Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Akatsuki: Una Organización Disfuncional por jacky zodi

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

si piensan que me lo robe estan equivocados la autora la regalo asi que yo lo continuare

Notas del capitulo:

naruto ni lo aktsuki me pertenecen por ahora jajajajajajaajaja

Por fin se encontraban a solas. La habitación estaba oscura, el sillón era cómodo y la televisión, al igual que el reproductor de DVD's, se encontraba encendida. Estuvieron esperando mucho tiempo para poder ver una película, sólo ellos dos, tranquilamente, sin ser molestados por los demás miembros de la Organización que, en lugar de subordinados, parecían sus hijos. Siempre estaba la cueva-casa-guarida llena de bulla a causa de las peleas que solían tener los demás. Aunque, últimamente, lo que provocaba tanto relajo en la cueva era algo MUY distinto a las peleas que antes se daban a cada momento.

Se sentó al lado de Pein, quien ya tenía el tazón de las palomitas en una mano y el control remoto del aparato reproductor de DVD's en la otra. Recargó su cabeza, con cuidado, en el hombro de su compañero de pelo naranja y múltiples piercings, quien le pasó un brazo alrededor de los hombros. Ya estaban bien acomodados. El pelinaranja le dio clic al botón de PLAY del control, provocando que la película comenzara.

KONAN POV

La película había empezado. Era buena, según las críticas que había escuchado, pero, la razón por la que me sentía bien y emocionada, no era otra sino que, por fin, luego de tantos días de cansancio y estrés, Pein y yo podríamos pasar el tiempo juntos, sin escuchar las cosas obscenas que hacen los demás. Está bien que hayan aceptado que son homosexuales, pero tener que restregártelo en la cara de diversas formas lo suficientemente desagradables e impropias como para que quedes traumada de por vida, ya era mucho. De verdad, deberían irse a un hotel o quedarse en sus habitaciones. Es muy fastidioso tener que tocar cada puerta antes de entrar a algún lugar de la casa, como la sala, el comedor, la cocina…Juro que ya no volveré a guisar absolutamente nada. En serio. Encontrarse a Hidan y Kakuzu haciendo cierto tipo de cosas dentro de la cocina, además de estarse comiendo los postres que había, fue aterrador. Jamás podré volver a verlos a la cara. Aún recuerdo ése día como si hubiera sido ayer… ¡Espera un minuto, Konan! ¡FUE AYER! Ya decía yo…Bueno, creo que tendré que reprimirlo, como aquella vez en que escuché ciertos ruiditos provenientes de la habitación de Zetsu y Tobi…Y yo que creí que a Tobi le gustaba Deidara. Siempre da a entender eso con sus actos tan infantiles hacia el pobre de Dei. Aaaaaahhh… Creo que, por más que lo desee, no podré olvidarme de esto. Algo tengo que hacer, porque, la verdad, ya me hartaron. Y me vale si me dicen que soy una reprimida sexual. Al menos yo no parezco conejo… ¡RAYOS! Ya me perdí en la película… Ni modo, pondré la cara que hace Itachi cuando se supone que está poniendo atención a algo. Jejeje. Y pensar que, en realidad, está pensando en la inmortalidad del cangrejo. Bueno, ya qué. Agarraré palomitas.

Miro el tazón.

¡Mierda, Pein! ¡Ya te tragaste todas las malditas palomitas y ni me dejaste! Je, me vas a tener que traer más. JAJAJA.

-Etto…Pein.-le llamo, en un susurro, para que me escuche. Veo que voltea hacia mí.-Ya te acabaste las palomitas.-le digo, con la mirada más acusadora que puedo.

-Oh, vaya. Ahora te traigo más.-le pone PAUSE a la película y se retira, con el tazón vacío en la mano.

Jejeje, es genial ser mujer. Así, siempre puedo pedirle algo a Pein y él me lo da o lo hace.

Lo veo salir, dejando la puerta entreabierta.

PEIN POV

Vaya, no me había dado cuenta de que me había acabado las palomitas. Pobre Konan, creo que ni la dejé comer. ¡Pero, es que saben tan ricas! Aaaaaahhh… Ahora debo ir a la cocina a preparar más. Bien, primera puerta que debo tocar: la de la sala. ¿A quién se le ocurrió poner la cocina al otro lado de la sala? La cueva parece más un laberinto que una casa.

TOCTOCTOC.-se escucha cuando golpeo con mis nudillos.

-¿Quién es, hum?-me pregunta Deidara, desde adentro de la sala.

-¿Interrumpo algo?-pregunto, antes de abrir, temeroso de ver cosas que no me agradaría.

-No, hum. Estoy yo sólo.-me responde, con su alegre voz. Ok, si no hay nada traumatizante, abriré la puerta.

Al entrar, veo que tenía razón. Bueno, al menos sé que Deidara, a pesar de ser un chico lo bastante hiperactivo y…explosivo como para causar uno que otro problema, es sincero conmigo y sabe que no me debe gastar ninguna broma pesada. Es como un hijo para mí. Además de que me trata como si fuera su padre y Konan su madre, jejeje.

-¿Por qué tan sólo, Dei-kun?-le pregunto. El apodo es algo normal, siempre le llamo así, al igual que Konan y Kisame. Los demás lo llaman de distintas formas, excepto Dei-chan, porque se enoja, y Dei, porque sólo Sasori le llama así, y él también se enoja si alguien se atreve a llamar a Dei-kun como sólo él puede decirle. Jejeje. Lo que son los celos. Y, según Sasori no le gustaba, para nada, éste muchacho de apariencia afeminada. Sí, claro. Ésa ni él mísmo se la tragaba.

-Aaaaahhh…-suspira.-Es que Sasori está en su taller, trabajando en una nueva marioneta, Pein-san. Y, cuando se pone a hacer eso, ni atención me pone, hum. Por eso mejor me vine a la sala, a ver qué hago.-sonó un tanto molesto y dolido. Pobre chico, parece que Pinocho le hace más caso, algunas veces, a las marionetas feas que tiene que a su propio "muñequito de porcelana". ¿Quién le puso ése apodo? Ah, creo que fue Hidan. Sí, un día que estábamos hablando, no recuerdo ni de qué era, mencionó a Deidara de ésa forma. Qué bueno que Sasori no lo escuchó, o habría derramado sangre en el suelo y las paredes, y, la verdad, para limpiar tanta sangre, está muy cansado.

-¿Y qué harás, Dei-kun?-le pregunto, a ver con qué me sale. Mientras no diga que va a ponerse a hacer figuras con arcilla explosiva, todo está bien. No quiero terminar sin cueva. A duras penas encontramos una lo suficientemente grande como para ser casa, meter una estatua enorme para extraer bijuus, que espero que Kisame e Itachi estén limpiando, además de que no se inunde y no haga ni mucho frío ni mucho calor. No pienso volver a buscar una cueva ni a robar dinero y muebles para llenar la casa. Es muy exhaustivo.

-Ni idea, hum.-me responde. –No hay nada que hacer.-se queda pensativo durante unos segundos. -¡YA SÉ!-me asustó, porque hasta terminó saltando del sillón en el que se encontraba sentado. -¡Voy por mi laptop!-se fue, sonriente, hacía su habitación.

No entiendo por qué aún les dejo tener cuartos separados si, a final de cuentas, siempre terminan durmiendo juntos en una sóla. Tal vez cambian de cuarto cada tres días. Prefiero no imaginármelo.

Me voy hacia la cocina, que se encuentra, gracias al cielo, vacía.

DEIDARA POV

Voy, casi corriendo, a mi habitación. Sí, a pesar de mi sonrisa de "¡Qué feliz estoy!", ando enojado con Sasori. Una vez más, prefirió dejarme a un lado para seguir haciendo sus estúpidas marionetas. ¿Acaso le importan más que yo, hum? Pero, ya estoy harto de esto. No quiero romper con él, porque sé que tardamos mucho tiempo en declararnos como para que, a los dos meses de relación ya andemos cortando. Además, a pesar de todo, Sasori me gusta. Y sé que yo a él le gusto también. Pero no pienso dejar que me haga a un lado para irse con sus marionetas, que, para nada me gustan. No soy un uke sumiso, en serio, hum. Desde hoy comienza la guerra, querido Sasori.

Vaya, ya llegué a mi cuarto, hum. Abro la puerta y enciendo la luz. Ok, odio que haya tanta luz. Siempre me dicen que soy como un vampiro, porque siempre tengo el cuarto en oscuridad.

Allí está mi escritorio, mi silla giratoria, la adoro, y mi laptop. Sin ella no vivo. Lo sé, lo sé. Siendo ninja, ¿cómo es que tengo tanta tecnología? Bueno, que no sea común ver teléfonos, no significa que no haya, ¿no? Jejeje.

Enciendo mi laptop, me siento en mi silla, cómodamente y saco unos cuantos dulces que tengo guardados en un cajón. Adoro comerlos. Son tan deliciosos… Mierda, por poco me cae baba en la capa… Vaya, ya se encendió. Veamos, mi contraseña. Hehehe. Nadie lo sabe, pero es mi sabor de helado favorito: ¡vainilla!

Es mi sabor favorito, por eso siempre huelo a vainilla. Hehehe. El primero que me lo dijo fue Sasori, en una misión.

Ya salió mi escritorio y toda la cosa en la computadora. Bien, ya puedo empezar. Pasaré todas las horas, en las que Sasori no me haga caso, conectado a Internet. A ver qué hago. Veamos, voy a Iniciar sesión en el Messenger. Aunque… ¿para qué? Las únicas personas que tengo como contactos son los Akatsuki que SÍ tienen computadoras y las saben utilizar.

Otra vez a poner la contraseña… ¡vainilla! Jajaja. La uso para todo. Veamos, ¿quién estará conectado? Oh, Hidan. Lo supuse, Kakuzu ha salido de la cueva por una misión que Pein-san le dio. ¿Quién más? No está Tobi, qué bueno. Ni Itachi, ni Kisame. Creo que estaban limpiando la estatua. Aunque yo diría que estarán haciendo otras cosas. Aaaaaahhh… Al menos Itachi tiene a alguien que no lo deja por cosas tontas como fabricar marionetas, hum.

¿Quién más está? Oh, no. Orochimaru. ¿No lo había puesto en: No admitir? Creo que lo olvidé, hum. Mejor lo hago, antes de que me hable. Jajaja. Listo.

Esto es aburrido. Mejor checo mi correo. Veamos… ¡¿SÓLO UNO? Y, para colmo, ya lo leí. El test de si eres uke o seme. ¡Cómo si no lo supiera! Me lo recuerda Sasori cada noche. Rayos, me sonrojé. Bueno, mejor apago todo. No hay nada que hacer. Creo que iré a la cocina a comer algo de helado. Sí, creo que hay de vainilla.

Salgo de mi habitación, apagando todo, rumbo a la cocina. Paso frente al cuarto de Hidan y escucho ruidos. Creo que Kakuzu ya regresó, hum.

-Qué suerte tienen algunos…-murmuro, un tanto celoso porque no estoy haciendo lo mismo que ellos. Mejor me apuro a llegar a la cocina, antes de que termine corriendo hacia donde está Sasori y haga cosas que no debería y que causarían su ira. Aaaahhh…

¡Wiii! ¡COCINA! Veamos…¿habrá alguien? Mejor toco.

TOCTOCTOC

-¿Hay alguien allí, hum?-pregunto. No hay respuesta. Ok, voy a entrar. Allí está la nevera, esperándome. La abro y… -¡¿QUÉ? ¡¿NO HAY HELADO DE VAINILLA?-siento que mis ojos se abren hasta donde pueden, de la impresión. Creo que se me bajó la presión, por el susto. Rayos, tendré que ir a comprar otro bote.-Pero… ¡si apenas ayer lo compré, hum!

-¿Buscas esto, Dei?-me pregunta alguien, a mis espaldas, asustándome, ya que creí que no habría nadie aquí.

SASORI POV

Estoy sentado, en mi taller, sólo. Le dije a Dei que vendría a hacer una nueva marioneta. Creo que se disgustó por la falta de atención de mi parte hacia él. No sé por qué, pero me agrada verlo cuando se enoja o se siente ofendido. Se ve tan lindo. Ví cómo se marchaba, resignado a pasar la tarde él sólo, a la sala. En cuanto se fue, me vine a mi taller, para continuar con el regalo que le estoy preparando. Él cree que trabajo en una nueva marioneta, pero, en realidad, me preparo para su cumpleaños. Aunque aún falta algo de tiempo, prefiero no dejar nada para el último momento. Además de que quiero que sea algo especial.

Me lo llevaré de aquí, unos días, para estar a solas con él. Pero, le engañaré. Deberá ser sorpresa. Aún me falta pedirle a Pein que me ayude con esto. Y hay tanto que debo preparar… Pero quiero que sea el mejor cumpleaños de su vida.

Bueno, iré por un vaso de agua a la cocina… Además…ya me aburrí de estar aquí, sólo. Si encuentro a MÍ Dei, le preguntaré si quiere ir a mi habitación. Jejeje.

Salgo del taller, sin encontrarme a nadie. Obviamente, Tobi y Zetsu ni me los espero encontrar. Hidan, seguramente está aburrido en su cuarto, rezando o algo así. Itachi y Kisame están en la estatua, limpiándola. Pein y Konan, creo que viendo una película. Y, Dei… supongo que seguirá en la sala. Con las ganas que tengo de estar con él, creo que incluso allí mismo se lo hago. A fin de cuentas, ya lo hemos hecho en el bosque, atrás de unos arbustos. En el baño, en mi cuarto y en el suyo, en mi taller, detrás de la estatua…creo que ya no hay más. Y todo porque no me gusta esperar…ni a él. En eso sí coincidimos.

Bueno, ya llegué a la sala y… ¿nada? ¿Dónde está mi rubio de ojitos azules y rasgados y boquitas cariñosas? Se supone que estaría aquí. Aaaahhh… tendré que buscarlo. Pero, primero voy a tomar agua. Y, de paso, me llevo el bote de su helado preferido. Me encanta verlo con estrellitas en los ojos. Se ve tan kawaii.

Bien, ya entré a la cocina. Vaya, no esperaba encontrarme a Pein aquí.

-Hola, Sasori.-me saluda.-¿Qué haces aquí? Creí que estabas haciendo una nueva marioneta.

-¿Cómo lo sabes?-le pregunto. En serio, ¿cómo lo supo?

-Dei-kun me lo dijo. Me lo encontré hace unos minutos en la sala. Se fue a su habitación, si me lo preguntas. Se veía muy aburrido. Creo que va a pasarse la tarde en su laptop.-me dice, contestando a cada una de las preguntas que le estaba a punto de hacer.

-¿Hace cuánto se fue?-pregunté.

-Unos…diez minutos o más…-se escuchó el microondas terminando de preparar lo que sea que Pein estaba haciendo. El olor a mantequilla llegó a mi nariz, cuando sacó la bolsa de palomitas.-Bien, me voy, Sasori. Por cierto, creo que deberías ponerle más atención a Dei-kun, antes de que se enoje más contigo.-se va, dejándome sólo, en la cocina. Voy a la nevera y busco el bote de helado de mi koi. ¿Dónde está? Ah, allí. Lo agarro y me dispongo a ir a la puerta, cuando escucho que alguien toca.

TOCTOCTOC

-¿Hay alguien allí, hum?-es mi lindo rubio de ojos bonitos. El destino quiso que viniera hacia mí. Ya sé, le daré una sorpresa. Decido no contestar, y me pongo al lado de la puerta, sin hacer ruido. Veo que la abre y entra, dirigiéndose a la nevera. Ya sé qué es lo que busca. La abre-¡¿QUÉ? ¡¿NO HAY HELADO DE VAINILLA?-exclama, aterrorizado. Creo que le dará un paro cardiaco si no lo come pronto.-Pero… ¡si apenas ayer lo compré, hum!

-¿Buscas esto, Dei?-le pregunto. Creo que lo asusté, porque terminó dando un salto y volteando con la respiración entrecortada.

-Sa-Sasori.-me dice, comenzando a respirar bien.-Me asustaste. ¿Qué haces aquí, hum? Creí que estabas en tu taller.-noto un poco de enojo de su parte. Sonrío. Me le acerco, hasta que mi rostro y el suyo se pueden rozar.-¿Q-qué haces, Sasori?-a pesar de que pretende mantenerse frío, no lo logra. Noto su nerviosismo y el leve sonrojo de sus mejillas. Se ve tan…¿comestible? Ha. No, eso sólo lo diría Zetsu. Pero, aún así, se ve muy tierno. Una idea acude a mi mente. Creo que ha notado el brillo que mis ojos adquirieron ante el pensamiento que surgió hace unos instantes. Se tensa un poco.

-¿Sabes, Dei? Me aburrí mucho en el taller, sin ti.-se pone colorado. Entendió el mensaje. –Tengo antojo de…algo con…helado de vainilla.-veo la confusión en su perfecto rostro de ángel.-Quise decir…que se me antoja ALGUIEN cubierto de helado de vainilla.-le enseño el bote que traigo en mi mano. Ahora sí se me pone más rojo que mi propio cabello. Ha entendido bien.

-¿A-alguien, hum?-ni se puede mover, el pobre. No importa, así es mejor.

En lugar de abrir la boca para contestarle alguna elocuencia, le beso, con toda la pasión que tengo en éstos momentos. Dejo el bote de helado en la barra, para abrazar a mi koi lo más fuerte que puedo, acercando su delgado, pero bien formado cuerpo, al mío, hasta que quedamos completamente pegados. Mis manos bajan por su espalda, llegando a su perfecto trasero, el cual acaricio con lujuria. Sí, todo mi autocontrol en lo que se refiere al sexo se ha ido. Creo que se lo haré aquí mismo.

Lo levanto del suelo y lo acuesto en la barra, sin dejar de besarle y morderle, de vez en cuando, ésos labios carnosos que tanto me gustan. Me subo encima de él, colocándome a gatas. Me saco la capa de Akatsuki y la tiro al piso, quedándome con el pecho desnudo. Mis manos se dirigen a su propia capa, la cual abro y le quito con desesperación, para lanzarla aún más lejos que la mía. Creo que cayó sobre el horno de microondas. Lo despojo de la camiseta corta de tono azul marino que lleva sobre la de red, la cual también le quito, dejándole en iguales condiciones que yo. Mi boca comienza a bajar por su cuello. Cómo adoro lamerle, besarle y morderle ésa parte de su cuerpo. Además, a él no le importa que yo le deje marcas en su cuerpo. Escucho su respiración entrecortada. Lo está disfrutando tanto como yo.

-Aaahh…-comienza a acariciarme el cabello. Veo que ya no está enojado conmigo. Lo bueno de hacerlo enojar, es que la reconciliación es BASTANTE agradable.

Con una sola mano, le quito el lazo de color rojo que sujeta su hermoso y sedoso cabello dorado en una media cola alta. Me encanta verlo con el pelo suelto. Se ve aún más lindo, sexy y adorable cuando está así. Bueno, será mejor que me separe un poquito de él, o terminaré haciéndoselo sin darle paso a mi brillante idea. Con lentitud, retiro mis labios de su cuello, verificando que le ha quedado una gran parte enrojecida. Me separo un poco más de él, notando que me mira con confusión. Le sonrío, seductoramente, logrando que se sonroje, pues ya entendió lo que voy a hacer.

Cojo el bote de helado y lo abro. Con mi mano, tomo una porción pequeña de éste postre y, con cuidado, para que no le de mucho frío, se lo coloco sobre su abdomen. Tiembla. Obviamente, es por el helado. Sin embargo, se recupera muy pronto. Con la misma mano, comienzo a expandir el delicioso alimento que tanto ama mi Dei por todo su pecho, incluso por su cuello. Ha llegado la hora de comenzar con mi plan.

Me hago un poco hacia atrás, y bajo mi cabeza hasta que queda justo sobre el abdomen de mi uke. Saco la lengua y comienzo a lamerlo, provocando que suspire y, en varias ocasiones, se ría un poco… Creo que le hago cosquillas.

KONAN POV

¿Por qué Pein tarda tanto? Creo que mejor voy a buscarlo. Hace casi veinte minutos que se fue por más palomitas. ¿Acaso fue a recolectar maíz y a hacer la mantequilla?

Voy por el pasillo, solitario. Es el de las habitaciones. Paso justo frente a la de Zetsu y comienzo a escuchar ruidos extraños. ¡NO, DE NUEVO, NO! Salgo corriendo, intentando no oír más ruidos como aquellos. Doblo la esquina y suspiro. Ahora está la de Hidan. Creo que Kakuzu anda de misión, así que puedo pasar tranquilamente. Veo que la puerta está entreabierta. Comienzo a escuchar jadeos, gritos ahogados y una cama rechinando. ¡OH, POR DIOS! ¡¿Qué ACASO HOY ES EL DÍA DE HACERLO COMO CONEJOS? Salgo corriendo, de nuevo. Entro a otro pasillo. Aquí está la de Deidara. Paso, sigilosamente, mirando, recelosa, la puerta. No escucho nada. Suspiro.

-Al menos alguien sabe lo que es la decencia. Me alegro que Sasori y Dei-kun sean más reservados con todo esto.-digo en voz alta, mientras camino hacia la sala.

TOCTOCTOC

Nadie contesta. Abro la puerta. Lo primero que mis azules ojos ven es la puerta que va directo a la sala de la estatua, la cual se encuentra abierta. Me acerco. Escucho gritos dentro. ¡Es la voz de Pein! Atravieso el umbral de a puerta y llego a donde está la estatua. Pein me da la espalda. Está gritando, como loco.

-¡¿QUÉ ACASO NO TIENEN HABITACIONES?-pregunta. Me acerco más, solo para encontrarme con un Itachi sin pantalones y con la capa a medio poner y un Kisame sin capa, pero con pantalones desabrochados. ¡Oh, no! No quiero ni imaginarme lo que estaban haciendo.-¡¿Cómo es posible que se pusieran a tener sexo sobre la estatua? ¡Se supone que los mandé a limpiarla! ¡No a ensuciarla más!

-P-Pein.-le llamo. Inmediatamente, él voltea. -¿Ellos estaban…?

-Sí.-me responde, enojado, aún.

-Esto tiene que acabar, ¿no crees?-le digo.

-Por supuesto. ¡Vayan por los demás!-les ordena a Itachi y Kisame, quienes salen de la sala, con una sonrisa.-¡Y díganles que los quiero ahora mismo en la cocina!

-Tranquilízate, Pein. Encontraremos una solución a éste…problema.-me acerco a él y le susurro al oído, mientras se calma.

-Gracias, Konan.-me sonríe.

DEIDARA POV

Siento una parte de mi cabello bañada de helado de vainilla. Sasori aún está entretenido en lamerme el cuello. Me encanta que haga eso. Sus manos van a mi pantalón, tratando de quitármelo, sin mucho éxito. En su otra mano tiene el bote de helado. Mis manos recorren su pecho y espalda, llenándole también de mi postre preferido. Creo que le ha caído un poco en su rojizo cabello.

Escucho unos pasos apresurados dirigirse a la cocina. En un vano intento de que no nos encuentren en una situación bastante comprometedora, lanzo a Sasori a un lado. Pero me coge de la muñeca y termino sobre él, en una posición muy incómoda, con la frente en el suelo. Eso ha dolido mucho. Además. El bote de helado salió volando y me cayó gran parte de él en el cabello. Pero, lo que me preocupa de todo, es que, justo cuando lancé a mi seme, la puerta se abrió de golpe.

PEIN POV

Estoy parado, al lado de Konan, en la puerta de la cocina. Aún no puedo creer lo que veo. Sasori está tirado en el piso, con Dei-kun encima y ambos sin camisas ni capas y con helado en sus cuerpos. No quiero ni imaginarme lo que estaban haciendo. Escucho pasos detenerse detrás de nosotros. Ya llegaron los demás.

-¡Jajaja! ¡Deidara-senpai está cubierto de helado!-exclama Tobi, quien aún se está terminando de poner la capa. A su lado está Zetsu, quien tiene el cabello aún más alborotado que de costumbre y la capa sin abrochar.

-¿Acaso no pueden ser más creativos?-pregunta Hidan, quien solo trae la capa puesta.-Kakuzu y yo ya lo hicimos en la cocina. ¡Dejen de copiar!-les dice. Volteo a ver al mencionado tesorero, que se está acomodando la máscara y solo trae sus pantalones.

Me giro para ver a los dos que están en la cocina. Se han levantado ya. Deidara tiene su rostro y cabello cubierto de helado, además de que su pecho y cuello tienen rastro de dicho alimento y… ¿saliva? Su rostro se pone colorado, al igual que el de su pareja. Aunque, Pinocho sonríe. Veo que estaba disfrutando bastante.

-Vayan todos al comedor.-les ordeno, con voz ronca, pues apenas me ha regresado, por la sorpresa. Los dos que están dentro de la cocina, cogen sus ropas y nos siguen hacia la habitación de al lado.

Me siento en la cabecera de la mesa. Konan se sienta justo a mi lado derecho. Los demás se sientan por parejas. Lamentablemente, a Deidara le toca a un lado de mí. Se le ve tan abrumado que da pena. Parece un niño que acaba de hacer una travesura y espera su castigo.

-Quiero hablar con ustedes sobre ésta situación tan inusual que se está dando últimamente.-comienzo.-Está bien que se amen y que quieran demostrárselo. Pero no creo que sea conveniente que se la pasen el día haciéndolo donde no deben.-miro a Deidara y Sasori, quienes se ponen rojos; a Itachi y Kisame, quienes sonríen, divertidos; a Hidan y Kakuzu, quienes tienen el cinismo de reírse. Los únicos con suerte son el hombre-planta y el chico-calabaza. Vaya, sí que son una buena pareja ésos dos. –Por eso, Konan y yo deberemos aplicar ciertos métodos para aplacar su…"urgencia sexual".-termino de decir, un tanto incómodo.

KONAN POV

Míro a Pein. Ya habíamos hablado sobre una posible solución a todo esto. Creo que eso es lo que él quiere que apliquemos. Está bien. Yo se los voy a decir, al parecer. Tomo un poco de aire.

-Pein y yo hemos decidido que los llevaremos de campamento. En el bosque y en lo alto de una montaña.-veo a los ojos a mi "compañero de equipo". Estaba en lo correcto, ya que me miró, con una sonrisa.

-¡¿CAMPAMENTO?-gritan todos.

Notas finales:

El próximo será:

Capítulo dos: "¿Terapia para…UKES?"


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).