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Traición por hollow

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Capitulo 1


Estaba enfrente de ese traidor. ¡Como lo odiaba! Me había dicho lo único que no quería escuchar y lo único que no le iba a perdonar nunca.


-Bueno… y… ¿Qué dices? ¿Te parece bien?


¿Parecerme bien? ¡Nunca!


-No, no me parece bien. Quiero que te vayas de mi casa y no vuelvas. Si ese traidor que dice llamarse mi hermano te trae espero que estés consciente de las consecuencias. No pienso tolerarlo ni aceptarlo. No te quiero con él. Vete, y espero que me mandes por correo todo aquello que te preste. Quiero que me devuelvas todas mis cosas. Son mías y no quiero que tus asquerosas manos las toquen.


Vi como en sus ojos se instalaba la tristeza y el dolor por mis palabras. Hacía mucho tiempo que temía que esto sucediese y cuando lo había hecho mi corazón y mi alma se rompieron. Sabía que a partir de ahora aria gala de mi frialdad y mi crueldad. Hacía mucho que odiaba a mi mejor amigo y este había sido el último detonante. Lo había visto venir cuando me di cuenta en como miraba a aquella persona que yo tanto amaba. Y egoístamente decidí que si yo no podía tenerlo mis amigos tampoco. Eso me volvería loco de celos y dolor y sabía que eso me convertiría en la persona más egocéntrica del mundo.


-¡Lárgate! –Le grite.- No soporto tu presencia, vete asqueroso cerdo. No eres más que un puto. Ya has tenido lo que querías de mí y ahora vas a por mi hermano. No lo tolero y no te soporto. Como no te alejes de él hare de tu vida un infierno.


Vi como salía llorando y una sonrisa cruel se instalo en mi rostro. Recogí todo el salón hasta donde hacía poco yo y mi “mejor amigo” veíamos una película. Escuche la puerta abrirse y pensando ya que iba a enfrentarme a él y pedirle explicaciones cuando vi a esa asquerosa sanguijuela detrás de mi hermano.


-¿Qué hace el aquí? Te he dicho que no te quiero en mi presencia puto.


Sentí como mi hermano me pegaba una bofetada y sintiendo un odio enfermizo lo mire a los ojos. Como una víbora sisee.


-Ni se te ocurra volver a tocarme.


Vi como el horror por lo que había hecho y el arrepentimiento se instalaban en sus ojos.


-Dami…


-¡Ni se te ocurra pronunciar mi nombre! No vuelvas a dirigirme la palabra, no me mires y ni se te ocurra pensar en mí. Se acabo, para mí estas muerto. ¡Te odio! Disfruta con tu puta.


Me di la vuelta aun con la mano en la mejilla y me senté en el sofá del salón. Vi como ellos entraban en el con precaución y cogiendo el teléfono móvil llame a un numero.


-Hola. ¿Eres la mama de Richard? … Sí, soy Damián. … Si. … Solo quería decirte que me preocupa un poco su hijo… Si… Es que el otro día me dijo que estaba empezando a comprar droga… Si… lo sé… pero es que a mí ya no me hace caso… si… pensé que igual como ustedes son sus padres pues podrían hacerlo entrar en razón… sabéis que soy su amigo y lo quiero casi como un hermano… -Mire como “mi mejor amigo” se ponía pálido y mi hermano fruncía el ceño por la vileza que estaba cometiendo. Yo le sonreí con maldad.- Si… lo sé… también me conto que está saliendo con chicos mayores… si… hasta me dijo que algunos le habían dado dinero… no sé cómo fueron las cosas, pero no me gustaría que la gente pensase mal de él y lo tratase mal… si… ¿el?... ya salió de mi casa hace un rato… ¿todavía no llego? Espero que no le haya pasado nada… si… de nada señora… no tranquila… por supuesto que seguiré aquí… espero que él no se enfade por decirle a ustedes… si, pero es que me estaba preocupando su actitud… si lo sé. Bueno… no fue nada… espero que llegue pronto con ustedes y puedan ayudarlo ya que yo no puedo… le dejo… si… tengo que estudiar… claro… Adiós.


Colgué y vi como los otros dos se miraban entre si y luego a mí. Sabía que lo que había dicho no era mentira. El mismo me había dicho todo eso. Sabía que mi hermano no sabía nada y quería que supiese con quien estaba y ya de paso hacerlo sufrir a él. Vi como empezaba a llorar y mi hermano como un estúpido lo abrazaba y como ya había hecho todo eso le di el último toque de gracia.


-Sera mejor que vayas con tus padres antes de que se preocupen o se enfaden mas. Y deja de actuar eres muy mal actor. Nunca podrás llegar a la suela de mi zapato en fingir. Yo soy el amo de las mentiras y de la actuación. Y tú “estúpido hermano mayor” será mejor que saques a tu furcia de aquí antes de que llegue nuestra madre y se entere de todo.


Vi como los dos me miraban con dolor y luego se despedían. No quería ver como esos labios con los que tantas veces había soñado besaban a otro que no fuese yo y me metí en el baño donde me atrinchere y me duche. Llore como nunca en mi vida había llorado. Llore por la persona que amaba y llore por todos mis sueños rotos y llore por mi desgracia. Mi arrogancia no me dejo ver el daño que había causado, pero su dolor no me importaba como el mío propio.


Me mire en el espejo. Mis ojos negros al igual que mi pelo. Piel blanca y cuidada, pestañas largas y cejas finas. Labios rosas y suaves. Manos pequeñas y cuidadas. Sabía que no era muy atractivo pero era mono y lindo. ¿Por qué, porque no era yo? ¿Tan mal me veía? ¿Tan mal estaba? Y volví a llorar. ¡Dios lo quería tanto y el nunca se iba a fijar en mi!


Salí del baño solo con la toalla a la cintura. Entre en mi cuarto y cerré la puerta con llave (le había colocado un cerrojo porque odiaba cuando mis sobrinos entraban en mi cuarto sin permiso y también que otras personas entrasen. Como yo había pagado el cerrojo con mi dinero y lo había colocado yo nadie se había quejado.) Me vestí y me metí en cama con el portátil. Ya hacía mucho tiempo que escribía en un pen y lo llevaba siempre colgado del cuello para tenerlo cerca. Estuve escribiendo en mi diario durante lo que quedaba de la tarde. Cuando escuche la puerta de la calle desconecte todo y volviendo a colgarlo de mi cuello decidí salir y hablar con mi madre.


La puerta del pasillo estaba entrecerrada y estaba a punto de abrirla cuando escuche un sollozo. Decidí quedarme y escuchar que es lo que pasaba fuera.


-Mama… no entiendo porque se comporta así. ¿Qué es lo que le pasa? ¿Por qué odia tanto que este con Richard? Nunca le importo que estuviese con otros chicos, ¿por qué con el sí?


-Derek, cariño, es normal que se enfade cuando estas saliendo con uno de sus amigos y aun por encima es menor. Yo también creo que deberías esperar a que fuese mayor de edad y pensar si de verdad quieres estar con él.


-Pero mama… yo lo quiero… lo quiero mucho…


Mi madre suspiro.


-¿A ti te gustaría que tu hermano estuviese con uno de tus amigos?


-No me importaría si eso fuese lo que quisiese.


Sonreí. Iba a ver lo que era mi hermano sentir celos y ver a su querido “hermanito” con uno de sus mejores amigos.


A la mañana siguiente me levante y como hacía mucho calor me puse un pantalón corto con una camiseta sin mangas que me quedaba grande. Escuche las voces de mi hermano y sus amigos y con una sonrisa de satisfacción entre en el salón. No me consideraba muy guapo pero había visto como me miraban y tenía que despertar algo por lo menos. Vi con satisfacción como el chico de ojos bonitos recorría mis piernas de arriba abajo. Sonreí con inocencia y los salude.


-¡Hola!


-¡Ho… hola!


Sonreí para mis adentros cuando vi como su mirada descendía por mi cuello y se clavaba en mi pecho por donde se veía uno de mis pezones. Para darle una vista mejor me sonroje y subí con cuidado la camiseta que se había deslizado por mi hombro. Reí tímido y fui a la cocina. Escuche un suspiro y me quede escuchando.


-Derek… tu hermano esta como quiere. No lo había visto así desde hacía mucho tiempo. No me había fijado en cuanto había crecido.


Escuche un gruñido inconfundible de mi hermano.


-Ni se te ocurra es mi hermanito.


-¿Y eso que tiene? Tu estas saliendo con uno de sus amigos, ¿por qué el no puede salir con migo o con cualquier otro?


-Porque no.


-Estas colgado tío. Si él me acepta ten por seguro que saldré con él.


Escuche otro gruñido y para darle un toque más entre en el salón con un cola-cao con pajita. Me senté en el sofá al lado de Fran, el amigo de mi hermano, y me puse a chupar despacio por la pajita. No sabía si estaba funcionando pero lo que si sabía que funcionaba era mi muslo apretando un poco su pierna. Su mano se mantenía en su regazo con temblor y sonreí.


-¿Y qué vas a hacer hoy, Fran?


El se giro a mí con una sonrisa seductora. Por encima de su hombro vi la cara de mala leche de mi hermano y sonreí con suficiencia.


-Pues la verdad no tenía nada pensado pero si gustas podríamos hacer algo juntos.


-¡Me encantaría!


Me apoye un poco más hacia él y sentí su mano en mi pierna acariciando suavemente mi piel. Eso fue suficiente para mi pobre hermano. Se levanto del salón y cogiendo a Fran de la solapa de su camiseta lo echo de la casa. Yo me acosté en el sofá y espere a que entrase. Vi como al verme su mirada me recorría y se quedaba posada en mi vientre sonreí con más fuerza. Sabía lo que estaba viendo: la liña de vello suave y negro que bajaba desde mi ombligo y se perdía por debajo de mi pequeño pantaloncito.


Me subí más la camiseta y vi como sus ojos se posaban en mi pecho y en mis pezones rositas. Trague con dificultad por el calor que estaba empezando a sentir y vi que apartaba la vista con una negación. Me frustre y levantándome me fui a mi cuarto.


Me puse a escribir otra vez en el portátil.


Notas finales:

Espero que les guste ^^

Esta historia ya la tengo terminada y son 3 capitulos, espero que les guste.

 


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