Titulo: Descubrimientos gracias al mapa del merodeador.
Parejas: Severus/Harry.
Resumen: Al otro día de la graduación, Hermione y Ron no pueden encontrar a Harry, así que decidieron saber donde se encontraba; lo último que hubieran esperado, era haber descubierto el nombre de su mejor amigo, junto al nombre de su profesor de pociones y no solo eso, sino que también en sus habitaciones privadas.
— Hermione, Ron, ¿están preparados para lo que descubrirán al llegar a los aposentos de Severus Snape?
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Categoría: Romántico, General.
Advertencias: OoC (carácter fuera de los personajes) Chan (relación adulto/menor, aunque en este caso, en el mundo mágico Harry es mayor de edad, pero en el nuestro no)
Aclaraciones: Severus no muere, (las otras muertes tampoco pasaron) este fanfic esta narrado después del ultimo año cursado por Harry y sus amigos, Voldemort murió un año antes a manos de Harry.
Narración en tercera persona.
— blabla… — (Dialogo)
— blabla… — (Pensamiento)
««~~ººº~~»» (Separación de escenas)
Disclaimer: los personajes de Harry Potter no me pertenecen (algo demasiado obvio ¬¬) le pertenece a J.K. Rowling (eso también es más que obvio ¬¬) yo solo los tomo prestados para poder sacar algo de mi extensa y traumática imaginación X3 y no gano ningún beneficio económico, solamente sus comentarios.
«No me hago responsable, de traumas provocados por mis fanfic»
Capítulo(s): 1
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Capitulo único
Había sido un año ajetreado, después de que Voldemort muriera, y que las cosas volvieran casi a la normalidad en el mundo mágico; la generación de Harry, tuvo que volver al castillo, para tomar sus clases como correspondía, o mejor dicho, terminar su año escolar, aunque habían retrasado dos meses mas los EXTASIS y TIMOS, por lo que, los chicos de quinto y séptimo, se habían quedado mas tiempo en Hogwarts, para reforzar las materias y poder rendir los exámenes tan importantes para su futuro.
Es por eso que a Hermione no le extrañaba, lo exhausto, demacrado y adormilado que se veía su mejor amigo, después de todo, ella que siempre iba a delante que todos, se había visto complicada con los deberes y reforzamientos que se había auto-impuesto, para poder salir de Hogwarts con las mejores notas de su generación. Tampoco le había dado tiempo, como para darse cuenta de que Harry casi nunca dormía en su habitación, había estado tan inmiscuida en sus estudios, que tampoco se había dado cuenta de que su novio, le mentía descaradamente, cada vez que le preguntaba si Harry había tenido pesadillas en las noches (a causa de lo que había vivido tras la guerra).
Ron sabía que Hermione estaba tan histérica por los estudios, que no se percataba de sus más que obvias mentiras, cada que le respondía a sus preguntas de como estaba Harry y si estudiaba como ellos. Ron había tratado de descubrir lo que hacia su mejor amigo por la noches, mas bien quería saber quien era su amante, por que era mas que evidente, que Harry no se escapaba de Gryffindor, para ir a estudiar en medio de la oscuridad en alguna aula en desuso, ni menos que los libros le dejaran esas notorias marcas rojizas en su cuello cuando volvía por la mañana, antes de verse en el espejo y hacerlos desaparecer con un hechizo de glamur. Su mejor amigo pensaba que él estaba dormido cuando regresaba en las mañana y se ocultaba aquellas marcas, pero aunque algunas veces lo estaba, había estado las suficientes madrugadas despierto, como para ver aquellos chupones. Como supuso cuando le pregunto a Harry quien era su amante, el no le quiso contar, había querido descubrir el nombre de aquella misteriosa persona, pero Harry era lo suficiente precavido como para estar siempre con el mapa del merodeador.
Pero aquel ajetreado año había llegado a su fin, el día anterior había sido la graduación, con su correspondiente celebración, aunque en la noche hubo también una fiesta de despedida, donde participaron los parientes de los alumnos y sus compañeros de quinto y sexto año, aunque los familiares, se fueron como a las once y los festejos siguieron hasta como a las cinco de la madrugada, sin querer terminar aquella noche, sabiendo que al otro día, tendrían que irse en el tren, que los había llevado por siete años hacia aquel castillo, que se había transformado no solo en un lugar de estudio, sino también en donde habían conocido a gente muy querida, además de haber crecido y madurado, dentro de esas gruesas y rugosas paredes de piedras.
Y como el tiempo no se detiene, y para aquellos que no querían aun despedirse de Hogwarts, se veían melancólicos al ver que solo les quedaba media hora antes de partir.
Hermione se encontraba revisando sus pertenecías por ultima vez, verificando que nada se le quedaba, sabia que los elfos domésticos, acostumbraban a revisar si a los estudiantes se les quedaba algo y si era el caso, se los colocaban en su maleta; pero ella no encontraba adecuado aprovecharse de aquellas pequeñas criaturas, así que no quería molestarlos con alguna cosa que se le había olvidado guardar. Sonriendo satisfecha al ver que todo estaba en su lugar, salió de su habitación, dispuesta a ir al dormitorio de su novio y el que compartía con su mejor amigo, para comprobar que nada se les olvidara.
Mientras iba subiendo las escaleras de los dormitorios de los muchachos, iba pensando en que no había visto a su amigo, desde la noche anterior, ni siquiera lo vio en el desayuno. Bueno, ya cuando lo viera le preguntaría donde se había metido todo ese tiempo.
Sin siquiera golpear la puerta, ya que había visto a Neville, Dean y Seamus, en la sala común, abrió la puerta inmediatamente, dándose cuenta de que el único que había en la habitación era su novio, que en ese momento le daba la espalda, mientras se ponía un suéter azul oscuro. Sus ojos marrones barrieron la habitación dándose cuenta que no estaba su mejor amigo, así como desestimo el hecho de que estuviera en el baño, ya que estaba muy silencioso.
— ¿Dónde esta Harry?
— ¡demonios sangrientos! — salto Ron, ante la repentina pregunta de su novia.
Hermione lo miro ceñuda, mas que nada por aquellas palabrotas dichas por el pelirrojo — y bien ¿Dónde esta?
Ron miro hacia otro lado, mientras se retorcía las manos y se mordía el labio inferior, sabiendo de ante mano, que ahora si que Hermione no se tragaría ninguna de sus excusas, no ahora que todo el alboroto de los exámenes y la graduación habían pasado.
— no se, no durmió anoche aquí — fue su escueta respuesta, sabia que tenia una oportunidad de salir airoso si decía inmediatamente lo que sabia, si no quería que su novia se enojara con él, además de paso podía salvar a su amigo, si es que Hermione no preguntaba tanto y lo presionaba para que le rebelaba todo, incluso el que Harry, llevaba prácticamente casi todo el año durmiendo en lugar desconocido.
— ¡que! Y me lo dices ahora — exclamo indignada.
— no habías preguntado antes, además que no eres la madre de Harry, para andar controlándolo y querer saber siempre en donde esta y que hace — reclamo algo molesto el pelirrojo, aunque sabia que su novia aun estaba algo nerviosa por el largo tiempo en que habían estado en peligro constante de ser atrapados, por lo que les había tocado vivir en la guerra, pero eso había pasado y sobre todo en Hogwarts, no le pasaría nada malo a su compañero.
— Lo siento — suspiro la castaña — pero falta media hora para salir y quería que estuviéramos los tres juntos, para despedirnos de… tu sabes el castillo.
Ron sonrió y se acerco a su novia y le dio un ligero beso, antes de separarse y mirarle a los ojos — ¿Qué te parece si exploramos por ultima vez el castillo, en búsqueda de nuestro amigo desaparecido? — le sugirió, levantando sus cejas, insinuándole algo.
Hermione se rio, antes de separarse completamente de su novio, caminando hacia el baúl de Harry, que estaba ordenado y con todas sus cosas dentro, después de todo, había servido la sugerencia (orden) de la castaña, de realizar el baúl con anterioridad (como una semana antes de irse).
— si lo hubieras pedido antes, encantada, pero nos demoraríamos mucho y andamos con el tiempo justo, y no Ronald, no vamos a húsar mi giratiempo.
— ¡no me digas Ronald! — le refunfuño como siempre hacia, cada vez que a alguien se le ocurría decir su nombre completo.
— mmm… — dijo, sin siquiera ponerle atención, abriendo el baúl de su mejor amigo, sin importar que no le diera permiso antes.
— ¿Qué buscas? — aunque hiso la pregunta, ya sabia la respuesta y estaba mas que seguro que Hermione no encontraría lo que andaba buscando.
— pues obvio, el mapa del merodeador — respondió simplemente, con aquel tono molesto, cada vez que nombraba aquel mentado mapa, que tanto le disgustaba, por todas las reglas que habían roto con él, sobre todo Harry y su afán de querer recorrer todo el castillo, cuando la hora era mas que inadecuada.
Ron se mordió los labios, esperando una nueva rabieta por parte de su novia, cuando descubriera que el mapa del merodeador no estuviera donde ella lo buscaba tan afanosamente, pero quien se sorprendió fue él, cuando vio que Hermione sacaba el mapa, de un lado del baúl, entre la ropa del azabache.
Mientras Hermione se sentaba en la cama de Harry, Ron hiso lo mejor que pudo con su cara de asombro, antes de que la suspicaz mirada de su novia lo desarmara por completo y terminara contándole todo lo que había pasado con su mejor amigo, sin que ella se enterara de nada. Pero se preocupo mas, al ver la palidez de la castaña, que no despegaba su asombrada mirada del papel y tenia ligeramente la boca abierta, expresión que nunca le había visto.
— Hermione, ¿Qué pasa? — le pregunto mientras se acercaba a donde estaba sentada su novia.
Hermione no contesto, pero no hubo necesidad ya que Ron vio el mapa y empezó a buscar alguna anomalía, viendo que todo seguía normal, empezó a buscar el nombre de su amigo, le costo, ya que estaba en una parte del mapa, que casi nunca miraba, al principio no entendía el mutismo y asombro de su novia, hasta que leyó (mas de una vez) el nombre que estaba muy junto al de su amigo, y como momentos atrás lo hiso su novia, Ron abrió su boca, sin que ningún sonido saliera por ella.
Sin detenerse a pensar y evaluar la situación, como siempre estaba acostumbrada, se puso de pie y se encamino hacia la salida de la habitación de los chicos de séptimo. Ron se despabilo cuando la puerta se abrió y la cabellera castaña estaba a punto de perderse de vista.
— ¿A dónde vas?
— ¿a donde crees? — le respondió con otra pregunta, claramente mas que obvia.
Sin pensarlo (como siempre hacia) fue tras su novia, decidido a saber lo que estaba pasando.
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Dean, Seamus y Neville reían, mientras contaban algunas anécdotas que habían vivido en el castillo, pero se detuvieron un momento, al ver como Hermione y Ron salían de la sala común, como si la castaña se hubiera enterado que le falto una pregunta importante en unos de sus exámenes o como si Ron fuera perseguido por arañas.
Los tres se miraron en silencio, para después levantar sus hombros, sabiendo que el trió dorado siempre estaba metido en alguna aventura y sabiendo que Harry no se había visto en todo el día, suponían que debían ir a buscarlo o algo así, siguieron en su entretenida charla, sin darle mayor importancia.
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Bajaron hacia las mazmorras, sin prestar atención con quienes se cruzaban, ni siquiera se detuvieron cuando Draco Malfoy les había insultado y había alzado su varita para atacarles, el pobre rubio ni tiempo le dio, el hacerse a un lado, cuando una acelerada Hermione lo empujo para seguir su camino, sin siquiera poner atención a los gritos de indignación que lanzaba Draco, por terminar de culo en el suelo, por culpa de Hermione. Ron tampoco se burlo de Draco, cosa que en otra ocasión obviamente no desaprovecharía el de poder burlarse de el engreído Slytherin, pero en ese momento su única línea de pensamiento, iba hacia su mejor amigo y la preocupación de que es lo que el maldito grasiento le pudiera estar haciendo a Harry.
Llegaron en tiempo record hacia las habitaciones privadas del profesor de pociones, ellos nunca había estado en esos lugares, pero gracias al mapa del merodeador y la ansiedad por querer llegar pronto a donde se encontraba su amigo, ni siquiera se percataron que pasillos habían tomado para llegar allí.
Estaban frente a una puerta de madera oscura, el pasillo estaba completamente solitario, exceptuando por ellos dos y hubiera estado todo en silencio, si no fuera por sus respiraciones agitadas y más que audibles. Hermione abrió el mapa y miro el punto que tenia el nombre de su amigo, viendo claramente que no se había equivocado, que la persona que estaba al lado de Harry era Severus Snape. ¿Qué estaba pasando ahí? ¿Harry se había ido a despedir de Snape? Eso era absurdo aun se llevaban mal ¿Harry se fue a disculpar? No, tampoco, el azabache ya lo había hecho, cuando supo lo que Dumbledore le había obligado hacer.
Suspirando y mirando de reojo a su novio, golpeo fuertemente la puerta. Pasaron unos minutos y nada. Hermione volvió a golpear y nada. Pasaron algunos minutos mas y Ron ya estaba convencido que no conseguirían nada, pero conociendo a Hermione, ella no se rendiría hasta que alguien le abriera la puerta; cuando la castaña estaba a punto de golpear nuevamente la puerta, esta se abrió lentamente.
Ambos chicos no pudieron evitar sonrojarse, por lo que sus ojos veían y si sus bocas se habían quedado abiertas cuando vieron el mapa, en esta ocasión, se les veía hasta las amígdalas. Ni siquiera sabían si estaban respiración, la escena que tenían en frente era tan… bizarra, que si no fuera por que sabían que estaban despiertos, jurarían estar en un sueño o pesadilla.
Snape estaba recargado en el marco de la puerta, con una camisa negra abierta hasta un poco mas abajo del ombligo, dejando al descubierto su pecho pálido y bien formado, su cabello estaba suelto y algo desordenado, estaba medio inclinado, ya que su otro brazo, rodeaba la cintura de Harry, sosteniéndolo. Harry llevaba unos pantalones grises anchos de pijama, con una camisa blanca con algunos botones abiertos y también ancha, tenia el cabello mas desordenado de lo común, algunos mechones le ocultaban los ojos, por lo que se llevo una mano hacia sus ojos, refregándolos, mientras suavemente bostezaba, sin prestar mucha atención a sus amigos, que estaban a punto de darle una apoplejía.
— ¿Qué es lo que necesitan? — hablo por fin Severus, ya que veía que ninguno de esos dos estaba dispuesto a romper el abrumador silencio; aunque la verdadera razón, es que lo único que quería era volver a su cama.
— Ah… — fue el único sonido que salió por parte de Hermione.
Snape levanto una ceja, mirando fríamente a esos dos Gryffindor, que parecían más tarados de lo que eran, en su opinión. Harry miro medio somnolientos a sus mejores amigos y sonrió quedamente, algo sonrojado. Severus que no tenía nada de paciencia, huso la Legeremancia para ver lo que querían aquellos dos, sonrió perversamente antes de contestar.
— si nos disculpan, tenemos cosas que hacer y… señorita Granger, Potter no ira con ustedes en el tren, ya hablaran con el otro día… — les dijo antes de arrastrar a Harry hacia la habitación, ya que estaba demasiado adormilado y cerró la puerta con un fuerte golpe, a ver si así despertaban de su shock.
Ron parecía un pez fuera del agua, miro completamente espantado a su novia, esta también le miraba, sin poder decir nada. Cuando Ron quiso hablar, Hermione le tapo la boca, negó con su cabeza, le tomo la mano y salieron de allí tranquilamente. La castaña necesitaba analizar bien lo que había sucedido, antes de poder decir algo, mientras que era mejor que Ron se quedara callado antes de que dijera alguna barbaridad. Ya tendrían la ocasión de hablar, gritar, sermonear y etc. a su mejor amigo.
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Mientras tanto, en las habitaciones de Severus, después de que cerró la puerta, a esos dos Gryffindor.
Severus se recargo de espaldas en la puerta, atrayendo mas a su pecho la espalda de Harry, sabiendo que el moreno no podría sostenerse, por que literalmente se estaba cayendo de sueño, culpa suya, demasiado sexo, poco descanso. Harry aun adormilado tenia una ligera sonrisa en los labios, al sentir como su antiguo profesor de pociones, le acariciaba suavemente su pecho.
— ya que tus adorables amigos, tuvieron la grandiosa idea de despertarnos, ¿deberíamos aprovecharlo? — le susurro sedosamente en el oído del menor.
— debería estar enojado contigo, por no decirme que eran Ron y Hermione los que llamaban — le reprendió, aunque su tono salió nervioso y entrecortado, ya que Severus le acariciaba suavemente uno de sus pezones y la otra mano le acariciaba su cadera.
— Entonces, tendré que hacer algo para que no te enojes conmigo… — le dijo, antes de morder ligeramente su oreja y darle vuelta rápidamente, para apresar vorazmente sus labios.
Harry pasó sus brazos por el cuello del mayor, para poder acercarse más hacia aquel cuerpo, que tanto deseaba, ahora completamente despierto. Aunque mentalmente se dijo, que debía prepararse para una larga charla con sus dos mejores amigos, pero eso quedo de lado, cuando sintió aquellas manos, queriendo alzarlo, lo que inmediatamente permitió, enredando sus piernas a la cintura del mayor.
Gemidos, descontrol, pación, sudor… sexo.
««~~ Fin~~»»
Nota: Severus tiene un hechizo que le permite ver quien es el que golpea su puerta, por lo que sabía que eran Hermione y Ron, por eso Harry lo culpa de no haberle dicho desde un comienzo que eran ellos, pero Severus quería molesta a esos Gryffindor y que supieran que Harry era suyo XD.