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Cuidar al pequeño niño le toca a Kaiba por shudyeer

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Notas del capitulo:

Hola !! muchas gracias por sus reviews, en serio estoy inspirada y muy agradecida, ya por eso me apuré y además estoy tan encantada con la idea (gracias lobo 512)  que me muero por subir los capis, pero trataré de contenerme, ya que también tengo otros fics, esperen las actualizaciones cada 4 días o mínimo cada semana

Capítulo 2

Suspendió todo lo que tenía que hacer y después de conseguir algo de ropa que le quedase, llevo a Joey por algo de ropa en el centro comercial, después de todo quien sabe cuánto tiempo iba a permanecer en ese estado, en el peor de los casos se quedaría así muchos años.

-          ¡ooooooh! –exclamaba el pequeño pegado al espejo del auto- ¿A dónde vamos?

-          A comprarte algo de ropa … ya te lo dije

-          Pero ya tengo ropa

-          Esas prendas son solo provisionales, necesitas algo decente –decía  el castaño conteniendo su ira  ya que estaba muy consciente de que ahora Wheeler era solo un niño-

-          ¿Ya llegamos?

-          No…

-          ¿Falta mucho?

-          ¿ya llegamos?- preguntó Seto a su chofer a  punto de perder la paciencia-

-          Sí señor – respondió impasible el empleado-

-          ¡Wiiii! -Bajo corriendo el rubio de la limousine, entrando al gran centro comercial-

-¡Espera!

Seto siguió al pequeño a pasos rápidos, no quería perderlo de vista pero tampoco quería verse ridículo corriendo por el centro comercial. De un momento a otro el niño desapareció de su vista.

-¿Dónde diablos se mete ese problemático?

-jiji aquí no me encontrará – pensó el pequeñín y corrió hacia una tienda muy llamativa-

Continuo buscando por el centro comercial, solo veía como el chiquillo se le escondía entre las personas, entrando y saliendo de las tiendas, hasta que entró a una de ellas y ya no salió, Seto pensó que era su oportunidad para atraparlo, entro sin siquiera fijarse, todas lo miraban muy extrañamente y cuchicheaban a sus espaldas, sospecho algo y dio un vistazo rápido; en la etiqueta de una blusa leyó el nombre de una reconocida empresa fabricante de ropa de mujer…¡Estaba en medio de una tienda exclusiva para mujeres! Los colores se le subieron a las mejillas y pensó en salir corriendo, pero recordó que no podía irse sin Wheeler, si ya le había hecho pasar esa vergüenza por lo menos saldría con ese demonio.

Camino buscando rápidamente, alcanzó a ver sus rubios cabellos entre un montón de ropa en oferta, sin perder más tiempo quito las prendas buscándolo.

-¿Un hombre buscando en las ofertas? –una chica comento sorprendida-

-Debe de ser un travesti muy urgido, mira como busca entre la ropa

-¡Ay! ¡Tan guapo que esta! Qué desperdicio ¿no?

-Ahora si te encontré – pensó triunfante mientras jalaba los cabellos dorados que resultaron ser un extravagante bikini  vikingo – ¡Diablos porque a mí!

-Tal vez solo sea un depravado- aseguro la otra, dándole la espalda a semejante loco-

Escucho la risita del oji-miel, lanzó lejos aquella ropa tan rara y se concentró en su búsqueda, lo vio entrar a los vestidores.

-¡¿Por qué allí?! Bueno no hay de otra, está encerrado – se acercó y para evitar hacer un ridículo al abrir la puerta des precavidamente se agacho para ver los pies del niño - ¡Ya sal maldito mocoso! ¡No me hagas gritar!

Se agacho y no vio nada, busco en el siguiente y nada, en el siguiente vio sus pies y luego ya no, concluyo que se estaba pasando de cambiador en cambiador por el agujero que había lateralmente a cada uno de estos, no le dejaba de otra, tenía que abrir el último cambiador así lo atraparía.

Con velocidad abrió la puerta encontrando a una chica tratando de entrar en un vestido de talla de muy reducida

-¡aaaaaaaaaaaaaa!

Gritaron al unísono y Seto cerró la puerta asustado, de nuevo todos lo estaban mirando acusadoramente, el demonio rubio salió corriendo del penúltimo cambiador y de la tienda; entre su escape choco con un grupo de amigas.

-¡Cuidado chibi! – Ayudo a levantar la chica pelirroja-

-Lo siento –sonrió el pequeño tratando de esquivarlas-

-Espera un minuto, ¿acaso estas perdido? – una de ellas lo detuvo –

-Nop

Las chicas miraron alrededor y no vieron que nadie lo siguiera, pero el pequeño seguía tratando de esconderse. Les pareció un niño muy lindo otra de ellas lo cargo y lo sentó en una banca cerca de allí, le compraron un helado y comenzaron a jugar con su cabello a tocar sus rosadas mejillas, todas se deshacían por abrazarlo y darle muchos besos,  el pequeñín estaba tan concentrado en su helado que solo les sonreía.

-Pero si no estás perdido entonces ¿con quién vienes?

-Con él – señalo hacia la tienda de ropa y de ella venía saliendo Kaiba  más rojo que un tomate porque lo habían regañado por importunar a las clientas-

-¿Con él? – las chicas miraron que era una tienda de ropa de mujer  y se preguntaron si el pequeño estaría bien con él-

El castaño vio a su endemoniado enemigo rodeado de chicas ¡Genial! Lo que le faltaba, ahora pensarían que se lo robo o algo parecido, su paciencia ya estaba al límite, se acercó a hacia ellas con su cara de pocos amigos para evitarse cuestionamientos estúpidos o intentos de ligue, pero todo salió al revés.

-Wheeler, nos vamos, ya estuvo bien de travesuras

-mmm – lo pensó un momento- bueno sí, pero ¿me compras más helado?

-No – contesto cortante el oji-azul-

-¡Quiero dulces!

-Disculpa – una de ellas se interpuso-  ¿Es tu hijo?

-No es su asunto

-Pues no te lo daremos, no dejaremos a este niño tan lindo en manos de un tipo pervertido y gruñón.

-No estoy para sus idioteces, ese niño viene conmigo y se acabó – cargo al rubio que seguía pidiendo más helado  y lo alejo del lugar-

-¿Y si llamamos a la policía?

-¿Pero qué tal q si es su hijo? El niño no se resistió mucho a irse

-¿Ese no es Seto Kaiba, el empresario más importante, soltero y más joven de todo Japón?

-Oye creo que sí – se miraron preocupadas- ¡¿Es su hijo no reconocido?!

 

Mientras tanto el CEO más que fastidiado metió al niño en la tienda para ropa de niños, este solo estaba jugueteando y no tomaba nada de ropa, casi a punto de llorar, tomo al niño de la mano y se encargó de buscar la ropa, zapatos, accesorios y todo lo que fuese necesario para que luciera bien. También se dio a la tarea de medirle las prendas, para saber su talla.

-Deja de moverte

-Mira soy Ben 10 – señalando al personaje en su camiseta-

-¿Ben 10?

-¡Soy súper fuerte!  ¡Pong! ¡bang! Schwaaa! (así el hacen los niños ¡eh!) – Peleando imaginariamente con alguien-

-Sí ,sí, eres lo que sea, pero deja de moverte – esquivaba el castaño los golpes y continuaba su labor-

-¿Por qué nunca te ríes? – Pregunto el chibi inocente- No te reíste cuando jugamos escondidas  ¿Fue porque perdiste?

Aquella pregunta fue tan repentina, que le hizo sonreír con extrañeza

- Probablemente todos se pregunten eso – pensó- tú siempre decías que era un amargado

-¡Ya te reíste! Es fácil, cuando veo los padrinos mágicos me rio mucho

-No conozco esas cosas y  ¡no perdí!- Volvió a sonreír y revolvió sus cabellos, indicándole que salieran del lugar-

El atuendo elegido fue  una camisa roja de manga larga, un chaleco con gorrita de color blanco (con su dibujo de Ben 10) pantalones de mezclilla negros y unos tenis de moda del mismo personaje.

Al hacer aquello, se sintió muy satisfecho, ese pequeño demonio tenia estilo y se había comportado, por un momento pensó que tenerlo así no era tan malo. Pagaron todo y salieron juntos de la tienda. Vio su reflejo en el espejo, caminando juntos, en verdad parecía su hijo, sacudió su cabeza tratando de quitar aquel pensamiento, era el perro Wheeler y durante toda la tarde le dio muchos problemas, claro que no era lindo. Volteo hacia el asiento en donde estaba el pequeño viendo hacia afuera, llevaba mucho tiempo pegado al espejo, se acercó curioso y descubrió que el endemoniado ojimiel se había dormido, sintió algo en su interior, que en un momento le asusto “preocupación”… ¿Por qué? , regreso su concentración al rubio, lo quito de la incómoda posición y lo sentó en el asiento de la limousine, sin despertarlo,  lo miro de nuevo y parecía incomodo,  un pequeño bache hizo frenar el vehículo,  haciendo que el cuerpecito se resbalara quedando  recargado en su brazo; prefirió mover su brazo y dejar que la cabeza del niño quedase en sus piernas y el resto del cuerpo en el asiento, parecía que iba a despertar, cosa que no quería que pasará, decidió acariciar la rubia cabellera, como suplicándole que volviera a dormir.

Continuará>>

Notas finales:

Gracias por comentar, sugerencias, dudas peticiones, regañizas, ya saben xD , nos leemos la proxima ^^


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