-¡¿CAMPAMENTO?-gritan todos.
-Sí. Los llevaremos, mañana por la mañana, a un campamento.-dice Pein.-Así que, vayan a hacer sus maletas. Y… ¡NADA DE SEXO EN LA COCINA, LA SALA, LA ESTATUA, EL JARDÍN, EL BAÑO…!-siguió diciendo una lista de lugares prohibidos para los miembros de la Organización, mientras ellos salían del comedor.
-Danna, iré a mi habitación, a hacer mi maleta.-le dijo el rubio al pelirrojo que iba a un lado de él, poniéndose la capa.
-¿Danna? ¿Desde cuándo me vuelves a llamar así, Dei? ¿No se supone que ya somos novios?-se acerca peligrosamente a su ojiazul, por la espalda, mientras le pregunta todo eso, divertido.
-Sí, lo somos, hum. Lo que pasa es que hace tiempo que no te llamo así, Sasori.-le contesta, mientras el otro le abraza por la espalda.-Sa-Sasori.-susurra.-Debo ir a mi habitación.
-Yo te llevaré, amor.-lo levanta y se lo lleva cargando, de manera nupcial, hasta su cuarto.
&…AL DÍA SIGUIENTE…&
DEIDARA POV
Un fuerte sonido me despierta, asustándome. Siento unos brazos alrededor de mi cintura y una respiración constante cayendo sobre mi cuello. Sé que es mi querido Sasori. Estamos en mi habitación. Ésta se encuentra oscura, como siempre. Me revuelvo entre los brazos de mi amado, logrando despertarlo.
-Buenos días, Dei.-me susurra al oído, haciendo que me estremezca, debido a que su aliento me cayó justo al oído.
-Buenos días, Sasori.-le susurro.
Sin previo aviso, se abre mi puerta, de golpe, dejando ver a una Konan muy apresurada.
-¡LEVÁNTATE YA, DEIDARA!-ve a Sasori a mi lado.-Vaya, así es más fácil. Levántense los dos. Los quiero en el comedor en quince minutos. Y bajen sus maletas. Y… vístanse, por favor.-sale de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.
Recuerdo, entonces, que estamos desnudos, solamente tapados por las mantas. Bueno, en parte, porque mis piernas están casi todas al descubierto, al igual que las de mi Danna.
-Vamos a bañarnos, Sasori.-me intento levantar, pero me coge más fuerte y me besa el cuello, haciendo que por poco y me derrita en sus brazos.
&…QUINCE MINUTOS DESPUÉS…&
KONAN POV
-Más les vale llegar pronto, o si no, los mataré.- le digo a Pein, mientras miro la puerta del comedor. Ésta se abre, revelando a Zetsu y a Tobi, quienes entran con una mochila, cada uno, en la cual llevan su ropa, y todo lo demás.
-¡Buenos días, Konan-san!-me saluda el de la máscara, alegremente, como siempre.
-Buen día.-me dice el hombre-planta. Siempre tan cortante.
Pasan dos minutos, durante los cuales, poco a poco se fue llenando la mesa del comedor. Cuando todos estuvieron sentados, comenzamos a desayunar. Éste día, Pein cocinó. Aunque, creo que hubiese sido mejor que yo lo hubiera hecho, porque terminó quemando un poco algunas cosas, y otras quedaron un tanto frías. Pero, al menos estaban comestibles.
Terminamos de engullir nuestros alimentos. Fue entonces que emplee mi jutsu especial para después de comer:
-¡Lavaplatos no jutsu!-inmediatamente, todos quedaron limpios. He de decir que, a pesar de que suena patético para algunos, es muy útil, porque nos ahorra discusiones y tiempo.
Una vez que nos levantamos de la mesa, nos fuimos directamente a la sala, donde mochilas y casas de campaña abundaban en el piso. Se sentaron en los sillones de color tinto, bastante cómodos, mientras Pein y yo nos sentábamos enfrente, en unas sillas con cojines.
-Bien, chicos. Les explicaremos cómo va a estar lo del campamento.-digo, provocando su silencio.-Nos dividiremos en dos grupos. El grupo de Pein irá a lo alto de una montaña o algo así, según lo que él decida. Y el mío, irá al bosque, ya veré yo hasta dónde llegaremos. Bueno, a los que nombre, son los que se irán conmigo. Así que, será mejor que no traten de hacer trampa.-los miro, advirtiéndoles que algo MUY MALO les va a pasar si no me hacen caso.-Está bien. Iniciemos con la lista.-comienzo a llamarlos, uno por uno.-Hidan.-me mira, sorprendido.-Tobi.-salta, feliz y comienza a celebrar. Ya veremos si sigues de ése humor cuando sepas el resto del plan, Tobi.-Itachi.-sus ojos negros se posan en mí. Milagrosamente, no trae el sharingan.-Y…-momento de suspenso. Todos contienen la respiración.-Deidara.-abre sus ojos azules, sorprendido.-Todos ustedes, irán conmigo. Vamos, levántense, despídanse y síganme, que ya nos vamos de aquí.-me paro y le doy un gran abrazo a MÍ Pein, quien me desea suerte, al oído. A lo cual yo le digo que conmigo no habrá problema.
Miro a los chicos, despidiéndose de sus parejas. Hidan y Kakuzu están apoyados contra la pared, en un beso que, más bien, parece que se están comiendo, además, las manos del tesorero acarician el trasero del jashinista. Aparto la mirada, sonrojada ante tales muestras de…¿lujuria?
En el rincón, veo solamente a Zetsu, quien me da la espalda. Al fijarme con más detenimiento, noto que Tobi está contra la pared, sin su máscara. Pero no le veo el rostro, ya que el del hombre-planta está completamente pegado al suyo en un beso desenfrenado. Me giro hacia la puerta de la sala.
En el umbral, veo a Itachi y Kisame. El Uchiha se porta de lo más meloso y sumiso cuando está con el hombre-pez. Algo se dicen al oído, antes de que el peliazul bese con desesperación al más joven. Es algo increíble ver cómo el siempre impasible y frío Itachi se comporta como un uke sumiso ante el otro. Nadie se lo creería hasta que lo viera.
Volteo hacia el sillón. Dei-kun abraza a Sasori. ¡Kyaaaa! Al menos es la pareja menos lujuriosa de todas las que hay en ésta casa, sin contarnos a Pein y a mí, claro está. ¡Un minuto! Sasori toma a Deidara de la cintura y hace que se siente en sus piernas de una forma incitante. ¡Oh, Dios mío! Lo ha tirado contra el sillón y se le ha subido encima. ¡Se lo va a coger aquí mismo! Y yo que lo creía tan reservado. Me dirijo hacia ellos.
-¡SASORI!-grito, provocando que los demás volteen y que el pobre de mi "hijo" termine rojo como un tomate, pues todos ven que Jepetto le está besando el cuello, sin pudor alguno. Deja de hacerlo, para mirarme, desinteresadamente.
-¿Sí?-me pregunta, como diciéndome que me apresure porque le he interrumpido.
-¡Deja al pobre de Dei-kun! ¡Ya te despediste lo suficiente de él! ¡Chicos, nos vamos YA!-les ordené, mientras jalaba al marionetista con cuerpo de madera y dejaba libre al pobre muchacho que bajo su merced se encontraba.-Vamos, Dei-kun. Adiós, Sasori.-le digo.-Compórtate.
-Adiós, Dei.-le guiña un ojo, pícaramente, por lo que el otro solo le sonríe, de forma tan kawaii. Ya veo por qué le gustó tanto al pelirrojo. Pero, a mí sólo me gusta Deidara como un hijo.
Salimos de la sala, rumbo a donde se encuentra la estatua, que es como el vestíbulo, porque allí está la entrada a la cueva. Realizamos los sellos adecuados y salimos de la guarida. Por fin, aire libre. Giro sobre mis talones solo para ver a mi grupo, el cual se encuentra de diferentes ánimos. Aunque todos coinciden en algo: confusión. Si supieran lo que tengo pensado hacer…JAJAJAJA…Será mejor que primero lleguemos al bosque.
PEIN POV
Veo a los pocos subordinados que me quedan, lanzarse sobre mí con gritos y réplicas. Me paro y hago oídos sordos a todo lo que me dicen. Voy por mi mochila y demás, dispuesto a irme. Me giro, para verlos. Pongo la cara más aterradora que me es posible y les miro con el ceño fruncido.
-¡VAMONOS!-les ordeno. Luego, me dirijo a la salida de la guarida, sin importarme sus rostros de confusión y enojo hacia mí. Me planto, antes de llegar a la entrada de la cueva, la cual está abierta, debido a que MÍ Konan la ha dejado lista para cuando salgamos. Aaahh…ésa mujer siempre piensa en nosotros.
-He. Te has quedado con la cara de idiota, Pein.-me dice Kisame, quien, no tengo ni idea de cuándo llegó, se encontraba frente a mí.
-Cállate, Kisame.-le digo, con frialdad. Aunque, coincido con él. Mi cara sí que debe haber parecido de idiota. –Apresúrense.-les urjo. A los pocos segundos, ya todos se encuentran a un lado de mí. Salimos al aire libre.-Caminen, por favor.-les digo, yendo hacia la izquierda, contrario al camino por el que el otro grupo se debió haber ido. Me siguen, a regañadientes y con la confusión marcada en sus rostros.
-Esto será interesante.-murmuro, sonriendo.
KONAN POV
Hemos llegado al centro del dichoso bosque. Estamos en un claro, lo suficientemente grande como para que quepamos y nos quede espacio de sobra. Me detengo, dándoles a entender que ése es el lugar apropiado para acampar durante…TIEMPO INDEFINIDO. MUAHAHAHA. Y los pobres ni idea tienen de eso. Seguramente han de creer que estaremos aquí por unos dos días.
-Muy bien, muchachos.-sonrío y los miro.-Acamparemos en éste lugar. ¡Es perfecto!-exclamo, porque, de verdad es el mejor lugar para pasar éstos días que los tendré alejados de sus novios.
-¿Aquí?-inquieren, dejando sus mochilas en el suelo, apoyadas en los troncos de los árboles que rodean el claro en el que estamos.
-Sí, aquí.-comienzo a sacar algunas cosas de mi bolso, dispuesta a armar mi casa de campaña, pues no pienso dormir al aire libre, junto a éstos muchachos.
Ya que terminamos de arreglar el campamento y colocar lo necesario para encender una fogata cuando oscurezca, me siento en un tronco que hemos traído de los alrededores, mientras ellos optan por acostarse en el pasto, recargarse en un árbol o, simplemente, sentarse en el suelo, cerca de las ramas secas que prenderemos al anochecer. Ha llegado la hora de explicarles todo.
-Muchachos, ¿saben por qué los traje de campamento?-negaron con la cabeza.-Los traje, para hacer una…¡TERAPIA DE UKES!
-¡¿NANI?-gritan ellos, saltando de donde estaban y mirándome como si estuviera loca.-¡¿TERAPIA DE QUÉ?
-Terapia de ukes.-les respondo, calmada.-He notado que hay ciertos problemas en lo que se refiere a la relación amorosa que llevan con sus respectivas parejas.
-¿Cómo cuáles?-pregunta Hidan. Me mira con cara de pocos amigos.
-Pues que, cada que a ellos se les antoja, por ejemplo, ustedes acceden, sin más opciones, a tener relaciones sexuales con ellos, donde sea. Y ellos no les toman en cuenta cuando se trata de ustedes. Por ello, hemos decidido, Pein y yo, que vamos a tratar de ayudarlos con sus problemas para que la relación que tienen sea mejor. Y que ustedes sean tomado en cuenta.-se quedan con cara de: estás loca. Así que, decido comenzar con esto.-Deidara.-le llamo. Me mira, incrédulo.–Serás el primero.
Se me queda viendo, extrañado. Veo un poco de duda en su rostro. Creo que será mejor que encienda la chispa, así, él mismo va a hablar de todos sus problemas con su novio.
-Dime, Dei-kun. Cuando no estás teniendo relaciones con Sasori… ¿te pone atención a lo que le dices? ¿Está contigo, dispuesto a hacer lo que tú quieras? ¿Le interesa saber más de ti y de lo que haces? O, ¿te deja sólo y aburrido para ir a hacer sus estúpidas marionetas? Contesta, por favor, Dei-kun.-Bien, la terapia empezará. Veo que se ha puesto a meditar un poco, escogiendo las palabras que utilizará, para contestar a mis preguntas.
-Pues…él…me deja a un lado cuando no lo estamos haciendo, hum.-confiesa, dolido y enojado.-No estoy del todo seguro si de verdad le interesa saber lo que hago o lo que le digo. A veces, siento como que le hablo a la pared. Me siento ignorado. Y, lo peor de todo…-ha subido el tono de voz conforme dice cada una de las frases. Se le ve irritado.-¡ES QUE PREFIERE IRSE A SU TALLER A HACER UNAS ESTÚPIDAS Y FEAS MARIONETAS EN LUGAR DE DEDICARME UN POCO DE SU TIEMPO A MÍ!
Noto la frustración que suelta, junto con ésas palabras. Ha dado un gran paso. Veo cómo se va calmando, poco a poco. Hay lágrimas en sus rasgados ojos azules. Inclina la cabeza y se mantiene callado.
-Vaya, Dei-kun. No sabía que te sentías tan mal con todo.-le confieso. Yo creía que Sasori era el más atento de los semes, pues es el que más tardó en declarársele a su pareja. Y, mira nada más. Ni atención le presta ya al pobre chico. –Bueno. El que sigue es…Hidan.-se queda mudo y sorprendido. Veo que no esperaba ser el siguiente en la lista.
-Yo estoy bien. En serio.-me dice. Siento que no es verdad. Será mejor presionarle un poco y, como al artista explosivo, tendré que encender la mecha.
-Entonces…a ti, ¿Kakuzu no te hace a un lado por el dinero?-su semblante cambia drásticamente. Sonrío para mis adentros. Esto se va a poner interesante.
-¡EL MUY MALDITO DE KAKUZU PREFIERE CONTAR SU ESTÚPIDO Y JODIDO DINERO QUE ESTAR CONMIGO! –grita. La rabia se hace presente a cada palabra. Esto es mejor de lo que creía.-¡NO LO SOPORTO! ¿SABES LO QUE ES IR DESPUÉS DEL DINERO? ¡DEGRADANTE, JODER! ¡ESTOY HARTO DE ESO!-explotó.
-Así que, Deidara y Hidan van después de las cosas materiales de sus novios, ¿eh?-comento, a lo cual ellos asienten, aún dolidos por la situación en la que están. –Bien, yo creo que si eso sigue así, deberían darles un ultimátum. Y si prefieren sus cosas que a ustedes, pues no habrá más remedio que terminar con ésa relación.-les aconsejo. Veo que me miran, atónitos. –O…¿piensan seguir así toda la vida?-bajan la mirada, reflexionando mis palabras. Volteo a ver a Itachi, quien sólo escucha, atentamente.-¿Y tú? ¿Algún problema con Kisame?-levanta la cabeza y me ve con sus ojos, indiferente.
-No, ninguno. Él se preocupa por mí. Si estoy enojado, es el que logra calmarme. Siempre trata de ayudarme. Y no me deja atrás por irse a hacer otras cosas. Prácticamente, está siempre a mi lado. ¿Acaso no te has dado cuenta? ¡No me deja sólo ni un minuto!-vaya, aquí es todo lo contrario que con los otros dos. En éste caso, el seme es agobiador y no indiferente.
-Entonces, ¿te sientes agobiado por Kisame?-inquiero.
-¿No es obvio?-me pregunta.-Una cosa es que me ponga atención a lo que hago, pero otra muy diferente, es que siempre quiera saber ABSOLUTAMENTE TODO lo que hago. Además, se parece más a mi sombra. Tan sólo en ésta semana me le he tenido que perder para poder estar un tiempo a solas. Necesito un respiro. ¡Por favor, soy Uchiha Itachi! Sé cuidarme sólo y necesito un tiempo para mí. Es asfixiante tener siempre a Kisame a un lado de mí.-terminó de decir.
-Y…¿has tratado de decírselo?
-Sí, pero nunca me deja terminar de hablar. Siempre me interrumpe con alguna de sus cosas y termina por cambiarme el tema.-me explica.
-Entonces, necesitas pedirle que se calle y te escuche por un momento.-me dirijo a ver a Tobi, que es el único que me falta.-¿Y tú, Tobi?
-Tobi es un buen chico.-contesta, provocando un bufido por parte de Deidara, un "Joder" por parte de Hidan, y una mirada asesina, cortesía de Itachi.
-Tobi…ya lo sabemos. Ahora, díme. ¿Zetsu te ignora?
-A veces. –contesta, como si nada.
-¿Cómo lo hace? ¿De qué manera?
-No me escucha cuando hablo.-dice, con su vocecilla infantil.
-Nadie lo escucha.-comenta Hidan a Deidara, por lo bajo, haciéndolo reír.
-Así que, te ignora. Mhm. Y, ¿te duele su indiferencia?-debo preguntarle, porque, al parecer, por él mismo no me va a contar nada.
-No. Ya me acostumbré a eso. Siempre ha sido así conmigo. Pero, es muy atento con Tobi.-su tono de voz sigue denotando alegría. Tobi sí está loco.
-¿Saben, chicos? Creo que no deberían dejar que sus semes hagan con ustedes lo que quieran, cuando quieran. Deben hablar con ellos y pedirles respeto y atención. Y, si no quieren terminar con ellos, niéguense a tener sexo. Así, tal vez recapaciten.-les aconsejo. Me miran, atónitos y boquiabiertos.
-¡¿NANI? ¡¿NEGARNOS A TENER SEXO?