le gustaban las chicas con el pelo largo. Para recordarle que tenía al lado a un hombre de pelo largo muchísimo mejor que ellas.
Y comprendió que por más chicas de pelo largo que hubiese, sólo había uno que le satisfacía.
Su propio hermano.
Fin.