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Origin por Manabuu

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Más de veinte veces tuve que explicar lo ocurrido en el pasadizo en donde estaba la máquina dispensadora de café, y las más veinte veces mis recuerdos coincidieron a la perfección con el video de vigilancia.

Nuestra conversación...  el vaso de papel arrugado...  Kaoru corriendo con un sobre en la mano...  yo yendo tras él...  él bajando...  pero nadie saliendo por la recepción... 

          - Es como si las paredes se lo hubieran tragado.

El auto de Kaoru tal cual...  yo apareciendo por ahí... 

Nos dijeron que antes de colocar la denuncia debíamos esperar cuarenta y ocho horas, no obstante teniendo en consideración los antecedentes por Toshiya, la policía decidió investigar antes de lo establecido.  La formalidad del papeleo ya vendría después.

Al amanecer y con los ojos hinchados decidí irme, no podía estarme tranquilo, no después de haber pensado toda la noche en los pormenores que no les conté a los investigadores.  Kaoru estaba metiendo las narices donde no debía, había desparecido estando en posesión de un documento, según él, importante. Solo él notó esa presencia extraña a pesar de que el apartamento de Toshi fue revuelto por más de cinco agentes.

Tomé mi bolso gris y haciendo el menor ruido posible salí de la sala de ensayos.  Kaoru volvía a pasarse de la raya conmigo dejándome de ese modo sin darme ninguna explicación...  nuestra conversación resultó convertirse en la realidad.

          - ¿Ya te vas?

Asustado giré el rostro antes de bajar las escaleras.

          - Ah Die... sí...

Mi amigo me miraba totalmente deprimido y angustiado.

          - ¿A casa?

          - Sí.

          - ¿Me esperas y vamos juntos?

Miré hacía un lado, me había cogido desprevenido.  Con la lengua trabándose entre mis dientes tuve que decirle que quería estar solo. Su expresión taciturna me hizo sentir mal...   hacía mucho que no matábamos juntos el tiempo y ahora después de esta desaparición he de suponer que estaba muerto de miedo.

          - No pongas esa cara.

          - ¿Por qué nos está pasando esto Kyo?

Lo vi derrumbarse y llorar.  No tuve más remedio que llevarlo conmigo luego de dejar una nota junto al cuerpo cansado de Inou-san. Decidimos usar mi auto e ir a mi piso, Die no puso objeciones, lo único que no quería era separarse de mí. Tuve que repetirle incesantes veces que no lo dejaría dopado en mi casa, sino que me quedaría con él y luego iríamos a ver a Shinya cuando ambos estuviésemos mejor de ánimos.

Al llegar lo insté a que pegara el ojo por unas horas, le dije que no saldría y que estaría en mi habitación. Me hizo caso y lo dejé dormido en el cuarto de huéspedes.

El tiempo pasó volando y al parecer Die no tenía intenciones de despertarse.   

Estaba echado boca abajo cuando recordé de improviso... salté de la cama y fui directo donde mis pantalones, rebusqué y di con mi móvil. Entre la penumbra de mi habitación lo encendí, fui a la carpeta de archivos y miré la imagen que me pasara Kaoru, no pude evitar molestarme... ah, ese estúpido aún no aprendía a tomar fotos sin mover el móvil...  me dejé caer en el suelo alfombrado,  no  lograba ver nada...  maldito Kaoru, dejarme así...  con una pista a medias o mejor dicho nula.  ¿Y si esto fue premeditado?...   Me senté lentamente.

Kaoru se borró del mapa cuando al parecer había obtenido información...  mmm, Kaoru tenía miedo, ¡lo recuerdo!... él decía que lo estaban siguiendo...  llamadas, él recibía llamadas, pero de quién...  ¡ah, por qué no te alcanzó el tiempo para decírmelo!

Volví a tumbarme en la alfombra.

¿Y si solo se estaba autosugestionando...?

Acaso sería anormal el empeño que tenía de ver a Toshi...  No, no podía ser cierto, él estaba preocupado, al igual que Die, que Shinya y que yo...  no podía estarse inventando toda esa historia. Apreté fuertemente el móvil entre mis dedos cuando de repente el silencio en mi habitación se vio interrumpido por el sonido del teléfono... 

Un nudo se armó en mi garganta...  ¡joder, ¿una llamada?!

La piel se me hinchó terriblemente...  ¡pero qué mierda, obvio que era una llamada! ...  hice clic en mi móvil y me fijé en la hora. Tres de la mañana.  ¿Habría algún avance significativo, acaso noticias?...  no obstante lo normal sería avisar al manager, no a mí... o por último llamarme al móvil... 

Solté el aparato cuando lo sentí vibrar, me fijé que me llamaban también...   número desconocido... 

         - ¡Joder!

Me levanté presuroso y fui directo a la sala. Aguaité por el cuarto donde Die estaba, seguía ahí tranquilo. El sonido seguía insistente... volví a la habitación... seguía vibrando...   de repente ceso en el móvil. Me aproximé y al cabo de segundos recibí un mensaje de texto.

          - "Contesta"

Abrí los ojos...  corrí hasta la entrada y me fijé si tenía puesto el seguro. Respiré con tranquilidad cuando noté mi llave colgando en la cerradura y el doble seguro que había colocado.  El sonido seguía insistente en el teléfono... y a pesar de tener activa la opción para hacer funcionar la grabadora después de seis timbradas, mi teléfono seguía sonando...   ¿demonios contestar o no? ...  el móvil seguía produciéndome cosquilleos infernales en la mano...  respiré profundamente y levanté el auricular. Lo llevé despacio a mi oreja, casi con miedo...  exhalé finalmente, lo cual provocó que el  aire chocara y provocara ese sonido tan odioso cuando... 

          - ¿Si?

No había ningún sonido del otro lado...   miré el fono y volví a acercármelo.

Una respiración en mi cuello hizo que se me cayera de las manos.

          - ¿Quién era?

          - ¡Por la puta Diee!

Mi amigo lo recogió y se lo colocó en la oreja.

          - ¿Aló?, ¿aló, hay alguien?... No hay nadie.

Observé como lo ponía en su lugar.  Suspiré aliviado, pero mi tranquilidad duró pocos segundos, casi al instante el móvil de Die empezó a sonar chirriantemente, él corrió a la habitación en pos del suyo y yo lo seguí.

          - ¿Quién era?

          - No sé, cortaron... oh ahí suena otra vez el tuyo.

          - ¡Mierda!

Estuvimos en ese ajetreo por más de media hora, en un arranque de histeria desconecté el teléfono arrancando casi el enchufe de la pared, tiré las baterías de nuestro móviles ante la mirada atónita de Die.

Entonces estas eran las famosas llamadas anónimas...  

Iba a volverme loco si seguían insistiendo.  

A media luz del lamparín tuve que aguantarme los gritos que quería proferir, con la vista fija en mis medias pensaba sobre lo mortificante que lo debió pasar Kaoru, pero aún más en lo que estaba pronto a ocurrirme a mí. Por un momento pensé que Die me llenaría con mil y un preguntas, pero esperé en vano el que ellas salieran de su boca. Él estaba como en otro mundo con la cabeza apoyada en el sillón gris que tantas veces quiso que yo le vendiera.

Cuando desperté en la mañana me di con la cara dormida de Die a mi lado, me sostenía suavemente por la cintura, bufé fastidiado y lo moví sin hacer escándalo. Inspeccioné el lugar, estábamos en mi habitación. Al parecer él me había llevado en brazos, me desperecé y fui en busca de cigarrillos. No hallé ninguno.

Observé por la ventana, la mañana estaba tranquila y fresca, me coloqué una camiseta larga, unos pantalones deportivos y salí a comprar. Bajé por el ascensor haciendo sonar mis llaves, saludé al portero... 

Luego de voltear la esquina sentí algo extraño tras de mí. Giré el cuerpo rápidamente y me di con que solo se encontraban algunos transeúntes caminando.  Volví a lo mío,  entré  a una tienda pequeña y pedí tres cajetillas, esperé mi vuelto mientras guardaba dos en mis bolsillos.

Salí fumando y volvió la sensación de ser observado, sin embargo está vez no giraría de ese modo, lo haría lentamente y así... 

          - ¿Aún no sabes dónde están tus amigos?

La sangre se me heló en el acto.  Miré el humo salir de mi boca, mi cuello se movió instantáneamente.

          - Ni pienses voltear...

Me pareció ver correr mi vida por la acera de enfrente...   acaso yo desaparecería igual que...  no obstante un hilo de voz salió de mí.

          - ¿Qué quieres?

          - Algo de beber.

Me sorprendió aquella respuesta, pero aún más el tono de voz...  me moví rápidamente, giré el cuerpo y le planteé un golpe en el pecho, el tipo cayó en seco, me aproximé y con la rodilla le apreté el cuello mientras que mi cuerpo lo ajustaba contra el suelo.  Pude apreciarlo bien en esa posición, un maltrecho de hombre, la barba crecida, el cabello desordenado y un mal olor lo invadía.

          - ¡Quién eres, quién te mandó...!

          - ..usto...

          - ¿Eh?

La sonrisa socarrona que formó en su boca hizo que mi puño se elevara y estuviera a punto de estrellarse en su cara, no obstante al liberarlo de mi agarre escuché a la perfección sus palabras.

          - Justo a tiempo...

          - ¿Qué?, qué mierda dices...

          - Que te salve justo a tiempo idiota.

Demoré un poco en calibrar sus palabras...  Volteé donde mi edificio.

¡¡Die!!

Lo dejé tirado ahí y corrí a mi piso. Tuve que aventarme a los autos que venían numerosos por algún desatino imbecil del destino, llegué a la calle opuesta y entré veloz, esperé al elevador, mas este estaba ocupado. Miré furiosamente el número...  no me quedó de otra que ir por las escaleras.

¡¡Maldición Die,  no debí dejarte solo!!

Por qué nunca capto las cosas, ¡por qué mierda, no, no podría quedarme sin Die!

Se me hizo interminable el alcanzar el tercer piso, incluso caí y aún con el dolor en las rodillas y mi codo sangrante seguí...  ¡divisé mi pieza, llaves, llaves! El manojo cayó en el suelo, demore otro tanto en insertarla, arrojé los zapatos y estuve a punto de gritar...  cuando...  escuché un gemido... más gemidos.  Mi labio inferior empezó a temblar, mis pies avanzaron lentamente rumbo a la habitación donde lo dejé dormido.

Seguía entreabierta. Tal cual la abandoné.

Apoyé levemente la mano en el marco de la puerta.

El ojo que vio esa imagen se quedó agrandado y petrificado, sentí los músculos ópticos estirarse, la escena distorsionarse...  Ahí sobre mi propia cama yacían dos cuerpos amarrados en un trance frenético...  ahí sobre mi propia cama yacían Die y...  y un yo que no era yo, un yo que estaba fuera de mis entrañas.

          - ¡Kyooo!

La cara de Die enmarcaba un placer sin descripción alguna, sus fuertes brazos abrazaban esa espalda conocida, la arañaban...  los vi besarse hasta devorarse.

          - ¡¡Naah!! ...

          - ¡Mmm!, sí, noo... ¡sí!

Era mi voz gimiendo sin sentido, las mismas cosas que una vez escuché mientras veía una grabación cuando... 

Las posiciones cambiaron, esa espalda estaba ahí atrapada en el pecho de Die que se convulsionaba ferozmente, los labios abultados bajaron presionando la columna que ahora se hacía visible...  un camino destinado a un lugar que solo una persona, solo esa persona había probado.

Me estremecí, era mi expresión vívida aferrándose a las sábanas, esa manera de curvar los labios cuando... 

          - ¡¡Ahh Die, nooo!!...

Su lengua de seguro enterrada, abriéndose paso...  esto no está bien... esto... 

          - ¡¡Nooo, yo...!! ... Mhh, ¡mételo ahí!, ¡sí!, fondo, sí, ¡síí!

La escena se cristalizó...  la sentí correr por mi mejilla fría. Estaba yo llorando, llorando al verme...  fue entonces que ese ojo espía fue oscurecido. Una visión oscura y otra del marco blanco de la puerta. Un aliento cálido detrás de mi oreja... 

         - Creeper...

Espeluznante.

Sí eso era espeluznante. Yo ahí, y yo aquí...  Die ahí y él...  no.

Un suave susurro me habló otra vez...

          - Lo normal es perder la cordura al ver al propio yo fuera de sí mismo...

Fui alejado aún cuando mis manos quisieron abrir esa puerta. Delicadamente esa mano seguía cubriendo ese ojo doloroso... 

           - ¡¡Diee, más, aún más!!

Mi ojo vidente empezó a llorar también, mis palabras estremecían la habitación y entonces a mí...  a mí me pareció escuchar esa voz sumamente conocida, una voz de mi pasado...

          - ¡¡Sííí, sabes como!! ¡¡Más fuerte!!

          - Solo... ¡Kyo!, sólo ámame a mí, olvídate de él... ¡olvídalo!

          - ¡¡Aaaahhh!!

Sensaciones de pasado...  de nuestro pasado... 

El jugueteo de su lengua en mi lóbulo cuando buscaba incitarme a ir a la cama a pasar el rato... sus susurros a mitad de la noche cuando alguna pesadilla me invadía... los desayunos apurados, las tardes de ocio en su regazo, nuestras grabaciones subidas de tono... el modo en como follábamos hasta no sentir nuestros músculos... la almohada negra que le regalé, la almohada negra que le consolaba cuando estuve internado, la almohada negra con la que se masturbaba... la sonrisa dispareja que tanto me hacía reír...  ¡¡por qué no estamos los dos ahí!! ...  por qué...  Lloré porque ya no estabas a mi lado...  ¡me habías abandonado a mí!, a mí, a la última persona a la que le dijiste adiós...  yo que no vi nada extraño en tus ojos esa noche... 

           - ¡Toshi...!

Continuará...

Notas finales:

Hola arigatou a las personas que me han dejado reviews! Ahh...  y gracias por entender en algo mi situación, seguiré subiendo capis mientras tenga su apoyo.

Yendo al capi en sí, pues fue como una pequeña visión por parte de Kyo de lo que sucede, la desaparición de Toshi y todo el revuelo que viene por ella se le suma la de Kaoru, una que ni siquiera las cámaras de seguridad han podido captar.

Por otra parte está la relación con Die.

Espero que se entienda el aspecto en donde Kyo se ve a sí mismo frente a sus propios ojos y que se vayan figurando hacia donde irá el misterio, además de las frases reveladoras que dice Die en el éxtasis.

Espero sus impresiones y cualquier duda solo me la dicen! Nos vemos pronto!

 

Manabuu


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