Me gustas.
Entro en el instituto con la vista fija en el suelo. Como siempre te siento a mí lado, hablándome de cualquier tontería de las tuyas. Sacas la botella de agua de tú mochila y empiezas a bebértela delante de mí.
¡Pero como me gustas, Suigetsu!
Veo con celosía como el agua entra en tu dulce boca y va pasando por su garganta hasta que desaparece en tu estómago bien formado. ¿No podría ser yo esa agua…?
Sé que el curso está finalizando y tendremos que depararnos.
Sé que este verano te echaré de menos
Sé que llega junio y el tiempo se me acaba
Sé que no te quejas cuando me siento a tu lado.
Observé con una mueca de disgusto en mi agenda escolar los días que quedaban para las vacaciones. Te sentaste a mí lado como siempre y me sonreíste con esos dientes puntiagudos que tienes. Otra vez bebías agua… como odiaba ese líquido vital que probaba tu dulce boca antes que mis labios.
Alcé mi mano y la observé durante unos segundos. Bajé de nuevo la cabeza y te observé, escondiendo mi mirada detrás de mi flequillo.
¡¡Ni cuenta te dabas que yo existía, supuesto amigo!!
Quiero darte la mano pero me pongo a temblar
Quiero mirarte a los ojos pero me cuesta levantar la cabeza
Quiero alcanzarte en el recreo cuando jugamos a pillarnos
Quiero pasarte la pelota pero no sé apuntar.
El gimnasia jugamos al balón asesino. La verdad es que ese es el peor juego del mundo para mí. Siempre intento pasarte la pelota para que intentes “matar” a alguno de nuestros enemigos, pero como de costumbre, la pelota se va para otro lugar.
Empezamos a correr. Ahora la pelota la tiene el enemigo y nos mira con una mueca sádica, relamiéndose, preparado para matarnos. Apunta bien y dispara. Casi me da por ir observando tu espalda en vez de a la pelota.
No puedo jugar a esto contigo. Te ves demasiado hermoso sudado y jadeando.
Me cuesta aclararme
Me estoy enamorando
Y el colegio está acabando
Seguro que ya es tarde
Sé que estoy completamente enamorado de ti, de la misma forma que sé que en los pocos días que quedan para terminar las clases no lograré enamorarte lo que en un año he intentado. En latín observas mis apuntes, buscando las respuestas que te pide la profesora.
Te las susurro observando a otro lugar, disimulando. Me sonríes. ¡Cuánto me duele esa sonrisa estúpida! Me lo agradeces con tu mirada y sigues con la clase.
Bebes una vez más.
De la maldita botella de agua.
Me cuesta aclararme
Me estoy enamorando
Y el colegio está acabando
Seguro que ya es tarde
Me quedo en el recreo apartado en una esquina. Observando como juegas con unas chicas a un juego estúpido que os causa mucha risa. Sé que no tengo ninguna posibilidad. Observo la hoja doblada en mí mano y la aprieto.
No, no tengo posibilidades, pero si lo intento… perderé tu amistad así como el poco cariño que puedas tenerme. No me importa. El verano se me haría eterno si tengo que esperar para volver a verte y preguntarte lo mismo que quiero preguntarte ahora mismo. ¡Seré valiente!
Pero hoy lo intentaré
Te lo escribiré en un papel
Que si en el recreo puedes ayudarme a hacer la tarea
El verano es demasiado largo
Para vivirlo esperando
No puedo ir de vacaciones sin declararme antes
Pasó por tu taquilla, dejando el papel ahí. Sé perfectamente que irás a buscar la botella de agua que siempre dejas ahí. Al llegar a tu taquilla, observas el papel y sonríes un poco sonrojado. ¿Será que sientes lo mismo por mí que yo por ti?
Cuando estés a mí lado
Primero te escucharé
Cuando abras la libreta te rozaré con la mano en la muñeca
Nos miraremos a los ojos
Tú a mí y yo a ti también
Y antes de que hables te entregaré mis sentimientos
-Ya llegué. – comentas con una sonrisa. Estaba esperándote en un banco con la libreta en la mano. – Se me hace extraño enseñarte algo a ti en vez de ser al revés. – Así que de eso estabas riéndote al coger la nota… Bueno, no me importa.
Coges la libreta azulada que descansaba en mis manos y procedes a ver en qué es en lo que necesito de tu ayuda. La abres con una sonrisa, es entonces que rozo mi mano contigo adrede. Clavas tus ojos violetas en los míos completamente negros. Puedo apreciar una pizca de vergüenza en ellos. ¿Acaso te sientes asqueado con esto? ¿O emocionado?
-Sui, yo te he hecho venir para otra cosa, verás…
No sé como empezar no sé si te reirás
No sé si doy pena o te estoy impresionando
Me dejaré ir y te cogeré de la mano
Me sonrojaré pero ya nada me importa
Nada me importa
Mientras hablo, siento como si no fuese yo. Me observo desde fuera, todo en sonido mudo, hablándote sonrojado sin decir nada. Oigo mi corazón que se va acelerando. Estás a punto de sonreír y veo en tus mejillas un leve sonrojo.
¿Será que también te gusto?
No, no me lo creo.
Debo ser valiente, debo conseguirlo.
Te agarro de la mano y me sonrojo, pero no me importa. Me observas paciente, notas el contacto de ambas pieles, respiras pausadamente mientras yo me acaloro y me acelero por momentos.
¡¡Tengo que decirlo!!
Voy por ti*
-Me gustas.
*Voy por ti (traducido vaig per tu) es una expresión catalana para decir que le gustas a una persona.