Mundo de los derrocados...
Lugar de los olvidados...
Mundo inundado por la noche destellante...
Mil pamplinas que solo manifiestan el poderío de los que habitan las profundidades.
Mundo de los que fueron...
Lugar del destierro indefinido...
Mundo inundado por la noche destellante...
Porque si el atrocísimo Crónida nos apresó en las escarpadas entrañas, allí en la tierra sombría y maldita para los inmortales, nosotros debemos alegrarnos en su estúpida sabiduría.
Ya van dos meses desde que desapareciste.
Ni una nota, o mensaje. Ni un indicio de posible suicidio, o secuestro. No rastros de abandono o alguna malversación en tu cuenta bancaria. Cero llamadas chantajistas por tu cuerpo.
Nada.
En tu departamento todo esta intacto, desde la última taza de café que dejaste en el lavaplatos, hasta el desorden en tu cama y los rastros de semen encontrados en la almohada negra con la que usualmente te masturbabas.
No encontraron estupefacientes, cocaína, heroína, o alguna otra.
Sin irregularidades... y mi mente explotando.
La policía dijo que te encontraría, la disquera dijo que nos daría todo su apoyo, el departamento de desaparecidos nos confirmó su incondicional esfuerzo para hallarte, el manager nos pidió serenidad, la prensa aceptó ser cautelosa por el peligro de un posible atentado contra tu vida, los fans que esperaban nuestro regreso mandaron oraciones para que regresaras, tus padres se mudaron a Tokio... Die volvió a beber... Shinya a encerrarse en sí para evitar recordar cosas de ti... Kaoru a envalentonarse con la disquera que proponía disparar ventas al lanzar un single con mensajes subliminales y yo llegando a las veinte cajetillas por día...
Una mierda...
Nosotros quedando como sospechosos de homicidio y aún más por la última pelea que tuviste con Die, sin embargo aquello quedó postergado, no tenían pruebas y si las encontraban estás simplemente carecían de lógica, un gentío inmenso nos respaldaba, ya que en los días de tu desaparición estábamos enfrascados en el estudio, cientos de ojos vieron nuestros movimientos, incluso las cámaras de seguridad... el sospechoso se encontraba fuera de nuestro círculo decían...
Ah la policía dijo que te encontraría... idioteces, ayer nos citaron y dijeron que lo más próximo y sumamente posible es empezar a buscar tu cadáver, porque con vida es inadmisible hallarte.
La furia nos poseyó a todos, tuvieron que coger a tu padre de los brazos ya que estuvo a punto de irse a los puños con el detective encargado, y que más puedo decir... si manifiesto mi reacción creo que dirías que lo hago para fomentar mi ego... lo único que me queda por agregar es que salí puteando a todo el que se me atravesaba por el camino... ya sé, ya sé la nicotina me ponía más nervioso de lo usual y encima el café negro que me dedicaba a beber como si de agua se tratase... corrí al estacionamiento, necesitaba buscarte por mi propia cuenta... ¡eran unos ineptos, eso eran, sarta de afeminados, cuánto les habían pagado por cerrar la boca, yo lo sé, hay algo grande oculto detrás de todo esto, lo sé Toshiya lo sé!
Sin embargo no pude siquiera alejarme... fui apresado por los del staff, hablaron de calmantes, dormir, internarme, de depresión, ¡yo no estoy deprimido!, ¡y no quiero dormir!, ¡de dónde salieron esos putos paramédicos!
Lo último que escuché fue la voz de Die diciéndome que ya era tiempo de descansar... ¿descansar?, ¿descansar ahora que no sabemos nada de Toshi?... lo haría si supiese que quería matarse o fugarse o no sé... pero no... Fui el último a quién le dijo hasta mañana esa noche, no vi nada raro en sus ojos, ¡nada!, ni una pizca de intranquilidad o miedo o ansiedad, ¿qué cómo puedo saber eso?, ¡pues sencillamente porque lo sé!
Ni idea de los días en que estuve dopado.
Al despertar me descubrí en la casa de Die, con el manager Inou-san, con Yukio-kun y Asano-chan del staff. Me impidieron siquiera mover un dedo. Descanso absoluto o podría tener una crisis por el stress acumulado, lo mismo era para Die, pero con los antidepresivos a él parecía irle mejor que a mí.
Tuve que conformarme con hacer lo que ellos me instaban. Sin embargo en mi mente maniobra planes para largarme e irme a mi departamento o mejor aún al de Toshiya... me parecía increíble que no encontraran algo que los indujera a pensar en posibles pistas... o aún mejor... tal vez la pista estuvo ahí todo el tiempo y la confundieron con algo común al universo de Toshi... Después de todo, no dejaron que ninguno de nosotros se acercara al departamento por motivos de sospecha...
Luego de una semana logré fugarme una noche.
Inou-san se había marchado a su casa. Incluir el sedante que usaban conmigo en la bebida de los chicos no fue complicado. A las dos de la mañana salía por fin y como no tenía mi auto tuve que abastecerme con dinero de la billetera de mi amigo. Al primer lugar a donde me dirigí fue a mi departamento. Necesitaba sentirme perteneciente a un lugar común con Toshi, sentir que era un día más en donde después de una juerga ambos íbamos a mi piso a seguir divirtiéndonos a pesar de las reprimendas de Kaoru y las risas de Shinya y Die.
Al llegar fui directo, aún con los zapatos puestos, a la ducha.
Estuve ahí por un largo tiempo, hasta que mi piel se arrugó. Cambié de muda y traté de encontrar yenes perdidos en mis jeans o carteras esparcidas en mi armario. Si utilizaba un cajero podrían crearse complicaciones o intentarían bloquear mi cuenta para encerrarme y hacerme descansar a la fuerza.
Con todo aquello: el móvil, cargador y mis llaves guardadas en mi canguro azul salí.
Debía ir a lo de Toshiya. Algo debía encontrar, algo...
Abordé un taxi. Y a los minutos recibí una llamada. Mordí mi labio inferior... acaso no coloqué bien la dosis... ¡mierda!... no obstante era... Contesté fingiendo tranquilidad y de parte de Kaoru recibí lo mismo.
- Dónde estás...
- Donde debo estar.
- Te cubriré...
Aparte la vista y dirigí mis ojos a la calle. ¿Qué significaba esto?
- Sé que hay irregularidades, pero tú haces mucho escándalo.
Bufé molesto. Está bien, por hoy el senil tenía razón, actué descontroladamente, pero qué quería que hiciera, que te digan que lo mejor sería buscar el cuerpo de tu amigo fue un balde de agua sucia y fría para mí.
- Incluso ahora podemos estar siendo captados, reúnete conmigo en el lugar de siempre.
Corté y bajé del taxi.
No era bueno llegar con un desconocido a ese lugar, además, qué podría decirme que aquel taxista no estaba siguiéndome o... ya estoy paranoico.
Caminé directo y solo cuando noté que el auto daba vuelta a la esquina corrí en sentido contrario. Por suerte y tomando el bus llegaría más pronto al Centro. Solo espere tres minutos y subí, coloqué mis monedas en la caja transparente y me senté en uno de los asientos individuales. Llegaría en diez minutos, o mejor aún, me bajaría una parada antes para impedir que... diablos... y si estoy enloqueciendo... pero si estuviera alucinando Kaoru no... Mordí la uña de mi meñique... nada, me arriesgaría.
Hice lo que planee, tomé un atajo yendo por un pequeño parque, seguí de largo hasta dar con la esquina. Caminé por la derecha y me confundí entre los numerosos transeúntes, el lugar de siempre... para momentos como estos el lugar de siempre sería... Retrocedí y cambié de parecer, salí del centro y me filtré por el mercado que había cerca, de ahí suministraban la mayoría de restaurantes que había en los alrededores. La vida nocturna y alimenticia no parecía dormir.
Divisé el puesto. Varias mesitas estaban fuera y el inmenso vapor de la comida recién preparada emergía por la entrada.
La dueña me saludo, hice lo mismo y ella me indicó un sitio al fondo.
Caminé despacio y el cabello desordenado de mi amigo fue lo que capte. Antes de sentarme le di una palmada suave en la espalda. El me miró y siguió sorbiendo los fideos a gran velocidad. A un lado del tazón de arroz blanco estaban sus anteojos escurriendo... me senté frente a él.
- ¿Quieres uno?
- Bueno...
Hizo el pedido... mientras solo me dediqué a mirar su boca rosada, su lengua relamiendo los contornos de ella, incluso el modo en cómo chupaba su dedo índice... desde siempre la naturalidad de Kaoru me había llamado la atención, el modo incluso a veces infantil de comer que poseía, o la manera de sostener los palillos por casi la mitad, ¿no le parecía dificultoso?
Colocaron frente a mí el tazón. Comí...
- ¿Die está bien?
- Sí.
Acaso no sabía como abordar el tema... intenté...
- Kao...
- No digas nada ahora...
Sorbió aún más fuerte y con la boca llena me habló...
- Sé que me han seguido.
- ¿Qué?
- Allá adelante... ah, no soy tan estúpido... qué haces mirándome con la boca abierta, ¡come!
- Sí...
Intenté hacer mucho ruido y frente a esto...
- Encontré algo, pero ya no puedo hacer nada más...
- Bien...
- La policía no quiere meterse. Se lo escuché al padre de Toshi. Come...
Tomé el tazón entre mis manos y bebí el líquido.
- Quieren encubrir algo, la cortina de humo fue Toshi... ¡pero qué bueno que está, señora déme una sopa más y carne picante! ... sabías que hay un lío con el hijo del primer ministro...
- ¿Ah?
- Algo de drogas... en los medios no ha salido nada de eso, salvo una pequeña nota en un periódico hace ya un mes y medio.
- Y qué tiene que ver...
Le arrebaté la taza con arroz y proseguí...
- No te entiendo Kao.
- Yo tampoco lo entiendo, pero... pásame tu móvil. Te enviaré lo que encontré, ya que el original está en mi casa... míralo ahora.
Le eché una mirada, era una fotografía, no estaba muy clara. La agrandé con el zoom y fue en vano tratar de ver lo que era.
- ¿Y esto?
- Bueno mañana llega temprano, hemos perdido mucho tiempo. Qué haremos cuando Toshiya vuelva ¿eh?, no podemos esperar hasta que él regrese para armar el nuevo single. Lo tendremos todo listo y cuando aparezca lo obligaremos a aceptarlo. Mañana llega temprano, Die irá también, y sobre Shin... creo que demorará un poco, aún no se recupera y está pasando una temporada en el sanatorio.
- ¿Sanatorio?
- Injirió una dosis extra de analgésicos. Nos vemos.
Kaoru se marchó y me dejó con mil cosas en la cabeza. ¡Qué mierda tenía que ver el primer ministro aquí y encima su hijo!
Una cortina de humo...
En la oscuridad de mi habitación... recién las ideas empezaron a figurarse. Encendí el móvil y abrí una hoja de texto.
Tecleé cortina de humo... una flecha... Toshiya... La desaparición de Toshi salió por todos los medios posibles, incluso los programas más serios lo tuvieron como tema principal por una semana entera y con ella la ola de inseguridad que manchaba a Japón... pero ninguna noticia del...
Bien entiendo que sea una cortina negra, pero... nada quita el hecho de que Toshi desapareciera sin dejar rastro.
A la mañana siguiente fui al estudio. Me encontré con todos enojados conmigo por mi fuga y manipulación de "estupefacientes", incluido Kaoru.
La mañana transcurrió con normalidad, aunque taciturna... Inou-san nos dijo que el sello nos obligaba a hacer un mini concierto a favor de Toshiya y no sé cuántas otras idioteces, puse mi voto en contra y así pasó la tarde entre venidas e idas de recados... En la sala nos encontrábamos una gran cantidad de personas... fue entonces que Kaoru me llamó a un lado, me dio un café y con toda la naturalidad del mundo me mostró un sobre cerrado.
- Supongo que te dio dolor de cabeza intentar mira la fotografía así que te muestro el original.
- ¿Original de qué?
Kaoru levantó las cejas y yo capté finalmente de lo que hablaba.
- Idiota y si alguien...
- Nadie sabe, pero encontré esto en la casa de Toshi junto a muchos de tus borradores de canciones... habían algunos poemas y...
- ¡Cállate!
Mis mejillas se tiñeron... demonios, como pudo leer las imbecilidades que Toshi y yo escribíamos cuando nos embriagábamos y...
- Ustedes tenían...
- No es de tu incumbencia.
- Si se supiera podrías tener problemas, pero bueno, me pareció extraño porque ninguno de los dos ha escrito esto.
- Cómo estás tan seguro.
- No es tu estilo ni el de Toshi... además... estaba dentro de un sobre, por eso pienso que alguien se lo envió. No tenía fecha ni sello... Ahora ya no puedo hacer más. Te toca todo a ti.
- ¿Por qué?
- Sospechan de mí, a decir verdad he estado recibiendo llamadas anónimas desde hace varios días... prefiero mantenerme aquí viendo sobre lo del single. Te cubriré de este modo.
Revoloteé los ojos, acaso Kaoru se creía investigador o se había tomado muy en serio las idiotas series americanas...
- Oye... estamos en lo real Kaoru.
Mi compañero me dio una mirada extraña... enarcó las cejas y luego con una mueca en la cara enrumbándose a una risa un tanto maliciosa me dijo:
- Lo mismo le dije una vez a Toshiya y él me dijo que eso era lo que yo creía.
Arrugué el vaso de papel y lo deposité en basurero al costado de la máquina dispensadora. No sabía qué decir, es más, me parecía un absurdo que Kaoru estuviese ventilando información.
Le pedí el sobre. Pero él se negó.
- Dame el sobre.
- Mejor no.
- Oye... diablos, no que lo trajiste para que lo viera, quién te entiende entonces, trae para aquí.
- Que no Kyo, cómo sé que puedo confiar en ti...
Apreté lo puños, y ahora qué mierda le sucedía, ¡por qué no confiar en mí!
- ¡Kaoru!
- Que tal si... ¡no!
- ¡Eh!
Me quedé cortado cuando Kao salió corriendo de mi lado, pero, qué diablos le pasaba, se supone que ayer ambos conversamos y... Mi enojo se elevó y salí tras él, no obstante al darse cuenta que lo seguía aumentó la velocidad, se dirigió a las escaleras y bajó. Cansado me apoyé en el pasamanos y lo vi descender en círculos, le grité y él solo me miró, rió y me dijo que no con la cabeza y se fue sin más. Golpeé mis muslos y lo seguí.
No lo hallé.
- Acaso no vio a Kaoru-san irse.
- No señor, nadie ha bajado.
- ¿No?
Estuve fuera del estudio por quince minutos para ver si aparecía y nada. Maldiciendo a toda su generación me fui al estacionamiento, si no estaba su auto se había largado quién sabe a dónde, luego lo llamaría, pero si estaba lo más seguro sería que dio toda una vuelta e ingresó por la entrada trasera.
Su auto estaba ahí.
- Por la concha de tu... ¡dónde estás Kaoru, ya deja de jugar!
Regresé y volví a preguntar a la recepcionista, me dijo lo mismo. Subí a la sala de ensayos, de seguro estaba ahí mofándose con Die de la jugarreta que me había hecho.
- ¿No has visto a Kaoru?
- ¿No se fue a tomar café contigo?
- Sí, pero después bajó a la recepción y no...
Mi cara palideció y la de Die también.
Yo solo pude quedarme quieto a un lado de la habitación, mientras que mi compañero llamaba como loco al móvil de nuestro líder.
No podía ser cierto... estuvimos conversando, él bajó, yo lo vi, pero...
Después de dos horas la sala era un completo caos. Nuestro manager buscaba contactarlo con sus conocidos, algunos del staff fueron a indagar a las cámaras de seguridad del edificio, otro tanto llamaba a la radio dónde Kaoru tenía un programa, a los de Shoxx con quienes tenía una entrevista... Al anochecer nos encontrábamos rodeados de un gentío de oficiales que examinaban una y otra vez los acontecimientos.
- A ver joven Kyo, recuerde otra vez...
Más de veinte veces tuve que explicar lo ocurrido en el pasadizo en donde estaba la máquina dispensadora de café, y las más veinte veces mis recuerdos coincidieron a la perfección con el video de vigilancia.
Nuestra conversación... el vaso de papel arrugado... Kaoru corriendo con un sobre en la mano... yo yendo tras él... él bajando... pero nadie saliendo por la recepción...
- Es como si las paredes se lo hubieran tragado.
Continuará...