Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Shockeado por Neko_Chan_XD

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

Lo se, deberias estar actualizando bla bla bla, ya no tiene caso que me disculpe o hable de ello.

Este fic surgio porque me dieron ganas de escribir en primera persona, y las primeras palabras que surgieorn en mi cabeza, fueron con las que empieza esta historia, no tenia mucho sentido al princioio, pero despues, todo tomo forma.

Por cierto, me dieorn ganas despues de leer un fic que se llama "Onix negro o escarlata", lo pueden encontrar en el numeero uno de la revista SoloHumo, de fics yaoi en español. Aqui esta el link:

http://www.solohumo.com/revista.html

Pueden descargar o ver online, por cierto, pasense por le numero dos que hay publicaciones mias xD.

Espero les guste el fic.

 


 


Y es que no, la verdad, es que no.


Cuando escuche tu pregunta no me sentí shockeado, como talvez esperabas que fuera, ni tampoco me sorprendió del todo, ni mucho menos me molesto. De hecho, la primera y más sincera reacción que tuve que reprimir, fue una sonora carcajada.


Si de mi boca hubiera escapado un sonido remotamente parecido a la risa, tu primera reacción hubiera sido sacarme a patadas de tu cama, y seguidamente, de la habitación, hasta que pudieras darte el lujo de cerrarme la puerta de apartamento en la cara.


Tal vez me hubiera reído, si a fuera la lluvia no golpeara con fuerza la ventana, hubiera reído, porque eso era lo que quería hacer. Sin embargo, llovía.


Me quede mudo por un instante, y decidí observar el techo con inusual atención, mas que nada para no decirte la respuesta en la cara, para no ver tu reacción. Pero cuando abrí la boca, me interrumpiste, diciendo que, antes de responder a eso, querías que contestara otras preguntas, y de buena gana, asentí.


No accedí porque tuviera ganas de jugar a las veinte preguntas, o porque la idea de charlar después del sexo me gustara mucho (al final, era una practica poco común entre ambos), si no, porque eso me daría tiempo de buscar palabras adecuadas para comunicarte mi respuesta a tu pregunta inicial.


Asentí con la cabeza y moví la mano para indicarte con un gesto que hablaras, así lo hiciste.


Tu primera cuestión fue ¿Por qué me sentí atraído por ti en primer lugar? Antes de pensar siquiera en la respuesta, mi mente prefirió decirse con alarma que algo debía estar mal contigo en ese instante. Tú no eras una persona muy comunicativa, o amigable, o que gustara de hablar después del sexo, o al menos interesada en otra cosa que no fuera su propio bienestar, y de forma repentina se te ocurría preguntar algo sobre mi, algo acerca de mis sentimientos, de mis sentimientos hacia a ti.


Pero la verdad, no me detuve mucho en ese pequeño aspecto. De vez en cuando la gente requiere respuestas, y por más maldito que seas, debías parecerte en algo a la gente normal, además de que yo también te había preguntado algunas cosas, y tú no te habías negado a responder.


Así que respondí de forma clara y directa, con una sinceridad que, de ser dirigida a mí, hubiera resultado apabullante.


Según películas y libros que habían tenido la fortuna de llamar mi atención, lo que los amantes responden a ese tipo de preguntas, son cosas como “Tus ojos”, “Tu sonrisa”, “Tu carácter” o alguna boba cursilería que estaba, a veces, muy alejada de la realidad. Pero yo era alguien sincero, soy alguien sincero, y sobre todo, no me hubieras creído si respondo algo como eso.


Así que, después de unos instantes de reflexión, claro y sincero, respondí que tenías un muy buen culo, y que eso había llamado mi atención.


Con la expresión impasible que te caracterizaba, moviste la cabeza con asentimiento y lanzaste la siguiente pregunta: ¿Te consideraba alguien insensible?


Por segunda vez esa noche, la risotada que pedía salir por entre mis labios tuvo que ser reprimida, no porque temiera que me echaras de tu apartamento, si no porque parecía ser una de esas “preguntas importantes”.


Muy de vez en cuando, hacías preguntas con tono muy serio, como cuando me preguntaste si no había visto tu oso de peluche, ese recuerdo de la infancia que te había obsequiado tu hermano mayor. Ante una pregunta así de transcendental, no podía reírme a carcajadas. Era incorrecto reírme a carcajadas.


Después de reconocer esa cuestión como una “pregunta importante”, me puse a pensar desde cuando te preocupaba algo como eso, desde cuando tú, ohh gran señor de la arrogancia, del soy perfecto, del “no me despeina ni una brisa”, se preocupa por algo tan insignificante como si la persona que acababa de cogerselo de mil maneras, pensara que era o no insensible.


Pero una vez mas, respondí de forma sincera, sin atreverme a formular mis propias dudas. Si, si lo creía, pero no lo eras todo el tiempo. Pareció que con esa respuesta, te hubiera quitado un peso de encima, pero realmente, no me puse a pensar en ello.


La siguiente fue: ¿Qué harías si esto terminara?


No quise reírme a carajadas, si no preguntar con ironía a que te referías con “esto”. Si había algo claro entre nosotros, era una amistad que llevaba ya muchos años, pero estuve muy seguro que eso no podía ser, las amistades no terminan solo porque si. Pero mas allá de una buena amistad, lo que éramos era “amigos con derecho”, con muchos derechos cabe decir. Y si te referías eso al decir “esto”…Mi respuesta igual de clara, directa y sin tapujos que las anteriores: Me buscaría a alguien más para coger.


Tu cabeza se movió con entendimiento.


Y ahí llego la última pregunta de la noche, esa con la que la conversación se termino y nos dispusimos a dormir: “¿Me amas?”


Sonaba tan estúpidamente cursi y fuera de lugar viniendo de tu boca, que, lo juro, pude haberme orinado en los pantalanes de no ser porque reprimo el ataque de risa.


Decidí mirarte a la cara, que no estaría bien que evitara tu mirada oscura, para responder algo que debía dejar bien claro.


Nuestra amistad llevaba muchos años, desde que éramos unos chiquillos que se veían en la escuela, jugaban al escondite y esas cosas que uno hace cuando es niño. Habías estado en los momentos más difíciles de mi vida, en los felices, en los tristes y en los extraños, y yo había estado en los tuyo, y te quería, de eso no había duda, te quería muchísimo. Pero de “querer” a “amar” la diferencia era, y es, para mi, abismal.


Te mire a la cara y te lo dije, que no, no te amaba, y asentiste satisfecho, muy al contrario de lo que yo esperaba, pero aun así, fue bueno que no dramatizaras o algo por el estilo: No valía la pena


Lo que de hecho me dejo shockeado aquella noche, fue que, al hacerte esa misma pregunta, te reíste.


Era tu cama, tu habitación y tu casa, no tenia importancia que lloviera, yo no podía echarte de ahí, así que reíste con la soltura con que yo hubiera querido hacerlo esa misma velada.


Lo que me shockeo, Sasuke, fue esa sencillez con que le quitaste importancia a mi pregunta. Lo que me shockeo fue que, sin saberlo, esperaba que tu respuesta fuera afirmativa, lo cual me mantuvo en vela toda la noche.


 


 


 

Notas finales:

 

¿Quien narra este fic? Creo que no lo se, estoy indecisa al respecto, pero...bueno, segun la personalidad del chico ¿Quien creen que sea?

Espero les haya gustado, si es asi dejen review, y si no tambien.

Gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).