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La bella estatua. por Mirelle

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen.

Notas del capitulo:

Se lo dedico a neko_uchiha_chan por qué siempre me apoya en todo lo que escribo y se ha convertido el alguien muy preciado para mí òwó

Espero que le guste ^//^

Bueno, pues ayer a las 5 de la mañana no podía domrir así que me ocgí un libro de cuentos que tenía desde pequeña y vi este, y mi mente yaoista se puso a trabajar ^^

Muchos besos!!

La bella estatua

 

Había una vez en un reino muy lejano, un hermoso joven, hijo del rey Itachi. El joven poseía una belleza extraordinaria, digna de los dioses. Sus hermosos cabellos estaban hechos con los más hermosos hilos de carbón, sus ojos eran hermosas cuevas oscuras inexploradas y su piel era del color de las nieves más hermosas, las que están puras en lo alto de las montañas. Y no sólo eso, ya que su dermis era tan suave como la porcelana más bella.

 

Sus labios poseían un tono rojizo propio de las rosas más hermosas de los jardines del olimpo. Con todo esto ya os podréis imaginar más o menos su belleza externa. Externa por qué interiormente, su belleza aún era más envidiada. Era valiente, generoso, honesto y caballeroso. Un día, se encontraba sentado en el jardín, cuando de pronto se le apareció un halcón que con sus garras intentó arrancarle el collar que le había dado su padre.

 

-¡¡No!! – se revolvió el chico.

 

-Quiero ese collar para conservar un tesoro de los más hermosos príncipes del país, mi señor. – pidió el animal. Sasuke le observó un poco triste. Ese collar había sido muy preciado para él.

 

-No, lo siento, no lo entregaré. – afirmó. El halcón gritó en el cielo y Sasuke sintió como las piernas se le empezaban a paralizar asustado, observó como el animal se carcajeaba mientras él… ¡¡Se convertía en una figura de piedra!!

 

Desesperado, el rey salió al jardín, encontrándose a su bello hijo convertido en la estatua más hermosa que ha estado nunca sobre la faz de la tierra. La noticia de que el hermoso hijo del rey había sido convertido en estatua corrió rápidamente por las tierras del rey Itachi. Y más cuando salió la noticia de que quién salvase al menor podría quedarse con su mano y con la mitad de las tierras.

 

Muchos acudían al castillo, ilusionados por la idea de quedarse con la mitad de las tierras y con la mano del hermoso príncipe, tanto hombres como mujeres, pero ninguno sabía como conseguir despertarlo.

 

En unas tierras lejanas a aquellas, llegó también el rumor del príncipe que se había convertido en estatua. Un rubio de ojos azules, un pobre pescador, escuchaba hablar a las prostitutas (una pelirroja, otra rubia y otra pelirosa) y se preguntaba si podría hacer algo para ayudar al pobre chico. Decidido, empezó el viaje hacia las tierras del rey Itachi.

 

A medio camino, el pescador se encontró con un gran halcón que le observaba con el ceño fruncido. Pasó de él, pero el animal le detuvo mediante a sus palabras.

 

-¿Dónde vas? – preguntó.

 

-A las tierras de Itachi. – respondió con una sonrisa el chico.

 

-¿Por qué?

 

-Voy a intentar salvar al príncipe Sasuke. – contestó. El animal negó con la cabeza.

 

-¿Por qué quieres salvarle?

 

-Porqué quiero que Sasuke viva su vida feliz. – la sonrisa que adornaba sus facciones era realmente bella. Tanto, que hasta hizo sonrojar al animal, que le observó más tranquilo.

 

-Todos querían salvarle para conseguir su mano y sus tierras. Eres la primera persona que me da esa respuesta. Espérame aquí. – el ave emprendió el vuelo y volvió al cabo de unos minutos, con una rosa negra en la boca. – Pónsela al príncipe en la boca y se curará.

 

El rubio se lo agradeció y volvió a su camino, pero una vez más el animal se lo impidió.

 

-Pero a cambio de eso, tú te convertirás en piedra. – respondió. Naruto lo pensó unos momentos y se encogió de hombros.

 

-No tengo ni mujer, no hijos ni familiares vivos así que no hay nadie que pueda echarme de menos. No me importa morir por el príncipe. – anunció todavía con la sonrisa que mantenía desde todo el viaje. El ave voló lejos y el rubio siguió su camino.

 

Llegó a las tierras lejanas al mediodía, después de caminar trece días y trece noches. Al llegar al jardín, se quedó prendado de la hermosura del príncipe. Era, sin duda, la estatua más bella de todo el universo, y él tendría la suerte de darle vida. Le explicó al rey Itachi lo que haría y éste intentó impedírselo. No merecía convertirse en estatua por culpa del príncipe.

 

-No tengo a nadie que me necesite, y no me importa si es por vuestro bien, señor, y por el bien del hermoso príncipe Sasuke, encerrado en una estatua de piedra. No hay nada que me haga tan feliz como devolver la vida a tan bella criatura. – El rey se enterneció por las palabras dichas y le dejó al rubio hacer su voluntad.

 

Naruto acercó la rosa a los petrificados labios del chico, que empezó a retomar su color original. Mientras tanto, Naruto empezaba a tomar el color grisáceo de la piedra. Sonrió al ver los ojos negros del príncipe, que le observaban tristes, y se convirtió en estatua. Sasuke abrazó a su padre efusivamente y observó con tristeza al rubio, que ahora adornaba su jardín.

 

-Este chico tiene un corazón muy noble. – dijo una voz. El ave se había puesto en la cabeza de Naruto y miraba a los dos nobles con una sonrisa. – Sasuke, ¿prometes amarle y respetarle más allá de la muerte? – Sasuke asintió. – Itachi, ¿prometes entregarle la mitad de tus tierras? – Itachi asintió con una sonrisa cariñosa. Entonces, el ave voló yéndose, y el rubio que estaba debajo de ella momentos antes, volvió a vivir.

 

Observó a Sasuke con una sonrisa tímida. El moreno negó con la cabeza y se lanzó a los brazos del pescador para besarle. Itachi sólo aplaudía a sus espaldas. Y así fue, como un pobre pescador logró salvar a la criatura más bella de la tierra.

 

 

 

Moraleja: Dale siempre lo que quiera a una ave habladora y te evitarás problemas.

 

Fin

Notas finales:

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